Toy Racer

Mucho antes de salir la consola blanca de Sega al mercado, la compa?¨ªa nipona no quiso dejar ning¨²n cabo suelto que pudiera acarrearle alg¨²n que otro dolor de cabeza., haciendo gala de una buena organizaci¨®n, planificaci¨®n y pol¨ªtica de marketing, todo lo contrario que lo visto a?os atr¨¢s en el desembarco de la extinta Saturn, sobretodo en Occidente. Por eso, la decisi¨®n de estar respaldada por grandes compa?¨ªas occidentales como Bizarre o NoClich¨¦ dio sus frutos en forma de lanzamientos espectaculares, sorprendentes y de gran calidad, dejando entrever el inter¨¦s mostrado por la compa?¨ªa del erizo azul entorno a lo importante que es una buena cobertura.

NoClich¨¦ fue la compa?¨ªa responsable de la gran saga Little Big Adventure, Time Commando o el fenomenal Toy Commander, su primera incursi¨®n en los 128 bit de Sega. Su t¨ªtulo sali¨® conjuntamente en la primera hornada de juegos para la consola del espiral, al lado de monstruos del talante de Sonic Adventure, Virtua Fighter 3 TB, Soul Calibur o Sega Rally. A pesar de esta dura competencia, el programa de los muchachos de NoClich¨¦ consigui¨® recibir una notable puntuaci¨®n en numerosos medios de informaci¨®n, en MeriStation Consolas recibi¨® la nada despreciable cifra de 90, y destacando por encima de su elaborado apartado gr¨¢fico y su cuidado dise?o, una faceta mas importante si cabe en juego alguno: la originalidad y capacidad de sorprender.

Y en efecto, NoClich¨¦ nos ha vuelto a sorprender, pero no del modo que la gran mayor¨ªa de nosotros esper¨¢bamos. Desde tiempo atr¨¢s se ha ido especulando sobre el desarrollo de Toy Commander 2, pero la informaci¨®n es tan escasa que se hace imposible sacar algo en claro. Al o¨ªr hasta hace poco, y cada vez con mas fuerza el lanzamiento de un nuevo t¨ªtulo por parte de la compa?¨ªa gala, a todas luces hac¨ªa entrever la secuela de su mas carism¨¢tico t¨ªtulo. Pero nada mas lejos de la realidad. Algo inexplicable ha sucedido y no se sabe todav¨ªa muy bien el porque del extra?o rumbo que ha elegido la compa?¨ªa para sacar no una secuela, ni un t¨ªtulo nuevo...tampoco es un add-on...es algo extra?o...es Toy Racer.

Todo esto puede parecer de lo mas normal para el usuario, pero si adem¨¢s a?adimos que las carreras pueden ser disputadas hasta por 4 jugadores simult¨¢neos, el atractivo crece. Pues no quda ah¨ª la cosa, Toy Racer es un juego que tambi¨¦n soporta opci¨®n online, y de que manera! ya que podremos competir con jugadores del Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Irlanda y Espa?a. Adem¨¢s, su bajo precio, 1.990 pts puede atraer al p¨²blico f¨¢cilmente y m¨¢s sabiendo que el 20% de los beneficios de Toy Racer, es decir unas 400 pesetas por GD, pasar¨¢n a engrosar los fondos de la ESC (European Software Charity) una organizaci¨®n ben¨¦fica que vela por el bienestar de los ni?os discapacitados.

Realmente, los programadores no se han esmerado en absoluto en cuanto a la apariencia gr¨¢fica. Sencillamente han actualizado el c¨®digo de Toy Commander a?adiendo mas definici¨®n a los objetos que conforman los escenarios. No hay presencia de niebla pero si de un molesto slowdown incomprensible teniendo en cuenta lo que el engine mueve en pantalla y sobre la m¨¢quina que corre el juego, pues Dreamcast va mas que sobrada para mover entornos poligonales de mucha mas calidad y complejidad como as¨ª ha demostrado en MSR.

Los veh¨ªculos presentados en pantalla hacen gala de un dise?o tosco y sin mayores alardes que unas texturas de simple composici¨®n y un descarado gourad shading con tal de no rehacer el modelado de estos (a?adiendo mas pol¨ªgonos) y por lo tanto ahorrando tiempo. Los escenarios por contra muestran un aspecto mas conforme al soporte elegido y nos amenizan las carreras con detallados escenarios, todos ellos en tiempo real, pero con apenas un par de elementos m¨®viles.

De todas formas la representaci¨®n de las estancias de la casa est¨¢n lo suficientemente bien echas como para darle el visto bueno, aunque no pasen del suficiente, pues no ofrecen nada nuevo, ¨²nicamente lo ofrecido por la primera hornada de t¨ªtulos, algo que realmente nos queda ya a todos muy lejos.

Este aspecto sigue en el tono de su predecesor, lo que traducido al juego significa unos temas de car¨¢cter techno suave y agradable para amenizar las carreras. La acci¨®n que discurre en las carreras se ve totalmente canalizada por estas composiciones que nos tendr¨¢n en constante atenci¨®n a la pantalla.

Un apartado muy normalito, sin grandes alardes pero tampoco con unos efectos deficientes. Pasan desapercibidos y est¨¢n compuestos por ruido de motores, sonido de los power ups, derrapes y dem¨¢s parafernalia asociada a los juegos de este tipo.

El control de los veh¨ªculos es muy sencillo: el anal¨®gico para dirigir su direcci¨®n y los gatillos L y R para acelerar y frenar respectivamente. El control de las c¨¢maras se realiza con la cruceta de control. Los veh¨ªculos se dejan llevar bien y no suponen ninguna dificultad de aprendizaje para el p¨²blico mas joven. Respecto a los modos de juego, podremos elegir el modo training, para ponernos apunto para las carreras, y despu¨¦s tendremos a nuestro alcance 2 grandes modos, el local y el network. El primero para jugar partidas con los amiguetes que tengamos en casa y el segundo para conectarnos y seguir compitiendo contra los pilotos m¨¢s avispados de toda Europa.

Un buen juego de coches, tipo arcade, para jugar con los amiguetes un ratillo y para experimentar la sensaci¨®n del juego Online de Dreamcast. Flaquea en los modos de juego, ya que son insuficientes, pero por 2.0000 pelillas tampoco se le puede pedir mucho m¨¢s.

Una opci¨®n interesante para jugar unas partidillas y descargar las tensiones.