Niebla de guerra

Hay innumerables juegos actualmente en el mercado que dicen ser de estrategia en tiempo real; en MeriStation los hemos jugado casi todos, y sabemos a ciencia cierta que 'ETR' son siglas muy f¨¢ciles de decir a la ligera pero luego muy complicadas de mantener. Lo que es en tiempo real generalmente no es estrategia, y lo que es estrategia no es en tiempo real. En ocasiones nos topamos con productos que no son ni estrategia ni reales. Pero si de algo puede presumir SA:FO es de cumplir lo que presume.

Al analizar Squad Assault: frente Oeste nos encontramos en la dicotom¨ªa de juzgar un juego hoy que en realidad muchos conocen desde hace ya dos a?os. La jugabilidad de West Front est¨¢ intacta en cuanto a lo que ofrece, pero si el apartado gr¨¢fico ya era el punto d¨¦bil del juego a finales de 2003 uno se puede imaginar lo envejecido que se antoja hoy en d¨ªa. Lo que decimos es una verdad como un templo: unos gr¨¢ficos despampanantes no son imprescindibles para un t¨ªtulo de este tipo pero lo cierto es que un apartado t¨¦cnico cuidado lo hace mucho m¨¢s agradable a todo tipo de jugador potencial.

Frente Oeste nos pone en la piel de tanto los Aliados como del Eje, durante el conflicto global m¨¢s tratado en la historia de los videojuegos: la Segunda Guerra Mundial. En esta ocasi¨®n, desde el d¨ªa del desembarco en las playas de Normand¨ªa hasta la victoria final relativamente poco tiempo despu¨¦s, nuestro deber ser¨¢ comandar a los escuadrones para que cumplan sus objetivos; obviamente la mitad de ellos ser¨¢n para afianzar lo ocurrido en realidad y el resto como futuro alternativo.

Los parecidos con otros juegos del estilo como Close Combat (9.2 en MeriStation en el a?o 1998) y los subsiguientes no es casual ya que comparten la misma coletilla en el t¨ªtulo: Squad Assault: Frente Oeste de Eric Young. En este caso no estamos hablando de estrategia por turnos (aunque el juego pueda jugarse casi como tal), pero la precisi¨®n del recreado del entorno de esos momentos y el nivel de inmersi¨®n t¨¢ctico y de conocimientos es muy similar.

La victoria en los combates, sin embargo, no necesariamente se debate en la aniquilaci¨®n total del adversario. En muchas ocasiones es imprescindible mantener puntos de control y saber utilizar las mejores armas disponibles para cada ocasi¨®n. Hay mucha cantidad de estrategia real dentro de Frente Oeste y el comportamiento de las unidades, as¨ª como su balance, est¨¢ muy logrado. Estamos ante un producto que, a nivel de teor¨ªa de la guerra, hace muy buen trabajo.

Frente Oeste no es un juego para todo el mundo, ni mucho menos. Hay que saberle perdonar bastantes cosas, en especial del apartado gr¨¢fico y sonoro, y tambi¨¦n adecuarse a un sistema de juego denso. La curva de aprendizaje puede llegar a ser bastante dura si uno es de aquellos que no se lee el manual, aunque una vez metidos en el ajo su dificultad no es demasiado elevada. Empecemos con los gr¨¢ficos y el sonido.

La c¨¢mara permite acercarnos a la acci¨®n, rotar el mapa alrededor de las unidades y en cualquiera de los tres ejes imaginarios. Sin embargo hay que acostumbrase a ella, en demasiadas ocasiones brusca y que tiende a ser dif¨ªcil de manejar en los momentos apretados. Cuando queramos acercarnos a la acci¨®n comprobaremos lo que mencionamos en el p¨¢rrafo anterior, mientras que adem¨¢s una 'vista de p¨¢jaro' sirve para controlar m¨¢s unidades al mismo tiempo.

El interfaz est¨¢ bastante bien conseguido, una vez superamos los problemas con la c¨¢mara. La parte central de la pantalla se ocupa de que la acci¨®n quede bien enfocada mientras que la parte inferior se concentra en la descripci¨®n de las unidades, n¨²mero de integrantes, salud general de la unidad y cantidad de moral restante antes de romperse an¨ªmicamente. Es relativamente sencillo acomodarse al sistema de ¨®rdenes y es visualmente muy simple enterarse de qu¨¦ est¨¢ haciendo cada unidad del campo de batalla.

Una vez m¨¢s, a nivel de efectos puramente gr¨¢ficos (part¨ªculas, animaciones, humo o niebla, construcciones, etc.) es francamente corto. Tenemos cierta capacidad de interacci¨®n con el escenario, especialmente con la artiller¨ªa pesada, pero en general hay poco de todo. Aunque no deja de ser un juego de estrategia, pensamos que a?adir un poco m¨¢s de espectacularidad a la acci¨®n en forma de detalle gr¨¢fico ser¨ªa un a?adido muy importante al juego, que parece verdaderamente sacado de las 2D y cogido con pinzas.

