20.000 leguas de viaje submarino

El m¨¢s famoso simulador de combate submarino del mercado se acerca peligrosamente a su decimoquinto aniversario, y que mejor manera de celebrarlo con una nueva entrega de la acci¨®n m¨¢s emocionante bajo el mar. Si est¨¢s harto de soldados perdidos en campo enemigo, o de aviones pilotados a gran velocidad, atr¨¦vete a participar en la Segunda Guerra Mundial a bordo del instrumento m¨¢s letal en la confrontaci¨®n naval.

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Bajo las premisas que en anteriores ocasiones nos pusieron al mando de un submarino, Silent Hunter 5 pretende hacernos part¨ªcipes del poder¨ªo naval de la Alemania de Adolf Hitler. Con el sobrenombre de Batalla del Atl¨¢ntico, el t¨ªtulo de Ubisoft pretende devolver a la vida este cl¨¢sico simulador de combate, inigualable en su g¨¦nero y con una gran cantidad de historia a sus espaldas. Fue desarrollado inicialmente por Aeon Electronic Entertainment all¨¢ por el a?o 1996, aunque no se podr¨ªa decir que aquel producto fuese una versi¨®n simplificada del que hoy os presentamos. En lugar de eso, el primer Silent Hunter ya ofrec¨ªa una virtualizaci¨®n compleja de lo que supone dirigir una de estas potentes m¨¢quinas de guerra.

Este tipo de simulaci¨®n, a diferencia de las que nos pueden resultar m¨¢s familiares, se basa en un concienzudo ejercicio de razonamiento y astucia. Frente a la acci¨®n y pericia con los mandos, el estilo de juego que encontramos es mucho m¨¢s pausado y estrat¨¦gico debido a las peculiaridades del manejo de un submarino y del movimiento en el medio acu¨¢tico. No se trata de un simulador apto para impacientes, porque todos los movimientos tienen que ser calculados con antelaci¨®n, la munici¨®n administrada con mesura y el tiempo medido con excesiva atenci¨®n. Si queremos sobrevivir a la guerra, nada puede fallar y todo tiene que funcionar en perfecta sincronizaci¨®n.

Aunque muchos puedan estar buscando alguna raz¨®n para prestar algo de su curiosidad a este an¨¢lisis, es justo decir que Silent Hunter es uno de los t¨ªtulos m¨¢s afamados y seguidos por los amantes de la simulaci¨®n. Hasta la fecha es uno de los ¨²nicos t¨ªtulos que ha sabido representar con esmerada exactitud la experiencia de controlar un submarino en pleno conflicto directo. Avalado por 4 entregas de distinta acogida por parte del p¨²blico general, no cabe duda de que nos encontramos ante una de las grandes sagas del g¨¦nero, a pesar de que se centra un tema que puede resultar poco atractivo para algunos. Sin embargo, si brindamos algo de paciencia ante el t¨ªtulo, puede que nos llevemos una grata sorpresa.

Silent Hunter 5 nos ofrece un modo de campa?a y otro que nos permitir¨¢ revivir algunas de las 7 confrontaciones m¨¢s famosas de la Segunda Guerra Mundial. Adem¨¢s, desde su segunda entrega se incluye un modo multijugador que permite a los usuarios poner a prueba sus dotes como capitanes. En todos casos, el funcionamiento es bastante similar, y nos centraremos en el modo historia por englobar en gran medida los aspectos que veremos en el resto de opciones disponibles, y comenzamos por escoger un nombre para nuestro protagonista. Por defecto, nos pasaremos a llamar Oscar Entwickler, y despertaremos a bordo del submarino cuando uno de los tripulantes nos informa que el capit¨¢n desea hablar con nosotros.

Distribuidos por la pantalla encontraremos diversos men¨²s y botones, agrupados convenientemente en categor¨ªas. En la parte inferior izquierda, por defecto, tendremos todas las opciones relativas al movimiento del submarino, tanto en direcci¨®n como en inmersi¨®n. Si usamos la forma simplificada, encontraremos 10 marchas distintas (4 para retroceder, 5 para avanzar y 1 para detener el movimiento) y 4 modos de profundidad (superficie, altura de periscopio, inmersi¨®n e inmersi¨®n de emergencia). Al lado de estas opciones tendremos dos marcadores que nos indicar¨¢n la velocidad y profundidad respectivamente. En la versi¨®n compleja estos controles se sustituyen por barras con posiciones libres.

