Tropico 4
- PlataformaPC8.5360
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorHaemimont Games
- Lanzamiento18/10/2011 (360)24/10/2011 (PC)
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorKalypso Media
Usted manda Se?or Presidente.
Respetando y mejorando la f¨®rmula encontrada en la tercera parte, Tropico 4 ofrece la oportunidad al jugador de convertirse en El Presidente y controlar el destino de unas islas caribe?as en plena Guerra Fr¨ªa. ?Ser¨¢s un tirano sanguinario obsesionado con engordar tu cuenta corriente? ?o un l¨ªder dispuesto a dar a su pueblo un lugar mejor para vivir?
La serie Tropico, despu¨¦s de pasar por tres estudios distintos, parece haber encontrado su hogar de manos de los b¨²lgaros Haemimont Games, que realizaron la tercera entrega y ahora repiten con una nueva entrega que se apoya mucho en el trabajo anterior, algo que tiene sus ventajas y sus inconvenientes, dependiendo desde el punto de vista desde el que se mire. El punto de partida es el mismo: con el jugador encarnando la figura de 'El Presidente', m¨¢ximo mandatario de un peque?o rinc¨®n del Caribe, donde deber¨¢ controlar la gesti¨®n de esta micronaci¨®n, construyendo viviendas, manejando la econom¨ªa, atendiendo -o no- a los diferentes grupos establecidos dentro de la sociedad... Es un juego de gesti¨®n y construcci¨®n con m¨¢s profundidad de lo que aparenta, pero cuenta con la virtud de presentarlo todo de una manera amable y poco intimidatoria, dejando que el jugador se vaya familiarizando con las opciones hasta ir meti¨¦ndose m¨¢s y m¨¢s en el laberinto de sus posibilidades y tejemanejes pol¨ªtico-sociales, momento en el que las horas empiezan a volar.
A partir de ah¨ª empieza una carrera que puede ser enfocada desde diferentes puntos de vista, ya que Tropico admite una buena variedad de estilos de juego. El ciclo b¨¢sico es el mismo que el de la mayor¨ªa de juegos de gesti¨®n y construcci¨®n desde Sim City: primero se construyen casas para que los habitantes tengan un techo donde cobijarse, luego se crea alg¨²n tipo de industria que genere trabajo, riqueza y recursos, que deben servir como base para construir servicios b¨¢sicos y ocio. A partir de ah¨ª es cuando Tropico muestra la personalidad propia que lo distingue de otros juegos. Es posible crear un peque?o para¨ªso social, en el que la igualdad y el bienestar com¨²n sean el objetivo a alcanzar, pero tambi¨¦n es posible crear una aut¨¦ntica tiran¨ªa, con militares y polic¨ªa secreta encargados de neutralizar a los elementos m¨¢s rebeldes de la sociedad. La vida de un Presidente odiado puede ser muy corta si no se imponen medidas dr¨¢sticas, algo que puede suceder tanto por un asesinato como por una derrota electoral cuando acaba un mandato -aunque ante esa amenaza siempre est¨¢ el socorrido pucherazo, f¨¢cil de realizar desde el poder absoluto-.
Por descontado, la elecci¨®n entre Tirano y Bienamado L¨ªder es s¨®lo una generalizaci¨®n del amplio abanico de posibilidades, y algo que viene de forma natural en funci¨®n de las peque?as decisiones que se van tomando a lo largo de la partida. Como es de esperar, una sociedad en progreso espera algo m¨¢s que tener una choza y un lugar donde deslomarse por una m¨ªsera paga, necesita sentir que las cosas van a mejor y que sus hijos tendr¨¢n un futuro brillante. Para ello necesitan escuelas donde formarse, cl¨ªnicas que ayuden a mantener un buen estado de salud, mejores lugares de trabajo, casas m¨¢s lujosas en donde invertir sus ahorros, lugares donde entretenerse... ?y de d¨®nde sale el dinero para financiar todo eso? Ese es el puzle que hay que resolver... si hay ganas.
