Wolfenstein: The New Order
- PlataformaXBO7.8PC7.8PS3360PS47.8
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorMachineGames
- Lanzamiento23/05/2014
- TextoEspa?ol
Wolfenstein: The New Order
Bajo la bota del m¨¢s brutal y macabro de los ut¨®picos dominios nazis tras la Segunda Guerra Mundial, el Capit¨¢n Blazkowicz regresa a Wolfenstein con The New Order, un FPS old school con tantos aciertos del pasado como pocas sorpresas dentro de los disparos. Machine Games enciende una vieja maquinaria s¨²per eficaz pero algo obsoleta. El m¨¢s desquiciado F¨¹hrer nos aguarda una vez m¨¢s.
Juegos de otro tiempo, experiencias de anta?o, recuperaci¨®n de los valores y f¨®rmulas de hace m¨¢s de una d¨¦cada... El reboot y la confecci¨®n a la vieja usanza son hoy un patr¨®n en videojuegos punteros, una decisi¨®n frecuente para antiguas marcas trascendentes que empezaban a quedar ya olvidadas o para g¨¦neros no abundantes ahora que anteriormente llegaron a marcar un estilo universal. Bethesda es una de las editoras m¨¢s volcadas este 2014 con esta forma de trabajo basado en el regreso a los or¨ªgenes de eficientes maquinarias que no pueden caer en el ¨®xido. Mirar¨¢ al survival horror cl¨¢sico con el prometedor The Evil Within y se entrega por completo a los first person shooters singleplayer noventeros y brutales tipo Doom con este Wolfenstein: The New Order, la reinterpretaci¨®n y retorno de la marca que populariz¨® el g¨¦nero de los disparos en primera persona en entornos tridimensionales y uno de los pioneros del formato.
No sab¨ªamos nada de los nazis mecanizados desde 2009. La incombustible id Software tuvo que conceder hace tres a?os su siempre pol¨¦mica marca a una joven y desconocida Machine Games que ha sabido rearmarla, claro, pero que parece no haber contado con los altos valores de superproducci¨®n que cualquier fan nost¨¢lgico de Wolf3D y nuevo descubridor de FPS podr¨ªan esperar, pues The New Order quiere ser un t¨ªtulo pensado para ambos. Formada originalmente por figuras importantes de Starbreeze Studios (encargados de Las Cr¨®nicas de Riddick, The Darkness...), esta nueva desarrolladora sueca de tama?o medio conoce perfectamente las directrices para dar forma a oscuras, grandes e intensas aventuras de acci¨®n armada en primera persona y para un solo jugador. Son su especialidad y en este Wolfenstein esto se nota.
Pero no es f¨¢cil hacer potentes FPS hoy que realmente se distancien de todo lo existente, que no parezcan demasiado recurrentes, y que sepan mantener el frenes¨ª desde los primeros tiros hasta los t¨ªtulos de cr¨¦dito finales. The New Order apuesta sin pens¨¢rselo por las directrices y atributos old school del g¨¦nero, por una maquinaria que hace quince o veinte a?os era demoledora y siempre eficaz pero a la que quiz¨¢ hoy habr¨ªa que engrasar y reensamblar un poco para que d¨¦ resultados brillantes. Potenciado con el s¨®lido pero ya no tan puntero motor gr¨¢fico idTech 5 -el mismo que movi¨® Rage-, este Wolfenstein: The New Order llega hoy a las tiendas americanas y el viernes a las europeas con versiones para las consolas que se despiden (PlayStation 3 y Xbox 360) y con una m¨¢s recomendable versi¨®n para las plataformas a la ¨²ltima (PC, PlayStation 4 y Xbox One). Todav¨ªa no hemos tenido acceso a las ediciones de las dos primeras, pronto actualizaremos este An¨¢lisis con las adaptaciones old gen.
Pero s¨ª que ya podemos decir que las diferencias gr¨¢ficas no son abismales, aunque bien que el car¨¢cter transgeneracional del producto le pasa la factura que a muchos otros. Bethesda y Machine parec¨ªan saber desde el primer momento que este nuevo encuentro ficticio contra la peor de las Alemanias posibles no iba a jugar en la liga de los benchmarks y los despliegues pirot¨¦cnicos. Aqu¨ª el gran gancho y virtud del t¨ªtulo es su apelaci¨®n a la nostalgia y las experiencias exigentes, duraderas y plenamente divertidas que se pod¨ªan vivir en el pasado. Es un juego hecho con la ambici¨®n central de recuperar un formato, pero, ?sigue funcionando tan bien dicho formato?
