Terraria

La moda de la construcci¨®n, la creatividad compartida, los sandbox h¨ªper interactivos y los bloques cuadriculados como si de un paquete de ladrillos LEGO se tratase no decae. Minecraft, a cargo de Markus Persson (Notch) ha sido un fen¨®meno de masas, tanto en PC-MAC como en Xbox 360, y tambi¨¦n en sus versiones m¨®viles en iOS y Android. Todo el mundo sabe lo que es, todo el mundo lo ha visto en movimiento, y tiene casi tantos detractores como amantes, adem¨¢s de marcar toda la escena indie. En mayo del 2011, el jovenc¨ªsimo Andrew Spinks form¨® el humilde Re-Logic Studios, present¨® al mundo una alternativa a la proeza comercial de Notch, Terraria, un t¨ªtulo de corte muy similar en ciertos aspectos pero expuesto esta vez en absolutas dos dimensiones, con aspecto de juego de hace dos d¨¦cadas all¨¢ cuando los 16 bits de consolas como Super Nintendo o MegaDrive eran vanguardia tecnol¨®gica.

Estos d¨ªas 505 Games se encargar¨¢ de estrenar Terraria en PlayStation 3 y Xbox 360, en formato descargable a trav¨¦s de la Store y el Bazar XBLA, a 14,99 euros. La adoraci¨®n al p¨ªxel regresa a la palestra con una versi¨®n adaptada a los mandos y con algunos contenidos in¨¦ditos, adem¨¢s de interfaz id¨®nea para jugarse con botones y stick, o nuevos jefes, herramientas, NPCs, modos y niveles. La exploraci¨®n abierta, la b¨²squeda de recursos y la interacci¨®n con los entornos reviven en este port que, sin aportar realmente demasiados conceptos, al menos llegar¨¢ hasta nuevos p¨²blicos en los sistemas en que se implanta, ense?ando que tiene bastante que lo diferencia de la obra 3D de Notch. Terraria es una oda a la Tierra y la naturaleza, una naturaleza cuadriculada donde todo parece tener vida y secretos, y la mano del protagonista act¨²a como una especie de dios capaz de transformarlo todo a su antojo.

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Terraria es en realidad, para quienes no lo conozcan, un juego de plataformas y rol 2D con enemigos y much¨ªsimos objetos a disposici¨®n de los personajes para avanzar por las cuevas, prados y monta?as, parajes en los que muchas veces la soluci¨®n a un salto o un puzle no est¨¢ en la b¨²squeda de una forma de avanzar, sino en una modificaci¨®n del propio entorno para poner esa situaci¨®n a nuestro favor. Es decir, a menudo acabaremos con un bicho enemigo haci¨¦ndolo caer al derribar la superficie sobre la que se encuentra o llegaremos hasta un item en alto construyendo una columna de tierra por la que trepar. Las posibilidades son absolutas, y todo el universo del juego se puede tocar y reformar. Todo, hasta la apariencia de las zonas y personajes, con un mont¨®n de herramientas disponibles para su personalizaci¨®n y un editor inicial. Sorprende c¨®mo interact¨²an unos y otros elementos al conjugarlos, c¨®mo afectan y se comportan.

Hay un claro componente de RPG, m¨¢s inexistente en Minecraft, ya que por los vast¨ªsimos mapas encontraremos objetos que mejoren nuestros atributos y pululan algunos personajes no controlables que tienen peque?as historias y necesidades en las que podemos ayudar, una especie de encargos o quests. No falta en esta versi¨®n el Gu¨ªa -figura muy reconocida por la comunidad- que ahora es algo m¨¢s inteligente o toda una galer¨ªa de nuevos objetos para formar m¨¢s recetas, armas in¨¦ditas como la Espada Tizona que hace de nueva Ultimate, o incluso un modo a pantalla dividida con hasta cuatro jugadores donde podremos compartir televisor y experiencias cercanas siempre que ¨¦ste disponga de Alta Definici¨®n para satisfacer el juego n¨ªtido. Los secretos y an¨¦cdotas se han llevado m¨¢s all¨¢, realimentando la Wiki Terraria, esa gran enciclopedia online donde todos los jugadores cuentan qu¨¦ descubren para ayudar a no volverse locos ante semejante inmensidad al resto.

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El pico es el objeto base, para cavar y destrozar, pero a ¨¦l no tardan en un¨ªrsele todo tipo de herramientas y gadgets, como dinamitas, mochilas propulsoras, pistolas de rayos l¨¢ser, taladros, paraca¨ªdas, piolets, hachas, trajes de buzo, muelles propulsores, martillo... Casi todo lo que se nos pueda ocurrir est¨¢ en Terraria, aunque habr¨¢ que encontrarlo o fabricarlo y tener destreza para manejarlo, haciendo uso a veces de todas estas decenas de elementos de forma imprevisible, solo para sobrevivir ante enemigos o llegar hasta puntos a priori inalcanzables. Es divertido en cuanto a opciones y sensaci¨®n de libertad, pero como Minecraft, habr¨¢ quien lo odie porque no es un videojuego en sentido tradicional, no existen niveles correlativos, objetivos concretos que cerrar al cumplir, secuencia final o explicaciones y normas. La idea en Terraria es jugar, como jugar con bloques LEGO, Tente o Mecano. La imaginaci¨®n y los recursos (piezas) son el l¨ªmite.

