Transformers: Rise of the Dark Spark

High Moon Studios ven¨ªa haciendo las cosas bastante bien en materia de videojuegos con la serie Transformers. La Guerra de Cybertron y La Ca¨ªda de Cybertron son m¨¢s que recomendables aventuras de acci¨®n pensadas para el fan de los enormes robots que adem¨¢s de exponerse bastante bien en t¨¦rminos visuales nos regalaron una buena dosis jugable de disparos y golpes mastod¨®nticos junto a conducci¨®n de v¨¦rtigo como todo ac¨¦rrimo a las aventuras de los Autobots podr¨ªa desear. Ahora Activision -editora en juegos de todo lo relacionado con Transformers- y Hasbro Games ha concedido la popular propiedad intelectual al m¨¢s reducido estudio de Austin Edge of Reality. Aunque ni en la car¨¢tula del t¨ªtulo ni en su p¨¢gina web aparezca el sello de este desarrollo. Quiz¨¢ por poco orgullo...

Ellos han sido los encargados de, entre varias colaboraciones, el notable Loadout, de trabajos conjuntos con Bioware para reediciones, y de conversiones a consola que les sirvieron como primeros desarrollos, con Los Sims o Tony Hawk's 2. Pero en su curr¨ªculo tambi¨¦n tienen el mediocre The Incredible Hulk bajo el sello de Sega y por supuesto Marvel, una producci¨®n solo aceptable que recuerda mucho a este nuevo Transformers: Rise of the Dark Spark, videojuego absolutamente comercial, anodino dentro de su categor¨ªa y de calidad t¨¦cnica muy moderada para PC, PS3, 360, PS4, One, Wii U... con parecido acabado gr¨¢fico en todas.

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Lo transgeneracional se lleva al extremo comercial en el peor sentido en un juego que ni siquiera es vistoso en las m¨¢quinas que se despiden, y que tambi¨¦n cuenta con edici¨®n distinta y adaptada a Nintendo 3DS, un juego t¨¢ctico. Rise of the Dark Spark pretende satisfacer de nuevo al buen conocedor de Transformers y a quien espere con todas sus ansias la nueva pel¨ªula de Michael Bay de este agosto, Transformers: La Era de la Extinci¨®n. De hecho, uno de los mejores aspectos de este videojuego recae en c¨®mo hilvana argumentalmente distintas etapas de todo el universo de los Autobots, pasado y lo que veremos en el nuevo largometraje, c¨®mo hace una disposici¨®n dual de los nuevos y antiguos acontecimientos tanto en Cybertron como en La Tierra, de forma paralela y bien conectada.

Doble golpe de Optimus Prime

Los dos mundos est¨¢n enlazados por la Dark Spark, una reliquia que tiene tras de s¨ª a Megatron y todo su ej¨¦rcito de Decepticons, y que va a dar lugar a una de las mayores guerras interdimensionales entre transformables que se recuerden. O al menos ¨¦se es el marco que intenta dibujar este videojuego que pierde gran parte de esta ¨¦pica en los primeros minutos y acaba siendo para el jugador habitual una lineal y siempre previsible r¨¢faga de disparos, tortas y carreras en naves o veh¨ªculos que no dicen nada ya dentro de un g¨¦nero muy antiguo y trillado. O m¨¢s bien, g¨¦nero que aqu¨ª parece quedar anticuado y sin trillar. Rise of the Dark Spark no innova ni arriesga en su categor¨ªa, adem¨¢s de exponerse t¨¦cnicamente muy por debajo de lo que cabe pedir hoy.

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Escenarios poco interactivos y pasilleros, llenos de niebla para no dibujar distancias en cuanto se abren un poco, vac¨ªos en general y de similar estructura arquitect¨®nica van sucediendo toda esta camapa?a de unas 6 o 7 horas donde el gran atractivo -y esto s¨ª- es poder manejar a m¨¢s de 40 personajes transformables diferentes, cada uno con sus particularidades en armamento base y veh¨ªculo. No siempre podremos elegir a cualquiera, e ideas como la elecci¨®n de uno u otro en funci¨®n de las necesidades quedan aqu¨ª totalmente desaprovechadas. Nada que ver con los juegos de LEGO, por ejemplo, donde hay que saber qu¨¦ personaje va mejor para cada puzle de entorno o vulnerabilidad enemiga. La mayor¨ªa de los tramos nos imponen con qu¨¦ Transformer recorrerlos, algo tambi¨¦n marcado por el gui¨®n.

