The Tomorrow Children
- PlataformaPS46.5
- G¨¦neroAcci¨®n, Estrategia
- DesarrolladorQ-Games
- Lanzamiento06/09/2016
- TextoEspa?ol
- EditorSony Computer Entertainment
An¨¢lisis The Tomorrow Children
Q-Games da en el clavo en su forma de representar el mundo, pero no en c¨®mo lo ejecuta
La escena de videojuegos independientes es comparable a la gastronom¨ªa, que si bien es variada en su propia concepci¨®n, dentro de una misma variante podemos encontrar diferentes interpretaciones y formas de experimentarla. Q-Games, un estudio independiente con sede en Jap¨®n, ha ido evolucionando a lo largo de los ¨²ltimos a?os, creando cada vez platos m¨¢s apetitosos hasta que, finalmente, ahora han conseguido elaborar el men¨² completo. La peculiaridad con The Tomorrow Children, el t¨ªtulo que hoy nos concierne, es que ha querido emular a un aut¨¦ntico buffet libre.
No es del agrado de nadie tener que repetir tareas una y otra vez como si fu¨¦semos robots, mucho menos en un videojuego, donde por culpa de la enorme variedad de t¨ªtulos que tenemos pendientes, si hay algo que no funciona enseguida tratamos de paliar ese mal sabor de boca probando otro. Sin embargo, en The Tomorrow Children se hace una arriesgada apuesta por lo que podr¨ªa ser la jugabilidad m¨¢s tediosa jam¨¢s imaginable junto con otra que, en caso de congeniar con ella, puede derivar en decenas de horas de juego.
Comunismo Next Gen
El t¨ªtulo se contextualiza en una sociedad marxista donde la sociedad se encuentra completamente jer¨¢rquica, estructurada bajo unos par¨¢metros que est¨¢n encorsetados en una forma de pensar siempre ejecutada de la misma manera y sin alteraciones de ning¨²n tipo. El mayor problema que tiene la obra, y que es algo que queremos dejar claro desde el principio, es que al cabo de las doce horas de partida el encanto inicial se desvanece por una constante reminiscencia a estar haciendo lo mismo que el d¨ªa anterior. Japan Studio consigue firmar una buena producci¨®n, pero que queda a medio camino entre una idea potencialmente maravillosa y una ejecuci¨®n m¨¢s que mejorable.
As¨ª pues, en The Tomorrow Children nos adentramos en un mundo comunista que representa mejor que muchos libros cu¨¢les eran los ideales de este movimiento pol¨ªtico y social, interpretando de arriba abajo los modelos laborales del momento e incluso la situaci¨®n social de la mayor¨ªa a trav¨¦s del lenguaje corporal de los personajes y sus rostros, en ocasiones hier¨¢ticos como si de estatuas egipcias se tratasen.
La cooperaci¨®n se convierte pues en uno de los valores principales de este t¨ªtulo, cuya puesta en escena como pod¨¦is ver es muy convincente y clara. El camino ha sido largo, desde 2014 con noticias de este prometedor proyecto para PS4, por lo que los que hayan seguido de cerca el desarrollo estar¨¢n ya familiarizados con este dist¨®pico futuro en el que tenemos que recuperar los genes humanos del vac¨ªo, Void, donde el mundo est¨¢ ahora mismo sumido.
Y es ah¨ª donde entra en juego la jugabilidad de The Tomorrow Children, donde nosotros, los jugadores, empezamos a hacer algo que no sea leer y comprender que esta Uni¨®n Sovi¨¦tica alternativa es densa y compleja. Tendremos que construir todo tipo de edificaciones con materiales que vayamos encontrando; todo ello con la intenci¨®n de que crezca la poblaci¨®n del lugar y poco a poco recuperemos las mu?ecas Matrovoshka para transformarlas en seres humanos de nuevo.