Del nido al ¨¢guila
La serie vuelve a sus or¨ªgenes por completo y a sus valores crudos y macabros, dibujando una perturbada supremac¨ªa nazi a desmantelar por un cl¨¢sico h¨¦roe-soldado americano. Es un juego que dar¨¢ que hablar tanto como en su momento dieron las primeras entregas, de hecho censurado en Alemania por la suma de iconos delicados y exageraci¨®n visceral en la que sumerge al jugador. Uno de los atractivos de Wolfenstein siempre ha sido su atm¨®sfera macabra y deshumanizada, con un hipot¨¦tico e ido de manos Tercer Reich todopoderoso que amenaza al mundo con su avanzada tecnolog¨ªa y retorcidos experimentos, un ej¨¦rcito que en esta atm¨®sfera no solo est¨¢ formado por Superhombres, sino que tambi¨¦n dispone de aeronaves, robots, colosos met¨¢licos, salas repletas de trampas mec¨¢nicas, torretas digitales y c¨¢maras l¨¢ser, y, c¨®mo no, laber¨ªnticos castillos que act¨²an como sedes principales.
William B.J. Blazkowicz vuelve a ser el epicentro del argumento, el eterno americano con nervios de acero y ruda personalidad disciplinaria capaz de hacerle tomar decisiones en situaciones extremadamente turbias y desagradables. Es el h¨¦roe que luchar¨¢ contra las cabezas centrales del R¨¦gimen y las mentes m¨¢s depravadas, a menudo jefes de final de cap¨ªtulo y nombres que reinterpretan a personajes hist¨®ricos de la hejemon¨ªa nazi. The New Order abre su estela de 16 cap¨ªtulos -con dos l¨ªneas argumentales en paralelo- con un generoso Pr¨®logo que nos coloca en uno de los ¨²ltimos conflictos de 1946, en un avi¨®n a la deriva que se ve envuelto en una emboscada a¨¦rea cuando acud¨ªa a una determinante misi¨®n de caza del llamado Doctor Calavera. A partir de aqu¨ª, el conflicto se lleva hasta 1960 donde el nuevo jugador contemplar¨¢ estupefacto c¨®mo se ha dibujado el hipot¨¦tico dominio nazi sobre el mundo y todo lo que tiene este juego que contar, mientras que el asiduo a la marca no har¨¢ m¨¢s que encontrar un baile de referencias y gui?os muy fan service que son precisamente de lo mejor de este Wolfenstein.
Escenas de tortura hasta donde podemos vengarnos de los nazis, v¨ªsceras que se desparraman cuando los rivales caen desplomados tras una granada bien tirada, trampas tan letales como crueles y retorcidas... Horrores de todo tipo y violencia expl¨ªcita es lo que Blazkowicz tendr¨¢ que presenciar en este viaje por toda Europa junto a Anya Oliwa, la chica de esta historia fant¨¢stica y bastante bien contada donde los traumas ps¨ªquicos tambi¨¦n tienen mucho que ver y conformar¨¢n al personaje tal y como lo veremos en el tramo final, capaz de encararse con la mayor de las amenazas y todo el liderazgo de esta desproporcionada colmena al servicio de un Hitler bastante distinto al que la Historia nos ha contado. El convencional punto de vista macarra y fornido del conflicto que sacudi¨® al mundo a mitad del siglo XX regresa en The New Order. De hecho sus creadores han asegurado en varias entrevistas que ¨¦ste es uno de los elementos que m¨¢s les gustaban de la licencia, el cierto tono ¨¢cido y mordaz con un corpulento norteamericano rubio como total protagonista.
La l¨®gica de lo cl¨¢sico
En su apasionada ambici¨®n por dar forma a un shooter totalmenteretrospectivo y hecho como se hac¨ªan los FPS de anta?o, en Wolfensteinel nuevo usuario encontrar¨¢ muchos elementos de los primeros Medal of Honor, Half Life, Call of Duty o Doom. Es decir, estamos ante un transcurso totalmente guiado y scriptado, una campa?a generosa y lineal de no menos de 12 horas deduraci¨®n y bastante exigente en cuanto a da?os recibidos, InteligenciaArtificial que realmente crea opersi¨®n, niveles laber¨ªnticos y dondecaben varias rutas y t¨¢cticas m¨¢s sigilosas o avance todoterreno ultraarmado, etc. Es un shooter en formato tradicional tambi¨¦n en el sentidode algunas particularidades jugables, como el hecho de no poder accionarbotones concretos hasta haber despejado una zona de enemigos o al jefe,que la vida sean botiquines y el escudo corazas antibalas parpadeantes,que las secuencias cinem¨¢ticas no se fusionen directamente con elgameplay, que la interfaz aloje el cambio de armas en una ruleta y quesea posible desenfundar hasta dos ametralladoras simult¨¢neas, las partesdonde solo tenemos que dar vueltas y hablar con unos personajes yotros...