Siendo sinceros, ?qui¨¦n quiere complicarse la vida con todos esos quebraderos de cabeza? Unos cuantos militares bien pagados, represi¨®n en las calles y a trabajar de sol a sol por el derecho a vivir un d¨ªa m¨¢s, que las minas no se van a excavar solas ?y las generaciones futuras? alguien tiene que coger el pico cuando los viejos mueran, as¨ª que su futuro est¨¢ garantizado. A partir de ah¨ª, buenas comisiones, expolio de los recursos naturales de la isla, contaminaci¨®n desatada, dorar la p¨ªldora a las potencias internacionales para conseguir sus favores -o al menos impedir que invadan el pa¨ªs-, ama?ar elecciones, ejecutar rebeldes y engordar la cuenta particular en un lejano y seguro banco suizo, por si las moscas. A fin de cuentas, el recurso m¨¢s valioso de la isla es el amado Presidente y hay que cuidarlo.
Pero el juego va m¨¢s all¨¢ de maniqueismos, ambos escenarios descritos son factibles, pero son fruto de natural de una amplia variedad de edificios, pol¨ªticas y decisiones que se pueden adoptar a lo largo de la partida, adem¨¢s de algunas circunstancias especiales con las que habr¨¢ que lidiar de la mejor manera posible. Hay unos 150 edificios -algunos ampliaciones o peque?as modificaciones de otros- y el uso que se haga de ellos, las comunicaciones entre los diferentes puntos y los emplazamientos elegidos resultan vitales para definir el tipo de econom¨ªa y sociedad en la que se quiere convertir este apacible rinc¨®n caribe?o. Los recursos pueden llegar de diferentes formas, exportando ciertos productos aut¨®ctonos si se establece una industria -recursos cl¨¢sicos como los puros o el ron-, atrayendo el turismo internacional, obteniendo apoyo y favores de potencias extranjeras y otras posibilidades, cada una con sus ventajas y sus inconvenientes.
Tropico 3, la secuela ser¨¢ inmediatamente familiar en mec¨¢nicas, opciones y objetivos. El estudio ten¨ªa una buena base desde donde partir y eso es lo que ha hecho, aprovechando la iteraci¨®n para mejorar algunos de los aspectos m¨¢s d¨¦biles de la primera parte y a?adir algunas opciones m¨¢s, que por otra parte no dejan de ser complementarias a lo que es la columna principal del juego. Uno de esos casos est¨¢ en las influencias externas sobre el pa¨ªs. En Tropico 3, ambos pa¨ªses eran opciones y hab¨ªa que lidiar con ellos para obtener favores o simplemente para no ser invadido por uno al simpatizar demasiado con el otro. En Tropico 4, puesto que sigue en el mismo escenario, la rivalidad internacional entre las superpotencias sigue existiendo, pero en teor¨ªa se incluyen otros actores como Europa, China y Oriente Medio, ampliando el abanico diplom¨¢tico. Si embargo, a pesar de la novedad, los pa¨ªses que realmente cuentan son los dos de siempre, ya que son los que pueden invadir el territorio y acabar con el gobierno de El Presidente, dejando a las dem¨¢s regiones como fuentes alternativas de recursos, a cambio muchas veces de completar ciertos retos.
Los dos modos principales de juego se dividen en una larga campa?a de 20 misiones y un modo 'sandbox' de construcci¨®n libre. La campa?a principal es entretenida y completarla ser¨¢ cuesti¨®n de echarle una buena cantidad de horas, dependiendo del ritmo de cada uno. Cada misi¨®n propone objetivos concretos a completar, como exportar determinadas toneladas de un producto espec¨ªfico, y el estudio trata siempre de que los objetivos sean variados e interesantes, aunque no siempre lo consigue. A fin de cuentas, repetir ciertos pasos resulta inevitable cada vez que se plantea una misi¨®n diferente por lo que a veces aparece la sensaci¨®n de estar ante un tr¨¢mite hasta llegar a la parte interesante. En cuanto al modo libre, el ¨²nico defecto que se le puede achacar ser¨ªa la falta de mapas base para las islas, algunas opciones m¨¢s no hubieran estado de m¨¢s -afortunadamente, la versi¨®n espa?ola incluye el DLC Special Edition, que incluye tres islas adicionales a las que vienen por defecto, cosa bienvenida aunque no terminan de mitigar el problema-.
