Warriors Orochi 3
- Plataforma3607.2PS37.2
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorOmega Force
- Lanzamiento30/03/2012
- TextoIngl¨¦s
- VocesJapon¨¦s
- EditorKoei
Warriors Orochi 3
El mejor Warriors hasta la fecha da sitio tambi¨¦n a Ryu Hayabusa o a Ayane de DoA pero no inventa nada. Las se?as de la marca siguen intactas solo que con un diferente esquema narrativo y m¨¢s sofisticadas configuraciones y ataques. La batalla contra la Hydra se libra cambiando la historia. Ma Chao vuelve a reunir a un ej¨¦rcito de generales.
Dynasty Warriors, Samurai Warriors, Dynasty Warriors Gundam... la marca original de Koei ha encontrado cap¨ªtulos de todos los colores, ha pasado por bastantes plataformas y ha sabido generar un p¨²blico que, aunque ¨²ltimamente estaba descendiendo, es capaz de defender a bandera y katana la serie de los generales y los combates multitudinarios. Orochi supone la mezcla de Dynasty y Samurai, un crossover donde personajes de ambas subsagas se encuentran, mezclan estilos, combaten juntos y, en definitiva, se entregan a los fans. Warriors Orochi 3 es la f¨®rmula potenciada, intervenida tambi¨¦n por otros grandes nombres protagonistas de sagas de Tecmo, aprovechando incuestionablemente la fusi¨®n Tecmo-Koei de hace casi tres a?os. Legend of Troy, Dead or Alive o Ninja Gaiden toman posiciones por primera vez en el universo Warriors, y han sabido llegar precisamente en la que probablemente sea la mejor entrega de todas las existentes.
Pese a este optimismo innegociable, para el jugador habitual hay un claro atasco en la mec¨¢nica de la licencia que aqu¨ª sigue sin subsanarse. Warriors Orochi 3 es un juego grande, cargado de extras, duradero y fiel a sus ra¨ªces como el que m¨¢s, pero ni despunta gr¨¢ficamente, ni altera alguna de sus ancladas mec¨¢nicas, sigue sin endurecer la IA de las miles de marionetas que pueblan los niveles y ha continuado en exceso un patr¨®n de juego que en los tiempos que corren se queda bastante atr¨¢s y puede llegar a parecer rid¨ªculo a los m¨¢s cr¨ªticos. Eso s¨ª, el nuevo descubridor de Warriors tiene aqu¨ª su mejor entrega, la m¨¢s vasta, variada y accesible. El seguidor ac¨¦rrimo tambi¨¦n, ¨¦l lo ver¨¢ como un producto sobresaliente. Como buen en¨¦simo cap¨ªtulo de saga japonesa, el componente fan service juega aqu¨ª un papel totalmente sustancial.
Cambiar el pasado
Orochi 3 comienza in media res, poniendo al jugador ante un desquiciado nivel donde r¨¢pidamente se sentir¨¢ impotente dado a la enorme hidra que tiene que combatir mientras frena con muy pocas unidades a los ej¨¦rcitos contrincantes. Ma Chao, Zima Zhao y Hanbei Takenaka se colocan en las manos del desorientado jugador para, al fin y al cabo, perecer en la batalla. Justo en ese instante el nivel se corta y se presenta en la escena Kaguya, una especie de enviada del cielo que propondr¨¢ al exhausto tr¨ªo protagonista viajar al pasado con un C¨ªrculo M¨¢gico de luz para arreglar los acontecimientos tr¨¢gicos anteriores y llegar mucho m¨¢s fortalecidos al combate con la hidra que ha desolado decenas de poblados y acabado con miles de vidas. Esta gigantesca criatura ha sido invocada por el demon¨ªaco Kiyomori Taira, revivido y con sed de venganza de los ej¨¦rcitos que lo enterraron.
