Tras unos a?os desde el lanzamiento de la primera parte, llega State of emergency 2 con nuevo planteamiento e ingredientes novedosos. Desvi¨¢ndose ligeramente de la concepci¨®n del juego que dio pi¨¦ a esta secuela, encontraremos acci¨®n en tercera persona donde las armas y la violencia juegan un papel destacable. Hemos podido probarlo y os damos nuestras impresiones.
Emergencia
El g¨¦nero de la acci¨®n en PS2 goza de un cat¨¢logo m¨¢s que amplio, en el que no destaca especialmente la primera parte de State of emergency 2. Creado por Rockstar tr¨¢s lanzar su Gran Theft Auto 3, cosech¨® cr¨ªticas dispares entre prensa especializada y p¨²blico, en parte debido a las altas expectativas que suscit¨®. El t¨ªtulo de acci¨®n con libertad de movimientos y altas dosis de violencia se qued¨® en esto ¨²ltimo, con un producto m¨¢s bien discreto en el apartado t¨¦cnico y que ofrec¨ªa poco m¨¢s que eliminar personas con el objeto de sumar la mayor cantidad de puntos.
El cambio de desarrolladora junto a la agitada fase de producci¨®n, con paso del producto por varias editoras, ha supuesto un alejamiento del planteamiento conocido en la primera parte. En esta ocasi¨®n, se nos presenta un desarrollo menos abierto, donde la linealidad se apoderar¨¢ del argumento para tratar la trama en forma de peque?as misiones que deberemos ir superando. Todo aquel que haya probado la precuela encontrar¨¢ enormes diferencias en la forma de juego.
Por ello, apenas hay detalles que puedan recordarnos que estamos jugando a la segunda parte de un t¨ªtulo que originalmente era muy diferente. Tambi¨¦n es destacable el alejamiento en cuanto a la importancia que se le ha dado al nivel de violencia, mucho m¨¢s rebajado aunque siempre presente. A tenor de lo visto, el juego poseer¨¢ la clasificaci¨®n de para mayores de edad sin demasiados problemas.?
Recordando el pasado
Un punto de enlace es la historia, situada 10 a?os despu¨¦s de lo sucedido en el primer State of emergency. En esta ocasi¨®n tomaremos el control de Roy MacNeil, viejo conocido, al que sus compa?eros liberar¨¢n en el comienzo del juego. Tras el frustrado asesinato de nuestro personaje mediante la c¨¢mara de gas, nos tocar¨¢ entrar en contacto con el entorno, saliendo de la prisi¨®n en la que nos encontramos.
Durante el juego encontraremos otros protagonistas que podremos manejar activamente. En concreto podremos formar pareja con otro de los personajes disponible para acometer cada misi¨®n, as¨ª como alternar el control entre cada uno de los integrantes de estos grupos. La interacci¨®n en este aspecto no ser¨¢ muy elevada, ya que pese a tener habilidades diferenciadas, rara vez ser¨¢ imprescindible la presencia de un determinado personaje para llevar a cabo un objetivo.
Estas habilidades de nuestros personajes no ser¨¢n meramente decorativas si no que incluso podr¨¢n llegar a interactuar con los habitantes de la ciudad, por ejemplo d¨¢ndoles ¨®rdenes a los miembros de determinada banda latina. Adem¨¢s, contaremos con la posibilidad de interactuar con algunos veh¨ªculos como helic¨®pteros o? autom¨®viles, aunque ser¨¢ en ocasiones muy contadas y para nada lo habitual.
Las armas de fuego han cobrado un papel muy importante como hemos avanzado previamente, ya que se ha abandonado totalmente la posibilidad de combatir con armas blancas o a mano desnuda. Encontraremos un moderado aunque variado arsenal que nos ofrecer¨¢ desde pistolas a lanzamisiles pasando por varios tipos de metralletas, escopetas e incluso lanzagranadas. La variedad no es el punto fuerte, aunque el n¨²mero de armas es suficiente y cumplen su cometido de forma eficiente.
En todo momento podremos intercambiar estas armas con tan solo pulsar un bot¨®n, aunque se har¨¢ algo tedioso el tener que pasar por todas ellas si hemos saltado la que quer¨ªamos elegir. Esto ocurre ya que el men¨² ir¨¢ ciclando las armas de forma constante, y puede hacernos perder unos valiosos segundos si nos encontramos de frente con un grupo de enemigos listos para eliminarnos sin dudarlo.
Un punto destacable negativamente en este apartado es la mala calibraci¨®n del da?o que har¨¢n las armas. En los primeros niveles, un ¨²nico disparo de pistola puede eliminar a un enemigo aunque le impacte en la pierna. Adem¨¢s las balas parecen atravesar cuerpos ya que hemos sido testigos de c¨®mo nuestra metralleta daba muerte a un grupo de tres enemigos en l¨ªnea recta con un ¨²nico proyectil.
