Transformers: La Ca¨ªda de Cybertron

Los juegos de acci¨®n son el pan de cada d¨ªa en la industria actual de videojuegos. Disparar a mansalva es lo m¨¢s com¨²n entre el grueso de usuarios de las plataformas actuales, y aunque para muchos hay cierto hast¨ªo en algunas propuestas cl¨®nicas entre s¨ª, lo cierto es que si se hace un buen trabajo la diversi¨®n se mantiene ah¨ª. Era divertido disparar marcianitos ¨Cterrible palabra digna de una madre- en Gradius hace m¨¢s de veinte a?os y lo sigue siendo ahora. Por eso, aunque Transformers la ca¨ªda de Cybertron no invente la rueda, al contrario, es una propuesta interesante y sorprendente. Para los amantes de la acci¨®n y para los amantes de Optimus Prime y compa?¨ªa. Un juego para Xbox 360 y Playstation 3 que se suma a esos t¨ªtulos ¨CDarksiders II, Sleeping Dogs, Dust y otros muchos- que se han encargado de negar la mayor de que en verano no sale nada que valga la pena.

La Guerra por Cybertron es seguramente el referente m¨¢s adecuado para echar un ojo a modo de pr¨®logo de esta ca¨ªda de Cybertron. La anterior iteraci¨®n de Transformers en formato virtual ven¨ªa de la mano de High Moon ¨Clos mismos que han producido esta nueva entrega- y ofrec¨ªa un juego de acci¨®n en tercera persona interesante. Notable pero sin alardes. M¨¢s notable a secas que sobresaliente. Pero era en definitiva un buen acercamiento del universo de los Transformers a las consolas, aunque pecaba de algunos errores evidentes que lo alejaban de ser una mejor propuesta en comparaci¨®n con otros gigantes del g¨¦nero de la acci¨®n. 

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Dos a?os m¨¢s tarde llega esta nueva entrega, que mejora elementos importantes en dos puntos clave: en la fidelidad del mundo que recrean y en la base del g¨¦nero al que pertenece. Por el camino se han dejado elementos positivos de la Guerra por Cybertron, pero el resultado final es netamente superior en esta nueva aventura. High Moon ha conseguido integrar perfectamente el mundo que da nombre a su juego y crear un videojuego interesante en muchas facetas, aunque no acabe de destacar de manera excelsa en ninguna de  ellas. No le hace falta para divertir como lo hace.

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Hasta aqu¨ª la peque?a puesta en escena a nivel argumental. Seguramente el desarrollo de la trama principal no es lo m¨¢s interesante del juego, pero tiene suficientes elementos como para engancharnos hasta el desenlace final con sorpresa incluida. No en vano, a lo largo de la campa?a viviremos los acontecimientos desde las dos vertientes posibles, los autobots y los decepticons. De hecho, los acontecimientos que generan unos dan paso a otras situaciones en las que controlamos a los enemigos y viceversa. La idea es que el jugador controle una ¡°pel¨ªcula¡± de Transformers de principio a fin. Si primero toca acabar con Decepticons se hace, pero si por exigencias del gui¨®n toca seguir los pasos de los Decepticons no habr¨¢ problema para eliminar a los autobots. Los cambios de punto de vista son interesantes, pero es solo una peque?a piedra de lo realmente relevante de esta f¨®rmula.

A lo largo de la trama principal controlaremos a una gran variedad de Transformers. El citado Bumblebee nos sirve como tutorial, pero en los doce cap¨ªtulos posteriores tendremos a mano todo tipo de transformers: Optimus Prime, CliffJumper, Jazz, Bruticus o Megatron son algunos de los personajes que controlaremos¡­ junto a Grimlock. Simplemente brillante y espectacular llevar al dinosaurio en cuesti¨®n. Fan-service total dir¨¢n algunos. S¨ª, ?y qu¨¦? Son unos minutos en el tramo final del juego para el recuerdo a poco que hayamos tenido contacto con el mundo transformers en alg¨²n momento de nuestra existencia.  En total,  unas diez horas de campa?a en dificultad normal y perdi¨¦ndonos algunos de los secretos y extras que hay a lo largo de los escenarios que visitamos. 