No obstante, esta edici¨®n ha a?adido un modo Tutorial, donde se ense?a al jugador a moverse un poco y empezar a construirse, por ejemplo, una casa con luz interior, mesa de trabajo para las puertas o paredes del fondo y mesa y silla. El jugador novel se familiariza as¨ª con una mec¨¢nica donde el puntero marca el p¨ªxel sobre el que interactuar, y este puntero se mueve ahora con el stick derecho. Se acabaron los clics de rat¨®n para cada interacci¨®n, algo que lo hac¨ªa pesado, ahora con el bot¨®n B -en Xbox 360- o el gatillo RT se puede ejecutar una acci¨®n continuada, basta con dejarlo pulsado. Muy ¨²til y que facilita la construcci¨®n en filas. Los inventarios se alojan en el bot¨®n Y y se cambian con los gatilos, no es inc¨®modo navegar por ellos pese a su gran n¨²mero de slots. No obstante, el manejo con teclado y rat¨®n sigue siendo much¨ªsimo m¨¢s intuitivo, c¨®modo y directo. Est¨¢ claro que este t¨ªtulo estuvo pensado para ordenador.

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Tambi¨¦n es coherente su faceta online, con hasta 8 jugadores compartiendo un mapa y con algunas coniguraciones de visibilidad. Cooperativo para ir ayud¨¢ndose o intercambiar objetos, o competitivo para odiarse y destrozar lo que hace el otro intentando matarlo. A Terraria se juega como uno quiere y le apetece, sin tener que explicar nada ni ce?irse a normas que no sean meramente f¨ªsicas. Y sobre esto, que los cuadraditos de agua o arena tengan su propio movimiento cuando quedan sin base estable es una delicia, tambi¨¦n en consolas, pues permite jugadas como abrir una compuerta de piedra para ahogar a un rival o llenarle la casa de tierra. Los ciclos de la noche y el d¨ªa son otro factor determinante, llen¨¢ndose de enemigos el per¨ªodo nocturno o incluso disparando algunos eventos, como la Luna de Sangre o los ataques de oleadas de molestos goblins. Se han a?adido aspectos en esta parte, y no parece que vayan a sumarse a la versi¨®n de PC, al menos de momento qued¨¢ndose en exclusiva en consolas. Tambi¨¦n hay un nuevo jefe exclusivo de la edici¨®n de PSN y XBLA.

Por desgracia, pese a estos a?adidos comentados y que pueden hacer muy apetecible esta versi¨®n del juego para quien no lo prob¨® en su d¨ªa y para poder compartirlo con otros tres amigos en un mismo televisor HD, hay que mirar con perspectiva y reconocer que han pasado casi dos a?os desde el lanzamiento original y realmente se podr¨ªan haber incluido m¨¢s alicientes y extras. Terraria para consolas es literalmente el mismo juego que para ordenadores, solo que con un manejo desde mando que no termina de encajar a la perfecci¨®n en su gameplay aunque lo posibilita. Alg¨²n jefe m¨¢s, m¨¢s misiones principales de las que ofrecen los NPCs, nuevas ¨¢reas para el mapeado o una base de herramientas in¨¦ditas generosa le hubieran venido francamente bien y justificar¨ªan que estemos hablando de la edici¨®n m¨¢s cara de todas, 14,99 euros frente a los 9,99 euros de PC.

No exactamente como Minecraft

Notch y Spinks se siguen en Twitter, se retwitean, no dejan de mirar de cerca el proyecto del otro y lo adoran. Minecraft tiene una propuesta quiz¨¢ m¨¢s espectacular y popular en cuanto a que es 3D, pero Terraria -de desarrollo paralelo en su d¨ªa- ha sabido encontrar su propio fan con t¨¦cnicas que no tiene el t¨ªtulo de Mojang. El clar¨ªsimo componente RPG, el sistema inteligente m¨¢s agresivo de los enemigos que lo recarga de acci¨®n y plataformas o la sensaci¨®n de volcarse m¨¢s en la destrucci¨®n que en la construcci¨®n son solo algunos puntos que hacen a este universo ¨²nico e incluso m¨¢s apetecible. Terraria es una de esas obras que arranca horas y horas, y cuando uno quiere darse cuenta lleva jugadas setecientas. No es de extra?ar que siempre sea de los 20 m¨¢s jugados online en Steam, y pretende repetir ¨¦xito en consolas, aunque a un precio cinco euros mayor. Cuesti¨®n de licencias, bazares y derechos.

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La gran diferencia respecto a Minecraft viene, claro est¨¢, en lo visual y limitaci¨®n bidimensional de los movimientos, solo hacia los lados, abajo y arriba. Es cierto que Minecraft genera m¨¢s contenido al d¨ªa, tiene una comunidad mayor y no para de ampliar sus contenidos, pero en Terraria se apuesta m¨¢s por la experiencia directa para un jugador que interact¨²a si quiere con otros, pero no necesariamente. Adem¨¢s, hay una absoluta motivaci¨®n rolera con toques de acci¨®n y saltos, donde es muy importante jugar bien, tener reflejos. En consola, el aspecto t¨¦cnico es similar al original en todo, desde la fluidez de movimientos a animaciones, iluminaci¨®n din¨¢mica que cambia las tonalidades de los cuadraditos seg¨²n la luz que les llegue o las interacciones de unos y otros objetos. El gusto por el Pixel-Art y la vieja escuela queda clar¨ªsimo, con un aspecto gr¨¢fico muy suyo al que tambi¨¦n se le pueden criticar aspectos como la obriedad de algunas zonas o la repetici¨®n de dise?os. Tampoco los inventarios -grand¨ªsimos- son del todo aptos para consola y navegaci¨®n por cruceta como es el caso.