Como es evidente, la velocidad de avance o retroceso marcar¨¢ el ritmo con el que nos moveremos, aunque no la direcci¨®n exacta, como veremos m¨¢s adelante. Si usamos el control complejo el lugar del simplificado, tendremos m¨¢s libertad para fijar la potencia de los motores, en lugar de limitarnos a las 10 posibilidades predefinidas. Lo mismo ocurrir¨¢ para los controles de profundidad, que en su versi¨®n sencilla nos permiten colocarnos en la superficie o por debajo de ella a diferentes niveles. Por debajo de la altura del periscopio, el manejo se vuelve mucho m¨¢s complejo, puesto que nos moveremos a ciegas por el mapa, ¨²nicamente guiados por el sonar y nuestro sentido de la orientaci¨®n.

Junto a estos controles encontramos un minimapa desplegable con la posici¨®n de nuestro submarino y de los elementos que hemos podido detectar, ya sean buques mercantes, nav¨ªos de guerra u otros submarinos, aliados o enemigos. Incluso los torpedos pueden ser ubicados en su lugar si contamos con la percepci¨®n suficiente, lo que nos permitir¨¢ actuar en consecuencia. Podemos obtener una serie de herramientas de gran utilidad para calcular nuestros movimientos sobre el mapa, como la br¨²jula o la regla para obtener distancias con exactitud. Para dirigir nuestro submarino hacia alg¨²n punto, tendremos que marcar la ruta sobre el mapa, usando el bot¨®n izquierdo del rat¨®n.

Encima de las opciones anteriores nos encontramos con el manejo del periscopio, donde podremos establecer la altura del mismo, y con el control de los torpedos. El submarino que manejaremos en el modo de campa?a dispone de 5 posiciones de lanzamiento, 4 de proa y 1 de popa. Los 4 torpedos delanteros puede lanzarse en una ¨²nica salva para causar mayor impacto, o podemos seleccionarlos en la tasa que creamos conveniente. Tambi¨¦n tendremos que configurar la velocidad de los mismos y su profundidad, puesto que no es lo mismo atacar un objetivo r¨¢pido que uno que se mueve con lentitud, ni un buque en superficie respecto de un submarino en inmersi¨®n. Todo tiene que aplicarse en su justa medida.

Cuando no nos encontremos en plena batalla, tendremos la posibilidad de realizar movimientos a gran escala en un mapa de Europa. De esta manera conoceremos donde se ubican los distintos puertos aliados y enemigos, y los lugares donde tendremos que dirigirnos para cumplir los siguientes objetivos de la campa?a. La velocidad del juego puede alterarse para que sea mucho m¨¢s fluida y r¨¢pida en cualquier momento, pero es verdaderamente ¨²til a la hora de usar este tipo de mapa. Por supuesto, se nos informar¨¢ ante cualquier enemigo detectado, y tendremos la oportunidad de detener el avance acelerado para volvernos a poner en modo de combate y hacer frente a la reci¨¦n descubierta amenaza.

Esta opci¨®n es precisamente una de las nuevas caracter¨ªsticas de la saga, puesto que nos permite disfrutar de la campa?a de un modo distinto al acostumbrado. En lugar de encontrarnos ante series de misiones independientes, tendremos total libertad de movimiento para dirigirnos a las mismas y actuar entre objetivo y objetivo. De esta forma, se consigue un estilo de juego bastante m¨¢s din¨¢mico y realista, en el que pasaremos grandes ratos a bordo del submarino y esperando el acercamiento a las zonas donde se desarrollar¨¢n las misiones, en lugar de ser catapultados a la acci¨®n de forma autom¨¢tica. Estos momentos son ¨®ptimos para tratar con nuestros subordinados y calmar sus ¨¢nimos.

Lamentablemente, el movimiento en esta parte del t¨ªtulo no resulta del todo fluido, y los encontronazos contra algunos obst¨¢culos son inevitables, m¨¢s all¨¢ de la propia experiencia claustrof¨®bica de habitar en un submarino. Si la cosa se pone fea, nos encontraremos subidos en alg¨²n tipo de elemento invisible sin tener demasiado claro como volver a pisar suelo firme? que en este caso es un decir. Tambi¨¦n podemos encontrarnos con que ciertos elementos que antes aparec¨ªan como seleccionables ya no est¨¢n disponibles para poder interactuar con ellos, lo que nos confundir¨¢ muy a menudo. Salvando estos problemas, hay que decir que el nuevo modo es uno de los conceptos m¨¢s esperados en la serie.

