The Great War: Western Front, an¨¢lisis. Demasiado pegado a la realidad

La I Guerra Mundial es probablemente el conflicto b¨¦lico menos interesante desde el punto de vista militar. Durante meses los frentes de batalla permanecieron inm¨®viles en una guerra de trincheras en la que el desgaste del enemigo era el principal objetivo. No hubo grandes movimientos, las t¨¢cticas defensivas prevalecieron sobre las ofensivas y solo la introducci¨®n de la aviaci¨®n (de una manera casi testimonial) y los tanques dotaron al conflicto de un enfoque un poco m¨¢s agresivo.

The Great War: Western Front capta muy bien la filosof¨ªa del conflicto: la imposibilidad de las conquistas r¨¢pidas, la p¨¦rdida ingente de tropas en el ataque a las posiciones enemigas y la conversi¨®n de los terrenos en lodazales llenos de cr¨¢teres, trincheras y muertos.

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El juego se desarrolla, al igual que la saga Total War o el reciente Company of Heroes 3, en un doble plano. Por un lado, hay un amplio mapa de situaci¨®n que representa todo el frente de Francia y B¨¦lgica y por otro, est¨¢n las batallas individuales que se desarrollan en mapas m¨¢s peque?os y en tiempo real. Pero ninguno de ambos niveles es capaz de llegar a seducir al usuario. A cada uno le falta un punto para convertirse en redondo.

Hay dos opciones de inicio de campa?a, una 1914 con un predominio de infanter¨ªa y artiller¨ªa y otra en 1916 donde la aparici¨®n de los tanques evolucion¨® un poco el conflicto. Aunque las diferencias jugables entre ambas son pocas. La partida puede ser jugada tanto desde el punto de vista de los aliados como el de las potencias centrales. Tambi¨¦n se ofrece la posibilidad de librar las batallas m¨¢s importantes del frente occidental.

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El mapa estrat¨¦gico

Refleja el terreno comprendido entre el Somme y Suiza, est¨¢ divido en hex¨¢gonos y en ¨¦l se realizan todas las operaciones a gran escala, movimientos de tropas, colocaci¨®n de refuerzos, elecci¨®n de la zona a atacar. Funciona por un sistema de turnos de un mes de duraci¨®n cada uno. La representaci¨®n de los ej¨¦rcitos es clara y muestra el n¨²mero de tropas, mediante la apilaci¨®n de fichas similares a las que se usa en el poder, tambi¨¦n se visibiliza la dificultad e importancia de cada hex¨¢gono por el n¨²mero de estrellas que muestra, que tambi¨¦n sirve de indicador del n¨²mero de victorias decisivas que necesita para ser conquistada.

Aqu¨ª tambi¨¦n se va a poder elegir qu¨¦ tipo de tecnolog¨ªa se va a desarrollar, algo muy importante en el devenir de la partida. Hay que escoger cuidadosamente en qu¨¦ gastar los puntos de investigaci¨®n en funci¨®n de c¨®mo se desee jugar. A medida que se avanza en la partida van saltando una serie de eventos reales que van a influir tambi¨¦n en c¨®mo se conduce el conflicto, algunos tienen que ver con la moral y otros implican la incorporaci¨®n de nuevas tropas al frente, como es el caso de la llegada de las tropas estadounidenses. The Great War: Western Front es un buen maestro para conocer c¨®mo se desarroll¨® el conflicto ya que refleja de manera fidedigna los hitos m¨¢s importantes.

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El mapa de batalla

Cada uno de los hex¨¢gonos del mapa superior representa un campo de batalla. El desarrollo de estas se realiza en tiempo real, aunque durante los primeros minutos se realizan labores de planificaci¨®n: situaci¨®n de trincheras, colocaci¨®n y movimientos de tropas¡­ Solo tras pasar un determinado tiempo ambos ej¨¦rcitos entraran en conflicto¡­ A diferencia de otros juegos similares aqu¨ª no se trata de conseguir arrollar al enemigo, algo que resulta imposible a pesar de que se pongan en liza una ingente cantidad de tropas, se trata de desgastarle y desmoralizarle.

En este nivel hay varios problemas, algunos de los cuales no son menores, y que arruinan un tanto la experiencia general. El primero y m¨¢s importante es que se necesitan muchas tropas para asaltar una trinchera enemiga y una vez conquistada solo se pueden guarnecer en ella dos batallones, lo que implica que las unidades desprotegidas sean f¨¢cilmente barridas por la artiller¨ªa enemiga, que se muestra implacable contra las concentraciones de unidades de infanter¨ªa. Otro aspecto negativo son la representaci¨®n de las unidades, es cierto que se trata de un juego de estrategia y las exigencias aqu¨ª son menores, pero al tratarse de un RTS se pide algo m¨¢s de identificaci¨®n a las unidades, que al alejarse se muestran casi como agrupaciones de l¨ªneas.

Por el contrario, se puesto un especial cuidado en el dise?o del terreno, que adem¨¢s se ve deteriorado por los sucesivos enfrentamientos hasta convertir la tierra de nadie una masa de barro y cr¨¢teres. Un buen detalle la persistencia de los da?os en el terreno.

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?Qu¨¦ est¨¢ pasando?

El control de la situaci¨®n general no es bueno, hay muchas luchas en diferentes zonas del mapa con la imposibilidad de atender a todos los puntos distantes. La curva de aprendizaje aqu¨ª es lenta y dolorosamente frustrante, aunque se prepare con detalle c¨®mo se ha de defender o atacar, solo despu¨¦s de varias horas de juego se tiene cierto dominio de lo que sucede o va suceder en el campo de batalla.

Todo, desde la simple construcci¨®n de una trinchera al bombardeo con artiller¨ªa, consume recursos y ese es el verdadero objetivo del juego m¨¢s all¨¢ de conseguir victorias a un excesivo costo, hacer que estas duren lo m¨¢ximo posible. Es un punto muy a favor del juego hacer consciente al usuario del enorme esfuerzo econ¨®mico que supone mantener un conflicto y de que los recursos no son infinitos.

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