Tiger Woods PGA Tour 14

La mirada firme de EA Sports a la escena profesional de much¨ªsimos deportes no cesa este a?o. Tiger Woods PGA Tour 14 es el primer videojuego en iniciar la temporada que viene, aunque le seguir¨¢n obviamente otros t¨ªtulos de esta divisi¨®n de EA como Madden, FIFA, NHL... y dem¨¢s productos h¨ªper licenciados y oficiales de las ligas y campeonatos m¨¢s importantes del mundo. Exclusivo de Xbox 360 y PlayStation 3, la nueva iteraci¨®n de la serie de golf apadrinada por el archiconocido Tiger Woods llega esta vez solo a Espa?a dentro del terreno europeo, siendo imposible su adquisici¨®n en otros mercados del continente. Esta distribuci¨®n minoritaria supone algunas despreocupaciones poco habituales en t¨ªtulos de Electronic Arts, como su inexistente localizaci¨®n a otros idiomas distintos del ingl¨¦s o poca presencia de golfistas profesionales europeos, salvando algunas excepciones, como el c¨¢ntabro Seve Ballesteros.

La simulaci¨®n y el realismo siempre han sido la principal gu¨ªa para EA Sports en sus productos, buscando no solo que el jugador tenga la sensaci¨®n de estar encarnando a sus ¨ªdolos sino tambi¨¦n que sienta sus movimientos como veros¨ªmiles, con toda la identidad de ese nombre propio. PGA Tour 14 vuelve a esta din¨¢mica de juego, apostando por un acabado visual que pretende calcar ya no solo a los golfistas profesionales actuales sino tambi¨¦n a todo un c¨²mulo de leyendas del green desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, haciendo un repaso por toda la Historia del golf, sus torneos cruciales, su evoluci¨®n de cara a las normativas, sus nombres imborrables y las mejores gestas, as¨ª como palos hist¨®ricos, pistas a¨²n hoy recordadas pese a su desuso o asociaciones m¨¢s sonadas. Como ya hicieran otros t¨ªtulos deportivos recientes como NBA 2K12, se ha echado con entusiasmo la mirada atr¨¢s.

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A?adidos y revisi¨®n

Pistas m¨ªticas como la Augusta National Par 3 Course, la versi¨®n 1934 de la Augusta National Layout, o la Royal County Down se alojan en la versi¨®n The Masters Historic Edition, tambi¨¦n disponible mediante DLC junto a otros terrenos como Banff Springs Golf Club, Costa Navarino, o River Course at Blackwolf Run, todas ellas con un mimo enfermizo por lograr la misma escala y caracter¨ªsticas ambientales, y vistas ya en anteriores cap¨ªtulos. Y sobre ambientes, este Tiger Woods es el primero tambi¨¦n en dejar jugar en cualquier momento del d¨ªa a d¨ªa, incluido de noche o en pleno amanecer nublado, algo que ven¨ªa siendo bastante demandado por la comunidad seguidora de la serie, igual que lo permiten otros t¨ªtulos deportivos. Hay bastantes pistas ya recogidas en entregas anteriores, como Augusta National, Atlanta Athletic Club o Crooked Stick Golf Course, pero tambi¨¦n bastantes nuevas, aproximadamente el mismo n¨²mero, entre las que se han insertado Mission Hills, Murfield Village y Oak Hill Country Club. Desde luego, quien venga de ediciones pasadas y quiera seguir d¨¢ndole al swing virtual m¨¢s profesional tiene aqu¨ª generosos contenidos.

Un aspecto crucial que EA Sports deb¨ªa revisar en este episodio y que disgust¨® a todo el mundo del anterior era la omnipresencia y plena necesidad de monedas para desbloquear contenidos, adquirir los descargables, extras, modos... Estas monedas no eran de f¨¢cil consecuci¨®n e invitaban al pago de dinero real para obtenerlas, un truco hoy muy habitual -micropagos- pero que el a?o pasado a¨²n llamaba la atenci¨®n y desluc¨ªa completamente en consolas de sobremesa. En PGA Tour 14 se ha ajustado, y aunque no desaparece del todo, el propio contenido del disco cumple, como dec¨ªamos. Ahora bien, la estrategia de Electronic Arts de dejar como DLC de pago pistas, golfistas, palos y hasta modos sigue vigente, y esto no es admisible en un contexto de cierre de generaci¨®n como el que estamos. Adem¨¢s, quien venga del anterior Tiger Woods no encontrar¨¢ tanto atractivo ni material in¨¦dito en ¨¦ste. Podr¨ªa haber ido un poco m¨¢s all¨¢.