Otra novedad que se ha incorporado son las misiones, actividades que tienen m¨¢s importancia de lo que aparentan. En cualquier momento puede aparecer una determinada misi¨®n por parte de la poblaci¨®n o las fuerzas internacionales. Completar esas tareas generar¨¢ importantes beneficios y mejorar¨¢ la posici¨®n de El Presidente tanto internacionalmente como en el seno de la sociedad. Aunque t¨¦cnicamente son opcionales, lo bueno de esas misiones es que muchas veces aparecen para indicar ciertos desequilibrios dentro de la isla, de modo que completarlas puede solucionar problemas de los que el jugador no se hab¨ªa percatado con los datos que maneja. Es una manera elegante de indicar al jugador qu¨¦ opciones tiene para no deteriorar m¨¢s las relaciones con algunas de las facciones dentro de su pueblo, como cuando los ecologistas demandan medidas para mejorar el sistema de basura, un aviso velado de que el medioambiente de la isla se est¨¢ deteriorando. Al ser opcionales, cumplen bien su misi¨®n de indicar posibles caminos sin llevar al jugador de la mano, adem¨¢s de ofrecer m¨¢s variedad; la ¨²nica pega es que una vez aceptadas, hay que completarlas o fallar en el intento, habiendo un l¨ªmite de cinco que impide coger m¨¢s una vez alcanzado, por lo menos hasta que no se finalice algunas de las activas.
A prop¨®sito de esa mec¨¢nica, una de las mejoras m¨¢s evidentes de Tropico 4 con respecto a su predecesor es la mejora general del interfaz y el aumento de informaci¨®n ¨²til disponible. En la tercera parte, a pesar de su comodidad y bien planteado interfaz, a veces era muy complicado saber qu¨¦ estaba pasando o qu¨¦ iba mal, dejando a muchos jugadores sin m¨¢s remedio que echarse en brazos del viejo 'ensayo y error'. Las carreteras a veces no conectaban bien, ciertas informaciones eran escasas, o algunos edificios no ten¨ªan una utilidad evidente, o no funcionaban como uno imaginaba que deber¨ªan funcionar. En Tropico 4 se han mejorado todos estos apartados, se ha incorporado descripciones m¨¢s detalladas de cada edificio, su utilidad y modo de funcionamiento, se han incorporado indicadores f¨¢cilmente asequibles para reaccionar a tiempo ante las crisis y los posibles problemas, y en general se ha mejorado todo el interfaz, haciendo que jugar sea m¨¢s c¨®modo y asequible a cualquier tipo de usuario. La inclusi¨®n de un excelente tutorial pone la guinda a un t¨ªtulos que resultar¨¢ m¨¢s sencillo para noveles y m¨¢s disfrutable para veteranos.
Hay m¨¢s novedades, aunque nuevamente son m¨¢s complementarias que otra cosa. Se han incorporado nuevos desastres, como volcanes en erupci¨®n o tsunamis, m¨¢s espectaculares pero cuyo efecto es similar al de otros ya presentes. Tambi¨¦n se ha incorporado la figura de los ministros, personas que se pueden nombrar para ocupar ciertos altos cargos y que son imprescindibles para poder emitir ciertas leyes y medidas excepcionales, una manera de aderezar un poco una parte del juego bastante sosa en la tercera parte. Por otro lado tambi¨¦n se han incorporado nuevos edificios, aunque quiz¨¢s no tantos ni tan ¨²tiles como ser¨ªa deseable, cosas como mausuleos, que quedan bien y dan m¨¢s personalidad a la isla, pero que no aportan grandes cosas a la mec¨¢nica de juego. La incorporaci¨®n m¨¢s importante sin duda es la capacidad de importar productos espec¨ªficos, algo que se echaba en falta y que resulta extremadamente ¨²til, ya que muchas de las producciones suelen ser fruto de combinar varios elementos primarios, por lo que importar permite intercambiar dinero por esos productos y as¨ª acelerar la cadena productiva.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.