The Incredible Hulk: Ultimate Destruction

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La reluciente verdad es que pr¨¢cticamente nadie sab¨ªa m¨¢s all¨¢ de lo que ense?aba esta teleserie. Y es que, el incre¨ªble Hulk es uno de los personajes m¨¢s importantes y profundos de la factor¨ªa Marvel, gracias a la gigantesca inspiraci¨®n de ese genio llamado Stan Lee. El creador de Spiderman o los X-Men dio vida a un dram¨¢tico c¨®mic en el que el pobre doctor Bruce Banner sufr¨ªa las consecuencias de ser bombardeado por los rayos Gamma de su propio invento, la bomba Gamma.

Cualquier alteraci¨®n nerviosa transformaba al enclenque cient¨ªfico en el poderoso Hulk, una 'masa' de asombrosa fuerza, bruscos modales, rasgos brutales y una piel de llamativo color gris. S¨ª amigos, Hulk era gris en sus primeros pasos entre los mortales, a la par que compartir unos modos al m¨¢s puro estilo de los hermanos Matamoros. No tard¨® mucho en adquirir una brutalidad m¨¢s primaria, con una personalidad que le hac¨ªa parecer m¨¢s bien un ni?o inocente y malhumorado que s¨®lo quer¨ªa que no le molestasen... Y con ello, lleg¨® el color verde que todos conocemos.

A trav¨¦s de las p¨¢ginas de Hulk han pasado muchos artistas de renombre. Desde los primeros guiones de Stan Lee dibujados por Jack Kirby y Steve Ditko, han dejado huellas imborrables autores de la talla de Bill Mantlo, Sal Buscema, John Byrne, Todd McFarlane o Mike Mignola, pero sin duda alguna, si alg¨²n nombre destaca sobre el resto, es el de Peter David, que estuvo al frente de la colecci¨®n durante m¨¢s de diez a?os y regal¨® algunos de los mejores momentos de la serie. Inolvidable la saga del Pante¨®n, con ese Hulk inteligente y locuaz. Saga que, por cierto, tuvo su propio videojuego en Playstation.

No en vano, el nuevo programa de Radical Entertainment debe mucho a su anterior periplo en verde. No s¨®lo porque ambos juegos compartan al tit¨¢n esmeralda, sino por sus alt¨ªsimas dosis de destructiva acci¨®n y f¨¢cil mamporreo. De hecho, en muchos m¨¢s aspectos The Incredible Hulk: Ultimate Destruction delata su herencia con respecto a su predecesor.

Gr¨¢ficamente es, en apariencia, bastante similar, con unos movimientos de ataque que vienen a ser muy parecidos al anterior Hulk m¨¢s una metodolog¨ªa l¨²dica mucho mejor planteada. Y es que este Ultimate Destruction viene a ser algo as¨ª como lo que deber¨ªa haber sido desde el principio el primer juego, ya que las alt¨ªsimas cotas de libertad de movimiento que otorga el que hoy nos ocupa es tan alucinante como adecuada a un personaje de tan salvajes proporciones como es Hulk.

Con nuestro monstruo gamma podremos saltar y trepar por donde nos venga en gana, subir sobre cualquier cosa y destruir violentamente todo lo encontremos a nuestro alrededor... ?incluso edificios enteros! Con total libertad sobre el entorno en el que nos moveremos, The Incredible Hulk: Ultimate Destruction permite llevar la m¨¢s que atractiva trama que ha escrito el galardonado autor Paul Jenkins sin la rigidez de una aventura de acci¨®n ordinaria.

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Por ejemplo, esta bomba de destrucci¨®n masiva nos permitir¨¢ hacer cosas tales como pegar esos mega-caracter¨ªsticos saltos kilom¨¦tricos de Hulk o algo tan ¨²til como crear nuestras propias armas con casi cualquier cosa que podamos encontrar en el entorno. Parte un coche por la mitad y util¨ªzalo como pu?os de hierro... o agarra un autob¨²s para utilizarlo como escudo. Tan inteligente como bestial.

Al menos, en esta ocasi¨®n la cierta parquedad gr¨¢fica se compensa en gran medida con la espectacular libertad de movimiento. En las situaciones de acci¨®n desmedida resulta a todas luces incre¨ªble, con ese Hulk saltando de edificio en edificio esquivando los misiles de los helic¨®pteros. Por otro lado, la impresionante expresividad de nuestro musculoso amigo rivalizar¨¢ con su propia fuerza.

Finalmente, las cifras dicen mucho acerca de lo que nos espera en Ultimate Destruction: ocho cap¨ªtulos, unas treinta misiones principales, cuarenta submisiones, ciento cincuenta movimientos de combate, seis jefes finales y dos entornos principales con diferentes ambientes seg¨²n la hora del d¨ªa y las condiciones climatol¨®gicas.