A partir de aqu¨ª, el t¨ªtulo coloca a los personajes en un p¨¢ramo volc¨¢nico que servir¨¢ como centro de operaciones, el peque?o campamento donde mejorar armas y mezclarlas, buscar jugadores online, adquirir personajes desbloqueables, entrar al C¨ªrculo M¨¢gico, etc. Una vez que viajemos en el tiempo, el juego nos expone la l¨ªnea temporal de 4 cap¨ªtulos y la batalla final contra la hidra, accesible en cualquier momento aunque imposible si no tenemos un ej¨¦rcito y equipo de armas y armaduras considerable. Este nuevo esquema con flashback sienta realmente bien a un t¨ªtulo de la marca Warriors, pues deja al jugador una sensaci¨®n de menor linealidad -que de hecho la hay- y potestad para decidir cu¨¢ndo embarcarse en el ¨²ltimo nivel del juego, ya probado y contemplado al principio. Subir de nivel a los personajes, conseguirles las mejores armas y resto de equipo o reclutar a los suficientes generales ca¨ªdos anteriormente para tener posibilidades ya s¨ª se hace mediante la estructura habitual de la franquicia.
Conquista, lucha y asiste
Como en toda entrega Warriors, cada nivel es una gran contienda que puede durar incluso m¨¢s de una hora. En un mapa grande y laber¨ªntico, el t¨ªtulo coloca tropas enemigas, generales al cargo de pelotones y unidades especiales. Tambi¨¦n pone sobre este tablero de juego a grupos de unidades aliadas, y la mec¨¢nica consistir¨¢ en dominar el escenario sin perder a nuestros compa?eros, acabando con los generales adversarios pero sin descuidar nuestras posiciones. Esto, en gameplay, se traduce en accci¨®n multitudinaria a raudales donde con un combo de cuatro o cinco golpes podremos llevarnos por delante a m¨¢s de cien enemigos, enemigos que act¨²an un poco como marionetas que buscan ser golpeadas, pues no son demasiado ofensivos y no suelen oponer resistencia a morir. Sin duda es una jugabilidad espectacular, con decenas de cuerpos todos iguales volando por los aires, pelotones cayendo ante la espada de un solo hombre que los desmorona, etc. pero es precisamente esta mec¨¢nica la que m¨¢s cr¨ªticas ha recibido de los detractores de la serie.
Y no es para menos, Warriors sacrifica mucha diversi¨®n y jugabilidad no haciendo a los cientos de soldados que pone en pantalla algo m¨¢s competentes o inteligentes. La tecnolog¨ªa de las consolas actuales ya lo permite -se ha visto mejor IA multitudinaria en otros juegos- y desaparecer¨ªa en parte esa sensaci¨®n de estar "limpiando y limpiando" un escenario que no para de ensuciarse de inofensiva pero moleta muchedumbre. Tampoco los generales o unidades especiales (con nombre propio sobre la cabeza) son un ejemplo de comportamiento realista, ni mucho menos. Es verdad que son m¨¢s duros y hasta hacen alg¨²n ataque, pero tambi¨¦n caer¨¢n en seguida. Por otra parte, otra l¨¢stima es que el juego sigue enfrascado en dotar de importancia sin igual a los generales, lo que al final se traducir¨¢ en una b¨²squeda incansable del siguiente nombrecito en rojo para acudir a esa zona, limpiarla un poco de esbirros, acabar con ¨¦l y buscar al siguiente. As¨ª una y otra vez, y esto genera una repetici¨®n inadmisible en toda obra ambiciosa que se presente. Warriors Orochi 3 sigue fallando en esto como ya hicieran sus predecesores.