Wolfenstein: The New Order bebe de lo cl¨¢sico de los FPS y quiz¨¢ se pasa de conformismo al anclarse a aqeullas f¨®rmulas. No tiene apenas elementos sorprendentes que nos hagan hablar de una aventura trepidante y totalmente distinta a otras, pero es que tampoco lo pretende. Sus responsables, Machine Games, quer¨ªan homenajear a los disparos de hace un par de d¨¦cadas y desde luego esta historia macabra lo consigue. Al igual que hay muchos elementos recuperados con acierto, otros hoy ya no cuajan en un shooter sobresaliente que se preste, y podr¨ªan haberse ahorrado. Esto se dibuja de forma innegable, por ejemplo, en la repetici¨®n de situaciones o en la lejan¨ªa de algunos checkpoints que nos obligar¨¢n a reintentar de nuevo todo un tramo de m¨¢s de diez minutos si queremos salir con vida de la que se montar¨¢.
Respecto a repetici¨®n de situaciones, hay algunas especialmente pesadas que se reiteran en exceso y no terminan de funcionar como gameplay divertido y eficaz. En su b¨²squeda de aliados, Blazkowicz se unir¨¢ a Caroline, una vieja conocida y que le dar¨¢ acceso entre cap¨ªtulos centrales a su guarida en el centro de Berl¨ªn. Aqu¨ª abundan los di¨¢logos y los encargos de traer piezas, mapas, notas y otros ¨ªtems a NPCs de la estancia, objetos que buscar en la misma gran sala con varios niveles de altura y posibilidad de dormir en las camas con un grato Easter Egg escondido en esta acci¨®n. Estas intersecciones frenan el ritmo habitual del juego, intentan ser m¨¢s contemplativas, y a la tercera vez que aparecen empiezan a hacerse mon¨®tonas, inapropiadas y sin demasiado sentido. ?Por qu¨¦ actuar de recadero dentro de la casucha llevando cosas de un lado para otro y teniendo que hablar con todos para que se abra el acceso a la siguiente misi¨®n? Tambi¨¦n se abusa de momentos con el personaje subido a una torreta o en veh¨ªculos, incluidas camionetas y hasta exoesqueletos mastod¨®nticos. Por suerte ¨¦stos tramos quieren ser y acaban siendo la chispa de un avance en general s¨²per lineal y, hoy, hasta previsible.
Torcer la esv¨¢stica
El dise?o de niveles es a menudo una genialidad pero otras veces nos regala pasajes bastante insulsos. Abundan los segmentos donde tendremos que elegir sigilo o acci¨®n para llegar hasta ese interruptor que abre una compuerta, ese reh¨¦n que rescatar o ese documento necesario para que se active la siguiente cinem¨¢tica y avance la trama. Tambi¨¦n hay muchas salas amplias y s¨²per laber¨ªnticas que invitan a plantear una v¨ªa de avance que puede ser distinta de la que utilizamos en el intento anterior. Moriremos bastante en niveles de dificultad medios y altos. Se juega con las alturas y las escaleras, los elevadores, los conductos de ventilaci¨®n, las rec¨¢maras... en definitiva buscando que sea el jugador el que tenga que analizar d¨®nde est¨¢n colocados los enemigos y objetos de curaci¨®n, torretas y balas, para as¨ª trazar una ruta favorable.
La IA aprieta y, aunque hemos observado algunas incoherencias como rivales que no nos terminan de ver pese a tenernos delante o robots que siempre se comen las granadas -no es algo com¨²n ni que lastre la experiencia-, lo cierto es que se agradecen tantas t¨¢cticas imprevisibles, alarmas que se dan con facilidad y nazis que buscan posiciones preferentes y nuestros ¨¢ngulos muertos para fundirnos a tiros con ventaja. Pese a su dificultad exigente, recomendamos jugarlo como m¨ªnimo en el nivel 3 de 5 ("Atr¨¦vete"), para garantizar una duraci¨®n considerable puesto que en materia de rejugabilidad y extras solo encontramos las tomas de decisiones para ver otras secuencias y los coleccionables, recopilados en una tabla desde la secci¨®n Cap¨ªtulos.
