Un nuevo universo que explorar

Spore sufri¨® un lanzamiento accidentado, en el que se combinaron las expectativas imposibles alrededor de un proyecto largamente esperado -alimentadas por la falta de inter¨¦s de detallar los objetivos del juego y la mentalidad en el dise?o de sus mec¨¢nicas, y el excesivo inter¨¦s en promocionar sus aspectos genuinamente revolucionarios-, un sistema antipirater¨ªa poco popular que levant¨® en armas a los usuarios -EA ha aprendido la lecci¨®n- y algunos problemas un tanto absurdos entorno a aspectos que poco tienen que ver con el juego c¨®mo la cr¨ªtica de ciertos cient¨ªficos al poco inter¨¦s por la simulaci¨®n de las teor¨ªas evolutivas en el juego, rendidas ante un dise?o obsesionado en la simplificaci¨®n y la accesibilidad.

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A¨²n as¨ª, Spore ha logrado unas cifras importantes de dos millones de copias en todo el mundo. Quiz¨¢s no sea la explosi¨®n de ventas que la compa?¨ªa esperaba -Sims 3 parece m¨¢s capacitado para lograrlo- pero son unas cifras lo suficientemente importantes como para seguir trabajando en ¨¦l. Ya en el an¨¢lisis de Spore se comentaba que una parte fundamental de su futuro pasaba por las inevitables expansiones, que deber¨ªan incidir en llenar de contenido y en construir sobre los cimientos creados para crear una experiencia progresivamente m¨¢s rica, que se alimente de las enormes posibilidades de un juego que ha basado su fuerza en dejar al jugador explorar su propia creatividad.

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Lo m¨¢s destacable de Aventuras Gal¨¢cticas es el cambio en lo que se refiere al tipo de creatividad que se ofrece al jugador. Los impresionantes editores de Spore fueron uno de los principales elementos del juego, pero no se pod¨ªa evitar pensar que, en el fondo, era una creatividad puramente est¨¦tica que no ten¨ªa implicaciones en el propio juego. Eso cambia completamente en esta edici¨®n gracias al nuevo editor, que forma la columna principal que da sentido a esta expansi¨®n: la inclusi¨®n de misiones y el potente editor que permite crearlas.

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Una vez instalada la expansi¨®n -requiere el juego original-, no hay cambios en el desarrollo de un juego completo por todas las fases. La ¨²nica que cambia es la fase espacial, que ahora ofrece la presencia de unos planetas especiales con aventuras en su interior -tambi¨¦n se pueden acceder a las misiones de forma inmediata, pero pierden gracia estando tan aisladas del desarrollo del juego, es m¨¢s recomendable empezar en la fase gal¨¢ctica directamente si no se quiere pasar por las cuatro fases anteriores-. La inclusi¨®n de nuevas piezas y complementos para tu criatura permiten jugar m¨¢s con el editor de criaturas. En el momento en el que tu criatura est¨¦ preparada, ya tendr¨¢s a tu capit¨¢n espacial listo para la acci¨®n, que puede bajar a los planetas espaciales bien solo o bien con un grupo de su propia especie.

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La expansi¨®n incluye una selecci¨®n de aventuras ya definidas, algunas bastante mejores que otras. Controlas directamente al capit¨¢n espacial, dotado de un nuevo arsenal de ataques y habilidades sociales con los que afectar a las criaturas a su alrededor, que adem¨¢s podr¨¢ ganar equipamiento extra, niveles de experiencia y nuevos poderes como ataques de rayos con los que defenderse de las criaturas a las que tendr¨¢ que enfrentarse. Ese desarrollo de personajes es otra de las novedades importantes de Aventuras Gal¨¢cticas, aunque las mec¨¢nicas del juego son tan simples que esa progresi¨®n se hace extremadamente lineal. S¨ª, la criatura se hace m¨¢s fuerte y consigue equipamiento y poderes, pero su abanico de opciones siempre est¨¢ muy limitado.

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El editor de misiones es sencillamente el elemento m¨¢s impactante del juego, ya que abre todo un planeta a las herramientas de edici¨®n, introduce nuevos elementos de terraformaci¨®n y permite la construcci¨®n de todo tipo de estructuras de una manera sencilla, pero abierta pueda crear intrincadas estructuras en los que desarrollar las misiones. Desde cosas simples como crear peque?as poblaciones a crear ciudades m¨¢s grandes, fuertes, fortalezas o estructuras laber¨ªnticas, las posibilidades de editar planetas enteros abre un nuevo nivel dentro de los editores del juego. Pero crear misiones implica m¨¢s que eso, lo que incluye poblar el planeta, definir el comportamiento de los habitantes mediante un sencillo sistema de control de IA, escribir di¨¢logos, establecer condiciones y dividir la aventura en los ocho actos obligatorios que limita y enfoca este editor. Es el editor m¨¢s complejo con diferencia del juego, pero sigue las l¨ªneas generales de accesibilidad, por lo que es "juguete" con el que da gusto jugar. No ofrece la potencia o la versatilidad de editores m¨¢s complejos como el de Neverwinter Nights, pero tampoco es tan intimidante y est¨¢ abierto a todo el mundo, que podr¨¢ compartir sus misiones y explorar las de otros a trav¨¦s de la base de datos global online del juego.

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Pero a pesar de los logros de esta expansi¨®n, hay algunos problemas importantes que deben ser comentados. El principal es la certeza de que Spore no estaba pensando para ciertas cosas que en teor¨ªa se permiten realizar en el editor de misiones, lo que crea algunos problemas de bugs importantes. El sistema de trazado de rutas a veces deja mucho que desear, y puede hacer que los personajes no se muevan a donde deber¨ªan. La expansi¨®n utiliza la base de la fase Criatura, pero no es lo mismo recorrer planetas sin nada m¨¢s que plantas, que recorrer planetas que pueden estar completamente cargados de estructuras. Hay tambi¨¦n problemas con el choque de objetos, con algunos objetos que acaban solap¨¢ndose en ciertas condiciones. Cosas tan tontas como andar por puentes puede tener resultados bastante extra?os.

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Estos problemas a veces tienen unas ramificaciones nada deseables que pueden hacer algunas misiones imposibles de completar. En general el editor est¨¢ estructurado para intentar reducir situaciones en los que las misiones no puedan completarse, pero cuando eso puede llegar a suceder en alguna de las misiones que incluye el juego, est¨¢ claro que la posibilidad de que eso suceda es muy real y es uno de los mayores defectos del juego. Otro detalle que no se ha cuidado es el de incluir un sistema de puntos de seguridad en las misiones, de modo que una vez que mueres vuelves al comienzo de la misi¨®n, lo que no resulta una gran soluci¨®n y puede resultar frustrante. Con todo, las posibilidades del editor del juego son tan amplias y el editor es tan accesible y divertido de usar, que sus inconvenientes quedan en segundo plano.

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