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Pero en todo videojuego deportivo que se precie no solo basta con actualizar plantillas, a?adir contenidos y refinar lo t¨¦cnico, tambi¨¦n hab¨ªa aspectos jugables que revisar para conseguir, en general, una experiencia superior, m¨¢s satisfactoria y precisa a la par que entretenida. El joystick izquierdo del mando vuelve a ser el bot¨®n clave para manejar el balanceo, velocidad y recarga del golfista a la hora de tirar. El derecho deja indicar por d¨®nde golpear¨¢ el palo a la pelota. En PS3 tambi¨¦n hay disponible una opci¨®n de juego con PSMove, bastante bien integrada por cierto y que adem¨¢s de hacer m¨¢s intuitivo el manejo de cara a usuarios poco habituados a videojuegos supone en cuanto se domina una precisi¨®n casi similar a la del stick del mando tradicional, aunque no llega a alcanzar esta sincronizaci¨®n plena que s¨ª da el reconocimiento de cu¨¢nto y a qu¨¦ velocidad inclinemos la "seta" o palanca anal¨®gica. Los sensores de movimiento han demostrado desde Wii Sports que pueden funcionar francamente bien en mec¨¢nicas pausadas como el golf, y en Tiger Woods PGA Tour 14 el manejo desde Move no falla, aunque no convencer¨¢ tampoco a los m¨¢s competitivos. No tiene integraci¨®n con Kinect.

Este manejo h¨ªper simple y centrado en un solo comando se flanquea con los gatillos, que sirven para cambiar de palo antes de cada tiro, y con algunos botones para tiros especiales contextuales o controlar en parte la ca¨ªda de la pelota. Lo que decimos, funciona bien pero requiere mucha paciencia hasta dominarlo, PGA Tour 14 vuelve a apostar por el realismo frente a la diversi¨®n directa desde el minuto uno y esto puede frustrar a algunos jugadores, ya que la primera vez que se prueba no se domina y requiere saber qu¨¦ hace cada palo y qu¨¦ efectos se logran con tantas variables que tocar. Y tampoco hay total seguridad viniendo de los anteriores, pues hay factores f¨ªsicos ligeramente revisados y modificados, un tacto no exactamente igual al de PGA Tour 13, empezando por el viento. Tambi¨¦n existen bastantes cambios -aqu¨ª s¨ª- en la presentaci¨®n, interfaz, esquemas... Esta vez EA ha dado un concienciado paso adelante para hacer al juego m¨¢s accesible en material visual, m¨¢s comprensible y claro. Lo demuestra ya el tutorial de manejo b¨¢sico que nos da la bienvenida.

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El llamado Total Swing Control es otro parametro modificado, en busca de la simulaci¨®n perfecta desde la elecci¨®n del golfista y el palo para cada ocasi¨®n hasta el momento del balanceo y golpe. Ahora, para empezar, podremos elegir entre control o potencia en nuestro jugador, especialidad de arco en las distancias (corto, medio o largo) o precisi¨®n en tiros finales, categor¨ªas ya configurables en anteriores pero ahora con mayor peso ingame. De hecho, el nuevo modo de dificultad llamado Simulation busca sacar lo mejor del jugador no solo en su t¨¦cnica, sino tambi¨¦n en las configuraciones previas de este tipo y la customizaci¨®n de su personaje, con un editor bastante libre por niveles como habitualmente. En este modo h¨ªper sensible la posici¨®n y trazado final del stick llegan a afectar a la angulaci¨®n del palo sobre la bola, pudiendo intentar tiros avanzad¨ªsimos como determinados efectos, giros, ca¨ªdas m¨¢s en altura, etc. Sus creadores hablan de "el control m¨¢s pleno hasta la fecha", lo cierto es que cuesta bastante hacerse a ¨¦l, no apto para cualquier jugador. El nuevo medidor de golpes ayuda a dominarlo, eso s¨ª, tras muchas horas.