Y para combatir la repetici¨®n, Omega Force -sus desarrolladores- han introducido en esta entrega m¨¢s elementos interactivos en los escenarios, como torretas o catapultas para acabar r¨¢pidamente con miles de unidades o jefes duros, partes destruibles, m¨¢s jarrones y vasijas con objetos, puentes que activar, zonas de agua, etc. Tambi¨¦n se han buscado dise?os m¨¢s variopintos de los jefes de cada grupo de rivales, como gigantes, trols, samurais o unidades a caballo. Y, por supuesto, tambi¨¦n est¨¢ el gran abanico de personajes, armas y equipos disponibles a medida que recogemos m¨¢s y m¨¢s, lo que permite todo tipo de combinaciones y ajustes antes de entrar en cada misi¨®n, donde se podr¨¢ cambiar entre los tres personajes elegidos en cada caso solo con pulsar los gatillos izquierdos (L1 y R1 a la vez en PlayStation 3). A¨²n as¨ª, a partir de la sexta o s¨¦ptima batalla la sensaci¨®n de repetici¨®n y de calco a los anteriores juegos es innegable.
Acci¨®n rauda
Una de las claras evoluciones de Warriors Orochi 3 adem¨¢s de su amplitud, reside precisamente en el control, que ahora es mucho m¨¢s sofisticado, preciso y diverso. Los personajes tienen montones de combos a su disposici¨®n y al poder conjugarlos entre s¨ª se crea un plantel de golpes hasta ahora nunca visto en un t¨ªtulo de la saga. Ataque r¨¢pido y ataque con carga fuerte se suman a si son a¨¦reos o de tierra, el presionar o no alguno de los gatillos, si es un contrataque a un golpe rival y, lo m¨¢s importante, las habilidades especiales elementales y m¨¢gicas que genera cada arma. Adem¨¢s, hay una barra de poder m¨¢gico y otra de ataques especiales que, como siempre, se va rellenando con las bajas, de manera que en cuanto nos metamos en medio de un ej¨¦rcito a repartir tortas estos niveladores no tardan en ponerse al m¨¢ximo y permitir estallar los ataques m¨¢s demoledores y espctaculares que se hayan visto nunca en un Warriors.
Los personajes invitados, como Ayane o Ryu Hayabusa son otro acierto ya que sus golpes o espadazos responden a los originales de sus juegos, solo que con algo m¨¢s de ¨¢rea de alcance para adaptarse a esta mec¨¢nica y escenario. Tambi¨¦n tienen combinaciones nuevas y diversas hasta armas para sus manos. Pero el acierto jugable de todo recae en que desde el mando la rapidez y precisi¨®n que desprende este Warriors Orochi 3 es envidiable, haci¨¦ndolo un perfecto t¨ªtulo de acci¨®n con muchos movimientos, espectacularidad y posibilidades. L¨¢stima que solo en los niveles altos de dificultad -hay un selector de cuatro dificultades al comienzo de cada nivel- sea donde el juego exige de verdad usar bien cada golpe y pensarse la lentitud de ejecuci¨®n de los m¨¢s potentes. Jug¨¢ndolo en normal, no deja de ser un machacabotones donde no hay que prestar tanta atenci¨®n a qu¨¦ se hace en cada momento. No es demasiado exigente en este sentido.
Duraci¨®n y configuraci¨®n
Galer¨ªa de artes, trajes, dise?os, historias paralelas, historias de los anteriores Warriors Orochi, objetos, armas, escenarios, cinem¨¢ticas, m¨²sicas, bocetos deshechados.... a este juego no le falta de nada en cuanto a extras a desbloquear. Pero a todo esto de la Galer¨ªa se a?aden plantillas de configuraci¨®n para el modo Musou Battlefields y personajes por doquier. En WO3 el gusto por el desbloqueable llega a un punto extremo, y jugar una y otr vez los escenarios, en sus distintos modos de dificultad o incluso online con un acompoa?ante es una necesidad si se quieren obtener todos los secretos que esconde, escenarios de otras IP incluidos. Su modalidad Musou Battlefields le alarga la vida ¨²til ya que permite al propio jugador configurarse su partida, eligiendo el dise?o del escenario, el punto de arranque de unas y otras tropas, el n¨²mero de generales, la m¨²sica y, por supuesto y como piedra angular de toda customizaci¨®n en el juego, el equipo de los combatientes.
