Un juego"negatifo", nunca "positifo".

Las fuerzas del mal del f¨²tbol han robado el bal¨®n "Geo Merl¨ªn". Para restaurarlo han su leg¨ªtima procedencia se ha creado un fabuloso equipo de futbolistas de primer¨ªsimo nivel, compuesto por los mejores y m¨¢s habilidosos futbolistas del mundo.

Edgar Davis, Luis Figo, Nwankwo Kanu, Andy Cole, Thierry Henry, Fabio Cannavaro, Josep Guardiola, Liliam Thuram y Dietmar Hamann son los componentes de este "comando2 futbolero a los que se les ha encargado la recuperaci¨®n de tan preciado bal¨®n.

Pero para entrenar y dirigir a tanta estrella supongo que ya sab¨¦is a quien han escogido, ?verdad?. Pues ni m¨¢s ni menos que al se?or Louis Van Gal.

Y es que estamos hablando ni m¨¢s ni menos que The Mission, que no es otra cosa que el juego oficial del famoso anuncio de la compa?¨ªa Nike, en el que la compa?¨ªa nos presentaba su nueva creaci¨®n, un bal¨®n m¨¢s esf¨¦rico que cualquier otro, se ve¨ªa a los jugadores en plan soldados de operaciones especiales, y se o¨ªa a Van Gal gritar aquello de "We need this ball" y eso de "It's rounder". Y acto seguido se bajaban todos del furg¨®n y se infiltraban en el cuartel general de los malos para recuperar tan preciada "perla".

Pues ahora Microids nos ofrece la posibilidad de acompa?ar a nuestros ¨ªdolos y guiar al equipo, llamado "Geo Fuerza", para recuperar el bal¨®n "Geo Merl¨ªn", utilizando todas sus habilidades futbol¨ªsticas.

A lo largo de los 20 niveles del juego nos enfrentaremos a los rivales de Uri, el malvado jefe de esta secta que ha osado robar el bal¨®n, ya que para estos desalmados el f¨²tbol no es el "deporte rey", sino una forma de controlar el Mundo.

Su maldad les llevar¨¢ a emplear todos los trucos, trampas y acciones violentas que se les ocurra para que no alcancemos nuestro objetivo (?como no hay ¨¢rbitro y total, tal como lo hacen ¨²ltimamente!), que no es otro que devolver el bal¨®n robado al mundo para que reine el "fair play", el f¨²tbol de ataque y el buen juego.

Los jugadores se han recreado muy bien, los v¨ªdeos no son nada del otro mundo, pero quiz¨¢s alg¨²n desaprensivo le eche la culpa a las capacidades de la PSOne, algo que es rotundamente falso si nos atenemos a los ¨²ltimos lanzamientos del momento.

Ha habido capturas de jugadores, de eso no cabe duda, y se mueven muy bien por los escenarios. Se puede distinguir perfectamente quien es quien en este juego, ya que han sido respetados tanto la apariencia f¨ªsica de cada jugador como su manera de moverse. Adem¨¢s las caras, cuando la c¨¢mara se acerca, se notan muy trabajadas, no es para menos.

Unos escenarios sosos, simples y bastante fr¨ªos, en los que la mayor¨ªa de las veces la c¨¢mara estorba m¨¢s que ayuda, nos acompa?ar¨¢n durante toda la aventura. El fri¨® cemento con el que est¨¢ construida la guarida de los esbirros de Uri s¨®lo se ve adornada por algo de arena y bastantes elementos met¨¢licos, como vallas y dem¨¢s.

Un problema acuciante es el juego de c¨¢maras que el t¨ªtulo utiliza. No es que vayamos ahora a quejarnos por todo, pero es que en un juego como ¨¦ste la visibilidad de la acci¨®n deber¨ªa estar por encima de todo, y aqu¨ª no lo est¨¢. Existen un buen mont¨®n de ¨¢ngulos de c¨¢mara ciegos, en los que la fe que tengamos en nuestras dotes ser¨¢n las ¨²nicas que nos saquen del li¨® en el que estemos metidos o nos vayamos a meter.

  m  ¨²  s  i  c  a

La m¨²sica no es nada del otro mundo, y para poner lo que han puesto mejor colocaban en su lugar cualquier composici¨®n midi que tuvieran por ah¨ª, porque la m¨²sica techno que nos ha "colao" con los gritos espor¨¢dicos de Van Gal diciendo eso de "It's rounder" o "We need this ball" empieza por resultar simp¨¢tica, pero a la larga cansa, y puede dar aut¨¦nticos dolores de cabeza si no se administra bien su audici¨®n.

Lo mejor es quitarla cuando ya la hemos escuchado varias veces.

El dise?ador de sonido del juego, David Greck, no ha tenido muchos problemas a la hora de crear un conjunto de efectos sonoros que acompa?aran a los movimientos y acciones de los personajes. M¨¢s bien parece que no se han esmerado mucho en este apartado o que no les parec¨ªa que fuese necesario un alto nivel de realismo en los efectos de sonido para lo que el juego quer¨ªa transmitir.

