Sonic y El Caballero Negro
El cuento de nunca acabar
Sonic regresa a Wii con un nuevo cuento que recorre las aventuras del erizo a trav¨¦s de la mitolog¨ªa del Rey Arturo. Con un apartado gr¨¢fico sencillamente impresionante, la mascota de Sega padece de una jugabilidad demasiado inestable pese a la buena propuesta que Sonic Team ofrece para la consola de Nintendo. Un t¨ªtulo relativamente corto, plagado de extras donde lo m¨¢s destacado es el trabajo art¨ªstico que se ha llevado a cabo ante la carencia del soporte de un sistema de juego a la altura de su protagonista.
Poco a poco vamos perdiendo la fe en el Sonic Team, el grupo de desarrollo que se ha encargado del erizo azul desde tiempos inmemorables. Si Sonic y los Anillos Secretos fue para la mayor¨ªa de los aficionados una pobre v¨ªa para introducir a la mascota de Sega en Wii, no cabe duda de que el t¨ªtulo que hoy analizamos corre una suerte muy parecida, s¨®lo que dos a?os m¨¢s tarde y con un mercado que ya ha visto pr¨¢cticamente de todo en la consola de Nintendo. Cada momento atiende a un contexto hist¨®rico, y es obvio que muchos medios -entre ellos el presente- dieron por bueno el resultado del primer ?cuento' virtual de Sonic, pese a que ofrec¨ªa un resultado que en nada recuerda a las cl¨¢sicas aventuras del h¨¦roe azul.
Cada usuario baraja una forma de pensar, un gusto que se recicla a cada nueva aventura que ve la luz en el mercado, por lo que establecer una verdad absoluta acerca de la calidad que atesoran las ¨²ltimas ediciones de Sonic es, cuanto menos, una tarea bastante complicada. Desde Sonic Team se han empe?ado en asegurar que el erizo volver¨ªa a sus ra¨ªces antes de que nos di¨¦semos cuenta, o al menos esa fue la intenci¨®n de Sonic Unleashed. Pero una vez m¨¢s parece que las ganas y el entusiasmo acab¨® por perder a los desarrolladores del t¨ªtulo que se llenaron la boca de promesas sin tener en cuenta las consecuencias de vender al p¨²blico un t¨ªtulo que ofrec¨ªa una de cal y otra de arena.
El paso de los meses no ha hecho m¨¢s que confirmar el recelo con el que los usuarios reciben cada nueva aventura de Sonic. Hasta los aficionados m¨¢s ac¨¦rrimos se ponen a temblar cuando escuchan las nuevas propuestas de Sega. Hab¨ªa algo extra?o en el desarrollo de este Sonic y el Caballero Oscuro, muy poca publicidad, escasa repercusi¨®n p¨²blica por parte de los medios especializados, algo que no se pod¨ªa comprender a tenor de las im¨¢genes y v¨ªdeos que se presentaban del juego a poco de ver la luz en Estados Unidos. Con el resultado final entre nuestras manos, y despu¨¦s de pasar numerosas horas probando lo mejor y lo peor del t¨ªtulo, podemos afirmar que una vez m¨¢s estamos ante un producto que se queda a medias en cuesti¨®n de jugabilidad, mientras que t¨¦cnicamente se destaca como uno de los videojuegos m¨¢s vistosos de Wii. Extra?a mezcla.
La introducci¨®n nos pone en la piel de una joven maga -Merlina- que en un momento dado se encuentra rodeada por unidades enemigas. Por medio de sus poderes m¨¢gicos invoca a un ayudante legendario que, c¨®mo no, resulta ser Sonic, quien cae desde las alturas protagonizando un sketch bastante c¨®mico acerca de su comida favorita, los perritos calientes. Al erizo s¨®lo le preocupa comer, ya que librarse de los enemigos es poco menos que moco de pavo, y apenas requiere unas cuentas carreras para hacerlos desaparecer. No obstante no es capaz de comprender d¨®nde se encuentra ni por qu¨¦ motivo le han invocado hasta que percibe la presencia de un extra?o caballero oscuro montado a caballo, de imponente armadura y ronca voz. Cinco minutos de argumento que desvelan todo lo necesario para comprender el argumento de ahora en adelante.
