An¨¢lisis de Tales of Zestiria

La saga Tales of cumple 20 a?os y Bandai Namco lo ha querido celebrar por todo lo alto con una entrega especial: Tales of Zestiria. Especial porque apuesta por algunas novedades de peso y porque se le nota que ofrece algo que no es una entrega m¨¢s dentro de la saga. El t¨ªtulo sali¨® hace ya algunos meses en Jap¨®n y llega por fin a nuestro territorio con una clara l¨ªnea continuista en la base pero con suficientes cambios para ser atractivo tanto a los amantes de la saga en particular como a los que les gusta el g¨¦nero JRPG en general. Esta es la historia de Sorey, un chico que tiene que rescatar el mundo en el que vive.

El protagonista de esta nueva aventura se llama Sorey, habitante de la ciudad de Elysia que curiosamente est¨¢ plagada de serafines, una especie de esp¨ªritus invisibles para los humanos pero no para el protagonista, que es capaz de comunicarse con ellos. Durante las primeras horas de juego iremos viendo por donde se mueve el argumento: Sorey descubrir¨¢ tras conocer a una misteriosa chica que tiene el objetivo de convertirse en el Pastor, un h¨¦roe que debe traer la paz al reino en el que viven. Los enemigos est¨¢n representados por los infernales, que van expandi¨¦ndose por el mundo a mayor velocidad.

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Uno de los problemas evidentes en el juego es que el argumento no cuenta con demasiadas sorpresas. Sin ¨¢nimo de querer entrar en spoilers, lo cierto es que tanto los personajes como la aventura que protagonizan no se salen de la l¨ªnea marcada en ning¨²n momento. El equipo que conformamos est¨¢ repleto de estereotipos reconocibles desde el primer momento y cualquier giro argumental es esperable a poco que tengamos cierto bagaje en juegos de este g¨¦nero. Solo la presencia de un protagonista cambiante y que evoluciona desde las primeras horas hasta el final (sin grandes sorpresas en su transformaci¨®n, pero s¨ª algo con inter¨¦s) destaca entre una plantilla que tiene buenos momentos, pero que no tiene un perfil de personaje que te marque para siempre una vez terminada la aventura.

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En el combate destacamos la libertad de movimiento de nuestro personaje, algo que va relacionado tambi¨¦n con la libertad en general que se ha querido dotar al juego como veremos m¨¢s adelante. Eso s¨ª, es cierto que a veces el caos se apodera de la pantalla y cuesta seguir ciertas batallas algo multitudinarias con efectos especiales por doquier. Tales of Zestiria, en todo caso, gana enteros por este sistema de lucha ¨¢gil que ofrece m¨²ltiples variantes y posibilidades seg¨²n las elecciones y la manera que tengamos de afrontar batallas y usar a nuestros personajes: Los serafines se asocian a elementos concretos, ¨¦stos se pueden fusionar con los humanos para conseguir nuevas caracter¨ªsticas y, en definitiva, hay muchas opciones m¨¢s all¨¢ del combate en s¨ª que lo hacen de lo m¨¢s atractivo del juego.

La libertad de movimiento en combate va relacionada tambi¨¦n con el nuevo plano en el que se libran los combates: all¨¢ donde impactamos con un enemigo es donde lucharemos con ¨¦l, sin pasar a una zona nueva como pasaba con otras entregas de la serie y con muchos otros JRPG. Esto hace que las transiciones sean m¨¢s agradables y coherentes en un mundo que tambi¨¦n crece en posibilidades: Nuestro avance a lo largo del juego ser¨¢ a trav¨¦s de escenarios de mundo abierto.

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La sensaci¨®n de libertad para poder explorar y movernos por donde nos plazca se agradece, adem¨¢s de aportar m¨¢s horas de juego por la cantidad de caminos a recorrer a trav¨¦s del universo del juego, pero lo cierto es que tambi¨¦n nos queda la duda sobre si esto que se ha implementado realmente cambia la manera de entender los Tales of anteriores o simplemente es algo m¨¢s est¨¦tico que presenta situaciones y enemigos de manera distinta. Seguramente la respuesta va a caballo de ambas posiciones, y es que la jugabilidad y el desarrollo cambian pero tampoco estamos ante una revoluci¨®n, algo que se debe principalmente a la sensaci¨®n de vac¨ªo que ofrece la gran cantidad de localizaciones que visitaremos. 

Tanto a nivel de tareas por realizar como a nivel visual, con muchos espacios des¨¦rticos, el paso al frente es importante pero todav¨ªa tiene que trabajarse m¨¢s en el futuro. Eso s¨ª, se agradece que m¨¢s all¨¢ de la trama principal contemos con misiones secundarias que tienen cierto inter¨¦s (tambi¨¦n hay otros extras m¨¢s de corte coleccionista) y que se desarrollan y se conocen detalles de las mismas sidequests cuando hablamos con nuestros compa?eros, algo que las integra mejor en el universo en s¨ª.

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El dise?o de las mazmorras cambia la sensaci¨®n agridulce del mundo abierto. Tambi¨¦n se aplica la m¨¢xima de no hacerlo lineal y de ofrecer situaciones que var¨ªan seg¨²n cada momento, y esto se agradece. Tendremos peque?os puzles por solventar, enemigos duros a los que enfrentarnos y la necesidad de pensar nuestros movimientos para no acabar perdidos (sobre todo avanzada la primera mitad del juego) sin saber muy bien qu¨¦ hacer. No es dif¨ªcil perderse en ellas teniendo en cuenta que muchas veces nuestra posici¨®n y la de nuestro objetivo no ser¨¢n evidentes en el mapa. En total nos iremos por encima de las 60 horas a poco que trasteemos alguna secundaria y avancemos hasta el final en la historia principal.

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La banda sonora, por su parte, mantiene un nivel muy alto con algunas melod¨ªas que pasan a ser de las mejores de la franquicia y un nivel general destacado, en el que todas saben acompa?ar perfectamente aunque unas sean brillantes y otras, simplemente correctas. Los efectos especiales acompa?an sin demasiadas florituras y podemos escoger las voces en ingl¨¦s o japon¨¦s, mientras que los textos en pantalla est¨¢n totalmente traducidos al castellano. Destacar como ¨²ltimo detalle que parece ser que el juego no permite capturar con la funci¨®n Share de Playstation 4, seg¨²n esgrimen en la compa?¨ªa, por un tema de licencias.