El estilo de juego que vayamos llevando a cabo nos permitir¨¢ desbloquear nuevas habilidades y ventajas en el ¨¢rbol de desarrollo del personaje. Un formato sigiloso y que abuse del cuchillo y los golpes letales por la espalda, por ejemplo, nos desbloquear¨¢ mayor rapidez de ejecuci¨®n o la posibilidad de lanzar silenciosos y letales cuchillos a distancia, tambi¨¦n silenciador para las armas. Los tiros en la cabeza encadenados, en cambio, favorecen ventajas de Asalto, para hacer a nuestro personaje un mejor soldado frontal, un tanque. Devolver con frecuencia granadas enemigas nos abre la casilla que agiliza este comando, perteneciente a la categor¨ªa Explosivos.
Esto hace que el juego lea y registre las haza?as del jugador y mejore preferentemente el ¨¢rbol de atributos referido a su estilo de avance, pero no podemos hablar de un sistema de progresi¨®n del todo coherente, pues algunas habilidades y ventajas se consiguen con unas marcas que poco o nada tienen que ver con lo que desbloquea la casilla. Accediendo al esquema de desarrollo cuatripartito podemos ver las necesidades para conseguir cada mejora o nuevo movimiento, como si de logros o desaf¨ªos del propio juego se tratase, aunque ¨¦stos a menudo nos pidan cifras relacionadas con otra haza?a diferente a le mejorada o adquirible.
Lo cierto es que en movimientos y posibilidades deacci¨®n The New Prder va bastante bien surtido. Desde saltos largos yresbalones por el suelo mientras disparamos precedidos de carreras hastala posibilidad de desplazarnos por cornisas o mirar desde esquinas acubierto y debajo de objetos con el bot¨®n inspeccionar. En cuanto a armas,todas las que aparecen son las esperables y habituales de los shooters(ametralladoras, escopetas, ucis, pistolas, granadas...). Todo con pocasorpresa o diferencia menos el rifle l¨¢ser-cortador,una perforadora capaz de atravesar con su rayo anaranjado superficiesmet¨¢licas dej¨¢ndonos con ello dibujar agujeros en placas, maderas yotros elementos poco resistentes. El hormig¨®n mohoso o los panelesfr¨¢giles son otras coberturas poco resistentes y que permiten tiroteosdonde acosar a los rivales despiezando cualquier escondite que pudieranbuscar.
La cortadora fomenta algunos de los puzles de entorno que se intercalan en la aventura y crea situaciones un poco m¨¢s interesantes como la posibilidad de crear peque?os orificios estando a cubierto y a trav¨¦s de los que mirar y disparar sin estar expuestos. Tendremos que cortar vallas met¨¢licas, sujeciones de ascensores o cadenas y candados que bloquean puertas, tambi¨¦n bajo el agua y con la presi¨®n del aire acab¨¢ndose en nuestra contra. El acceso a este gadget imprescindible se obtiene en los primeros pasos del juego, y ayuda a crear algunos de los momentos m¨¢s inteligentes una vez evolucionado y mejorado. Eso s¨ª, no puede ser usado con demasiada creatividad cuando su funcionamiento permit¨ªa ciertas mec¨¢nicas de juego interesantes. Solo abriremos placas preparadas para ello y agujerearemos determinadas coberturas tambi¨¦n as¨ª dispuestas. Y podr¨ªa haber sido una genialidad casi al nivel de la pistola de portales de Portal o la imantada de Half Life 2.
Hay tiroteos francamente intensos y que parecen abarrotados, aunque nunca estaremos realmente ante escuadrones de m¨¢s de diez o doce enemigos simult¨¢neos. La velocidad del juego se mide m¨¢s bien en la obligatoriedad de ir aniquilando y recogiendo de forma s¨²bita lo que dejen los cad¨¢veres para poder seguir recibiendo da?os, sobrevivir y no parar de disparar. Los cargadores son amplios y la cantidad de nazis con todo tipo de armadura a nuestro paso interminable. Para alguien poco acostumbrado al g¨¦nero o demasiado viciado por las tendencias suaves actuales no ser¨¢ dif¨ªcil atascarse en un enfrentamiento determinado o al no saber encontrar la llave o palanca que active la siguiente puerta, cinem¨¢tica de progreso o script, por lo que sus creadores han decidido -consideramos que con acierto- incluir un reductor de dificultad en cualquier momento que aminore los da?os recibidos, aumente los ejercidos y cree ayudas ingame de indicaci¨®n del siguiente objetivo.
