Un trabajo desagradable, pero alguien tiene que hacerlo...

Cuatro cabezas nucleares han sido robadas a los EE.UU.; Cuatro problemas de los gordos. Cuatro posibles atentados. Diez misiones que realizar para neutralizar la amenaza. Una soluci¨®n: mercenarios. Un nombre: John Mullins. T¨². ?Te atreves?

Cada vez est¨¢ m¨¢s claro que las casas desarrolladoras quieren exprimir los filones que ya tienen o han tenido en sus juegos PC para llevarlos hasta las consolas de nueva generaci¨®n. Desde 'Half-Life', pasando por 'Quake', por 'Age of Empires' y los pr¨®ximos 'The Sims', m¨¢s o menos todos han querido parte de este pastel, cada vez m¨¢s numeroso y rico en beneficios. Ahora le toca el turno a 'Soldier of Fortune', un violento shooter que ha visto la luz en PC hace ya unos a?os.

Esta versi¨®n de Soldier of Fortune, apodada 'Gold' por la inclusi¨®n de nuevos mapas multijugador, es la misma en esencia que hace unos a?os lleg¨® a compatibles PC y arras¨® el mercado con su tremenda crudeza visual (ahora algo desfasada, claro), adem¨¢s de presentarnos una historia que engancha pero a la que le falta m¨¢s desarrollo para que no nos quedemos con la sensaci¨®n de estar ante otro shooter m¨¢s.

En este juego eres John Mullins, un mercenario que ha sido contratado para recuperar cuatro cabezas nucleares que han sido robadas, y las que le ordenan que recupere antes de que los terroristas sean capaces de activar las peligrosas armas. Su misi¨®n le llevar¨¢ por pa¨ªses problem¨¢ticos b¨¦licamente hablando (Asia, Norte de Europa,?), siendo protagonista de misiones llenas de acci¨®n y sangre, mucha sangre. Mullins estar¨¢ acompa?ado de su compa?ero Hawk, otro mercenario de gran nivel que es el compa?ero de Mullins en sus acciones b¨¦licas, y que le ayuda a realizarlas con ¨¦xito. La acci¨®n comienza. Prep¨¢rate para lo peor. La muerte acecha por cualquier lado?

Los entornos del juego sufren una construcci¨®n demasiado angulosa, sin aprovechar para nada la potencia poligonal de la PS2. Edificios, veh¨ªculos, elementos secundarios y dem¨¢s objetos se ven demasiado rudimentarios y poco trabajados. Adem¨¢s, las texturas no son de una calidad que supere la media, lo que a la larga casi ser¨¢ un estorbo para la vista por culpa de la saturaci¨®n que sufren los escenarios en una m¨¢s que limitada paleta de colores.

Las ralentizaciones que pueden aparecer no son en ning¨²n caso numerosas, pero s¨ª evidentes en el momento en que se juntan en pantalla m¨¢s de cuatro personajes y hay efectos de humo o part¨ªculas para mostrarnos escenas de acci¨®n. Los efectos de luz tambi¨¦n brillan por su ausencia, lo que en general crear¨¢ una sensaci¨®n de atraso tecnol¨®gico digno de su versi¨®n original, pero que para nada ofrece lo que puede dar de s¨ª la PS2.

Las armas est¨¢n bastante bien modeladas, y la representaci¨®n gr¨¢fica de sus disparos bien presentados aunque sin aspavientos. Hay una gran variedad de ellas, todas de buena calidad en cuanto a proporciones y texturas, pero es un detalle que a la larga se har¨¢ tan peque?o que no le daremos ning¨²n m¨¦rito.

La resoluci¨®n del juego es algo b¨¢sica, pero se notar¨¢ principalmente en los escenarios, no en los personajes. En realidad ninguno de los conceptos del apartado gr¨¢fico se salva de la quema, quedando en un muy secundario papel, lo que en un shooter como ¨¦ste, donde la jugabilidad es tan r¨ªgida, no es nada bueno. El modo multijugador tampoco aporta nada que no hayamos visto, es m¨¢s, su resoluci¨®n y bajada de velocidad har¨¢ que no le prest¨¦is mucha atenci¨®n que digamos?

El ¨²nico punto a mencionar gratamente es el que le hizo famoso cuando vi¨® la luz en PC: la posibilidad de mutiliar, desmembrar y matar como queramos a nuestros enemigos. Estos pueden perder cualquier extremidad (repito, CUALQUIERA) si les apuntamos a la zona correcta. No es visiblemente muy agradable, pero tuvo su m¨¦rito cuando se realiz¨®. Si nos quej¨¢bamos que en 'Medal of Honor: Frontline' no hab¨ªa ni una pizca de sangre ni de ninguna clase de violencia expl¨ªcita m¨¢s de la necesaria, en este t¨ªtulo no podemos si quiera mencionar esa posibilidad.

En general, Soldier of Fortune Gold presenta un apartado gr¨¢fico digno de un juego de 32 bits, y desprecia brutalmente la capacidad poligonal de PS2, con la que nos habr¨ªan podido presentar un juego visualmente muy capaz, pero que se queda en un primitivismo aplastante.

Si hablamos de su comportamiento en las fases, el juego se limita casi siempre a 'dispara primero y dispara despu¨¦s: ya preguntar¨¢s ma?ana?'; con lo que la linealidad de este t¨ªtulo se dispara rapidamente. No hay varias formas de acceder a los entornos, ni varios caminos con posibilidades distintas. Aqu¨ª se trata de ir por el ¨²nico camino visible -y posible- y cargarse a todo lo que se mueva.

En alg¨²n momento hay un 'simulacro' de puzzle, pero de tan baja dificultad que ni se le puede llamar como tal, y nos veremos otra vez disparando sin parar para pasar a la siguiente fase, donde veremos un v¨ªdeo que nos explicar¨¢ lo que pasa entre fase y fase. Al volver a controlar a Mullins, otra vez nos limitaremos a andar por los escenarios y cargarnos 'todo lo que se menea'. De verdad, aunque los shooters suelen ser eso, Soldier of Fortune presenta tan pocas variaciones, novedades, puntos originales y puzzles de calidad que a la tercera o cuarta fase puede que la curiosidad por saber c¨®mo sigue la historia se vaya por los cerros de Ubeda?

La ¨²nica opci¨®n original que podemos ver es la de escoger la equipaci¨®n antes de las misiones -tampoco ser¨¢ una opci¨®n que decida la suerte de la misi¨®n, pero algo de novedad incluye-, con lo que primero leeremos el resumen de la misi¨®n y despu¨¦s decidiremos qu¨¦ llevamos para realizarla. No tiene mucha importancia dentro de la misi¨®n en s¨ª misma, lo cual le quita relevancia a la decisi¨®n, pero es un add-on que algo aporta en cuanto a decisi¨®n que puede tomar el jugador.

l  o    m  e  j  o  r

l  o    p  e  o  r