Travis Strikes Again: No More Heroes, Impresiones

Goichi Suda se ha ganado a pulso que relacionemos Suda51 con personalidad, con carisma, con una forma muy particular de entender los videojuegos. Cuando en 2011 se estren¨® el primer No More Heroes en Wii se dijeron muchas cosas, no todas buenas, pero esos defectos quedaban contrarrestados por el estilo y la extravagancia del proyecto. Y eso es precisamente lo que se repite en Travis Strikes Again: No More Heroes, el nuevo spin off de la saga que llega este pr¨®ximo mes de enero a Nintendo Switch. Ya hemos jugado a su versi¨®n final.

Pero no nos confundamos: este t¨ªtulo no es No More Heroes 3; tampoco lo pretende. De hecho, es un interludio: solo tendremos una tercera entrega si ¨¦ste vende lo suficiente. Todo un mensaje para los fans emitido por el propio Suda, pero que es una realidad fehaciente. Aqu¨ª no tenemos un gran presupuesto detr¨¢s, gr¨¢ficos que saltan a la vista ni una apuesta demasiado ambiciosa. Es, por tanto, una cuesti¨®n de talento, de saber aprovechar todos y cada uno de los siete minijuegos que componen el t¨ªtulo para que sintamos que es en esencia una nueva iteraci¨®n de la saga.

Un rencuentro desbordante de personalidad

Durante nuestra prueba en las oficinas de Nintendo Ib¨¦rica en Madrid pudimos jugar a dos de esos minijuegos: Light is Destruction y Golden Dragon GT. Muy diferentes entre s¨ª, con cambios de ritmo e intensidad; con sabor gamberro, con cierto cariz inenarrable, como suele ser habitual en obras de autor como la que nos concierne. No en vano, para acceder a cada minijuego tendremos una suerte de punto central, una base de operaciones donde acceder a las m¨¢quinas de los juegos, pero tambi¨¦n un ordenador con tienda online para comprar camisetas y dem¨¢s accesorios con una desbordante cantidad de referencias. Todo el dinero que ganemos lo podremos invertir aqu¨ª. En nuestro caso, fue inevitable probarnos esa simp¨¢tica camiseta homenajeando a Golf Story; pero tambi¨¦n las hab¨ªa de otros tantos ¡ªdecenas¡ª de juegos de la eShop.

Las referencias de la tienda son solo en principio, porque en esta casi fiesta nocturna pudimos ver gui?os a Terminator o a Hotline Miami, por citar un par: es un descaro, pero est¨¢ bien dirigido, bien calibrado. Te entran ganas de jugar, y es lo que hicimos.

Light is Destruction

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As¨ª que nos pusimos manos a la obra con los dos minijuegos que nos permitieron probar. Light is Destruction, el primero de ellos quiere centrarse en la investigaci¨®n. Comenzamos en el ba?o, en el v¨¢ter, donde podemos guardar la partida (ya sab¨¦is, groser¨ªas por doquier) y continuar, con vista cenital y acompa?ados de un argumento que tampoco es nada del otro mundo. El objetivo es llegar al sal¨®n concreto donde conseguir aquello que nos est¨¢n pidiendo.

La gracia est¨¢ en que, por mucho que el dise?o del mapa se empe?e en hacernos pensar que hay m¨²ltiples habitaciones y recovecos donde buscar aquello que buscamos, en realidad tenemos que pasar por pr¨¢cticamente todos los rincones. ?Demasiado ligero? Cualquiera dir¨ªa que ¨ªbamos a investigar de forma pausada en un videojuego de Goichi Suda, as¨ª que el creativo nip¨®n corta por lo sano e introduce en ciertas salas oleadas de enemigos con los que tenemos que acabar; al fin y al cabo, esto se trata de liberar adrenalina.

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La jugabilidad hack and slash cl¨¢sica entra en escena, con nuestra ya tradicional espada comprada en una subasta en l¨ªnea como principal herramienta, pero un notable esquema de control que presenta muchas m¨¢s posibilidades de las esperadas. Y es que a pesar de tener ciertas limitaciones y no contar con una tridimensionalidad plena, se combina acertadamente el movimiento con las combinaciones de botones. As¨ª, adem¨¢s del golpe ligero, golpe fuerte, salto y dash, si pulsamos el gatillo con cada uno de los botones de acci¨®n se ejecutar¨¢n t¨¦cnicas especiales que gastan energ¨ªa. Si nos quedamos sin ella tenemos que recargar la espada agitando el Joy-Con derecho. Adem¨¢s, habr¨¢ nuevas habilidades desbloqueables con el paso de las horas, por lo que inistimos la jugabilidad sigue siendo lo mejor de Travis Strikes Again: No More Heroes, como lo fue anta?o. Marca de la casa.