Clubs y leyendas

Pese a lo comentado en relaci¨®n a a?adidos, dos son los aspectos que separan realmente a Tiger Woods PGA Tour 14 de los anteriores. Por un lado est¨¢ el modo Legends of the Majors, con una l¨ªnea temporal que recorre los acontecimientos y campeonatos homologados m¨¢s importantes en el mundo del golf profesional, con 9 golfistas hist¨®ricos recogidos (Seve Ballesteros, Ben Hogan, Bobby Jones, Jack Nicklaus, Arnold Palmer, Gary Player, Sam Snead y Lee Trevino) y que poder enfrentar entre ellos pese a sus distintas ¨¦pocas. La ambientaci¨®n envejecida de estos eventos, la atm¨®sfera de entonces con ropa de anta?o, movimientos, palos, normativas vigentes, reacci¨®n y masa de p¨²blico, etc. consiguen una buena sensaci¨®n de diferenciaci¨®n entre unos a?os y otros, tambi¨¦n en las pistas y los retos que se proponen y el comportamiento de unos y otros palos, algunos primitivos. Se utilizan trucos como el granulado en sepia para la imagen antigua o el blanco y negro. Es muy acertada la traslaci¨®n conseguida y no desluce la posibilidad de ver en una misma leaderboard a deportistas que se llevan m¨¢s de medio siglo de diferencia, est¨¢ perfectamente presentado y es un modo absolutamente recomendable para todos los amantes del golf.

Por otro lado est¨¢ la atenci¨®n firme y directa a los clubs, ahora con hasta 100 miembros frente a los 25 anteriores, y el online. Se a?ade chat de voz y una nueva interfaz donde la partida de cada jugador transcurre simult¨¢neamente con la de otros 23 competidores posibles, dibujando las par¨¢bolas o arcos de sus tiros completamente en tiempo real para que veamos al instante qu¨¦ han conseguido nuestros rivales. Hay estad¨ªsticas m¨¢s detalladas y mejor exploraci¨®n de los recursos y elementos que usa el rival, para poder tambi¨¦n aprender del pr¨®jimo. Y los rankings y eventos semanales, que EA tiene ya preparados para mantener con vidilla los clubs y las relaciones interpersonales dentro del juego. Regresan, claro est¨¢ y tras el ¨¦xito en la edici¨®n del a?o pasado, los Loyalty Awards, una forma de premiar a los m¨¢s implicados con el grupo.

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La diferenciaci¨®n entre golfistas vuelve a ser otra marca de la casa en este PGA Tour 14, pasando por nombres propios en diferentes ¨¦pocas y por tanto con otros estilos de tiro y capacidades. Keegan Bradley y Bud Cauley se suman a la plantilla del a?o pasado, formando un total de m¨¢s de 20 varones y 5 f¨¦minas, a las que se a?aden Lexi Thompson y Stacy Lewis. Por supuesto, regresa el Career Mode para dar forma a nuestro deportista ideal y personalizado, con mayores capacidades en el aspecto que m¨¢s deseemos reforzar. Los jugadores legendarios mantienen un buen equilibrio respecto a los actuales, no not¨¢ndose ya tanto la preponderancia de Tiger Woods, llevado a menos tras sus ¨²ltimas temporadas.

C¨¦sped cortado

En lo gr¨¢fico, hay que lamentar que PGA Tour 14 no haya corregido algunos de los errores de su antecesor y los mantenga con semejante tranquilidad, aunque en general el resultado visual es bastante satisfactorio, sobre todo a la hora de mostrar distancias en la lejan¨ªa, v¨ªdeos de repetici¨®n y planos est¨¢ticos, adem¨¢s de las animaciones. El p¨²blico, por ejemplo, sigue pareciendo bastante inanimado respecto a otros t¨ªtulos deportivos, con poca expresividad, n¨²mero de personas congregadas o con abuso de modelos cl¨®nicos. Tampoco le hacen ning¨²n favor las trayectorias tras la pelota que van dibujando elementos del escenario como arbustos o piedras a medida que la c¨¢mara se acerca, esto incluso afecta a las copas de los ¨¢rboles, que se van dibujando con el acercamiento. A cambio, las animaciones de los golfistas y sus celebraciones, o lo precioso e hiperrealista de los paisajes y el tratamiento del agua le consiguen dar un empaque t¨¦cnico notable.

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El ¨²ltimo acierto de lleno viene con la iluminaci¨®n din¨¢mica y las partes del d¨ªa, que dibujan perfectamente una noche estrellada o un atardecer entre colinas, afectando al color del c¨¦sped, brillos en los lagos, rugosidad de los mont¨ªculos, b¨²nkeres de arena... En cuanto a sonido, melod¨ªas suaves de jazz, ambient, m¨²sica cl¨¢sica o soul marcan de nuevo la identidad sonora y relajante de su BSO. No hay traducci¨®n alguna al castellano, ni de textos ni de voces, pues la versi¨®n que nos ha llegado esta vez vuelve a estar completamente en ingl¨¦s, lo que puede echar para atr¨¢s a quienes no dominen el lenguaje del golf en su idioma original. Los efectos y ambientaciones de ¨¦poca logradas con el sonido son m¨¢s que aceptables, con una buena recreaci¨®n de los torneos hist¨®ricos y el ambientillo que se viv¨ªa cerca del green.