Cada objeto u arma que recojamos tiene unos valores determinados como si de un juego de rol se tratase. Aumentan Fuerza, Magia o Defensa, tienen diversas ranuras para anclar mejoras y una compatibilidad espec¨ªfica con los personajes, esto es, la destreza que tendr¨¢n ¨¦stos al usar ese elemento, que mejora con el uso. Chalecos, botas o cascos para las protecciones, pero tambi¨¦n bastones de magia, cetros o katanas encantadas. En Warriors Orochi, a medida que se juega, se van descubriendo todas las posibilidades. Aunque pasa un poco como con la entusiasta variedad de golpes, que si no jugamos en modos dif¨ªciles no es imprescindible prestar atenci¨®n a esta personalizaci¨®n exhaustiva del equipo y el personaje, y con ello se pierde uno de los puntos m¨¢s fuertes del t¨ªtulo. El jugador que lo termine en Normal no tendr¨¢ ni que fijarse en todo este vasto mundo de posibilidades, pues el juego no es muy exigente.
La guerra es fea
Los escenarios de Warriors Orochi tambi¨¦n. Omega Force sigue sin hacer demasiado caso a los dise?os visuales de los mapas, prefieren centrarse en los personajes y la experiencia jugable, y esto en la ¨¦poca actual y con consolas HD pasa demasiada factura. En este juego no es dif¨ªcil desorientarse, todo lo que rodea a los cientos de luchadores en pantalla es parco y soso, con una repetici¨®n de superficies y estructuras alarmante, con poqu¨ªsima variedad y mucho abuso de las rocas o las praderas para generar mapas. Como siempre en los juegos Warriors, todo est¨¢ totalmente vac¨ªo, no hay detalles ni apenas arquitectura, y la que hay -en poblados o templos- se repite hasta lo intolerable. Por suerte, en este juego se ha introducido alg¨²n elemento interactivo m¨¢s, pero sigue siendo paup¨¦rrimo en este aspecto. La visibilidad en el horizonte es tambi¨¦n insuficiente, con poping continuo para los pelotones de la lejan¨ªa y sus barras de vida sobre las cabezas. Esto es medianamente comprensible, pues el t¨ªtulo maneja en ocasiones m¨¢s de 500 unidades animadas en pantalla, eso s¨ª, todas cl¨®nicas, tambi¨¦n en actuaciones. Un peque?o mapa en la esquina superior derecha ser¨¢ el que ayude al jugador a moverse por los enrevesados campos de batalla. Sobre cinem¨¢ticas, no hay demasiadas ya que el juego vuelve a abusar de di¨¢logos est¨¢ticos.
Los guerreros son el punto de inter¨¦s visual de Warriors Orochi para sus creadores. Se han esforzado en que todo personaje est¨¦ siempre en movimiento y no haya sensaci¨®n de estatismo. Lo han conseguido, pero a cambio se ha sacrificado un posible lujo visual que dejara brillos en las armaduras, texturas m¨¢s definidas o animaciones menos rob¨®ticas, que las hay continuamente. Solo los generales y por supuesto los jefes se mueven de forma aleatoria, impredecible y m¨¢s o menos trabajada en animaci¨®n. Sobre los personajes controlables, ah¨ª ya no hay lugar a dudas, el trabajo es magn¨ªfico y la fluidez y encadenamiento de golpes magistral, como si de un t¨ªtulo de lucha uno contra uno se tratase. Esto es admirable teniendo en cuenta el gran n¨²mero de protagonistas controlables que hay en esta plantilla. En cuanto al sonido, las voces se quedan esta vez ¨ªntegramente en japon¨¦s y la m¨²sica mantiene el estilo de la serie, conjugando ritmos electr¨®nicos gen¨¦ricos y que pasan desapercibidos con aut¨¦nticas maravillas orquestadas del folclore japon¨¦s, con instrumentos orientales y armon¨ªas identificativas.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.