Una ayuda principal y bien insertada es los mapas y anotaciones que podemos encontrar en todos los niveles. Acceder al mapa nos ayuda a recorrer a fondo los escenarios y conocer la sala exacta donde est¨¢ nuestro objetivo actual, tambi¨¦n a buscar todos los coleccionables si queremos desbloquear el final alternativo y el cien por cien de la propuesta. Con las notas y otros documentos esparcidos por los escenarios tendremos acceso a interruptores ¨²nicos, a rompecabezas con varias palancas que pulsar en un orden determinado, a contrase?as, etc. Son habituales tambi¨¦n algunos minijuegos r¨¢pidos que normalmente se repiten quiz¨¢ en exceso, como las -sencill¨ªsimas una vez dominadas- conexiones entre cables para crear corriente o los segmentos a bordo de un veh¨ªculo, ya sea pilot¨¢ndolo o como copiloto-torreta que debe eliminar todas las amenazas del trayecto.
Hay secciones y cap¨ªtulos mucho m¨¢s ¨¢lgidos que otros, y es persistente la sensaci¨®n de que los puntos fuertes est¨¢n bien repartidos a lo lago de todos sus actos, mastod¨®nticos y macabros jefes finales incluidos. Veremos modelos de robots y cyborgs conocidos y otros debutantes en esta entrega, pero desde luego cada uno tiene unos patrones de ataque y puntos d¨¦biles que tendremos que detectar r¨¢pido si queremos tener ¨¦xito y no caer demasiadas veces en un mismo punto de control. De nuevo, con todos estos atributos, mucha manga ancha con las mec¨¢nicas de la vieja escuela en el g¨¦nero, justo lo que se pretend¨ªa y lo mejor de Wolfenstein: The New Order.
Luces y sombras del poder¨ªo
Entrando directamente en lo t¨¦cnico, el idTech 5 cumple como cabr¨ªa esperar de un motor que, pese a su notable puesta al d¨ªa en pleno 2014, ya tiene bastantes a?os a sus espaldas y arrastra algunos males gr¨¢ficos fundamentales desde su conformaci¨®n. Para empezar es r¨¢pidamente llamativo y destacable el tratamiento de la luz, con rayos volum¨¦tricos -especialmente en las versiones PC, PS4 y One- y efectos bastante cuidados en materia de reflejos y destellos. Estas tres versiones corren a 1080p y 60 frames por segundo con contadas ca¨ªdas de esta tasa de im¨¢genes, p¨¦rdidas de fluidez y alg¨²n que otro tir¨®n en secciones repletas de explosiones o entornos derrumb¨¢ndose. Nada de qu¨¦ preocuparse ni que lastre la experiencia jugable, es un fallo irrisorio.
Los escenarios no son demasiado interactivos pero s¨ª que hay m¨¢s paredes y paneles de la cuenta que podremos destrozar a balazos o explosivos. Destacan especialmente algunas estancias, con una iluminaci¨®n sugerente y que claramente se han pensado para que el jugador las visite como si contemplara el artwork primitivo de donde se han calcado y tridimensionalizado. Efectos como el de la lluvia, los gases o los deslumbres que provoca un foco directo frente a nuestros ojos est¨¢n realmente bien recreados. A cambio, sobre efectos, el agua abundante, el fuego de explosiones o accidentes, y las part¨ªculas de piedra que desprende un derrumbamiento no est¨¢n tan bien solventados. En m¨¢quinas potentes como los ordenadores a la ¨²ltima, PlayStation 4 y Xbox One ya no caben mareas y fogonazos como ¨¦stos.
