Strafe, an¨¢lisis

Empieza la temporada de trabajo y es hora de volver a nuestro puesto de recolector de chatarra. Pero esta vez no va a ser como siempre: nuestra empresa planea ir a un destino diferente, muy lejos de nuestra galaxia. Un sitio del que ning¨²n recolector ha vuelto con vida. Las recompensas son inmensas pero el riesgo de morir tambi¨¦n lo es, y aun con esas sabes que hay que tomar el riesgo. Intentas contactar a la nave principal, Icarus, pero no recibes ninguna transmisi¨®n de vuelta. Decides coger un arma y ver que ha pasado en Icarus con tus propios ojos.

Con este pretexto y sin mucha importancia durante gran parte de nuestra aventura, damos comienzo a Strafe, un FPS Roguelike que bebe mucho de cl¨¢sicos como Doom, Quake o Wolfenstein. El factor nostalgia no quedar¨¢ solo con esos ejemplos: a lo largo de nuestra aventura veremos que el juego se ha desarrollado con la d¨¦cada de los a?os 90 en mente. Ya sea por su apartado visual, por su componente shooter, por su excepcional BSO o por otras muchas tantas referencias, es un juego que intentar¨¢ atacar a la nostalgia de gran parte de nuestros lectores m¨¢s adultos. 

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Son of a gun

Estamos ante un estilo de juego fren¨¦tico, donde tendremos que movernos constantemente simplemente por el hecho de enfrentarnos a hordas de enemigos que parece que nunca acaban. La sangre y v¨ªsceras estar¨¢n a la orden del d¨ªa, y que mejor que contar con un gran arsenal para ello. Dispondremos de una gran variedad de armas, tanto primarias como secundarias. Nuestra arma principal la podremos elegir antes de empezar nuestra partida, y no la podremos cambiar en ning¨²n momento. Contamos con 3 armas principales que intentar¨¢n cubrir cualquier tipo de necesidad: escopeta, rifle de asalto y railgun. Cada una de estas armas tendr¨¢ un rol diferente entre si. Si lo que queremos es enfrentarnos en combate directo lo mejor ser¨¢ elegir la escopeta o el rifle de asalto, pero si lo que nos gusta es mantener la distancias, la railgun ser¨¢ nuestra amiga.

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Todas las armas principales tendr¨¢n un modo de disparo principal y secundario. Por poner un ejemplo la escopeta contar¨¢ con el disparo a corta distancia que todos podemos esperar de un arma del estilo, pero a cambio de gastar un poco m¨¢s de munici¨®n podremos usar un disparo secundario que podr¨¢ cubrir largas distancias o m¨¢s enemigos. As¨ª, cada una de las armas principales cuenta con dos tipos de disparos que son totalmente diferentes entre si y que ofrecen diferentes formas de afrontar los combates. Estos dos tipo de disparo se podr¨¢n cambiar si encontramos un puesto de mejora, y como decimos esto har¨¢ que cada partida sea ¨²nica en ese aspecto.

A parte de toda esta variedad de armas principales tambi¨¦n dispondremos de armas secundarias que estar¨¢n esparcidas por el mapa. Su uso ser¨¢ limitado y al contrario con las principales, a est¨¢s no se las podr¨¢ mejorar. Como podemos esperar en un juego del estilo, no habr¨¢ regeneraci¨®n autom¨¢tica de salud y como extra tambi¨¦n contaremos con un escudo que actuar¨¢ como protecci¨®n. Solo podremos recuperar salud o escudo con la obtenci¨®n de dichos elementos, que podremos encontrar esparcidos por el mapa o bien al caer de los enemigos. Tambi¨¦n podremos mejorar el da?o por segundo, precisi¨®n, cargador y la velocidad de las balas. Estas mejoras ser¨¢n aplicables tanto a las armas principales como secundarias. En ciertos momentos encontraremos puestos peque?os de venta donde podremos gastar la chatarra que hayamos encontrado en forma de m¨¢s munici¨®n, o regenerar parcialmente el escudo. Dicha chatarra la podremos convertir en dinero real, que usaremos en las tiendas para la obtenci¨®n de otro tipo de mejoras, que van desde mejorar la velocidad, a?adir un doble salto, adoptar un compa?ero robot, etc. Cabe decir que una vez mueres, pierdes todo progreso que hayas hecho, por lo que ninguna mejora se mantendr¨¢ en nuestra siguiente partida. 

