Si hay que ser torero...

No es la primera vez que en el mundo de los videojuegos nos vestimos con el traje de luces. Pero lo cierto es que este tema ha sido bastante tab¨² durante much¨ªsimos a?os en el medio en el que nos movemos, donde somos muchos los que tenemos prejuicios bastante sanos en contra de "la fiesta nacional"?

Remont¨¦monos al a?o 1984, momento en el cual la compa?¨ªa japonesa Coreland program¨® para Sega el m¨¢s que entretenido BULLFIGHT, un juego que de forma tan efectiva como simple llevaba al mundo de los arcades recreativos el mundo taurino. Bajo una cl¨¢sica perspectiva cenital al m¨¢s puro estilo Sensible Soccer, BULLFIGHT nos encomendaba la tarea de ir acumulando puntos a base ir clavando la espadita en el pobre animal mientras d¨¢bamos un capotazo tras otro. Todo hay que decirlo, a pesar de lo parco de la conceptualizaci¨®n en s¨ª, el juego de Sega lograba enganchar.

Un a?o despu¨¦s, ser¨ªa la a?orada Dinamic la encargada de retomar las riendas en eso de convertir el tendido cero en un c¨²mulo l¨²dico hecho a base de c¨®digo binario. As¨ª naci¨® el pol¨¦mico OLE TORO, un programa bastante querido por los perros viejos del software de entretenimiento (d¨ªcese de aquellos que en la edad de oro del software espa?ol aprovecharon a tope sus Spectrum y compadres de bits). Pero OLE TORO fue un elemento que suscit¨® los enfados de muchos de los espa?olitos, iracundos ante ciertos elementos de la prensa anglosajona que se cebaron de mala manera en esa casete por el mero hecho de que el juego trataba un tema tan horrendo como es ese festejo en el que se sacrifica un animal en pos del arte y la diversi¨®n.

En absoluto discuto las ideas contrarias a la fiesta de los toros, puesto que soy de los que opinan que se trata de toda una barbarie el hecho de que una cantidad ingente de "personas" disfruten con el martirio de un pobre animal cuyo ¨²nico pecado es el ser bravo y poderoso. Pero s¨ª estoy muy a favor de los buenos videojuegos, y ya puedan ser una representaci¨®n virtual de una corrida de toros, de la guerra de Vietnam o de robar coches y atropellar gente, porque al fin y al cabo un juego no es m¨¢s que eso? un entretenimiento que no hace da?o a nadie. Al contrario, la mera intenci¨®n de todo software l¨²dico es la de divertir sin inmiscuirse en el mundo real, y es por ello que si el juego es bueno, no me importar¨¢ en absoluto su mec¨¢nica.

Tambi¨¦n conviene aclarar que de la tauromaquia me puedo considerar un ignorante total, ya sea por desinter¨¦s o por mero desconocimiento de las vicisitudes de ese entorno. Pero vamos, tampoco hice la mili en su d¨ªa y disfruto como un enano llevando a cabo las m¨¢s complejas campa?as en OPERATION FLASHPOINT? no s¨¦ si me explico. El caso es ese, que este TORERO se analizar¨¢ desde un punto de vista solemnemente objetivo, en el que s¨®lo se mirar¨¢ su condici¨®n de videojuego y sus aptitudes en cuanto a la capacidad de atesorar m¨¢s o menos calidad. Para eso estamos?

Y para empezar, qu¨¦ mejor que olvidar todas aquellas noticias que venden a este TORERO como el primer juego basado en la fiesta taurina, como bien se ha podido leer en los primeros p¨¢rrafos del presente art¨ªculo. M¨¢s correcto es decir que se trata del primer simulador 3D del tema, haciendo especial hincapi¨¦ en la palabra "simulador", puesto que se han recogido los movimientos y momentos m¨¢s importantes de la faena, y todo ello sin acercarse lo m¨¢s m¨ªnimo a lo que se puede definir hoy d¨ªa como arcade. Al menos, basta con verlo un par de segundos para adivinar que la acci¨®n se aleja en todo momento de cualquier susceptibilidad de transmitir celeridad. M¨¢s bien al contrario, mucha parsimonia y una aparente sensaci¨®n de? lentitud. Veamos, veamos...

