Rescate contrarreloj

Antes de empezar, nos gustar¨ªa dejar claro que The Regiment es un t¨ªtulo m¨¢s que correcto. Arropados por el manto productor de Konami, los programadores de Kuju Entertainment han desarrollado un juego de acci¨®n t¨¢ctica que, pese a lo que pueda aparentar, es sencillo, fresco, fren¨¦tico y de lo m¨¢s adictivo. Por decir algo rocambolesco, The Regiment es como un SWAT 4 que apunta directamente hacia el camino opuesto en t¨¦rminos jugables.

Por explicarnos un poco, The Regiment parte de unas premisas l¨²dicas muy similares a la de los SWAT de Sierra. Meti¨¦ndonos en el papel de un miembro de la brit¨¢nica S.A.S, nuestra misi¨®n (en conjunto con el resto del equipo) ser¨¢ salvaguardar la integridad f¨ªsica de los rehenes aniquilando a todos los terroristas. Nada nuevo bajo el sol, s¨®lo que en el juego de Kuju el tiempo ser¨¢ otro enemigo m¨¢s.

Y es que hay que tener en cuenta que, en una situaci¨®n de toma de rehenes, el momento no pide otra cosa que celeridad m¨¢xima. Los terroristas han comenzado a pegar tiros y la cosa no pinta bien para los pobres de ah¨ª dentro... Es por ello que, con precisi¨®n quir¨²rgica, deberemos abordar cada resquicio del lugar para reducir contundentemente a los malhechores y procurar evitar que el resto sean v¨ªctimas de un fatal desenlace.

Aunque una marcha contrarreloj pueda aparentar un estilo arcade, lo presentado en The Regiment no se aleja en demas¨ªa de la realidad. Una bala, una vida. Entrar en una habitaci¨®n y girarnos en la direcci¨®n equivocada provocar¨¢ con casi total seguridad el que nos vistamos con un feo pijama de pino. As¨ª, la tensi¨®n generada se multiplica hasta l¨ªmites insospechados. M¨¢s o menos como en los dos ¨²ltimos SWAT, s¨®lo que de una manera muy, muy opuesta, al no poder permitirnos ser prudentes en pos de ganar tiempo.

Tras un ataque terrorista en los Juegos Ol¨ªmpicos de 1972, que termin¨® con la muerte de once atletas israel¨ªes, cinco terroristas y un agente de polic¨ªa (hechos narrados en la reciente pel¨ªcula de Steven Spielberg), el primer ministro brit¨¢nico pidi¨® al Ministerio de Defensa que investigara si el Reino Unido ten¨ªa implementados m¨¦todos para combatir tales amenazas. Se pusieron en contacto con el S.A.S que ya hab¨ªa redactado un documento sobre c¨®mo manejar ese tipo de crisis y se form¨® el primer equipo de rescate de rehenes.

El equipo antiterrorista original estaba formado por unos 10 miembros, y su equipamiento constaba de monos, m¨¢scaras antig¨¢s, pistolas Browning, pistolas autom¨¢ticas MAC 10, 9mm, tres turismos Rover y una furgoneta, ?que por limitaciones de aparcamiento ten¨ªan que dejar fuera del cuartel general!

La responsabilidad de la formaci¨®n y entrenamiento del equipo se le dio al departamento conocido como CRW (guerra contrarrevolucionaria en ingl¨¦s), creado especialmente para esa tarea. Los miembros del CRW estaban encargados de proporcionar las armas, equipamiento y del desarrollo de la t¨¢cticas empleadas para el rescate de rehenes en edificios, aviones, veh¨ªculos o trenes. Para ello, se construy¨® un edificio especial denominado 'Killing House', para perfeccionar la habilidad en el tiro y simulacros de desalojo.

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A d¨ªa de hoy, las t¨¦cnicas del SAS se han empleado para entrenar grupos antiterroristas de muchas naciones, y los miembros del CRW (hoy CTW) asesoran a las fuerzas locales en actos terroristas en todo el mundo. Las organizaciones terroristas, los enemigos de guerra e incluso unidades aliadas han aprendido que el S.A.S no falla...

Ya en la primera misi¨®n duelen los ojos al ver ese c¨¦sped del jard¨ªn formado a base de texturas cuadradas, con menos resoluci¨®n que el 'mode 0' del Amstrad CPC. Afortunadamente no todo es as¨ª, ya que en determinadas circunstancias nos toparemos con un buen texturizado acompa?ado de un m¨¢s que correcto dise?o poligonal, sobre todo en los interiores.

