Profundidad sin inmersi¨®n

Lejos de cualquier otro proyecto de la compa?¨ªa de Super Mario, Steel Diver es un intento de aprovechamiento m¨¢ximo de todas las funciones de 3DS bajo un tel¨®n poco recurrente en los videojuegos como puede ser la simulaci¨®n b¨¦lica submarina. Con un aspecto serio y maduro, este nuevo juego de Nintendo, supervisado por Shigeru Miyamoto y a cargo de Vitei Studios, nos lleva hasta las profundidades de unos pocos niveles para que podamos experimentar qu¨¦ se siente al pilotar una de estas mastod¨®nticas naves en mitad del silencio y la paz del fondo marino. Sosiego interrumpido por disparos, minas o volcanes en erupci¨®n, un mundo que nunca antes hab¨ªamos visto en formato estereosc¨®pico pero que justo cuando empecemos a adorar perder¨¢ r¨¢pidamente todo su innegable encanto.

El reto en estos primeros pasos de 3DS est¨¢ claro: demostrar que las 3D tienen atractivo propio en una consola port¨¢til y pueden dar lugar a productos realmente novedosos y diferentes. Steel Diver funciona como una especie de demo t¨¦cnica de ello. Hace uso de casi todas las bondades de la consola e implementa a la perfecci¨®n su mayor caracter¨ªstica, la tridimensionalidad sin necesidad de gafas. El control del submarino y el giroscopio, puramente t¨¢ctil y algo tedioso, emula los comportamientos reales de los veh¨ªculos subacu¨¢ticos, con maniobras lentas y que medir previamente, manejo mediante palancas, c¨¢lculos y precisi¨®n milim¨¦trica. Todo esto se entabla en tres modos de juego bien diferenciados que no nos durar¨¢n demasiado pero que consiguen distraer, incluso a dos jugadores, con un Hundir la Flota especial y m¨¢s complejo que compartir con otra 3DS sin necesidad de que cada jugador tenga el cartucho de juego.

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Manejo de capit¨¢n

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El t¨ªtulo nos cuenta brevemente que en alg¨²n momento del siglo XX un pa¨ªs comenz¨® a invadir a sus vecinos y hubo que crear in extremis una armada submarina secreta especial llamada Steel Diver. Esta introducci¨®n que se narra en la pantalla de men¨² principal no sirve absolutamente paa nada m¨¢s, pues aunque las siete misiones del modo principal nos muestran una misi¨®n u objetivo, en realidad todo el juego se basa en lo mismo, en llegar del punto A al B de un mapa m¨¢s o menos accidentado en scroll lateral, esquivando los ataques enemigos y, quiz¨¢, enfrent¨¢ndonos a uno de sus tres jefes finales, tan simplones como poco emocionantes o desafiantes. Lo mismo ocurre con los tres niveles de giroscopio o los nueve tableros de casillas para jugar en solitario o contra un amigo al que descargarle el juego en red local. Son a?adidos externos que no parecen guardar relaci¨®n con la insusa historia, dando poca cohesi¨®n al juego y sus partes.

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Todo esto hace que aunque se nos pida que nos infiltremos en una base enemiga y ataquemos su n¨²cleo, o derrotemos a un escuadr¨®n y dem¨¢s, al final lo que estaremos haciendo en pleno gameplay ser¨¢ sobrevivir como podamos a la dificultad de los niveles y llegar cuanto antes, bastante exigente con el submarino m¨¢s grande, por ejemplo. Tendremos tres veh¨ªculos para todas las misiones, y para acceder a las ¨²ltimas habr¨¢ que completar las anteriores con los tres. El ND-O1 Manatee es el m¨¢s peque?o y manejable, a cambio no puede inclinarse manualmente y s¨®lo tiene un misil horizontal y uno vertical. El de tama?o intermedio es el ND-03 BlueShark, con dos misiles y volante simple para inclinaci¨®n. El m¨¢s grande es el ND-05 Serpent, con cuatro misiles y volante libre. A grandes rasgos se puede decir que la envergadura de cada submarino va a la par que la dificultad que proporcionar¨¢ al nivel.

