Super Bomberman R 2 es el juego que demuestra por qu¨¦ los cl¨¢sicos nunca mueren

En el diccionario de sin¨®nimos de nuestra casa, Bomberman y videojuegos significan lo mismo. El m¨ªtico personaje de Konami (y anta?o de Hudson Soft) lleva en esta industria desde antes que muchos de nosotros y carga sobre los hombros un legado conformado por m¨¢s de 70 juegos. En concreto, este 2023 la saga cumple 40 a?os y para celebrarlo nos llega Super Bomberman R 2, la secuela directa del juego de 2017 que se lanz¨® junto a Nintendo Switch y que rescat¨® del ostracismo al ponebombas tras casi una d¨¦cada de silencio. Aunque no viene a revolucionar nada, lo amplifica todo, y a veces basta con eso.

Gracias a Konami, hace algunos d¨ªas tuvimos un primer contacto con el juego que sirvi¨® para sacar tres conclusiones. Para empezar, que m¨¢s que un homenaje al personaje por su 40 aniversario, Super Bomberman R2 parece m¨¢s bien un homenaje a la historia de la propia desarrolladora. No os imagin¨¢is la cantidad de skins que hay basadas en los nombres m¨¢s emblem¨¢ticos de la misma, y cada una con sus propios stats. Vamos a poder poner bombas con las enfermeras de Silent Hill, con Alucard, el hijo de Dr¨¢cula al que todos conocemos de Castlevania, o con Big Boss, la versi¨®n de Snake de Metal Gear Solid 3, del que hace poco tambi¨¦n os habl¨¢bamos tras probar el que nos parece el recopilatorio definitivo de la saga.

Sabemos que muchos de esos nombres llegaron a la primera entrega v¨ªa DLC con el tiempo, pero haberlos recuperado y reunido de salida es una gran noticia. El juego es un paseo por la historia de Konami, pero tambi¨¦n guarda sorpresas in¨¦ditas, como una reci¨¦n anunciada colaboraci¨®n con Fall Guys que nos permitir¨¢ jugar como Bean Bomber, el simp¨¢tico protagonista del party game que nos cur¨® el alma y las ganas de re¨ªr all¨¢ por 2020, tras el confinamiento por COVID. El caso es que quiz¨¢s sea en los personajes jugables donde m¨¢s salte a la vista, pero Super Bomberman R2 viene cargado de contenidos en todos sus apartados. Modos, escenarios, multijugador¡­ Es una entrega para rato.

La segunda conclusi¨®n que sacamos fue que los nuevos modos de juego son todo un acierto. Se conservan los tres originales del anterior (est¨¢ndar, grand prix y cristales), se a?ade el battle royale para 64 personas de Super Bomberman R Online (nosotros pensamos quedarnos a vivir aqu¨ª hasta que ganemos una, ya est¨¢is avisados) y se experimenta con el llamado modo Castillo. En ¨¦l, 16 jugadores se dividen en dos bandos: uno que protege los cofres del tesoro repartidos por el mapa y otro que trata de hacerse con ellos, previa consecuci¨®n de la llave que los abre, a buen seguro en la otra punta del escenario. Capturar y defender de toda la vida, vaya.

Castillo no ha sido el que m¨¢s nos ha gustado, pues tenemos la impresi¨®n de que estaba un pel¨ªn desigualado para el equipo que defend¨ªa. Los atacantes pod¨ªan ser tres como m¨¢ximo, as¨ª que a veces se enfrentaban a m¨¢s de diez personas y no sab¨ªan ni por d¨®nde les ven¨ªan las bombas de tantas como les lanzaban. Con todo, este modo trae un as bajo la manga y es la opci¨®n de crear nuestros propios mapas y niveles para despu¨¦s compartirlos y dejarlos ser jugados con la comunidad. Un editor que disparar¨¢ las posibilidades de sus fieles seguidores y que seguramente vaya a ser la guinda del modo online, el cual aspira a infinito con un buen sistema de progresi¨®n. Ojal¨¢.

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Y por ¨²ltimo, por ir concluyendo, la reflexi¨®n m¨¢s importante que sacamos es que Super Bomberman R 2 es muy divertido con amigos. Garantiza piques y carcajadas. En estos tiempos en los que muchos party game fallan por falta de contenido y carecen de multijugador local, esta entrega se mantiene fiel y es una gran opci¨®n para las quedadas con los nuestros. Ya lo dec¨ªan los romanos en su d¨ªa al explicar por qu¨¦ llamaban ¡°cl¨¢sico¡± al arte griego. ¡°Es porque nunca pasar¨¢ de moda¡±. Pues bien, en ese sentido, Bomberman vuelve a demostrar que es un clasicazo.