A nivel de efectos de sonido el juego responde con bastante eficiencia, tanto de los movimientos de los tanques y veh¨ªculos en general como de la artiller¨ªa, que suena contundente. Los disparos de la infanter¨ªa son bastante realistas y sus voces pueden escogerse en el men¨² principal; es decir, podemos escoger el idioma en el que hablan los soldados, si en su lengua nativa o en ingl¨¦s. Ya puestos podr¨ªa haberse incluido el castellano, pero por lo menos los men¨²s y lo que es el interior del juego est¨¢ traducido a nuestro idioma.

El juego nos llega con el parche 1.80, de abril de 2004, que correg¨ªa algunos defectos propios de la jugabilidad, as¨ª como ajustaba la visibilidad de las unidades para medias y largas distancias.

Cada escuadr¨®n se selecciona individualmente en la parte inferior de la pantalla, aunque es posible hacerlo con el rat¨®n. A partir de ah¨ª se despliega un men¨² vertical con el que se dan las ¨®rdenes esenciales de ataque, defensa, avance cauteloso, cobertura, asalto, etc. Eso no garantiza que las unidades vayan a realizar exactamente lo que les decimos, ya que su comportamiento var¨ªa enormemente en funci¨®n de su estado de ¨¢nimo.

Ya que las unidades pueden, en el caso de sobrevivir, utilizarse en futuras batallas hay que considerar factores potenciales como el cansancio o la veteran¨ªa. Es muy gratificante ver como hay unidades que perviven durante todo el desarrollo del juego, o incluso nos sorprenderemos intentando conservar algunas en una muestra de que en ocasiones el nivel de inmersi¨®n de West Front es notable.

Al igual que ocurre en el reciente juego de Relic, Warhammer 40k, la moral puede ser la clave de la victoria. Un soldado desmoralizado no solamente bajar¨¢ su ritmo de fuego o descender¨¢ su precisi¨®n al disparar, sino que decididamente se batir¨¢ en retirada a la espera de poder reagruparse y volver a mirar al campo de batalla. Las unidades 'rotas', son f¨¢cilmente aniquiladas por el enemigo al perseguirlas, ya que generalmente no respetan las coberturas y se ofrecen a la l¨ªnea de fuego.

El uso de las cl¨¢sicas t¨¢cticas de guerra es esencial en Frente Oeste; enviar a los exploradores seguidos de la infanter¨ªa, encontrar trincheras para procurarse un escondite o preparar una emboscada, ocupar edificios para sorprender a los enemigos disparando a trav¨¦s de sus aberturas, utilizar fuegos de cobertura para favorecer el avance de nuestras unidades o saber pedir a tiempo una cobertura de la artiller¨ªa para dar tiempo a una retirada puede resultar fundamental en el campo de combate.

Todo tipo de unidades est¨¢n disponibles en el juego, aunque especialmente la infanter¨ªa de ¨¦lite ser¨¢ nuestra mejor arma; los tanques funcionan como excelentes veh¨ªculos de apoyo aunque no son demasiado h¨¢biles de atacar posiciones fortificadas, mientras que la artiller¨ªa naval es imprecisa pero devastadora una vez encuentra un blanco visible. Cada unidad emplea y dispone de un tipo de arma espec¨ªfico y una cantidad de munici¨®n limitada que del mismo modo deberemos administrar.

El juego puede pausarse en cualquier momento y, sobretodo al principio, lo m¨¢s normal es hacerlo bastante a menudo. Una vez asignemos una orden es posible cambiarla (contrariamente a cl¨¢sicos de estrategia por turnos como Panzer General, por ejemplo) y posteriormente reanudar el juego con la nueva configuraci¨®n al toque de un bot¨®n. Funciona con transparencia y es el mejor m¨¦todo de no perder unidades por descuido.

Una de las grandes quejas durante el tiempo que el juego lleva operativo fuera de nuestras fronteras y de lo que nos tenemos que hacer eco es precisamente la propia selecci¨®n de unidades una vez est¨¢n repartidas por el mapa. Recordemos que pueden haber decenas y decenas de soldados simult¨¢neamente en combate y en ocasiones resulta bastante complicado recordar donde tenemos a cada uno, especialmente si ha tenido que huir por una rotura de moral.

Hay un n¨²mero considerable de misiones para las campa?as principales, pero es posible jugar con un compa?ero en un cl¨¢sico versus en cualquiera de los escenarios disponibles del juego. En el momento de escribir este art¨ªculo no pudimos encontrar a nadie al que desafiar, pero esperamos poder actualizar esta secci¨®n tan pronto como nos sea posible.

Hay algunas razones para amar a West Front, especialmente por lo espec¨ªfico de su contenido y lo realista en su puesta en pr¨¢ctica. Hay muchas cosas que, sin embargo, pueden mejorarse mucho: desde la interacci¨®n hasta el dise?o de los escenarios, planos y sosos, o la posibilidad de centrar un escuadr¨®n haciendo click en ¨¦l, algo que es com¨²n en muchos juegos desde el mismo 1998. Es un t¨ªtulo decente, en resumen, al que le falta pegada para ser un peso pesado.