Guybrush, el mejor pirata

Una de las grandes sorpresas del pasado E3 estuvo relacionada con uno de los t¨ªtulos m¨¢s queridos por los amantes de las aventuras gr¨¢ficas: Monkey Island. Fueron dos juegos compartiendo anuncio, hasta el punto de que por momentos rein¨® una cierta confusi¨®n sobre cu¨¢l hab¨ªa sido la noticia, pero ambas eran un regalo para los abundantes aficionados de la licencia: por un lado, Tales of Monkey Island, una nueva historia narrada mediante un sistema de episodios, que lleg¨® a PC la semana pasada; por el otro, lo que muchos llevaban a?os esperando, un remake del The Secret of Monkey Island original, que hoy, d¨ªa 15 de julio de 2009, llega a Xbox Live Arcade y PC. Sobran las palabras para presentar al pirata m¨¢s famoso de todos los tiempos, que regresa a la vida con un aspecto inmejorable.

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Han pasado casi dos d¨¦cadas desde que Ron Gilbert, Tim Schafer y Dave Grossman crearon, bajo el sello de Lucasfilm Games, una de las mejores aventuras gr¨¢ficas que jam¨¢s se hayan visto en plataforma alguna. La leyenda continuar¨ªa con una secuela, LeChuck's Revenge, desarrollada por los mismos autores y con el mismo motor del t¨ªtulo original. Seis a?os m¨¢s tarde, llegar¨ªa The Curse of Monkey Island, aunque ya sin los genios responsables del original, lo cual desgraciadamente se notar¨ªa m¨¢s de lo deseado. La Fuga de Monkey Island, que llegar¨ªa en el a?o 2000, supuso una desilusi¨®n para muchos seguidores de la franquicia. Desde entonces, y hasta este mes de julio de 2009, la franquicia estaba en el limbo, pero regresa con m¨¢s fuerza que nunca. El t¨ªtulo que nos ocupa es, sin lugar a dudas, el homenaje que todos esper¨¢bamos.

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La calidad que atesora ya de por s¨ª el t¨ªtulo original, en su primera versi¨®n, es muy elevada. Durante su desarrollo no se dej¨® ni una sola caracter¨ªstica al azar, sin luchar por obtener la m¨¢xima calidad posible. De hecho, para uno de los momentos m¨¢s memorables del juego (es decir, los combates de insultos) se cont¨® con la experta pluma de Orson Scott Card, autor de dos grandes series de ciencia-ficci¨®n como son la saga de Ender y la saga de Alvin Maker. Sin duda, ha dado rienda suelta a su vena m¨¢s gamberra con su participaci¨®n en Monkey Island, donde el espect¨¢culo y el gran sentido del humor, por imposible que sea, est¨¢n a la orden del d¨ªa. El equipo creativo tambi¨¦n es de gran calidad, con un Ron Gilbert creador de grandes aventuras como Maniac Mansion o Indiana Jones and the Last Crusade, y un Tim Schafer soberbio que particip¨® en Mania Mansion, Day of the Tentacle, Full Throttle o Grim Fandango.

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Pero hay un aspecto en el que, inevitablemente, esta edici¨®n especial de The Secret of Monkey Island se diferencia con respecto al original: la jugabilidad. Como es l¨®gico, el SCUMM ya no sirve a d¨ªa de hoy, y por eso mismo se ofrece un interfaz adecuado a los tiempos que corren. Con el fin de disfrutar de un mayor espacio en pantalla para la acci¨®n (anteriormente reducida para poder tener en pantalla todos los comandos de acci¨®n y el uso de objetos), la tabla de verbos y el inventario estar¨¢n ocultos en todo momento. Para acceder a estos ¨²ltimos tendremos un simple men¨², mientras que los verbos podremos ir cambi¨¢ndolos para aplicarlos al bot¨®n A. Por su parte, cuando encontremos algo con lo que podemos interactuar, se adaptar¨¢ al bot¨®n B para facilitarnos las cosas.

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Todo esto, claro est¨¢, es lo que veremos en el modo remozado para la alta definici¨®n. Pero es que, con una simple pulsaci¨®n de un bot¨®n, podremos cambiar, en cualquier momento y lugar, entre esta versi¨®n mejorada y el juego cl¨¢sico original de 256 colores, en el cual veremos en pantalla todos esos comandos y el inventario, adem¨¢s de los carism¨¢ticos p¨ªxeles que dieron vida a la leyenda. Como los tiempos han cambiado mucho y el mercado de los videojuegos es muy diferente con respecto a hace dos d¨¦cadas, para facilitar la resoluci¨®n de los puzzles y situaciones, el juego cuenta con un sistema de ayuda con tres niveles, que van desde una ligera ayuda a una flecha que indica directamente el camino a seguir. Cambios menores para un t¨ªtulo que, en general, sigue ofreciendo una calidad asombrosa en jugabilidad y diversi¨®n.

Todo esto sin olvidarnos de que podemos acceder a la sencilla y cl¨¢sica versi¨®n de 256 colores, la cual pese a su pixelaci¨®n y lo anticuado de su aspecto, se mantiene firme y f¨¦rrea en todo momento, soportando bien las altas resoluciones que se presentan en pantalla. A nivel sonoro, se ha respetado el original pero se ha dado un paso m¨¢s, ya que se ha optado por remasterizar y volver a grabar, con mucho acierto, la banda sonora original, que sigue siendo tan pegadiza y apropiada para los acontecimientos del juego como siempre. Del mismo modo, Dominic Armato, Alexandra Boyd y Earl Boen, que prestan su voz a los principales personajes del juego, han grabado las frases nuevas introducidas en el t¨ªtulo, para que el trabajo de doblaje sea perfecto, tanto a nivel de calidad como de fidelidad.

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Pero m¨¢s all¨¢ de la calidad t¨¦cnica, Monkey Island ha destacado desde sus inicios por su soberbia y alocada jugabilidad. El argumento surrealista ha sido siempre capaz de encauzarnos por infinidad de situaciones imposibles en las que llegamos a pensar como se espera que lo hagamos en un mundo donde lo il¨®gico est¨¢ a la orden del d¨ªa. En ese aspecto, el nuevo interfaz deja constancia de lo bien que se puede adaptar esa forma de contar una historia a las nuevas plataformas y tecnolog¨ªas, aunque en Xbox 360 no termine de ser tan c¨®modo con si tuvi¨¦semos un rat¨®n a nuestra disposici¨®n. Din¨¢mico, divertido e intenso, Monkey Island es ¨²nico en su especie, y con este remake no hace sino volver a reclamar su trono. Eso s¨ª, incomprensiblemente, aunque la versi¨®n revisada cuenta con todos los textos en espa?ol, esto no es as¨ª con la versi¨®n antigua, que est¨¢ s¨®lo disponible en ingl¨¦s, lo cual provocar¨¢ que muchos usuarios no puedan disfrutar de su esp¨ªritu cl¨¢sico.

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