Audio y v¨ªdeo

No se le pueden poner demasiadas pegas gr¨¢ficas a TORERO. Desde los inicios de la vistosa intro, a la vista est¨¢ que luce bastante bien, pudi¨¦ndose comprobar la estupenda realizaci¨®n visual de la plaza y sus protagonistas. Sobre todo, destaca el gran trabajo llevado a cabo para plasmar al agresivo toro, con una caracterizaci¨®n bastante convincente. Hasta sus animaciones, que si bien pecan de cierta falta de fluidez, nos hacen creernos estar frente a esos famosos kilos y kilos de carne, cornamenta y furia.

En el lado opuesto tenemos a los propios toreros. Bueno, no exactamente opuesto, pero s¨ª en el menos afortunado. Si bien el traje de luces, el capote y dem¨¢s detalles del matador est¨¢n tratados de forma m¨¢s que correcta, lo que es el careto de ¨¦stos... ?uff! No s¨¦, puede que sea un poco quisquillosos, pero no me gustar¨ªa identificarme con ninguno de los que hay para seleccionar. Poseen unos rostros remilgados al m¨¢s puro estilo "pijo" que echa muy para atr¨¢s, la verdad sea dicha.

Pero detalles triviales aparte, y como ya he comentado, TORERO es bastante notable gr¨¢ficamente. Casi, casi como si a EA Sports le diese por sacar un simulador de este acto. Por desgracia, en cuanto dejamos de ver "fotos" para meternos de lleno en el juego, vi¨¦ndolo en movimiento y tal, la obra de los de Gamepro pierde mucho. Y para colmo, sus lacras t¨¦cnicas en este apartado repercuten sobremanera en la jugabilidad. Es aqu¨ª donde podr¨ªa entrar un supuesto debate entre los argumentos arcade o simulador de los que podr¨ªa hacer gala este juego, pero la lentitud y la aparente lucha ortop¨¦dica de los contendientes no cuadra con ninguno de los extremos.

Si bien las animaciones en general son loables, lo que termina echando por tierra todo el trabajo es la lentitud con las que son llevadas a cabo, y m¨¢s todav¨ªa lo que tarda en responder nuestro torero a las ¨®rdenes que le damos. Pr¨¢cticamente, el m¨¢s que anunciado sistema de combos para los pases y capotazos termina convirti¨¦ndose en una plegaria para ver si nuestro personaje no sale dando vueltas por el aire... todo ello debido a que es dif¨ªcil calibrar el momento de respuesta, algo imperdonable de cara a la jugabilidad. De haber contado con unos movimientos fluidos y suaves, a buen seguro que TORERO se encumbrar¨ªa bastante.

Otro detalle negativo es la poca variedad en general de gr¨¢ficos que tendremos. Algo parecido a los juegos de f¨²tbol, s¨®lo que con mucha menos espectacularidad. Veinte plazas nacionales e internacionales decentemente recreadas, las remilgadas figuras de los toreros y, todo hay que decirlo, un estupendamente trabajado toro. Tanto la textura que lo adorna como sus reacciones son bastante buenas, transmitiendo en buena medida la poderosa presencia del animal. Del mismo modo, la figura del picador tambi¨¦n puede presumir de ser un buen trabajo, pecando desgraciadamente en las anteriormente citadas lacras en la animaci¨®n.

