Sleeping Dogs
- PlataformaPC8.6PS38.63608.6
- G¨¦neroAventura, Acci¨®n
- DesarrolladorUnited Front Games
- Lanzamiento17/08/2012
- EditorSquare Enix
Sleeping Dogs
Las tr¨ªadas hongkonesas se han dejado arrastrar por las mejores ideas del sandbox criminal y algunas propuestas frescas para el g¨¦nero. Sleeping Dogs es uno de los t¨ªtulos del verano y del a?o para Xbox 360, PC y PlayStation 3, una evoluci¨®n tangible dentro de los videojuegos abiertos, grandes y bien terminados, pero para nada sorprendente o genuino. Wei Shen empu?a su destino.
Square-Enix era consciente de que pod¨ªa tener entre manos un gran producto, material que supo quitar h¨¢bilmente a Activision cuando todav¨ªa el proyecto se llamaba True Crime Hong Kong y no alcanzaba ni por asomo estas proporciones y calidades finales que llegar¨¢n a las estanter¨ªas este viernes 17 de agosto. Mafia china, mucho recogido de GTA IV y un pu?ado de arreglos e ideas para hacerlo m¨¢s jugable eran alicientes suficientes como para que de semejante mezcla saliera un t¨ªtulo de aptitud intachable en las actuales plataformas HD (PS3, Xbox 360 y PC), que es lo que ha acabado siendo. Ahora bien, la sorpresa, la espontaneidad, la originalidad y todos esos par¨¢metros que solemos acu?ar a los videojuegos realmente sobresalientes y memorables no est¨¢n en Sleeping Dogs, que s¨ª que es uno de los mejores sandbox criminales ¨Cpor no mojarnos en este An¨¢lisis a decir que en muchos puntos es el mejor- que se haya visto jam¨¢s.
Variedad y tama?o son dos garant¨ªas de calidad en todo videojuego, pero Sleeping Dogs no se conforma con esto y busca recoger todo lo avanzado hasta hoy en los g¨¦neros de los mundos abiertos o la acci¨®n, tomando caracter¨ªsticas de mastodontes como Batman: Arkham City, Deus Ex: Human Revolution, Saint¡¯s Row: The Third y, por supuesto, Grand Theft Auto IV, al que referencia e imita exponencialmente con estupendos resultados. Su desarrolladora, United Front Games, part¨ªa de una base ambiciosa: conseguir el mejor sandbox jam¨¢s hecho sin descuidar por ello una trama madura y compleja, digna de las pel¨ªculas orientales ambientadas en el mundo del crimen, como algunos de los ¨¦xitos de John Woo. La ambientaci¨®n, aspecto gr¨¢fico y redondez de los personajes eran otros factores clave para lograr un gui¨®n perfectamente representado, quiz¨¢ no tan bien conseguidos como otros muchos apartados centrales.
Sleeping Dogs puede considerarse uno de los juegos del verano por muchos motivos, pero principalmente porque es muy duradero y est¨¢ perfectamente tratado en la mayor¨ªa de sus facetas, tanto t¨¦cnicas como jugables. Lo respalda el trabajo concienzudo de un vasto equipo durante m¨¢s de cuatro a?os, proceso largo y con alarmantes parones que ha acabado por llevarse a buen puerto. Tiene ases en su manga que lo hacen directamente atractivo y apetecible, como la ambientaci¨®n hongkonesa, la plena libertad de movimiento o la cantidad de material al alcance del jugador, pero sobre todo sabe llenar un vac¨ªo en el g¨¦nero sandbox que no ha sido llenado todav¨ªa, tampoco por el prometedor Grand Theft Auto V, al que este Sleeping Dogs, de entrada, no tendr¨¢ nada que envidiar, salvo sorpresas demasiado agradables con el futuro t¨ªtulo de Rockstar.
