The Escapists

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The Escapists es una de las nuevas propuestas indie que quiere hacerse un hueco en una industria donde no paran de salir proyectos novedosos y arriesgados. Despu¨¦s de una temporada en early access para Steam, el juego desarrollado por Mouldy Toof Studios (con el apoyo de una compa?¨ªa de relieve como Team17, creadores de Worms, eso s¨ª) se estrena oficialmente tanto en la plataforma de PC como en Xbox One con un aspecto totalmente retro y una f¨®rmula que pretende entretener durante horas y horas. El objetivo principal: escapar de una prisi¨®n. Y para hacerlos nos tocar¨¢ lidiar con todo lo que tiene que lidiar un preso. Incluso con elementos inveros¨ªmiles.

Desde una vista a¨¦rea y un aspecto de la ¨¦poca 8 bits, controlamos a un preso que tiene como principal misi¨®n conseguir la libertad. Para hacerlo, no basta con coger las llaves de un guardia y escapar por la puerta principal, sino que tendremos que trazar un plan como si fuera Prison Break. Los cinco primeros minutos sirven para comprender c¨®mo tenemos que hacerlo. Vemos como usamos objetos para llegar a una rejilla, la abrimos con otra herramienta, visitamos a un preso amigo que nos vende artilugios que posteriormente podemos usar para escapar. Algo muy sencillo. Tremendamente sencillo y que en realidad no tiene nada que ver con lo que nos vamos a encontrar cuando vemos que ese tutorial era, en el fondo, un sue?o.

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Aqu¨ª es donde empieza una aventura m¨¢s profunda, pausada y compleja de lo que puede parecer en un primer momento. Como presos tenemos que ir realizando las tareas que nos marca nuestro horario. Revisiones matinales, ir a desayunar, horas libres para pasear, prepararnos para trabajar en alguna de las tareas (limpiar la ropa en la lavender¨ªa, pasar la fregona por los pasillos, etc.), ir al gimnasio, ducharnos, pasar revisiones y volver a comer. Somos prisioneros y no estamos precisamente de vacaciones, as¨ª que toca seguir a pies juntillas las ¨®rdenes de los guardias si no queremos tener problemas. Y es aqu¨ª cuando entra nuestra astucia y cuando el jugador tiene que encontrar grietas para preparar su aut¨¦ntico plan.

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Mientras vamos cumpliendo con nuestros cometidos -si nos saltamos algo nos pueden castigar, apalizar, etc.- vamos aprendiendo tambi¨¦n los patrones de comportamiento de nuestros compa?eros y de nuestros enemigos. Estudiamos de paso la estructura de la prisi¨®n (hay seis en total a cada cual m¨¢s complicada y con m¨¢s elementos a tener en cuenta) y c¨®mo debemos movernos por ella. Aqu¨ª aprenderemos varios conceptos a tener en cuenta: el primero, la relaci¨®n con otros personajes. Podremos hacer favores para ganarnos el apoyo de ciertos presos y de paso ganar dinero que posteriormente podemos usar para gastar comprando en el mercado negro diversos objetos. Nuestras decisiones tienen consecuencias, y si apalizamos a un preso a petici¨®n de otro, no podemos esperar que el primero sea amigo nuestro.

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Calibrar bien el dinero que necesitamos y qu¨¦ tenemos que hacer en cada momento es importante, sobre todo porque el juego tiene algunas incoherencias en este sentido. Tendremos rivales que nos intentar¨¢n pegar por nuestros actos pero a cambio tambi¨¦n podremos hacer favores y cobrarlos (y posteriormente, nos volver¨¢n a pegar). Algo que parece un sin sentido y que deja alguna incoherencia en la f¨®rmula. Tambi¨¦n es importante ver cuando los guardias pegan a alg¨²n compa?ero y nosotros podemos saquearlo mientras est¨¢ noqueado para conseguir nuevos objetos. Por el camino tambi¨¦n podremos mejorar nuestros atributos entrenando en el gimnasio, algo que nos permitir¨¢ ser m¨¢s contundentes en los enfrentamientos que tendremos.

La verdad es que la f¨®rmula es mucho m¨¢s exigente de lo que puede parecer en un primer momento y seguramente la primera media hora de juego se hace algo dura y exigente, porque vemos como avanzan los d¨ªas y nosotros no tenemos muy claro por d¨®nde ir. Poco a poco el juego y su f¨®rmula van fluyendo y el jugador se adapta, empieza a encontrar las citadas grietas del sistema y empieza a trabajar en su escapada. Construir nuevos objetos a partir de diversos componentes que hemos ido consiguiendo, combinar elementos (un arma para machacar a un enemigo, un traje de guardia para pasar desapercibido) para dar con la ansiada salida y resolver el rompecabezas en el que estamos es tremendamente satisfactorio. Sobre todo porque el nivel de exigencia va subiendo en cada prisi¨®n, donde hay muchos m¨¢s obst¨¢culos y elementos de vigilancia que nos hacen tener que ir con pies de plomo.

El ensayo-error, ir recopilando objetos y guardarlos en nuestro ba¨²l, explorar el escenario, rebuscar en las celdas de los compa?eros, aprovechar momentos de confusi¨®n creados por nosotros o no, y en definitiva adaptarnos al d¨ªa a d¨ªa de la prisi¨®n entretendr¨¢ durante largas sesiones a los jugadores, aunque es cierto que la f¨®rmula dista mucho de ser perfecta. Muchas de las tareas que tendremo que ir realizando acaban haciendo que el juego sea excesivamente tedioso en varias de sus fases. Los favores con los otros presos acaban siendo reiterativos, y elementos como el combate o ciertas tareas son mon¨®tonas y sin gracia. A nivel jugable, seguramente todo esto le acaba pesando en contra aunque la exploraci¨®n y el crafting de objetos est¨¢ en el otro lado de la balanza, junto a la elecci¨®n de las cinco-seis maneras que tendremos de escapar de la prisi¨®n de turno.

A nivel audiovisual, ninguna sorpresa m¨¢s all¨¢ del gui?o 8-bits que muestra a nivel gr¨¢fico y que nos recordar¨¢ por p¨ªxeles, sprites y animaciones a la ¨¦poca de NES. No brilla especialmente en efectos ni nada por el estilo, aunque es result¨®n en este toque retro que se le quiere dar. La banda sonora consta de algunas melod¨ªas que acompa?an perfectamente sin alardes y el juego viene traducido al castellano, algo que se agradece porque hay varias l¨ªneas de texto sobre todo en men¨²s y en explicaciones de favores y misiones a realizar.