Una ca?a t¨¢ctil

Que Nintendo DS sea hay un ¨¦xito en todo el mundo nadie lo discute, y m¨¢s a¨²n cuando el hecho de que dicha consola tenga dos pantallas y su pol¨ªtica est¨¦ orientada hacia un espectro de poblaci¨®n m¨¢s amplio de lo habitual. As¨ª pues, bajo estas premisas, no es dif¨ªcil poder contemplar como nuestra querida m¨¢quina recibe t¨ªtulos, cuanto menos, bastante originales y que dif¨ªcilmente podr¨ªamos ver en una m¨¢quina dom¨¦stica.

En este caso, los juegos de pesca no son una excepci¨®n. A pesar de que ya hubo alg¨²n que otro intento con recreativas, es evidente que no es un tipo de juego que sea capaz de atraer a las grandes masas. Y m¨¢s a¨²n si el t¨ªtulo que nos ocupa, realizado por Majesco, pese a tener un planteamiento bastante original gracias al uso de la doble pantalla naufraga -nunca mejor dicho- ante las pocas expectativas que de ¨¦l se tienen.

Pescar, ese noble deporte

?Qui¨¦n manejar¨¢ mi barca, qui¨¦n?

La mec¨¢nica del juego es bien sencilla. Se nos invitar¨¢ a participar en un torneo en que premiar¨¢ el mayor n¨²mero de piezas conseguidas, as¨ª como su mayor peso. Para ello tendremos que desplazarnos a aquellos lugares donde divisemos mayores bancos de peces disponiendo, a su vez, de distintos cebos que ser¨¢n m¨¢s o menos acordes con las caracter¨ªsticas del lugar donde estemos pescando.?

Asimismo, podremos tener las condiciones climatol¨®gicas a nuestro favor o no, lo que afectar¨¢ a nuestra suerte.????

Ya dijimos anteriormente que el uso de la pantalla t¨¢ctil era uno de los puntos favorables de dicho juego. As¨ª pues, mientras que abajo dispondremos de un sencillo men¨² con todo lo necesario para poder orientarnos en los distintos lagos, en la pantalla superior se desarrollar¨¢ toda la acci¨®n, puesto que all¨ª estar¨¢ ubicado nuestro anzuelo y veremos a los distintos peces que, con mayor o menor ma?a por nuestra parte, se ir¨¢n acercando a nuestro cebo. Que piquen o no ser¨¢ cuesti¨®n de esperar a que dicho pescado muestre un inter¨¦s en dicho cebo, lo cual a veces puede ser bastante frustrante, sobre todo cuando est¨¢ pr¨¢cticamente al lado o encima del pez en cuesti¨®n y este pasa de ¨¦l.

Volviendo al men¨² anteriormente dicho, dispondremos de un peque?o mapa donde podremos desplazarnos a nuestro antojo siguiendo las cuatro direcciones. Asimismo, tendremos en nuestro haber una ¨²til sonda que nos indicar¨¢ en todo momento d¨®nde est¨¢n los bancos de peces m¨¢s interesantes y numerosos. Por ¨²ltimo, y antes de echar nuestra ca?a al agua, se nos indicar¨¢ por medio de un icono el estado climatol¨®gico del momento, mientras que para controlar el