La enormidad y generosidad de contenidos es quiz¨¢ el punto m¨¢s destacable de Sleeping Dogs, que se esfuerza por invitarnos a rejugar sus misiones y compartir los resultados con el resto del mundo, tendr¨¢ diversos DLCs que ampl¨ªen la historia, muchos coleccionables para encontrar disgregados por el nada despreciable mapa de Hong Kong, el llamado Club Social donde ponernos en contacto con el resto de jugadores del t¨ªtulo y formar un sistema de comunidad con torneos y eventos, etc. Si terminar su hilo de misiones central no nos va a llevar menos de 14 horas -menos de lo habitual-, sacarle el verdadero partido al juego al completo puede suponer m¨¢s de 140, diez veces m¨¢s, ya que una gran parte de su encanto est¨¢ en ir descubriendo todo lo que a priori esconde pero poco a poco va ense?ando, dejando la sensaci¨®n de que no para de crecer y aumentar sus posibilidades. Obviamente, como en la mayor¨ªa de casos, la trama principal est¨¢ compuesta por los mejores momentos, dejando lo menos sorprendente para todo esto que llamamos ¡°opcional¡±.
Doble vida
United Front nos pone a los mandos de Wei Shen, un eficaz ayudante de la Polic¨ªa que se ve obligado a aceptar un peligroso caso centrado en poner fin a las tr¨ªadas m¨¢s pudientes de Hong Kong desde dentro, gan¨¢ndose la confianza de los mayores capos chinos e infiltr¨¢ndose entre sus filas. As¨ª, el jugador y Shen recorrer¨¢n los ambientes m¨¢s t¨®rridos y conflictivos de la capital china, en una historia que va complic¨¢ndose a medida que el protagonista tiene que debatirse entre ayudar al Orden P¨²blico mejorando sus habilidades de agente o convertirse en un extraordinario g¨¢nster todoterreno. Ahora bien, esto no quiere decir que Sleeping Dogs deje una destacable elecci¨®n de caminos o modifique sus finales seg¨²n las decisiones tomadas. El jugador seguir¨¢ una historia lineal narrada a partir de las misiones principales y donde solo podr¨¢ decantarse por apoyar m¨¢s una u otra facetas de Wei, mejor¨¢ndolo en habilidades criminales o habilidades profesionales. As¨ª, la estructura de juego repite el modelo hbitual de un hilo de misiones centrales que activar acudiendo a determinados puntos para que nos den m¨¢s encargos aderezado de toda una ristra de tareas secundarias opcionales que nos aportar¨¢n beneficios como mejor experiencia, armas y veh¨ªculos ¨²nicos, o buenas cantidades de dinero. Pero nada m¨¢s, no por ayudar a un NPC haremos a Wei m¨¢s amigo de su banda, o cambiaremos el transcurso de su historia.
La violencia y la crudeza de las im¨¢genes ayudan a dotar de realismo y seriedad un sandbox para nada tan desenfadado y desparramado como GTA o Saint¡¯s Row. Sleeping Dogs es un juego esencialmente de acci¨®n, tanto armada como cuerpo a cuerpo, con buenas dosis de conducci¨®n y carreras a pie, minijuegos, puzles, infiltraci¨®n, exploraci¨®n o rol. Mezcla de forma din¨¢mica, natural e inteligente todas estas mec¨¢nicas y hasta alguna otra, pero su grueso est¨¢ formado por disparos y pu?etazos dentro de un gui¨®n bien hilvanado y coherente. La tortura, los asesinatos, las traiciones y el honor son conceptos demasiado serios como para a?adirle gags y bromas bizarras, de los que Sleeping Dogs no tiene nada, manteniendo tambi¨¦n la t¨®nica y tono de True Crime, como lo que empez¨® siendo. En este juego no podremos robar un helic¨®ptero y estrellarlo contra un club nocturno para que salgan todas las prostitutas corriendo, ni ir por la calle con el personaje desnudo pegando con un consolador. Esto le quita en parte libertad plena de actuaci¨®n, pero por otro lado consigue sumergir mucho m¨¢s en un drama interesante y cre¨ªble, sin locuras exc¨¦ntricas.
El ambiente oriental sienta de maravilla a una historia de este tipo, y est¨¢ perfectamente recreado, con el ajetreo habitual de la urbe con miles de personas por las calles que siguen con sus vidas, se interrelacionan y parecen comportarse de forma inteligente, aunque bien observadas r¨¢pidamente veremos que no es as¨ª. El espacio recordar¨¢ a pel¨ªculas del g¨¦nero, una vez m¨¢s a Grand Theft Auto e incluso podr¨ªa decirse que a los barrios del centro del inolvidable Shemue. Los valores y la cultura asi¨¢tica pueden casi respirarse, lo que nos regala tambi¨¦n grandes momentazos dram¨¢ticos, con giros y personajes que, aun respondiendo a clich¨¦s y formatos ya bastante vistos, le dan un punto de personalidad. Punto que Sleeping Dogs necesita alarmantemente.
