The Chaos Engine

The Chaos Engine vio la luz por primera vez a principios de la d¨¦cada de los noventa en plena vor¨¢gine de las consolas 16-Bits y con la siguiente generaci¨®n de m¨¢quinas a la vuelta de la esquina, con PSOne y Saturn a la batuta. Debut¨® originalmente en Commodore Amiga para poco m¨¢s tarde hacer lo propio en otras plataformas de menor ¨¦xito, obteniendo un buen pu?ado de premios que pretend¨ªan recompensar la magn¨ªfica labor realizada por The Bitmap Brothers. La compa?¨ªa de origen brit¨¢nica, conocida principalmente por estar detr¨¢s del desarrollo de Speedball o Z, apost¨® fuerte por un proyecto que en poco tiempo se convertir¨ªa en un cl¨¢sico. Cuando se cumplen dos d¨¦cadas de su lanzamiento, Chaos Engine vuelve al panorama de la actualidad con una remasterizaci¨®n en la que se actualiza la mec¨¢nica de juego a los tiempos que corren y, en cierto modo, tambi¨¦n la interfaz gr¨¢fica, aunque ¨¦sta bebe del esp¨ªritu retro de los cl¨¢sicos. 

Chaos Engine se dio a conocer por su vista 'top-down' o a¨¦rea, tan popular en aquella ¨¦poca, que permite al jugador explorar escenarios con un grado limitado de visibilidad. Su principal premisa es ofrecer la posibilidad a dos jugadores de disfrutar de la acci¨®n de forma cooperativa, con la misi¨®n de eliminar a los monstruos que aparecen en los escenarios post-apocal¨ªpticos por lo que se compone la aventura y con claras referencias a la cultura Steampunk. A diferencia de otros t¨ªtulos de la ¨¦poca, Chaos Engine cuenta con un aspecto visual desenfadado en el que se dan de la mano una buena definici¨®n de personajes y la presencia de escenarios laber¨ªnticos y de construcci¨®n cada vez m¨¢s compleja. 

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La estructura del juego se compone por un total de cuatro mundos, divididos a su vez en cuatro niveles distintos. Cada dos niveles se ofrece la posibilidad de mejorar los atributos de los dos protagonistas invirtiendo el dinero obtenido tras eliminar a los enemigos que tratan de frenar nuestro avance, adem¨¢s de potenciar otros aspecto como la cadencia de fuego de las armas o la duraci¨®n del ataque secundario. La mec¨¢nica de juego es tan sencilla que no requiere de la presencia de un tutorial propiamente dicho: basta con disparar a todo lo que se mueve procurando recibir el menor da?o posible. En cada escenario existe un n¨²mero predeterminado de nodos que debemos activar para desbloquear la salida, tarea para la que nos podemos ayudar de recargas de energ¨ªa, bombas e incluso de poderes especiales que nos otorgan una ventaja temporal con respecto a nuestros enemigos. 

Existe asimismo un nexo argumental que sirve como justificaci¨®n para vivir los eventos que aqu¨ª se dan cita: la aparici¨®n de una m¨¢quina capaz de alterar la materia y de jugar con las dimensiones del espacio-tiempo. Tras una serie de desdichas, la m¨¢quina produce el efecto contrario al deseado y trae consigo la aparici¨®n de terribles criaturas que en cuesti¨®n de meses amenazan con la estabilidad mundial. La humanidad decide abandonar las islas brit¨¢nicas a su suerte. Esto genera la aparici¨®n de mercenarios dispuestos a adentrarse en el foco del problema por una m¨®dica suma de dinero. En total son seis los que se ofrecen como personajes controlables, cada uno con sus ventajas e inconvenientes, en un claro intento de equilibrar las fuerzas humanas con las enemigas. 