Enemigos curiosos
Este comportamiento algo anormal del armamento, coincide curiosamente con algunos detalles negativos en la IA.? El hecho que m¨¢s llama la atenci¨®n es la relativa falta de punter¨ªa de los enemigos, as¨ª como su nula capacidad de maniobra. En muchos casos se quedar¨¢n a menos de un metro de nosotros y a no ser que est¨¦n equipados con armas con amplio radio de fuego, ser¨¢n casi incapaces de acertarnos. Contrasta esto con lo que ocurrir¨¢ en caso de que est¨¦n equipados con una escopeta o metralleta de gran calibre, donde de no protegernos bien seremos eliminados en poco tiempo.
Por si fuera poco, los adversarios mostrar¨¢n un err¨¢tico comportamiento, posicion¨¢ndose en extra?os lugares en busca de cobertura, mientras intentan sin ¨¦xito esquivar nuestros impactos. Estas rutas de movimiento estar¨¢n prefijadas y en cuanto hayamos intentado la misi¨®n un par de veces seremos capaces de detectarlas f¨¢cilmente. Otro detalle a destacar es el hecho de que se nos presentar¨¢n normalmente como grupos que aparecer¨¢n repentinamente al activar determinados interruptores o realizar alg¨²n acto en concreto.
Siguiendo con esto, debemos mencionar el pobre desarrollo de las misiones que en la gran mayor¨ªa de ocasiones superaremos mediante la pura repetici¨®n una y otra vez. Tampoco existan puntos de guardado tras completar determinados objetivos lo que en ocasiones nos har¨¢ sentir frustrados por tener que repetir una parte que ya ten¨ªamos completada.
A nivel tecnol¨®gico, State of emergency 2 sufre algo parecido a lo que le ocurri¨® a su antecesor, con un apartado general m¨¢s bien discreto. Visualmente el juego ofrece gran cantidad de modelos en pantalla, manteniendo el aspecto ca¨®tico de su predecesor. Este punto resulta convincente ya que en ning¨²n momento notaremos ralentizaciones en pantalla, pese a que el n¨²mero de modelos es realmente alto.
Lo dicho se ve potenciado por? la baj¨ªsima cantidad de pol¨ªgonos que formar¨¢n tanto a personajes como los escenarios. El motor parece desfasado varios a?os respecto a los t¨ªtulos punteros de la consola, con texturas planas y simple, sin un nivel de detalle destacable. Se echa en falta un mejor trabajo en este aspecto, a pesar de algunos detalles de calidad como la realizaci¨®n de las escenas intermedias con el mismo motor del juego, que tienen un gui¨®n muy cinematogr¨¢fico.
A nivel din¨¢mico notamos unas animaciones simplemente aceptables, con algunos movimientos bruscos en las de nuestros antagonistas. Los efectos especiales tampoco se prodigar¨¢n en apariciones, siendo ¨²nicamente digno de menci¨®n el desenfoque que sufriremos cuando estemos con la barra de salud muy baja. El sonoro es otro apartado bastante descuidado, con escaso n¨²mero de melod¨ªas y un doblaje bastante simple y de poca calidad.
Posibilidades
Uno de los mejores puntos del t¨ªtulo tras esta primera toma de contacto es la cantidad de opciones que posee para alargar su vida ¨²til. La campa?a principal nos tomar¨¢ alrededor de 20 horas, seg¨²n nuestro nivel de destreza, que para tratarse de un juego de acci¨®n es un tiempo considerable. Como modos adicionales encontraremos un multiplayer donde podr¨¢n darse cita hasta 4 jugadores localmente y un modo denominado arcade, donde deberemos cumplir misiones con objetivos concretos y un tiempo l¨ªmite.
En la variante multiplayer contaremos con las modalidades cl¨¢sicas en los FPS, como pueden ser el combate a muerte o capturar la bandera. Tendremos la posibilidad de a?adir enemigos controlados por la IA del juego, ajustando su nivel de dificultad. El numero de mapas en este punto es m¨¢s bien escaso, aunque podremos desbloquear nuevos escenarios y personajes mediante nuestros logros en el juego.? Afortunadamente estos modos romper¨¢n la monoton¨ªa del juego monojugador, permiti¨¦ndonos disfrutar de la acci¨®n en compa?¨ªa.
Pese a que los modos adicionales le otorgan algo de valor a?adido, no parece que a priori vaya a convertirse en un indispensable para nuestra consola. Deberemos esperar a la versi¨®n final antes de juzgar definitivamente el t¨ªtulo, aunque muchos de los elementos que destacan negativamente es poco probable que sean modificados. Esperemos que el producto final sufra alg¨²n cambio realmente relevante para evitar pasar a engrosar la lista de t¨ªtulos que pasaron sin pena ni gloria por el cat¨¢logo de la negra de Sony. ?