Tetragon, an¨¢lisis. Un cuadrado sin v¨¦rtices

Las matem¨¢ticas no suelen ser el fuerte de quienes nos dedicamos al arte de la escritura, pero algo siempre se nos queda. En el caso de las formas poligonales, Tetragon es un nombre curioso para atribuirle el nombre al que conocemos com¨²nmente como cuadrado, as¨ª que el nombre ya era m¨¢s que suficiente para captar nuestra atenci¨®n y adentrarnos en el reciente proyecto de Cafundo Estudio Criativo Eirel.

Manipula el cuadrado

Tetragon nos desaf¨ªa con m¨¢s de 20 puzles y nos invita a descubrir los sentimientos de un padre que ha perdido recientemente a su hijo. El le?ador se adentrar¨¢ a trav¨¦s de una dimensi¨®n desconocida para conocer a Tetra-Gen, una especie de dios poligonal que promete ayudarle en su objetivo de recuperar a su difunto heredero. La premisa es buena, efectivamente, y consigue atraparte con esa aura misteriosa que te envuelve desde el primer momento pero que, lamentablemente, se acaba diluyendo en los primeros minutos ya sea por frustraci¨®n o la falta de inter¨¦s por parte del jugador.

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La idea de c¨®mo deben resolverse los puzles en Tetragon est¨¢ bien. Hay inventiva y ganas de crear algo innovador, pero la ejecuci¨®n no es del todo buena. La principal manera de resolverlos es moviendo una serie de pilares que rodean el escenario y que nos ayudar¨¢n a llegar a la meta para seguir avanzando. El problema es que la selecci¨®n de estos pilares es lenta porque debemos hacerla una a una y, aunque al principio no es ning¨²n problema, cuando todo el escenario est¨¢ plagado de ellos llega a ser desesperante y ralentiza el ritmo en un juego que, en l¨ªneas generales, es f¨¢cil y muy accesible para quienes quieran disfrutar de unos cuantos rompecabezas.

Sin embargo, que sean f¨¢ciles no quiere decir que no tengan grandes ideas. Algunos pilares regresan a su posici¨®n cuando los deseleccionamos y otros se mueven en funci¨®n de la gravedad, es decir, de la rotaci¨®n que le demos al escenario. Este movimiento solo se puede realizar en sitios muy concretos del mapa y creemos que limita la creatividad del jugador para resolver rompecabezas, ya que solo deja rotar el escenario hacia un solo lugar la mayor¨ªa de veces.

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Como un cuadro

Una de las cosas que mejor hace Tetragon es la implementaci¨®n y combinaci¨®n de mec¨¢nicas. Si bien es cierto que no hay muchas para escoger, las pocas que hay las acaba combinando con soltura. Lamentablemente no es algo constante y sientes como el juego se estanca en esa misma mec¨¢nica muy r¨¢pidamente, apareciendo tarde o temprano la temible sensaci¨®n de la monoton¨ªa en una aventura que apenas llega a las dos horas de duraci¨®n. Ni siquiera el ¨²nico combate que hay en todo el juego se libra de ello.

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Dejando a un lado los puzles queremos dedicar especial atenci¨®n a las animaciones del le?ador. S¨ª, nos hemos encontrado alg¨²n bug en el que nuestro personaje hacia el conocido moonwalk, pero por lo dem¨¢s nos hemos encontrado un movimiento muy bueno. Son fluidas, muy naturales y especialmente buenas comparadas con el acabado general de Tetragon. En el mismo saco debemos meter la ambientaci¨®n, as¨ª como un dise?o art¨ªstico que te envuelve desde el primer minuto gracias tambi¨¦n a su banda sonora.

Tambi¨¦n nos hemos encontrado ciertos fallos en el control de Switch (probado con diferentes mandos sin el temible drift) en el que nuestro personaje actuaba por su cuenta y nos hizo repetir en m¨¢s de una ocasi¨®n un puzle desde el principio, algo que no es de agradecer en este tipo de juegos. Asimismo, la interfaz es, digamos, incorrecta y m¨¢s parecida a un juego b¨¢sico de m¨®viles. No hay un dise?o elegido o un gusto concreto, sino que simplemente es un tipo de fuente tan b¨¢sica que afea tanto el men¨² principal como el de pausa.

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