Las amenazas a la ciudad ser¨¢n constantes por culpa de unos monstruos, los Izverg, que si nos descuidamos pondr¨¢n todo patas arriba. Esta situaci¨®n de constante amenaza est¨¢ muy bien representada, haciendo que estemos el cien por cien del tiempo jugando con la sensaci¨®n de que en todo momento podemos ser embestidos. Esto, sumado a la buena selecci¨®n de temas para la banda sonora del juego, hacen que la ambientaci¨®n sea realmente convincente. De hecho, es incluso positivo que en alg¨²n momento de la partida perdamos parte de nuestro progreso para ser conscientes de lo mucho que podemos llegar a valorar nuestro trabajo en The Tomorrow Children. Todo puede dar un giro de ciento ochenta grados en pocos minutos, y eso no es sino un arma de doble filo: o te encanta por su desafiante propuesta o, por el contrario, lo odias por ser injusto e incluso cruel. Pero tanto esfuerzo puede desembocar en una emp¨ªrica satisfacci¨®n que solamente t¨², jugador, podr¨¢s sentir en caso de alcanzar tus objetivos.
El duro pero complaciente proceso de aprendizaje
The Tomorrow Children es gratificante si sabemos adaptarnos a su ritmo, su tempo. No estamos ante un juego que se adapte a nosotros, sino que se presenta, nos da la mano y nos obliga a adaptarnos a recorrer este camino tal como ¨¦l quiere. El m¨¦rito es, no obstante, que con unas ideas tan fijas aun as¨ª se trate de un juego que quiere ofrecernos una experiencia eminentemente social, libre, sin barreras.
Es destacable que se consiga adoptar un modelo de comunicaci¨®n basado en el lenguaje no verbal, que sin palabras logremos entender qu¨¦ tarea hacen los dem¨¢s, por qu¨¦ y por qu¨¦ no; entenderlo todo es una cuesti¨®n de c¨®mo de familiarizados estemos con lo que haya sucedido antes. Esto no es Journey, es m¨¢s complejo como para brillar tanto en esa comunicaci¨®n silenciosa, pero es menester sacar a relucir este casi sobresaliente punto del t¨ªtulo.
Un problema que hemos notado a lo largo de la partida son los largos tiempos de espera -haciendo cola- en algunas tiendas y edificios cuando hay m¨¢s usuarios en ellos, haciendo que o bien por culpa de los servidores o simplemente optimizaci¨®n de la conexi¨®n, tengamos que esperar m¨¢s de la cuenta para hacer tareas que deber¨ªan ir rodadas, sin interrupciones. Lo positivo, dicho sea de paso, es que ahora las recompensas se comparten, recibiendo de vez en cuando el derivado de lo que hayan creado otros.
Un t¨ªtulo tan denso precisa de un tutorial a la altura de lo esperado, y The Tomorrow Children cumple correctamente en ese sentido. La desarrolladora ha sabido tomar nota de las recomendaciones de los jugadores desde las versiones previas y se ha conseguido crear un maduro y entendible sistema de aprendizaje para que en cuanto nos sintamos c¨®modos el propio juego no tenga que intervenir para facilitarnos las cosas. El componente rolero le sienta como anillo al dedo, permiti¨¦ndonos elegir en esta versi¨®n final d¨®nde y c¨®mo distribuir los puntos de experiencia entre los distintos atributos. Haberse decidido por las clases es algo que nos ha convencido al aportar algo m¨¢s de variedad y personalidad a los avatares.
Incapacidad para mantener el nivel
Aun con todo, a pesar de que se ofrece mucha variedad en lo jugable, la sensaci¨®n de abandono es inevitable con el paso de las horas: no evoluciona. The Tomorrow Children se estanca y Q-Games se queda sin respuesta. No entendemos ad¨®nde se quiere llegar una vez logramos una cierta estabilidad en la ciudad, haciendo que las sensaciones sean similares -salvando las distancias- a aquellos t¨ªtulos de gesti¨®n de smartphones.
Dejando a un lado lo bien pensados que est¨¢n algunos puzles y el completo sistema de construcci¨®n, no podemos dejar de mencionar el preciosista apartado visual del t¨ªtulo, con una paleta de colores muy variada y saturada donde se juega a las mil maravillas con la luminosidad, el coche de los blancos con los negros y ese cierto brillo que nos hace pensar si verdaderamente el juego es un cuadro contempor¨¢neo o un corto de animaci¨®n. A nosotros ese corte minimalista y poco sobrecargado nos ha encantado, aunque tambi¨¦n puede dar una cierta sensaci¨®n de vac¨ªo. Por ello, por ese falso intento de maquillar lo que verdaderamente es un mundo con muy poca carga poligonal, una vez m¨¢s Q-Games no termina de rematar la faena.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.