Fest¨ªn estrat¨¦gico

Hay que tener ojo para saber diferenciar los productos notables de los sobresalientes. Algo nos dec¨ªa en Frankfurt, cuando tuvo lugar la exposici¨®n del cat¨¢logo de la tienda virtual de NDS / Wii Ware, que Swords and Soldiers estaba predestinado a convertirse en uno de los grandes del cat¨¢logo de este servicio, que en los ¨²ltimos meses apenas ha sido capaz de presentar propuestas a la altura de lo que se esperaba de ¨¦l en un principio. Si bien es cierto que la tendencia general es la de pensar que la tienda ?Ware' est¨¢ en plena etapa de madurez, hay m¨²ltiples motivos para considerar que los mejores exponentes del servicio ya han visto la luz, producciones muy destacadas en la l¨ªnea de World of Goo o Lost Winds que ni cortos ni perezosos han logrado aupar el servicio hasta lo m¨¢s alto que se conoce a d¨ªa de hoy.

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No obstante nunca es f¨¢cil saber exactamente con qu¨¦ clase de videojuego se va a encontrar el jugador cuando decide invertir su dinero en un t¨ªtulo apenas conocido, que tampoco cuenta con el apoyo medi¨¢tico, por no hablar del generalista. Desgraciadamente esta situaci¨®n se viene repitiendo a lo largo de los a?os con multitud de producciones que han aparecido en formato f¨ªsico sin saber exactamente c¨®mo publicitarse, acabando as¨ª olvidadas por el paso del tiempo. Los esfuerzos de Ronimo, una curiosa empresa con un pu?ado de artistas (que as¨ª se consideran a s¨ª mismos, ya que todos proceden de las artes t¨¦cnicas) que decidi¨® bautizarse con uno de los nombres m¨¢s curiosos que se recuerdan en la industria: Robotic Ninja Monkeys.

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Durante nuestra visita a Alemania tuvimos la oportunidad de charlar largo y tendido son uno de los productores del t¨ªtulo, si es que se puede considerar tal, quien muy alegremente present¨® su obra explicando todos y cada uno de los puntos que deb¨ªan llamar nuestra atenci¨®n. De hecho fue ¨¦l quien explic¨® que en el equipo de programaci¨®n s¨®lo encontramos a un desarrollador, mientras que el resto se ocupa de tareas meramente art¨ªsticas, como bien coment¨¢bamos en el p¨¢rrafo anterior. No es de extra?ar por lo tanto que Swords and Soldiers destaque principalmente por su estilo visual, bastante poco frecuente en la actualidad, claramente influenciado por obras del calibre de Castle Crashers, como el propio holand¨¦s tuvo ocasi¨®n de hacernos entender en su d¨ªa, varios meses atr¨¢s en el tiempo. Nuestras primeras impresiones quedaron plasmadas en el siguiente art¨ªculo. Ahora es momento de conocer si realmente acertamos en aquel vaticinio.

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La diferencia respecto al t¨ªtulo de Vanillaware radica precisamente en la colocaci¨®n de las susodichas unidades, ya que aqu¨ª toda la acci¨®n transcurre a la altura del suelo, sin plataformas ni unidades voladoras que ofrezcan m¨¢s posibilidades al factor estrat¨¦gico. Nada m¨¢s lejos de la realidad, aqu¨ª lo m¨¢s importante es ser veloz a la hora de jugar con los materiales que obtenemos al principio de cada nivel. La aventura comienza tras una breve presentaci¨®n donde podemos apreciar por primera vez la calidad gr¨¢fica, estilizada de forma tremendamente llamativa, para poco m¨¢s tarde presenciar un brev¨ªsimo tutorial donde se explica grosso modo las posibilidades de combate con las que contamos durante la partida. Es pr¨¢cticamente inevitable posar la vista sobre las unidades que manejamos, ya que, como bien coment¨¢bamos anteriormente, la mec¨¢nica de juego no es precisamente la m¨¢s compleja que hayamos conocido.

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De hecho podr¨ªamos decir todo lo contrario. Si en algo ha acertado Ronimo es en hacer las cosas f¨¢ciles pese a ofrecer un buen n¨²mero de posibilidades a los jugadores m¨¢s experimentados, que encontrar¨¢n en este t¨ªtulo un buen foco de entrenamiento para matar el estr¨¦s que haya causado un t¨ªtulo de mayor envergadura. As¨ª pues nuestro objetivo es cosechar oro a medida que aumenta nuestro poder m¨¢gico, el man¨¢, siempre con un ojo puesto en los inventos que autom¨¢ticamente va produciendo nuestra sociedad. Cada una de las tres facciones -vikingos, aztecas y chinos- tiene sus propias habilidades, atributos espec¨ªficos que les ayuda a ganar oro a mayor velocidad en detrimento de la potencia en los combates f¨ªsicos, los m¨¢s comunes durante las escaramuzas.

Nuestra primera preocupaci¨®n ha de ser entrenar unas cuentas unidades para que se pongan manos a la obra en cuanto a la recolecci¨®n de oro. Una vez contamos con un m¨ªnimo de solvencia econ¨®mica invertimos en la primera mejora evolutiva, dentro de un recuadro que a poco de comenzar la aventura se convierte en un compa?ero indispensable durante la aventura. Desde aqu¨ª controlamos los atributos que queremos potenciar, as¨ª como las habilidades m¨¢gicas que m¨¢s nos convienen en cada ocasi¨®n. Es esencial, por poner un ejemplo, potenciar la regeneraci¨®n de man¨¢ en vista a poder curar a nuestras unidades cuando est¨¦n batallando, especialmente cuando contamos con soldados rasos, apenas lo suficientemente poderosos para enfrentarse por s¨ª solos a un ej¨¦rcito al completo.

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La historia avanza proponiendo al jugador distintos estilos de juego. No s¨®lo debemos tener en cuenta los recursos, ya que en otras misiones comenzamos con un n¨²mero determinado de soldados, con un pu?ado de monedas de debemos invertir de la forma que mejor convenga en cada ocasi¨®n con el fin de terminar la misi¨®n con la mejor puntuaci¨®n posible. Nuestro equipo siempre se encuentra a la izquierda de la pantalla, el enemigo a la derecha. Con la cruceta direccional podemos mover la pantalla a nuestro antojo, aunque siempre debemos estar pendientes a la zona donde transcurre la acci¨®n. Las envestidas enemigas son muy frecuentes, pese a que la dificultad en general de la aventura (en cualquiera de las tres facciones, dos de ellas hemos de desbloquearlas) no es precisamente muy elevada.

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La variedad de posibilidades con la que contamos en esta modalidad es exactamente la misma que en la campa?a en solitario, siendo necesario evolucionar los hechizos, unidades y dem¨¢s de cara a conseguir mejores soldados, mayor resistencia ante los ataques enemigos, ataques m¨¢gicos m¨¢s poderosos, etc¨¦tera. De vez en cuando es posible tambi¨¦n escoger entre dos caminos, principalmente cuando contamos con un n¨²mero limitado de soldados -y de dinero- a nuestro cargo, momento en el que tendremos que decidir si tirar por la v¨ªa f¨¢cil, sin recompensa alguna, o por la m¨¢s exigente, llen¨¢ndonos los bolsillos con m¨¢s dinero / man¨¢, seg¨²n se tercie la ocasi¨®n. La variedad de retos solo viene a confirmar todo lo que abarca Swords and Soldiers desde su perspectiva RTS, que comienza lentamente para ir cobrando fuerza a medida que completamos las misiones.

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