Este minijuego tiene muchos niveles, diferentes salas que explorar con dificultad progresiva. No nos atrevemos a decir todav¨ªa si la variedad de enemigos ser¨¢ suficiente, pero por ahora no nos ha convencido demasiado a este respecto. La mayor¨ªa no ten¨ªa patrones especialmente complejos de adivinar, sino que basaban su diferencia a m¨¢s o menos puntos de vida. Un mata-mata, en ciertos momentos. Esperamos algo m¨¢s.

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Golden Dragon GT

Una vez finalizadas las fases a las que nos permitieron jugar pasamos al segundo de los minijuegos, Golden Dragon GT. En esta ocasi¨®n la m¨¢quina recreativa en la que nos introdujimos era una carrera en l¨ªnea recta entre dos corredores: nosotros y el rival. Suele ser infrecuente que en un videojuego de velocidad se nos obligue a dominar la caja de cambios, que no haya opci¨®n para evitar el cambio de marchas manual.

Aqu¨ª llega entonces Goichi Suda para llevar la contraria y hacer preceptivo el cambio manual para aumentar la velocidad de nuestro veh¨ªculo. La clave de la jugabilidad en este caso se encuentra en hacer correctamente esos incrementos de marcha y alcanzar la mayor velocidad en el menor tiempo posible para llegar a la meta antes que el contrincante.

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Tiene su intr¨ªngulis, siendo sinceros, porque como en todo coche que se precie hay que esperar a que el motor alcance unas revoluciones determinadas antes de pisar el embrague y meter la siguiente marcha. Aqu¨ª no hay novedades: una vez se indique en el medidor, pisaremos embrague y giraremos el joystick en la direcci¨®n concreta del esquema de dibujo que aparezca en pantalla. Cada vez que juguemos variar¨¢ ese dibujo, de forma que no siempre ser¨¢ igual llegar a segunda o tercera marcha y, en cierto modo, la rejugabilidad se justifica por s¨ª sola al no poder memorizar ning¨²n trazado porque siempre es diferente.

Cuanto m¨¢s preciso sea el cambio m¨¢s miniturbo nos llevaremos, aunque tambi¨¦n hay cierto grado de estrategia al poderse usar un ¨²nico turbo por carrera. T¨² eliges cu¨¢ndo, y normalmente suele ser la clave de una hipot¨¦tica victoria.

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Sigue siendo No More Heroes

Por lo dem¨¢s, no hay mucho que decir: Travis Strikes Again: No More Heroes es sencillo de entender de principio a fin, pero no por ello es poco profundo. Han sido solo dos los minijuegos que hemos probado, insuficiente para llegar a conclusiones sobre si el c¨®mputo general es capaz de saciar al jugador, porque tampoco nos supieron decir aproximadamente cu¨¢ntas horas de partida exige cada minijuego.

Lo que s¨ª podemos concluir ya es que Travis Strikes Again: No More Heroes es un videojuego id¨®neo para jugar en modo port¨¢til por la naturaleza de su jugabilidad, por la breve duraci¨®n de las partidas o por su dise?o. Asimismo, se presta a jugar en cooperativo y, esperamos, introduzcan clasificaciones en l¨ªnea donde comparar las puntuaciones que logremos con otros jugadores.

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Una vez tengamos el juego completo podremos entender mejor de qu¨¦ trata exactamente la historia y si su narrativa nos engancha desde el primer momento. Travis Strikes Again: No More Heroes es una mezcla entre lo que ya vimos en las dos entregas originales y un t¨ªtulo m¨¢s desenfadado, que no se toma en serio a s¨ª mismo, sino que quiere hacer del producto una fiesta donde Travis es el m¨¢ximo protagonista, un personaje que se come la pantalla y se permite romper la cuarta pared cuando le viene en gana.

Completamente traducido al castellano y cuidado en los detalles, Travis Strikes Again: No More Heroes nos invita a esperar con ganas poder catar la versi¨®n final y comprobar hasta qu¨¦ punto es merecedor de estar en nuestras estanter¨ªas. El pr¨®ximo 18 de enero lo tendremos en tiendas. Travis ha vuelto.