Un mapa lleno de valizas
Hong Kong es una urbe grande y bien recreada en Sleeping Dogs, no fotorrealista ni obsesionada por captar el mil¨ªmetro pero s¨ª muy bien expuesta y con partes populares de la ciudad presentes en su lugar correspondiente, como los muelles del puerto sur o el mercado nocturno del centro con todos los tenderetes y neones de colores. El dise?o de todas las partes est¨¢ pensado teniendo en cuenta el juego con las persecuciones a pie, los tiroteos, las peleas, la extorsi¨®n y dem¨¢s conductas delictivas que tendremos que llevar a cabo a menudo para poder infiltrarnos bien entre la mafia china. Hay muchos obst¨¢culos a media altura que bien sirven para entorpecer y que tengamos que saltarlos al correr ¨Cpulsando repetidamente el bot¨®n X en PS3- o bien para que tomemos cobertura en los cruces de disparos. Tambi¨¦n, todas las misiones principales del juego se desarrollan en partes creadas a conciencia para estos trabajitos, para que sea m¨¢s ¨¦pico y variado atenderlos, como un callej¨®n con escaleras de emergencia que se caen o una autopista repleta de tr¨¢fico donde tenemos que perseguir a un motero. Tambi¨¦n en el puerto o los parques tienen una arquitectura especialmente ideada para crear momentazos y retos jugables. Queda muy bien disimulado, pero el ojo habituado al g¨¦nero de los sandbox sabr¨¢ reconocer el trabajo pormenorizado de United Front para crear espacios ¨²nicos.
Las primeras dos horas de juego son bastante lineales, con varios tutoriales que nos introducen en el manejo y algunas de sus much¨ªsimas posibilidades al mismo tiempo que se nos presentan a personajes principales como Jackie u Ojos de Perro. Llega un momento en el que Shen es premiado con un piso franco propio y un garaje, y justo aqu¨ª comenzar¨¢ la estructura habitual de los juegos del g¨¦nero: comprobar mapa, se?alar objetivo y dirigirnos all¨ª para activar esa misi¨®n. En el mapa de Sleeping Dogs se indican las tiendas de ropa, los locales de juego, las farmacias, los viandantes que necesitan favores, las pistas que deja la Polic¨ªa sobre cr¨ªmenes o hasta los supermercados para comprar ¨ªtems que nos refuercen la salud, la fuerza o la velocidad, por ejemplo. Esto convierte al mapeado desplegado en un concurrido c¨²mulo de calles y s¨ªmbolos, en una ciudad desordenada como es Hong Kong y donde cada vez tendremos constancia de m¨¢s y m¨¢s establecimientos y misiones activas. El piso franco ser¨¢ nuestra primera base de operaciones, al igual que este primer garaje el centro donde guardemos todas nuestras adquisiciones motorizadas, algunas aut¨¦nticas maravillas, compradas o robadas.
En el piso tambi¨¦n est¨¢ el armario, desde donde gestionaremos la ropa y complementos que colocamos a Shen para reforzar algunos atributos como el prestigio o la protecci¨®n. En todo el juego hay cientos de objetos de vestimenta y equipo del personaje, que ir¨¢ mejorando sus atributos con cada prenda o accesorio que descubra. Esto potencia el coleccionismo y la exploraci¨®n, al igual que los m¨¢s de 150 altares repartidos por toda Hong Kong, algunos muy bien escondidos para que desbloquear todo el contenido del juego sea realmente duro. Y, por otro lado, en el piso est¨¢ el ordenador con acceso a c¨¢maras de vigilancia, que si vamos pirateando poco a poco con varios curiosos minijuegos podremos poner a nuestra disposici¨®n para controlar zonas y, por ejemplo, ordenar arrestos sin correr peligro. Los ciclos de d¨ªa y noche pasan con naturalidad, por lo que dormir tambi¨¦n ser¨¢ buena opci¨®n cuando queramos acelerar el tiempo y activar una misi¨®n que solo se pueda dar a una hora determinada.