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Al comenzar la partida es necesario escoger a uno de estos seis personajes y a un compa?ero que controlar¨¢ la CPU con escaso gusto por la IA. La principal novedad que descubrimos en este apartado con respecto al original es la posibilidad de disfrutar de la partida con un compa?ero a trav¨¦s de Steam, a lo que se a?ade la opci¨®n de juego local. No es dif¨ªcil apreciar que Chaos Engine es una aventura pensada para el disfrute entre dos jugadores, aunque no por esto la experiencia en solitario deja de ser aconsejable. Existe cierto factor competitivo pero tambi¨¦n estrat¨¦gico, ya que sin la ayuda de un compa?ero resulta realmente dif¨ªcil terminar la aventura sin reiniciar la partida en m¨¢s ocasiones de las que podr¨ªamos desear. Chaos Engine es un beat 'em up a la antigua usanza como bien atestigua la presencia de c¨®digos para "guardar" la partida, en uno de los muchos ejemplos que dan a entender que esta remasterizaci¨®n no pretende cambiar la filosof¨ªa del original, ni tampoco realmente "adaptarla" a nuestros tiempos, en tanto que no se reduce en nivel de dificultad ni se ofrecen extra ayudas al jugador. 

De hecho, los cambios m¨¢s significativos que encontramos en esta edici¨®n son dos: el remozado gr¨¢fico y el movimiento de 360 grados (adem¨¢s de poder disfrutar del cooperativo a trav¨¦s del Online, como se explicaba anteriormente). Como sucede en otros ejemplos similares, Chaos Engine ofrece la posibilidad tanto de jugar con la interfaz renovada como de hacerlo con la cl¨¢sica, decisi¨®n que depende fundamentalmente de nuestros gustos. El nuevo sistema de control permite utilizar un pad (en nuestra experiencia, el controlador de Xbox 360) en el que el joystick ofrece un movimiento m¨¢s f¨¢cil de controlar. M¨¢s all¨¢ de estos cambios es dif¨ªcil hablar de novedades significativas, un hecho que parece querer decir que Chaos Engine sigue siendo una experiencia de los noventa que no pretende adaptarse a las mec¨¢nicas de juego actuales. 

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Aunque probablemente exista un n¨²cleo de jugadores que agradezca que se mantenga el esp¨ªritu cl¨¢sico del juego, existen algunos aspectos que no hubiese estado de m¨¢s revisar, como la presencia de c¨®digos num¨¦ricos para guardar nuestra posici¨®n en la aventura o la constante repetici¨®n de una misma melod¨ªa durante los cuatro niveles por los que se compone cada mundo. Si nos quedamos sin vida durante la aventura nos veremos obligados o bien a comenzar la partida de nuevo o simplemente a reiniciar el nivel en concreto; un paso en falso puede tirar por la borda el esfuerzo realizado durante los quince minutos que puede llevar finalizar una misi¨®n. De una forma u otra, el avance se acaba reduciendo a memorizar la ubicaci¨®n de los enemigos y, en caso de jugar con la CPU, de que sea nuestro compa?ero el que tome la delantera para evitar sufrir sorpresas desagradables que merman la mitad de nuestra barra de energ¨ªa. 

Chaos Engine es una experiencia dif¨ªcil de digerir pero de rica degustaci¨®n, por lo que no tendr¨ªa mucho sentido criticarla por su nivel de dificultad. Sin embargo, s¨ª echamos de menos la opci¨®n de poder guardar la partida en cualquier momento o incluso la presencia de alg¨²n que otro personaje controlable m¨¢s, que hubiese ofrecido una nueva perspectiva a un cl¨¢sico. Este es, no obstante, el procedimiento que se suele emplear cuando se busca ofrecer un cl¨¢sico a la nueva generaci¨®n de jugadores, acostumbrados a otros estilos de juego. Esta aventura puede resultar frustrante si no se toma con la paciencia adecuada y sobre todo si no se aplica algo de estrategia en los momentos de mayor exigencia. Sin embargo es innegable que este aspecto ser¨¢ uno de sus mayores atractivos a ojos de los jugadores que buscan experiencias tan divertidas como exigentes.