Incluso algunos exteriores, como los edificios m¨¢s representativos, est¨¢n realizados con sumo gusto por el detalle. Pero claro, con tantos desniveles de calidad a nivel de imagen, nos topamos de bruces con un producto demasiado irregular. De ese modo, el dise?o de la embajada de la primera misi¨®n es tan simple como t¨ªpico, mientras que el nivel del metro presenta un grado de detalle digno de menci¨®n tanto en carga poligonal como en las texturas. ?Cosa de que este nivel est¨¢ realizado tras el cese en la programaci¨®n de la versi¨®n Playstation 2?

En todo caso, y sobre todo al compararlo con juegos del estilo m¨¢s o menos recientes como el ya cl¨¢sico SWAT 4 (con el que comparte engine gr¨¢fico), The Regiment queda poco menos que en rid¨ªculo. Incluso al lado del ya a?ejo SWAT 3... Pero que nadie se lleve al enga?o: The Regiment, sin ser puntero, no llega ni mucho menos a la mediocridad visual. De hecho, tiene sus buenos detalles, como buen ejemplo son los efectos de los disparos, soberanamente bien conseguidos.

El movimiento es muy preciso, como debe ser en un t¨ªtulo que exige eficacia quir¨²rgica. De movimientos r¨¢pidos, las animaciones son lo suficientemente correctas como para transmitir el frenes¨ª de la acci¨®n, gestionadas mediante el Karmar Physics. Y lo fant¨¢stico es que est¨¢ todo de lo m¨¢s optimizado, pudiendo adaptar el programa al equipo que tengamos sin resentirse en demas¨ªa la jugabilidad.

En cuando al sonido, nos encontraremos con las t¨ªpicas melod¨ªas de corte ¨¦pico que ilustran los men¨²s, ocup¨¢ndose del resto los fx. Como no pod¨ªa ser de otra forma en un producto de Konami, todos los efectos son contundentes y crean una perfecta sensaci¨®n de ambiente. Da gusto o¨ªr los tiroteos ajenos a nuestro equipo, verdaderamente pavoroso. El doblaje al castellano ayuda, a¨²n falt¨¢ndole una pizca de pasi¨®n en las situaciones m¨¢s crudas.

A la usanza de los cl¨¢sicos programas de acci¨®n t¨¢ctica en primera persona, guiaremos a nuestro hombre junto a un pelot¨®n de asalto del S.A.S, con un sistema de ¨®rdenes en tiempo real de lo m¨¢s c¨®modo y sencillo. Los guiaremos a trav¨¦s de brutales batallas cuerpo a cuerpo con el ¨²nico prop¨®sito de salvar las vidas de los rehenes. Y es que en este ¨²ltimo detalle es donde reside la mayor diferencia con sus compa?eros de g¨¦nero.

The Regiment nos obliga a cumplir nuestros objetivos en una fren¨¦tica pelea contra el reloj. La sensaci¨®n de urgencia que logra transmitir es soberbia, y no s¨®lo porque nos obliguen a recorrer cada nivel en dos o tres minutos, con la l¨®gica obligaci¨®n de acabar con toda amenaza. Junto a nuestros hombres, tendremos que entrar en cada habit¨¢culo con perfecta eficacia, abrir puertas y tirotear de inmediato a los terroristas. Mirar hacia el lado equivocado puede suponer que te abatan en un abrir y cerrar de ojos. Lema de los S.A.S: entrar en una habitaci¨®n, despejar y avanzar.

Como se puede suponer por la precisa mec¨¢nica, los controles de The Regiment han de ser sencillos e intuitivos por narices. Y lo son, huyendo del complicado entramado de teclas t¨ªpico de la acci¨®n t¨¢ctica. Tan s¨®lo se reserva una tecla para interactuar y dirigir con el rat¨®n la opci¨®n adecuada (¨®rdenes, esposar rehenes, informar). Lo dem¨¢s se centra en el movimiento de nuestro hombre, las armas y las teclas de acci¨®n.

El problema m¨¢s sangrante de The Regiment es su corta vida en solitario. S¨®lo incluye cuatro misiones, aunque en verdad jugarlas con cualquiera de los tres escuadrones que intervienen en la acci¨®n las convierten en un desarrollo totalmente distinto. Donde el juego de Kuju alarga sobremanera su existencia es en el genial multijugador que incluye, pudi¨¦ndose disfrutar las misiones en un modo cooperativo digno de alabanzas. Las partidas 'a muerte' por equipos tambi¨¦n son sumamente divertidas.

En definitiva, sin poder hacer sombra a los grandes del g¨¦nero, The Regiment se presenta como la alternativa r¨¢pida de los Rainbow Six o los Swat de turno, siendo mucho m¨¢s vertiginoso que estos al ofrecer una r¨¢pida v¨ªa t¨¢ctica hacia el entretenimiento m¨¢s directo. Adictivo como pocos, esta producci¨®n de Konami es recomendable a todas luces, ya seas fan de la acci¨®n t¨¢ctica o no.

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