Como podr¨¦is ver, la historia no es precisamente un punto que destaque por su originalidad, ya que a excepci¨®n de los nombres que los que se bautiza a los personajes y la apariencia de los mismos, el cuento no tiene nada especial que ofrecer m¨¢s all¨¢ de la moraleja que ya conoce sobradamente el p¨²blico. No en vano por este motivo es gracioso por c¨®mo se desenvuelve Sonic por el argumento, sin ninguna sorpresa ni giro argumental que nos empuje a seguir disfrutando de la aventura. En cualquier caso, hay que elogiar la decisi¨®n de Sonic Team de cara a narrar estas escenas por medio de artes conceptuales animados, un aut¨¦ntico gui?o a los que gusten de esta forma narrativa, y sin duda un aut¨¦ntico despliegue art¨ªstico que tambi¨¦n se percibe en el dise?o de los escenarios.
La trama tiene poco que ofrecer al jugador. Est¨¢ ah¨ª, se agradece su presencia, pero en ning¨²n caso se perfila como un motivo de peso para disfrutar de este juego. Sin embargo su puesta en escena encaja perfectamente con el despliegue visual que se ha elaborado para dar vida a Sonic and The Black Knight. Parece que desde el estudio japon¨¦s han aprendido la lecci¨®n en este sentido, y si en los Anillos Secretos el apartado gr¨¢fico era uno de los puntos m¨¢s criticados, en esta ocasi¨®n sucede todo lo contrario. La introducci¨®n cinem¨¢tica del juego resume a grandes rasgos lo que tenemos por delante, que en esencia son varios niveles con sus caracter¨ªsticas propias y la necesidad imperiosa de pasar por verdes praderas, cuevas, ciudades fortificadas y dem¨¢s localizaciones.
El dise?o de Sonic es el id¨®neo, interact¨²a perfectamente con los elementos que le rodean, no hay defectos que empa?en las visuales de un juego que apuesta sin tapujos por ofrecer toda clase de atrezos, caminos alternativos y dem¨¢s alternativas que garantizan que en este aspecto desde Sonic Team se ha puesto toda la carne en el asador. Hay algunos problemas puntuales para acceder a los cofres y barriles que nos conceden anillos, y por supuesto no todos los enemigos cuentan con un dise?o tan espectacular como los primeros que nos reciben, pero en regla general nos encontramos ante un apartado muy completo en todos los sentidos. El punto m¨¢s destacado es sin duda el de los artes conceptuales que narran la historia como si de un aut¨¦ntico cuento se tratase, al igual que el fabuloso aspecto que lucen pr¨¢cticamente todos los escenarios por los que transcurre la partida.
Esla idea est¨¢ndar que Sonic Team lleva tratando de enderezar desde hace algunos a?os, y que curiosamente da muestras de cansancio incluso sin haber llegado nunca a eclosionar por completo, limit¨¢ndose a ofrecer un resultado discreto y poco eficiente. Manejamos a Sonic empleando el nunchuk para moverle y cambiar de direcci¨®n, mientras que el wiimote hace las veces de espada. Hay que sacudir el pad para asestar un golpe que Sonic realiza hacia cualquier direcci¨®n indistintamente de la direcci¨®n en la que hayamos realizado el movimiento original. El wiimote se limita a cumplir su cometido sin transmitir una sensaci¨®n de agilidad o que realmente nos haga sentir los portadores de la espada.
El erizo cuenta con una l¨ªnea de movimientos bastante limitada. Adem¨¢s de correr y saltar -con doble impulso- puede asestar golpes, subirse a cualquier bordillo (autom¨¢ticamente, no a petici¨®n del jugador) para deslizarse por ¨¦l, emplear la espada como punto de apoyo para escalar por una pared, e incluso pasar a un modo de concentraci¨®n mediante el bot¨®n B que ralentiza el tiempo, fijando al enemigo en una mira y posibilit¨¢ndonos posteriormente acabar con la vida de estos seres sin el menor esfuerzo. Para poder realizar este ataque hemos de rellenar una peque?a barra situada en la parte inferior izquierda de la pantalla, algo que s¨®lo podemos hacer capturando por el camino un n¨²mero determinado de hadas rojas, que tambi¨¦n nos ayudan a obtener mayor puntuaci¨®n al finalizar la misi¨®n de marras.