En cuanto al sonido, a la hora de jugar cuenta con los m¨ªnimos exigibles en un juego... esto... ?deportivo? Los gritos del grader¨ªo, los sonidos varios t¨ªpicos del terreno, alg¨²n "ol¨¦" que otro y, como no, las trompetas que van marcando el comp¨¢s de la faena, cuya m¨²sica se entrecorta m¨¢s de lo debido. Eso s¨ª, a la m¨²sica del men¨² de opciones se le puede reconocer cierto m¨¦rito, mezclando el flamenqueo m¨¢s ca?¨ª con los guitarreos m¨¢s heavy. Cuanto menos curioso.

Gui¨®n

Bueno, no es que haya una profundidad argumental abrumadora, pero tal y como cuenta la intro, la cosa est¨¢ en que nuestro "personaje", un tal Jos¨¦ Troyano (personalizable, eso s¨ª), ya piensa en ser torero desde ni?o... y ah¨ª reside en asunto, en labrarnos una carrera a base de capote y espada. Ya se sabe, luego vendr¨¢ el casarnos con la tonadillera de turno, tener uno o dos hijos de forma peregrina, vivir en una finquita de lo m¨¢s pijo e ir a las fiestas m¨¢s cool. Aunque matizo: todo eso nos lo tendremos que imaginar en este TORERO.

Jugabilidad

M¨¢s o menos como en la vida real, la corrida se divide en tres tercios: varas, banderillas y muleta. En ¨¦stos hay que ejecutar los diferentes tipos de pase que hemos tenido que aprender antes en la escuela taurina a modo de tutorial, movimientos que se realizan mediante un sistema en apariencia bastante sencillo, pero que debido a su triste ejecuci¨®n termina haci¨¦ndose tedioso e inc¨®modo. No s¨®lo basta con memorizar los diferentes combos de los pases, sino que lo m¨¢s importante es el saber el momento preciso en el que ejecutarlos... cosa l¨®gica y que tampoco ser¨ªa mala si el juego no hiciera gala de una lentitud de respuesta bastante deprimente.

Todo el mundo coincide en que TORERO es un juego dif¨ªcil... pero no por ser m¨¢s complejo o m¨¢s sencillo un juego adquiere matices de ser bueno o malo. Digamos que todo buen t¨ªtulo tiene que asumir desde su concepci¨®n que en su curva de dificultad, su misi¨®n es entretener, divertir. Pero TORERO frustra cualquier plan de diversi¨®n, escudando su dudosa propuesta l¨²dica en su peligrosamente empinada cuesta de aprendizaje. En otras palabras... no se puede decir que un juego sea "dif¨ªcil" por el mero hecho de que sea frustrantemente poco jugable, ?verdad?

Si alguna vez tenemos la paciencia de adaptarnos al las lagunas de control de TORERO y logramos avanzar en el mismo, nos terminaremos dando cuenta de que esta sucesi¨®n de faenas es tan rutinaria como poco gratificante. Aparte, las labores del banderillero o del picador son tan sumamente poco movidas, tan rob¨®ticas que cavan m¨¢s profundo a¨²n el foso en el que se sumerge la jugabilidad de TORERO. Se podr¨ªa decir que hay que ser muy aficionado a la mal llamada "fiesta nacional" para lograr apreciar lo que ofrece este juego, porque en conjunto muy poco es lo que tiene que ofrecer al jugador medio.

Estrategia y trucos

La ¨²nica estrategia posible aqu¨ª es pasar mucho tiempo en la escuela taurina, y confiar sobre todo en que nos adaptemos a la lent¨ªsima respuesta de control. Poco m¨¢s puedo decir, aparte de que no os dej¨¦is que "os pongan los cuernos"...

Compar¨¢ndolo con?

Buscarle un referente contempor¨¢neo a TORERO es bastante complicado. Por m¨¢s que miro mi estanter¨ªa de juegos, no logro ver nada que se le parezca... Aunque de todo hay en el mundo, hay hasta quien lo compara con el popular BLADE... dentro de poco dir¨¢n que el Age Of Mythology es primo hermano del Marvel vs Capcom o algo as¨ª...