Moverse por Hong Kong no es dif¨ªcil gracias a varias ayudas que incorpora Sleeping Dogs, como el GPS que nos traza la ruta m¨¢s corta legal hasta los sitios, o los taxis, que como en GTA podremos tomar para ir de forma autom¨¢tica a cualquier lado. Tambi¨¦n los podremos robar y trabajar de taxista, como el resto de veh¨ªculos, ya sea un furg¨®n policial, un autob¨²s lleno de ni?os, una moto o un deportivo veloc¨ªsimo. Cada b¨®lido tiene su propio peso, velocidad y maniobrabilidad, aunque, como es habitual en el g¨¦nero, las f¨ªsicas de todos los elementos de las calles e incluso de los propios coches est¨¢n muy rebajados, de manera que nos llevaremos por delante farolas, sem¨¢foros o peatones sin problema o par¨®n alguno. Es interesante el comando embestida, que el juego introduce para facilitar las carreras mientras somos perseguidos o cuando queramos dejar fuera de juego a otro veh¨ªculo. Funciona muy bien pero hace algo f¨¢ciles las misiones de enfrentamientos sobre ruedas.
Y es que en general Sleeping Dogs no es muy dif¨ªcil, y esto puede jugar en su contra ya que parece m¨¢s corto de lo que en realidad es dado a que al jugador experimentado no le matar¨¢n demasiado en la trama central. Sin embargo, sabe mantener en todo momento un tono muy espectacular y divertid¨ªsimo, ya que todos los g¨¦neros que conjuga los explota genialmente y refuerza. Por ejemplo, en cuanto a tiroteos, no tiene nada que envidiar a obras del calibre de Spec Ops: The Line o Uncharted. En conducci¨®n bien podr¨ªa pasar por un Need For Speed ¨Cde hecho tiene se?ales luminosas cuando usamos el GPS que recuerdan mucho a la serie de coches de EA-. Y en combates equipararlo los brillantes Arkham Asylum y Arkham City no es para nada descabellado, tiene un sistema muy completo de combos, contraataques, cogidas y golpes recargados, bien medido y equilibrado salvo por el potencial de los agarres, que quiz¨¢ sea desmesurado. Pero es una minucia, todas las ramas jugables de Sleeping Dogs funcionan de maravilla. Es una poderosa sorpresa desde los mandos.
En cuanto a misiones, las habituales de este tipo de juegos (v¨¦-recoge-mata-vuelve) est¨¢n muy presentes pero tambi¨¦n hay algunas rompedoras sorpresas, como carreras de lanchas entre los astilleros del puerto, triangular un tel¨¦fono m¨®vil para encontrar un punto concreto del mapa, cobrar y extorsionar a drogadictos imprevisibles, asaltar una discoteca con Quick Time Events y disparos, o llevar un autob¨²s de parada a parada con cuidado para que la satisfacci¨®n de los viajeros no descienda, entre muchas otras inesperadas. En su trama central, no es un juego tan largo como cualquier Grand Theft Auto por lo que no da tiempo a tener la sensaci¨®n de repetici¨®n de misiones y tareas que s¨ª se produce a menudo en las entregas de la marca de Rockstar. Sin embargo, los trabajitos secundarios no est¨¢n tan inspirados ni utilizan tan bien el escenario o generando scripts como s¨ª hacen algunas misiones principales, que llegan a modificar para siempre la apariencia de una determinada zona de la ciudad y son por lo general un verdadero espect¨¢culo, sobre todo las de las ¨²ltimas horas.
Variedad de armas e ¨ªtems es otro factor en que no falla Sleeping Dogs, para agarrarse un poco m¨¢s a ese punto rolero que ya abraza con su sistema de equipo mediante la ropa y, lo m¨¢s importante, el desarrollo del personaje y los puntos de experiencia de cada modalidad. Al acabar misiones o realizar haza?as ¨²nicas recibiremos Puntos de Tr¨ªada o de Polic¨ªa seg¨²n hayamos actuado. Estos puntos van rellenando un medidor que al llegar al final otorga una habilidad a escoger entre las disponibles. Los ¨¢rboles de aprendizaje en este sandbox son muy planos y lineales, con solo una bifurcaci¨®n inicial para seguir una rama u otra de habilidades y mejoras de atributos f¨ªsicos. No crearemos al Wei Shen que queramos sino que simplemente manejaremos su velocidad de mejora seg¨²n vayamos completando las misiones y cu¨¢les. Es una pena, pues con un robusto y m¨¢s abierto sistema de desarrollo el juego hubiera ganado varios enteros en su leve faceta de RPG.