Se echa en falta una segunda campa?a que nos permita tomar parte en el otro bando, aunque no podemos decir que la cantidad de elementos sea escasa. Silent Hunter 5 cuenta con 4 submarinos jugables, correspondientes a los modelos Tipo VII A, Tipo VII B, Tipo VII C y Tipo VII D/41. El primero podr¨ªa considerarse un est¨¢ndar para las directrices de la Segunda Guerra Mundial, mientras que el segundo pose¨ªa una mayor capacidad de combustible para largos trayectos, as¨ª como una mayor velocidad y n¨²mero de torpedos. El tercero es bastante m¨¢s resistente que sus hermanos, mientras que el cuarto era perfecto para sumergirse a grandes profundidades con el fin de sorprender y evitar ser detectados.

Esto mismo se aplica a los personajes, si bien sus movimientos no han sido tan trabajados como el resto de aspectos t¨¦cnicos, hacen gala de unos modelados correctos. Los miembros de nuestra tripulaci¨®n, o al menos los importantes, pueden ser perfectamente identificados por su aspecto externo una vez nos vamos familiarizando con sus rostros. Sin embargo, y puede que por encontrarnos ante un simulador de combate naval m¨¢s que ante uno social, sus gestos y facciones no son tan expresivas como uno desear¨ªa en algunas circunstancias, sobre todo si tenemos en cuenta lo importante de tratar con nuestros compa?eros en todo momento. A pesar de ello, Silent Hunter 5 cumple notablemente.

El sonido recrea la vida en el interior de un submarino gracias a la gran cantidad de efectos de sonido incluidos. Los continuos pitidos de radares, o el ruido blanco de la radio? todo contribuyo a crear una gran atm¨®sfera de juego. A la hora de combatir, encontramos que esos mismos sonidos se escuchan de fondo cuando nos encontramos en el periscopio, y la intensidad de las explosiones determina si son audibles o no a la distancia a la que nos encontramos. Las voces de nuestros compa?eros, a¨²n sin estar dobladas a nuestro idioma, sirven para dar m¨¢s personalidad a los mismos, lo que se agradece si tenemos en cuenta las carencias que explic¨¢bamos en su representaci¨®n.

Si hablamos de jugabilidad, Silent Hunter 5 ha intentado simplificar algunos aspectos para favorecer la accesibilidad a nuevos usuarios, sin perder la posibilidad de volver a los controles m¨¢s completos para aquellos que desean mantener un grado de libertad mucho mayor. A¨²n as¨ª, no nos encontramos ante un t¨ªtulo dispuesto para cualquiera, dado que necesita de un cambio de concepci¨®n respecto a otros simuladores mucho m¨¢s fren¨¦ticos. Como dec¨ªamos al principio, Silent Hunter es un ejercicio de calma, ingenio y paciencia, que tiene m¨¢s que ver con una partida de ajedrez que con un intercambio de disparos a 1000 pies de altura. Eso no quita de que los combates resulten emocionantes, pero no en la misma direcci¨®n.

El modo multijugador llega empa?ado por la pol¨¦mica, ya que nos encontramos ante otro t¨ªtulo estandarte del famoso DRM de Ubisoft, perjudicado por el mal funcionamiento de los servidores encargados de controlar la legalidad del producto instalado. No es el ¨²nico t¨ªtulo de la saga que acaba perjudicado por la protecci¨®n excesiva, ya que su tercera entrega ya tuvo alg¨²n que otro inconveniente relacionado con el sistema StarForce. Sin existir servidores dedicados accesibles hasta la fecha, el juego en red carece de la libertad de acci¨®n que se puede disfrutar en el resto de apartados del mismo, y casi se puede descartar por completo para centrarnos en la campa?a y misiones hist¨®ricas.

A pesar de ello que nos encontramos ante un digno sucesor de la saga, que ha sabido a?adir nuevos aspectos muy atractivos para los seguidores sin perder la esencia que ha elevado este t¨ªtulo al nivel que posee. Puede que los m¨¢s puristas prefieran disfrutar de alguna de las versiones anteriores junto con sus modificaciones m¨¢s famosas, pero no podemos negar que Silent Hunter se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos. Todos los que quieran subirse a bordo ser¨¢n bienvenidos.