Super Monkey Ball (GameCube)
Los creadores de Space Harrier marcar¨¢n la primera cruz de SEGA en el casillero de GameCube. No ser¨¢ a base de disparos, ni acci¨®n trepidante, ni aliens de otras galaxias, ni planetas fuera de nuestro sistema solar. Solo tres monos, unas esferas, y mucha imaginaci¨®n...
SEGA, en su modesto objetivo de convertirse en la mayor third party del mundo -con el permiso de Infogrames y Electronic Arts- ha comenzado a atestar a base de juegos, o por lo menos de proyectos, a GameCube. Lo cierto es que, cuando anunciaron que la consola de Nintendo era uno de sus principales objetivos, muchos de sus futuros usuarios hicieron mil y una c¨¢bala de como quedar¨ªa el bueno de Sonic repartiendo tortas en Smash Bros. -lo que algunos calificaron como el encuentro del siglo-, ?o porque no?, verlo en una aventura completamente nueva dise?ada exclusivamente para dicha consola.
En fin, que mientras unos estaban en las nubes, los de aqu¨ª abajo fueron m¨¢s realistas y vieron de inmediato que la cosa, como en Game Boy Advance, ser¨ªa algo m¨¢s discreta. Amusement Vision fue la primera en subirse al carro -junto al Sonic Team- y, de nuevo, saltaron las alarmas de euforia. Los creadores del incre¨ªble Space Harrier a este lado de la trinchera ser¨ªa un buen debut. Al menos intenso, r¨¢pido, espectacular y sobre todo, digno, muy digno. Que eso es lo que se espera. Por el momento, en Amusement no han negado nada al respecto, pero su estreno no ser¨¢ nada de lo antes mencionado. Simplemente, un arcade en el que la jugabilidad destrona a los gr¨¢ficos y en el que unos simios la mar de graciosos marginan a las mascotas de relumbr¨®n. Super Monkey Ball. El nombre tiene gancho, por lo menos.
?La raz¨®n?, tan sencilla como su planteamiento. El jugador debe ponerse en el pellejo de tres simios que, dentro de unas esferas, deber¨¢ ir progresando en un mont¨®n de pasarelas, desniveles, ondulaciones y hasta plataformas m¨®viles, intentando recoger el m¨¢ximo n¨²mero posible de bananas y ci?¨¦ndose a un tiempo que apremia al m¨¢s pintado. De este modo, a medida que se va avanzando, los niveles -m¨¢s de 100- aumentan en dificultad -hay tres grados distintos-, lo que deriva, a la postre, en dise?os sencillamente delirantes que incluyen rampas criminales, saltos estratosf¨¦ricos y angostos caminos situados a una altura de v¨¦rtigo solo apto para usuarios con un pulso a prueba de bombas.
Aunque esta no ser¨¢ su principal diferencia. En el nombre, por ejemplo, aparece un 'Super' que no es otra cosa que un eufemismo para asegurar que nos encontramos ante un 'deluxe' con varios aditivos totalmente exclusivos para el miniDVD que posteriormente analizaremos: desde subjuegos que se van desbloqueando seg¨²n avanzamos, hasta otras opciones que nada tienen que ver con el 'Main Game', el ¨²nico modo de que dispone el arcade.
En Amusement Vision, como curiosidad, han necesitado tan solo siete meses para concluir el desarrollo de Super Monkey Ball. No obstante, y aunque se trate de un simple puerto, este hecho demuestra la facilidad de programaci¨®n de GCN, aspecto que los firmantes del juego han ensalzado en m¨¢s de una ocasi¨®n, por lo que no ser¨ªa de extra?ar que en un futuro no muy lejano veamos m¨¢s trabajos suyos corriendo sobre la 128 Bits, aparte del prometedor Virtua Striker 3 con la aparici¨®n de Sonic como estrella invitada.
Pero aqu¨ª no terminan sus novedades. Posiblemente, la que m¨¢s relevancia tenga es la posibilidad de acceder a nuevos modos de juego desde el men¨² de introducci¨®n, como es el caso del Monkey Racer, el Monkey Fight y el Monkey Target.
El primero de ellos es una variante de los juegos de karts, solo que esta vez los personajes ir¨¢n en el interior de una de sus burbujas. Para la ocasi¨®n, deberemos recolectar una serie de items que nos facilitar¨¢n la tarea de quedar los primeros dentro de un total de cinco vueltas. En Monkey Fight pelearemos a destajo sobre un 'ring' en el que el objetivo primordial ser¨¢ expulsar al resto de contendientes a tenor de un sinf¨ªn de objetos que aparecen en todo momento, y que har¨¢n la funci¨®n de potenciadores de nuestro golpes, y por ende, servir¨¢n como armas definitivas ante nuestros oponentes. Por ¨²ltimo, contamos con Monkey Target, que a m¨¢s de uno le har¨¢ recordar a aquel sensacional subjuego de Pilotwings 64 en el que encarn¨¢bamos al temible 'hombre bala'. En este caso, el ¨¦xito y la victoria se separan ¨²nicamente por unos cuantos muros que nos encontraremos durante nuestro vuelo y que habr¨¢ que franquearlos usando toda nuestra capacidad de reflejos.
Pero las sorpresas no terminan aqu¨ª. Seg¨²n descubramos m¨¢s y m¨¢s pantallas, los minijuegos har¨¢n acto de presencia, lo que nos permitir¨¢ adentrarnos en el Monkey Billiar -hiperrealista f¨ªsica de las bolas, que ni el propio Virtual Pool 64 iguala-, Monkey Golf -18 hoyos que ya quisiera para s¨ª Mario y toda su 'trouppe'- y Monkey Bowling -despu¨¦s del infame Milo's Astro Lanes esto suena una bendici¨®n. Sin duda, tendremos extras por un tubo.