Aleatoriedad no tan bien llevada

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Todas estas mejoras y objetos aparecer¨¢n de forma totalmente aleatoria durante nuestro trayecto. Los escenarios ser¨¢n creados proceduralmente, eso quiere decir que ning¨²n escenario ser¨¢ igual. En total contamos con 4 ¨¢reas, divididas en 3 zonas. Cada una de estas ¨¢reas tendr¨¢ una ambientaci¨®n diferente, con distintos tipos de enemigos que tendr¨¢n un patr¨®n de ataque distinto entre s¨ª. Y aqu¨ª viene uno de los grandes problemas de Strafe, si bien el dise?o de niveles en los primeros compases es excelente con unos espacios cerrados que se adaptan perfectamente al estilo de juego, conforme avancemos veremos que los escenarios se van volviendo m¨¢s abiertos, y es algo que no acaba de cuajar con el tipo de propuesta jugable que ofrece Strafe. El hecho de que estemos ante escenarios m¨¢s abiertos y peor dise?ados solo facilita las cosas. Cuando uno juega a un Roguelike, espera que a cuanto m¨¢s avances, m¨¢s dif¨ªcil lo vas a tener, pero en Strafe pasa lo contrario. Cosas como estas forman parte del eje principal del g¨¦nero, y si no cumples con ello, toda lo bueno que hayas logrado con el juego, se va al garete.

A parte del modo historia, contaremos con 3 modos de juego, que si bien a¨²n no est¨¢n disponibles para el p¨²blico, los desarrolladores esperan implementarlos el pr¨®ximo mes. Strafezone: Desaf¨ªo diario en el que tendremos que batir el mejor tiempo. Speedzone: Desaf¨ªo semanal donde tendremos que hacer nuestro mejor tiempo, pero esta vez con munici¨®n infinita, menos da?o por explosiones, etc. Murderzone: Tendremos que superar 10 salas infestadas de enemigos.

Bugs ''procedurales''

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Desgraciadamente durante nuestras partidas hemos tenido que lidiar ante situaciones que han terminado con nuestra paciencia, y de eso tenemos que culpar a los bugs. Uno puede aceptar encontrarse alg¨²n fallo puntual en cualquier juego, errores que est¨¢n ah¨ª y sabes que no deber¨ªan estar, pero que al final no afectan a la experiencia de forma tan negativa. En el caso de Strafe, hemos tenido de las experiencias m¨¢s desesperantes que recordemos en mucho tiempo. Si bien los primeros niveles est¨¢n muy bien pulidos, a partir de la ¨¢rea 3 empieza la fiesta de los bugs. Desde quedarte atascado entre alg¨²n objeto y morir con cara de impotencia, hasta no poder avanzar porque falte alg¨²n enemigo por matar y que no ha aparecido en tu zona visual, o que simplemente los escenarios se vuelvan negros y no veas absolutamente nada de lo que tienes en frente... Todos estos ejemplos nos han ocurrido en partidas avanzadas, donde llev¨¢bamos m¨¢s de dos horas jugando y que por culpa de estos bugs, esas dos horas de juego fueron en vano. ?Qu¨¦ sentido tiene lanzar un juego que ni tan siquiera es posible de terminar por culpa de errores de programaci¨®n? 

Si los bugs presentes en nuestra experiencia se corrigen en pr¨®ximas sesiones revisaremos la nota pr¨®ximamente