Mismos altibajos con las animaciones y las f¨ªsicas. Por lo generaltodos los personajes -aliados y enemigos- se mueven de forma bastantecre¨ªble y sin rarezas, con gestos fluidos y naturales. Pero a veces haysecuencias cinem¨¢ticas o segmentos jugables que nos dejan verincoherencias y artificios en la gesticulaci¨®n, la forma de correr, decaer o de contactar unos cuerpos con otros. Esto pasa especial facturatambi¨¦n a lo meramente f¨ªsico, con trozos de piedra que parecen no pesaro armaduras que parecen una textura de papel puesto que se atraviesancon otros elementos del escenario. De nuevo, no es algo com¨²n ni quelastre el aspecto gr¨¢fico radicalmente, pero ah¨ª est¨¢ y se har¨¢ visiblepara muchos jugadores habituales. Hay por internet quien ha encontradoalgunos bugs y glitches, en nuestras partidas no hemos visto ninguno.
La carga de texturas tard¨ªa de lo que no est¨¢ directamente en plano o los fondos de los escenarios al aire libre menos cuidado de lo que cabr¨ªa pedir a un Triple A de esta naturaleza son otros defectillos que no nos dejan hablar de un aspecto visual plenamente notable o brillante. Hay mapas que incluso utilizan un truco tan viejo como la niebla para no detallar los horizontes, algo inadmisible aunque por suerte infrecuente aqu¨ª. Una de las caracter¨ªsticas de este motor siempre ha sido la forma en que trabaja la carga de texturas, desdibujando lo que no est¨¢ directamente a la vista y queda as¨ª a espaldas del personaje. En Wolfenstein veremos superficies que ganan rugosidad y detalle ante nuestros ojos si hacemos giros de c¨¢mara r¨¢pidos o carreras entre distintos niveles de altura. Eso s¨ª, solo el ojo acostumbrado y atento lo detectar¨¢, est¨¢ bien disimulado y llevado en general.
El sonido est¨¢ a un nivel bastante bueno. Para empezar, el doblaje al castellano es m¨¢s que aceptable, con una localizaci¨®n muy adecuada y un reparto de actores que ayudan a entender con su tono a cada personaje o c¨®mo piensa. La m¨²sica tambi¨¦n funciona, llegando a crear situaciones inolvidables mientras pone a todo volumen una marcha militar o un himno de ¨¦poca, adem¨¢s de interesantes referencias musicales muy bien llevadas a los altavoces. Sobre efectos, en cambio, podemos decir que esper¨¢bamos una gama m¨¢s amplia para disparos, explosiones, pisadas sobre diferentes superficies, etc. No siempre aparecen como deber¨ªan y hasta hay alg¨²n que otro desajuste de audio, algo que tambi¨¦n aparece en muy contadas ocasiones en los vol¨²menes de los di¨¢logos.
Par¨¦monos por ¨²ltimo a hablar de los aspectos t¨¦cnicos de la versi¨®n de PC de Wolfenstein: The New Order. Aunque estamos con una nueva generaci¨®n de consolas ya en nuestras casas siempre se espera que la versi¨®n de PC sea la m¨¢s puntera a nivel gr¨¢fico sobre todo si tenemos en cuenta que el juego de Bethesda y Machine pide ya como m¨ªnimo una tarjeta gr¨¢fica compatible con Directx 11. Ya hemos dicho que el t¨ªtulo tiene algunos altibajos a nivel gr¨¢fico, sobre todo si lo comparamos con otros FPS recientes como Battlefield 4 o Metro: Last Light. La est¨¦tica del juego, alejada del fotorrealismo, no le ayuda a sorprender al jugador de PC sobre todo en lo que a texturas se refiere. En este apartado notamos un tremendo desnivel entre el modelado bien acabado de los personajes y el de las armas que es muy superior al de los escenarios que no est¨¢n acordes al nivel exigible, m¨¢s a¨²n si tenemos en cuenta la tarjeta gr¨¢fica m¨ªnima necesaria para ejecutar el t¨ªtulo (se?alada debajo).
Estos peque?os detalles le restan enteros a la versi¨®n para compatibles a nivel t¨¦cnico y dejan entrever que quiz¨¢s el estudio no se haya esmerado tanto como debiera a la hora de optimizar Wolfenstein para reducir sus requisitos m¨ªnimos y llegar as¨ª a un mayor n¨²mero de ordenadores posibles. Eso s¨ª, no son todo malas noticias para Wolfenstein: The New Order puesto que la tasa de frames es estable y no se deja castigar por bajadas de frames con los diferentes efectos especiales, aqu¨ª de mejor calidad, como las explosiones o las destrucciones masivas de elementos en el escenario. A continuaci¨®n os dejamos con los requisitos m¨ªnimos en la versi¨®n de PC que son bastante elevados dado el acabado gr¨¢fico del juego:
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.