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La grandeza de cambiar tan a menudo de personaje ¨Capenas repetiremos con Optimus Prime y Megatron- no est¨¢ en llevar a un protagonista de apariencia distinta, sino en los cambios que suponen para el desarrollo jugable. Cada personaje tiene unas aptitudes distintas y exclusivas, y eso hace mella en el dise?o de niveles, bastante m¨¢s acertado que en la Guerra por Cybertron. Con Optimus Prime y su capacidad por pedir ataques a¨¦reos lo normal ser¨¢ que tengamos muchas situaciones de batallas en espacios abiertos con enemigos llegando desde cualquier punto. Con Cliffjumper y su ocultaci¨®n nos convertimos en Solid Snake y se nos apremia a pasar sigilosamente por los sitios, sin apenas disparar. Jazz nos permite ver una vertiente m¨¢s ¡°plataformera¡± gracias a su garfio, mientras que con Vortex las batallas a¨¦ras con su transformaci¨®n helic¨®ptero/avi¨®n estar¨¢n a la orden del d¨ªa. 

Todos los niveles ¨Cmenos los que repitamos claro- tienen enfoques distintos. La acci¨®n sin descanso disparando por doquier est¨¢ presente en todo momento, pero el desarrollo de los cap¨ªtulos es cambiante y fresco. Cuando parece despu¨¦s de tres episodios iniciales que estamos ante un shooter m¨¢s empezamos a descubrir la variedad de situaciones seg¨²n cada personaje. Y te enganchas irremediablemente hasta terminar la campa?a. Los primeros compases no hacen justicia a la propuesta que High Moon presenta a nivel global, la verdad. Naturalmente no es oro todo lo que reluce, y es cierto que aunque las fases son distintas seg¨²n personaje, su naturaleza peca a veces de ser algo simple. 

Un ejemplo con Jazz: tenemos el garfio para saltar a lugares elevados o romper ¨Cestirando- ciertos elementos del escenario. Pero durante buena parte del nivel la ejecuci¨®n es muy simple: avanzamos de manera lineal por el ¨²nico camino posible y usamos el garfio para saltar al ¨²nico lugar elevado, para romper la ¨²nica estructura rompible. Esto mejora en zonas m¨¢s abiertas (refriega con distintos niveles por donde vamos haciendo el tarz¨¢n, el Batman, esquivando enemigos y tiroteos) pero la sensaci¨®n es que a veces el dise?o de niveles limita demasiado esas aptitudes exclusivas. Pero como est¨¢ en peque?as p¨ªldoras, un nivel de 30-45 minutos, no llega a ser un lastre letal para la jugabilidad, aunque a veces estar tan guiado y evidente es hasta molesto. Por no hablar tambi¨¦n de la presencia de scripts ¨Csituaciones prefijadas- demasiado presentes en nuestro avance.

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Los objetivos de la campa?a principal est¨¢n alejados de cualquier complejidad. Estamos ante un desarrollo marcadamente lineal. Las cosas nunca salen como est¨¢n previstas y vamos a ir de un punto A a un punto B, luego C, luego D¡­ hasta el final. Llegar a lugares concretos, acabar con todos los enemigos presentes (o avanzar hasta otra localizaci¨®n), usar la palanca marcada como objetivo, colocar un explosivo en la puerta seleccionada¡­ no hay p¨¦rdida posible porque aunque tengamos que, seg¨²n el juego, ¡°buscar una soluci¨®n¡±, el marcador de objetivo con la distancia en la que estamos nos dir¨¢ siempre d¨®nde est¨¢ esa soluci¨®n. Casi nada de exploraci¨®n, que es un juego de acci¨®n puro y duro. Eso s¨ª, a lo largo del juego podemos encontrar unas c¨¢psulas especiales, planos para crear nuevos objetos o grabaciones de audio a modo de extras para rastrear los limitados ¨Cpor eso de tener una entrada y una salida, no por tama?o ni porque sean pasillos- escenarios que visitamos.