Por lo dem¨¢s el control de los tres veh¨ªculos es id¨¦ntico: un bot¨®n para enmascarar sonidos y desviar misiles rastreadores que vengan hacia nosotros, una palanca horizontal para movernos hacia delante y hacia detr¨¢s, y otra para ascender y descender. El reto est¨¢ en saber coordinar los dos medidores direccionales e ir manipul¨¢ndolos ante el serpenteante dise?o de los niveles y todos los misiles, minas, rocas que se mueven y hasta lluvia de magma que nos caer¨¢ encima en la misi¨®n del volc¨¢n submarino, una de las m¨¢s espectaculares t¨¦cnicamente. Las naves tienen su propia barra de vida que podremos rellenar lentamente saliendo a la superficie, y cada vez que recibamos da?o grave habr¨¢ una fuga en nuestra mesa de mandos que tendremos que tapar r¨¢pidamente toc¨¢ndola muchas veces seguidas si queremos poder seguir interactuando con los botones. ?stos son los momentos m¨¢s fren¨¦ticos, cuando el juego no nos deja conducir dejando el sumbarino a la deriva y no para de entrar agua en nuestro panel de control, implementado completamente en la pantalla t¨¢ctil.

La jugabilidad es bastante desafiante ya que el comportamiento f¨ªsico de las naves es formidable, con retrocesos al cambiar de direcci¨®n, maniobras complejas, corrientes de agua que afectan al avance, descenso y salida a superficie paulatina, pesos, movimiento en las profundidades del agua. Adem¨¢s, los niveles tienen mecanismos que deberemos activar derribando barreras para que caigan rocas y abran puertas, piedras que cierran el paso, c¨¢maras de vac¨ªo con agua para poder reparar el submarino... Pese a que solo hay siete misiones y no se tarda m¨¢s de 8 o 10 minutos en superarlas, son muy variadas, llev¨¢ndonos por r¨ªos llenos de cascadas, grutas heladas o el mencionado volc¨¢n submarino en plena erupci¨®n.

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Entre misi¨®n y misi¨®n, encontraremos unos niveles r¨¢pidos de periscopio (30 segundos de duraci¨®n) que servir¨¢n para desbloquear todas las insignias que colocar a nuestros submarinos y hasta hacerlos mas poderosos. Utilizando el movimiento real en c¨ªrculos alrededor del jugador de la propia 3DS, la pantalla mostrar¨¢ una mirilla de submarino en primera persona, desde la que tendremos que disparar y hacer zoom para alcanzar diversas embarcaciones enemigas. Hay tres escenarios o niveles: mar en calma, mar gruesa y profundidad, siendo este ¨²ltimo un duelo de submarinos. Este modo puede jugarse tambi¨¦n por separado desde el primer momento, ya que es m¨¢s bien un minijuego de disparos. La respuesta de este modo al movernos y moverse el periscopio en pantalla es tan buena como la del Atrapacaras, por ejemplo, dejando claro que la nueva port¨¢til tiene mucho que decir en esta tecnolog¨ªa y sus usos.

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Una pecera en la 3DS

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Asi lo denomin¨® Shigeru Miyamoto cuando le preguntaron la primera vez por este juego que realmente consigue a la perfeccion esa sensaci¨®n y la lleva un paso m¨¢s all¨¢ en el tratamiento de la profundidad en el fondo marino. La imagen consigue una sensaci¨®n de profundidad pocas veces vista en un juego, el fondo marino se pierde en el infinito con un trabajado espectro azul que lo difumina en la lejan¨ªa. Se perciben perfectamente los diferentes niveles de los elementos y el relieve, d¨¢ndonos la sensaci¨®n de que estamos ante la ventanilla de un submarino o las gafas de un buzo. Los escenarios son coloridos como la realidad subacu¨¢tica, con bancos de peque?os peces salpicando la escena, corales que se balancean lentamente o grutas bien delimitadas.

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No presentan el mismo notable resultado los submarinos, poco trabajados en dise?o y detalles, sin recibir da?os visuales -salvo que se ti?e de rojo un segundo la nave- y con nulas animaciones, al igual que ocurre con las explosiones, que siempre son las mismas nos impacte lo que nos impacte, y los jefes finales, que pueden ser una criatura marina o un enorme buque cargado de misiles, pero que tienen animaciones nulas y poca imposici¨®n amenazante. El sonido tampoco convence ni est¨¢ a la altura del uso de las 3D o las f¨ªsicas, por ejemplo. Se repite todo el rato la misma exclamaci¨®n al recibir impactos, el s¨®nar no tiene demasiadas variantes y las m¨²sicas pasar¨¢n totalmente desapercibidas.