Una pel¨ªcula de acci¨®n y artes marciales
Eso intenta parecer Sleeping Dogs, muy volcado con el aspecto cinematogr¨¢fico en todo momento, desde ¨¢ngulos de c¨¢mara en cinem¨¢ticas hasta el car¨¢cter de ciertos personajes o los ambientes que recrea y c¨®mo juega con la luz, uno de sus mejores aspectos visuales. Es un juego vistoso por la enorme cantidad de pol¨ªgonos que mueve con total soltura -solo con algunas ralentizaciones ocasionales-, pero como ocurre con casi todos los t¨ªtulos de proporciones vastas, no sabe sacar partido al peque?o detalle o las particularidades, sino que m¨¢s bien luce al exponerse de forma general. El popping, otra lacra para los mundos abiertos, est¨¢ totalmente presente en los rascacielos de Hong Kong y hasta los coches que se dibujan s¨²bitamente en la lejan¨ªa. Se podr¨ªa haber recortado en cierta medida, a veces es demasiado llamativo, sobre todo con las sombras, que las gestiona mal y lentamente. Otro punto llamativamente mediocre es el constante brillo en las pieles de los personajes, que parecen mu?ecas de pl¨¢stico en vez de humanos, algo que solo se contrarresta con sus esmerad¨ªsimas animaciones, variadas y muy bien expuestas, muestras de todo el trabajo de motion capture que ha habido detr¨¢s del t¨ªtulo durante largas sesiones con todos los actores.
En cuanto a sonido, empezando por la m¨²sica, a pesar de haber varias emisoras de radio que intercambiar con la cruceta siempre que estemos montados en un veh¨ªculo ¨Ca lo GTA una vez m¨¢s-, no hay mucha diferencia entre ¨¦stas y no hay demasiados temas de licencia reconocidos. Est¨¢ la emisora de m¨²sica cl¨¢sica, la oriental o la de hard rock, pero en ning¨²n caso se ha abusado de temas de renombre, s¨ª algunos autores, quedando as¨ª algo por debajo de lo que esper¨¢bamos. Tampoco se han volcado demasiados presupuestos en los efectos sonoros, a menudo repetidos como en los motores de coches diferentes o en c¨®mo suenan las recargas de las armas. El doblaje al ingl¨¦s cuenta con un reparto de aut¨¦ntico lujo, eso s¨ª, con participaci¨®n de actores reconocidos del g¨¦nero. Tiene una perfecta localizaci¨®n al castellano subtitulada.
Prolonga la experiencia
Venimos hablando todo el An¨¢lisis de que Sleeping Dogs es un t¨ªtulo al que hay que saber sacarle partido y que una vez terminado en su hilo de misiones centrales ofrece todav¨ªa mucho m¨¢s. Para empezar, est¨¢n todas las galer¨ªas de desbloqueables, ropas y accesorios que encontrar, los altares o los puntos de foto, algo que estar¨¢ relacionado directamente con los Logros y Trofeos. Square-Enix ha incorporado al juego el llamado Club Social, un ¨¢rea del men¨² de Pausa desde donde podremos ponernos en contacto con toda la comunidad de jugadores del t¨ªtulo y comparar estad¨ªsticas y puntuaciones obtenidas tanto en las misiones como en determinadas pruebas y eventos, algunos todav¨ªa no desvelados pero que se ir¨¢n anunciando en los pr¨®ximos meses para mantener el juego candente y con vida. United Front prepara contenidos adicionales y DLCs para que el jugador no se quede en las 30 o 40 horas que a buen seguro dedicar¨¢ al producto de entrada. Va a ser lo que hoy llamamos un "juego vivo", con ampliaciones durante al menos seis meses y continuos retos accesibles desde este Club Social desde el que tambi¨¦n podemos contemplar las marcas de nuestros amigos, grabar v¨ªdeos o alistarnos en rankings.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.