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El resultado es un gunplay sencillo, sin alardes pero con sus propias caracter¨ªsticas. El bot¨®n de esprintar sirve tambi¨¦n como movimiento evasivo hacia lados o hacia atr¨¢s, adem¨¢s de ser ¨²til incluso cuando saltamos. Esto da mucho dinamismo a los combates, que en muchos momentos se montan batallas a 360 grados -con enemigos por todos los lados- y que suple la falta de tacticismo que ofrece un sistema de coberturas no presente en este juego. Por el contrario se ha perdido el potencial del sistema cuerpo a cuerpo de la Guerra por Cybertron limit¨¢ndose a pulsar el stick derecho para asestar un golpe como si fuera una cuchillada de los juegos b¨¦licos de hoy en d¨ªa. El sistema de vida es mixto: escudo que se recarga autom¨¢ticamente y barra de vida que no se recupera hasta que encontramos cubos de vitalidad.

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Eso s¨ª, estamos ante un apartado del juego que para nada brilla como el otro m¨¢s cl¨¢sico. El control con los veh¨ªculos acostumbra a ser poco preciso y la situaci¨®n que toca vivir en esta forma en muchos momentos ser¨¢ frustrante por una respuesta poco satisfactoria. Veh¨ªculos que giran tarde y mal, respuesta poco veros¨ªmil¡­ es un lastre importante porque no acaba de funcionar como deber¨ªa, haciendo que en alguna contrarreloj muramos m¨¢s por problemas ajenos a nuestra habilidad. Es una mec¨¢nica irregular, porque en el control a¨¦reo cuando queremos movernos r¨¢pido tambi¨¦n tenemos problema pero a la hora de estar estabilizados para disparar es bastante divertido en t¨¦rminos generales.

Todo esto para enfrentarnos a enemigos que tienen mec¨¢nicas y particularidades diversas. No son el adalid de la inteligencia artificial m¨¢s pulida de todos los tiempos, eso es cierto: escondidos en sus coberturas aunque se les acerque un bot que los va a fre¨ªr desde arriba, francotiradores voladores que les das y no se mueven del sitio o enemigos que por extra?a raz¨®n se quedan clavados al descubierto. Son algunos de los errores que se pueden detectar jugando a la campa?a principal, que se compensan en parte por otros elementos m¨¢s destacados: algunos nos tirar¨¢n granadas si estamos escondidos y no asomamos la cabeza, otros si llevan escopetas vendr¨¢n a por nosotros para matarnos de un solo disparo a quemarropa. IA mejorable, pero que ofrece un reto interesante por la variedad de enemigos y sus herramientas de combate, tambi¨¦n variada. Que quede claro, eso s¨ª, que no estamos ante un "tiro al plato" ni mucho menos, tiene sus virtudes y sus defectos.

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El modo online competitivo tampoco presenta ninguna novedad en cu¨¢nto a posibilidades. Muerte por equipos, conquista, eliminaci¨®n de objetivos o capturar la bandera son los principales activos de un sistema online s¨®lido pero que no presenta ninguna oferta diferencial con otros multijugadores referentes en la acci¨®n en tercera persona. Algo que s¨ª es distinto es la mec¨¢nica de estas refriegas: cambios de transformaciones que permiten luchar desde el cielo o escapar como coche y las habilidades de cada personaje, que ofrecen otro punto de vista a los modos de juego de siempre.

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La banda sonora acompa?a el ambiente apocal¨ªptico que estaremos viviendo en casi todos los escenarios. Si no se cae una estructura se cae el planeta entero, y eso se representa bien con melod¨ªas b¨¦licas y de tono ¨¦pico, aunque acaban muy en un segundo lugar por la gran cantidad de disparos, explosiones y otros efectos especiales constantes y muy ruidosos. El sonido de las armas no es especialmente convincente en muchas de ellas, con poca fuerza en comparaci¨®n con lo que vemos que hacen pero en t¨¦rminos generales el juego cumple en este apartado. A pesar de tener los textos y subt¨ªtulos totalmente en castellano, las voces y di¨¢logos (constantes en cinem¨¢ticas y tambi¨¦n durante los tramos jugables) est¨¢n en ingl¨¦s.