Al empezar el juego, el sistema nos dirige a la pantalla de men¨² principal desde el que podemos acceder a una nueva partida, cargar una ya empezada, ir a las opciones de juego, ver el tutorial del juego o ver los t¨ªtulos de cr¨¦dito (nada del otro mundo ya que los mismos aparecen en el manual del juego).

Otro de los grandes defectos del juego es su p¨¦simo tutorial, aunque no deber¨ªamos llamarlo as¨ª porque no es tal cosa. Resulta que nos sueltan en la explanada que hay delante del edificio de los malos, con un mont¨®n de dianas con forma de enemigo, a las que hay que tumbar a base de balonazos. ?Y nadie nos dice ni una sola palabra de c¨®mo hacerlo!. M¨¢s que un tutorial necesitamos un libro de "autoayuda". Mejor que lo hubiesen llamado "Entrenamiento" o algo parecido.

Pero una vez que empezamos a jugar, los niveles se van sucediendo, desde el primero, en el que ya estamos dentro y tenemos que robar la pelota, hasta el ¨²ltimo en el que nos enfrentaremos al malvado Uri. Por el medio, m¨¢s niveles, llenos de trampas y enemigos para entorpecer nuestra hu¨ªda hasta completar un total de 20 fases o niveles.

La opci¨®n de contrase?as es la que se ha escogido para el juego en detrimento de las opciones de salvar y cargar en la tarjeta de memoria. Se lleva a cabo introduciendo un c¨®digo de diez cifras, diferente para cada nivel y jugadores, y que nos es develado a la conclusi¨®n con ¨¦xito de cada fase. O sea, cada vez que terminemos un nivel con ¨¦xito, clave al canto.

Pero ojo, cada nivel se compone de 4 subniveles, as¨ª que habr¨¢ que tomar buena nota de cada c¨®digo que no es revelado.

Antes de cada nivel se nos proporciona un peque?o "brieffing" o resumen de lo que tenemos que hacer en ¨¦l y de los peligros que nos vamos a encontrar.

Los futbolistas tienen a su disposici¨®n varios art¨ªculos extra que les ayudan a mejorar sus aptitudes:

Tambi¨¦n cuentan con una serie de ataques avanzados, como la volea, la volea alta, las chilenas o los remates de cabeza. Para realizar estos ya se necesita una combinaci¨®n de botones espec¨ªfica para cada uno de ellos, y sobre todo mucha coordinaci¨®n.

Adem¨¢s tenemos las "capacidades individuales" de cada jugador. Peque?os combos que dejan hacer a nuestros personajes las combinaciones m¨¢s espectaculares de las que son capaces.

9 movimientos posibles, aunque cada jugador s¨®lo puede realizar tres de ellos, a saber: uno b¨¢sico, otro de nivel medio y otro "potente".

Tumbar al enemigo a simples balonazos es bastante dif¨ªcil y largo en el tiempo, ya que su salud ir¨¢ bajando lentamente con cada impacto. Una salud que se muestra en la barra azul que est¨¢ cercana al cuerpo. Cuando llegue a cero, desaparecer¨¢. Lo mismo nos pasar¨¢ a nosotros, as¨ª que cuidad¨ªn.

Nuestro objetivo principal es recuperar el bal¨®n, as¨ª que tendremos que no perderlo, en primer lugar, cuando lo tengamos en nuestro poder, o bien recuperarlo cuando lo perdamos. Otros objetivos ser¨¢n los interruptores, las alarmas, etc. a los que hay que rematar a base de 2 ca?onazos" para ponerlos a funcionar o hacer que dejen de hacerlo. Algunos de ellos habr¨¢ que acertarles varias veces.

Lo mejor es liarse a "tirar paredes" con el segundo compa?ero para aprovechar el tiempo de espera que tarda el bal¨®n en regresar. Pero bueno, cada maestrillo tiene su librillo, y todos somos seleccionadores nacionales.

Pero el gran problema del juego est¨¢ en el control de los jugadores, algo verdaderamente tosco y dif¨ªcil. Y este es un juego que no deber¨ªa de dar muchos problemas pero la verdad es que cuesta un rato conseguir lo que se quiere con los jugadores a trav¨¦s del pad.

La idea era buena, pero falla en el tema m¨¢s importante, la jugabilidad. Es cierto que falla en m¨¢s, pero si jugar con este juego nos va a suponer un ejercicio de fe tan grande como para dedicarle las horas necesarias para que la inspiraci¨®n divina ilumine nuestros dedos y seamos capaces de realizar las combinaciones necesarias para acertar con alguna jugada, vamos apa?ados.

Es recomendable solamente para fan¨¢ticos ac¨¦rrimos del deporte rey o de la marca que patrocina el juego.