Pero como venimos diciendo, el gran chasco t¨¦cnico de Steel Diver es su duraci¨®n y poqu¨ªsimos contenidos. Sus cinco primeras misiones del modo principal pueden superarse en menos de un par de horas y para abrir las dos ¨²ltimas, que tampoco traen consigo ninguna innovaci¨®n destacable, habr¨¢ que completar las anteriores con las tres naves, lo que lo hace bastante repetitivo y deja entrever claramente la trampa que se ha utilizado para dar m¨¢s duraci¨®n al juego. El modo contrarreloj solo tiene 8 mapas, simples y cortos que terminar en 2 o 3 minutos, y de dise?o parecido, con algunos elementos dispersados para pon¨¦rnoslo m¨¢s dif¨ªcil. Otro a?adido que busca prolongar la vida del juego reside en la posibilidad de echar una carrera a un submarino fantasma, nuestro de una partida anterior o de los desarrolladores del juego. Todos ellos son extras simplemente, no m¨¢s material o nuevos niveles como desear¨ªamos.

Batalla naval

El ¨²ltimo modo que contiene el t¨ªtulo -y curiosamente el m¨¢s largo aunque no por ello divertido- es la Batalla Naval. Hasta nueve tableros, similares pero con casillas determinadas tapadas, nos enfrentar¨¢n a la CPU o a otro jugador con una 3DS cerca en una evoluci¨®n del cl¨¢sico juego de los barquitos, o m¨¢s conocido comercialmente por Hundir la Flota. Tendremos dos partes del tablero, la nuestra y la del enemigo, y cinco unidades dispersas en ¨¦l, cada una con un movimiento limitado: un submarino, un carguero y tres grupos de barcos "destructores". El objetivo es eliminar el carguero o el submarino rival antes de que el contrario lo consiga con los nuestros. Los destructores y el carguero no pueden salirse de nuestra parte del tablero y los primeros solo disparan hacia abajo, cuando se posicionan encima del submarino enemigo. Nuestro submarino puede cruzar al otro campo y disparar a cargueros mediante el minijuego del giroscopio, pero a cambio tendr¨¢ que desafiar a la suerte en un juego de azar en el que nuestro oponente decide entre tres opciones para soltar una carga explosiva y nosotros entre las tres mismas para situarnos.

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La experiencia no es excesivamente emocionante pero responde a lo que cabr¨ªa esperar de un modo as¨ª, con bastantes opciones para que cada partida sea diferente y absoluta estrategia en el movimiento de nuestras unidades y los combates, m¨¢s centrados en la habilidad y la suerte. Por supuesto, y como en todos los modos del juego, hay un completo tutorial que nos ense?ar¨¢ c¨®mo jugar y las mejores t¨¢cticas. No obstante, en cuanto disputemos unas cuantas partidas, tambi¨¦n se nos quedar¨¢ corto. Es inexplicable c¨®mo un juego de Nintendo que podr¨ªa haber tenido un peso asombroso en sus modos multijugador y extras se ha quedado tan capado, sin Street Pass, combates directos multiplayer, m¨¢s misiones, intercambio de insignias o incluso carreras de submarinos en los niveles de contrarreloj.

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Conclusiones

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Las profundidades, la del fondo marino y la de perspectiva visual, nunca hab¨ªan sido mostradas as¨ª. Steel Diver es otro de esos juegos de la propia Nintendo que saca el m¨¢ximo partido t¨¦cnico a su m¨¢quina y sus funciones, con un uso absoluto de la pantalla t¨¢ctil, tridimensionalidad espectacular, giroscopio... pero que no termina de ser el juegazo largo y sorprendente que muchos esper¨¢bamos. Lejos de la t¨®nica colorista habitual de la compa?¨ªa, esta guerra de naves subacu¨¢ticas gustar¨¢ en sus primeros pasos pero pierde toda la gracia justo cuando descubrimos el poco contenido que ofrece y la repetici¨®n de situaciones de la que intenta abusar para alcanzar una duraci¨®n de m¨¢s de 4 o 5 horas. Sonora y gr¨¢ficamente tampoco es ninguna joya -salvando el uso de las 3D-, por lo que su apuesta en jugabilidad deber¨ªa haberse limado m¨¢s.

Pese a todo esto, estamos ante una obra divertida y adictiva, que reta al jugador con su sistema de control mediante palancas y botones t¨¢ctiles. Cuatro o cinco meses m¨¢s de desarrollo le hubieran dado a este nav¨ªo subacu¨¢tico el rango que quiz¨¢ mereciera, pero no podemos quedarnos con este tr¨¢nsito por la superficie, poco emocionante y breve. Una futura entrega que arreglara sus grietas y ampliara la eslora del producto al completo nos har¨ªa estar desde ya pendientes a ¨¦l. Esperemos que para la pr¨®xima Miyamoto sepa dar un toque de atenci¨®n a sus encargados.