La mec¨¢nica de juego se divide en misiones, con un n¨²mero determinado por nivel. La aventura no se realiza de forma lineal, sino que saltamos de un nivel a otro realizando distintos encargados. Asimismo cada misi¨®n tiene unas determinadas exigencias para ser cumplimentada, ya sea eliminar a un n¨²mero concreto de enemigos o sencillamente intercambiar anillos con los lugare?os que pululan por algunos escenarios -por medio de un QTE tremendamente molesto que rompe el ritmo de juego-. Al finalizarla recibimos una puntuaci¨®n que oscila entre cinco estrellas y que a su vez nos otorga reputaci¨®n entre los aldeanos. Cuantos m¨¢s aldeanos se sientan fascinados con nuestras acciones mayor ser¨¢ nuestro nivel de experiencia, aunque en este punto el jugador apenas puede intervenir en el desarrollo del personaje.
Esto sucede en apenas cinco o seis horas, menos a¨²n si nos limitamos a seguir la historia principal sin pararnos a cumplir las pocas misiones secundarias que aparecen la primera vez que realizamos la partida. La mec¨¢nica de juego no ofrece muchas posibilidades en este sentido, ya que durante las misiones s¨®lo podemos correr, tratar de no ser da?ados por os enemigos (Sonic dispone de un modo para defenderse pulsando la Z del nunchuk, aunque de optar por ello el erizo se para en seco oblig¨¢ndonos a perder velocidad) y cumplir los pocos objetivos secundarios a nuestro alcance. Hay algunas misiones divertidas, otras que simplemente est¨¢n ah¨ª como relleno, y muchas, muchas posibilidades que se han desechado o que apenas entrar en juego m¨¢s de una o dos veces a lo sumo.
Pero entre todos los posibles h¨¢ndicaps de la jugabilidad, el peor viene impuesto por la supuesta mayor novedades y atractivo del producto; el uso de la espada. No es de extra?ar la reacci¨®n del p¨²blico cuando se anunci¨® que en esta ocasi¨®n Sonic pasar¨ªa a portar una espada, una decisi¨®n que no agrad¨® a los aficionados, y no sin raz¨®n. A este t¨ªtulo no le pesa tanto el concepto en s¨ª como su puesta en escena. Todos los movimientos del erizo se controlan con relativa facilidad (pese a que es imposible acercarse a un borde, donde generalmente suelen estar los barriles que esconden los anillos, otro aspecto incomprensible) a excepci¨®n del uso de la espada, que no responde de forma precisa a las indicaciones del wiimote. Es habitual saltar, mover el mando y contemplar c¨®mo Sonic ignora por completo nuestro mandato, o perder varios anillos por efectuar la misma acci¨®n frente a un enemigo.
Al menos contamos con un variado elenco de extras para paliar todas las insuficiencias de la jugabilidad y de la corta duraci¨®n del t¨ªtulo, que pasan por los iconos anteriormente mentados, nuevo equipo para gozar de atributos espec¨ªficos durante las misiones (invulnerables ante el veneno, m¨¢s tesoros a final de nivel, etc¨¦tera) e incluso una excelsa galer¨ªa donde debemos cumplir una serie de requisitos para poder desbloquear todos los artes conceptuales, escenas cinem¨¢ticas, melod¨ªas? Precisamente el sonido es otro de los puntos regulares del t¨ªtulo, con una selecci¨®n apropiada de melod¨ªas aunque poca variedad, adem¨¢s de la posibilidad de seleccionar el japon¨¦s como idioma para el doblaje, ya que el original deja bastante que desear, como suele suceder en estos casos.
Aqu¨ª disponemos de varias alternativas; batalla, donde hemos de derrotar a todos los adversarios que encontramos por el escenario, supervivencia, donde prima ser el ¨²ltimo que queda en pie despu¨¦s de la acci¨®n, batalla fantasma / batalla de titanes, donde hemos de dar buena cuenta de los soldados y de los titanes, seres de un tama?o algo superior al habitual. Todos ellos se basan en la cooperaci¨®n en equipo con la motivaci¨®n a?adida de conseguir m¨¢s puntos que nuestros compa?eros al finalizar la partida. No obstante hemos de desbloquear estas modalidades en el modo historia, por lo que nos vemos obligados a terminar el juego antes de pasar directamente por esta alternativa.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.