Disparos desde el hombro, saltos, golpes cuerpo a cuerpo, recursos electr¨®nicos y conducci¨®n en peque?os segmentos pensados para los coches, naves y dem¨¢s transformaciones motorizadas van intercalando disposiciones en los poco inspirados pero eficaces y muy directos niveles. Acci¨®n sin pausa desde el primer momento con un sistema de apuntado y de combos que se comporta, que es entretenido. Al mismo tiempo, el jugador puede decidir con qu¨¦ equipa a cada Autobot y en qu¨¦ invierte sus puntos de experiencia para ir coloc¨¢ndoles mejoras. Los jefes finales suelen ser la mejor parte de la mayor¨ªa de secciones, con enfrentamientos a menudo algo m¨¢s inteligentes y cambiantes, adem¨¢s de m¨¢s ¨¦picos por las plazas donde se producen o las exigencias para da?ar a los aliados de Megatron y ¨¦ste incluido.

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El problema, como dec¨ªamos, viene en la absoluta repetici¨®n de enemigos, situaciones, tramos de saltos, compuertas o dise?os de niveles que encontramos durante toda la aventura. Tambi¨¦n es remarcable el parentesco entre bastantes armas pese a la gran cantidad que hay. Y a eso se suman los mediocres acabados t¨¦cnicos, tanto in-Game como en cinem¨¢ticas, con efectos para las explosiones o los disparos l¨¢ser que recuerdan a los tiempos de PlayStation 2. Algunos destellos, reflejos y juegos con la iluminaci¨®n en general nos hacen creer que estamos ante un juego de PS3-360-Wii U, para nada amortizador de PS4, One y PC, claro. Tampoco est¨¢n mal las animaciones y transformaciones, otro punto que se salva de su aspecto visual.

Pero m¨¢s all¨¢ de este par de asuntos gr¨¢ficos, Transformers: Rise of the Dark Spark es plano en texturas, tosco en f¨ªsicas hasta llegar a destrozar situaciones jugables como los momentos de conducci¨®n donde no terminaremos de sentir el peso de los veh¨ªculos, y muy poco detallado en general. Al mismo nivel est¨¢ el doblaje, solo en ingl¨¦s, con innecesarias sobreactuaciones de los actores encargados de poner voz a los personajes y algunos efectos de sonido que fallan o no aparecen cuando deber¨ªan. La m¨²sica tampoco es algo a destacar. Se aprecia, por tanto, el bajo presupuesto con que han contado en Edge of Reality Studios, algo que ocurri¨® con The Incredible Hulk y que se repite en este Transformers funcional y ajustado pero excesivamente por debajo de lo que hizo High Moon Studios.

Adem¨¢s de la campa?a, por ¨²ltimo, esta entrega recupera modos adicionales secundarios como el cooperativo Escalation, donde un cuarteto de jugadores deben afrontar juntos oleadas y m¨¢s oleadas de enemigos y jefes finales (Power Foes) que van poniendo las cosas cada vez m¨¢s dif¨ªciles a los cuatro h¨¦roes mec¨¢nicos elegidos. Lo verdaderamente interesante de este modo es que permitir¨¢ desarrollar a los personajes para luego tenerlos evolucionados en la campa?a, una buena idea que da cohesi¨®n a los estilos que incluye el t¨ªtulo. Tambi¨¦n habr¨¢ coleccionables para una segunda vuelta, los llamados Hacks, que para obtenerlos hay que cumplir objetivos adicionales y desaf¨ªos a modo de logro, como no usar escudo en un segmento concreto o destrozar a un n¨²mero de enemigo solo con ca?ones b¨¢sicos.

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