Sid Meier's Starships, an¨¢lisis

Sid Meier's Starships es un nuevo 'spin-off' de la saga m¨¢s famosa de Firaxis, aunque est¨¢ mucho m¨¢s relacionada con el universo de Civilization: Beyond Earth que con el desarrollo habitual de la serie. Sin embargo, en esta ocasi¨®n nos alejamos bastante de la gesti¨®n de civilizaciones al estilo acostumbrado, para sumergirnos en un juego de estrategia por turnos mucho m¨¢s sencillo. Al mando de una flota de naves espaciales, tendremos que viajar por la galaxia anexionando nuevos planetas a nuestro bando, ganando influencia en distintos mundos mientras evitamos que nuestros rivales hagan lo mismo. El juego que analizamos, presenta unas mec¨¢nicas mucho menos profundas que cualquier Civilization, condensadas para que la experiencia de juego no se alargue m¨¢s que un par de horas.

Al plantarse frente a este nuevo juego, uno no puede evitar acordarse de la ciencia ficci¨®n de autores como Isaac Asimov. Ese tipo de futuro en el que el hombre se expande por el Universo, pero sin encontrar ning¨²n tipo de raza alien¨ªgena. Al menos, que pueda considerarse inteligente. La hegemon¨ªa de la humanidad se traslada as¨ª -f¨¢cilmente- de la Tierra al espacio, dominando todos y cada uno de los Sistemas que encuentra. Hasta 6 bandos podr¨¢n rivalizar por conseguir acumular el m¨¢ximo poder, mediante alguno de los 4 tipos de victoria existentes: Dominaci¨®n, Poblaci¨®n, Maravillas o Ciencia. Si queremos, podemos configurar la partida para que todos ellos sean posibles, o bien limitarlas a un ¨²nico tipo de condici¨®n. Tambi¨¦n el tama?o del mapa estelar, desde Peque?o hasta ?pico... Aunque esta ¨²ltimo definici¨®n, es un poco exagerada.

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Debemos escoger una de las tres afinidades -provenientes de Civilization: Beyond Earth- y alguno de los 8 L¨ªderes disponibles. Esta doble elecci¨®n nos proporcionar¨¢ distintas bonificaciones, que permanecer¨¢n vigentes toda la partida. Acto seguido, el juego nos traslada directamente a la acci¨®n: Viajar de mundo en mundo, obteniendo la suficiente influencia como para que los planetas se vayan uniendo a nuestro imperio. Para ello, s¨®lo disponemos de una flota -inicialmente, con 2 o 3 naves- y podremos ir realizando distintas acciones. La m¨¢s habitual, ser¨¢ la realizaci¨®n de misiones: Proteger naves, eliminar piratas, cazar fugitivos, ... Todas ellas se realizan sobre un mapa t¨¢ctico hexagonal, con cada uno de los bandos actuando por turnos. Si cumplimos el objetivo, obtendremos recompensas: Influencia en el planeta y recursos para nuestra facci¨®n.

En las batallas iremos controlando todas las naves de nuestra flota. Los mapas son todos muy similares, plagados de campos de asteroides -que nos pueden servir como cobertura- y agujeros de gusano que hacen las veces de portales, aunque saldremos por otro al azar. Cada turno, cada nave puede moverse tantos hex¨¢gonos como su valor de velocidad. Disponemos de armas a larga y corta distancia, y escudos y blindaje para protegernos. Tambi¨¦n tendremos habilidades especiales, como la posibilidad de lanzar torpedos, cazas, hacernos invisibles al enemigo o usar sensores para detectar naves ocultas. En algunos mapas tendremos que aniquilar a todos los enemigos, en otros aguantar una serie de turnos o alcanzar alg¨²n punto concreto del mismo. No hay una excesiva variedad de misiones, y es f¨¢cil hallarlas repetidas.

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Las naves se definen, por lo tanto, por una serie de valores que expresan las caracter¨ªsticas mencionadas en las opciones anteriores. Se pueden ir mejorando, obteniendo mejor rendimiento de cada una de dichas acciones, como mayor velocidad o la posibilidad de lanzar m¨¢s torpedos. Tambi¨¦n se ponen a nuestra disposici¨®n Cartas de Batalla: Efectos especiales que se activan para toda la flota, como una mejora de punter¨ªa durante el encuentro, movimientos adicionales o penalizaciones para los enemigos. Antes de una misi¨®n, se nos ofrece un porcentaje de victoria... Aunque las posibilidades reales son siempre m¨¢s altas de lo que expresa dicho valor. Generalmente, no es complicado salir airosos de un encuentro. Las batallas -cuando intentemos conquistar un planeta ya dominado por otra facci¨®n, o queramos exterminar su flota- funcionan exactamente igual.

Cada planeta influenciado nos proporcionar¨¢ recursos todos los turnos. Estos son los mismos que exist¨ªan en Civilization: Beyond Earth. Alimento para hacer crecer las ciudades de los planetas y aumentar su tasa de producci¨®n. Ciencia, para investigar nuevas tecnolog¨ªas que mejoren los atributos de las naves de la flota. Energ¨ªa para a?adir naves a nuestra flota o comprar m¨¢s armas, escudos, blindaje, motores, ... Metal para construir Maravillas -que otorgan bonificaciones y efectos adicionales- o mejoras en los planetas, de forma que produzcamos a¨²n m¨¢s recursos. Tambi¨¦n Cr¨¦ditos, con los que comprar influencia en otros mundos. Existe una pantalla de mercado, en la que podemos cambiar recursos por Cr¨¦ditos, aunque su tasa ir¨¢ variando en funci¨®n de la oferta y la demanda.

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El manejo en el mapa estelar es tambi¨¦n muy sencillo. Podemos desplazarnos de un planeta a otro, siempre que exista una ruta entre ambos. Al hacerlo, se nos proporcionar¨¢ una misi¨®n -con una serie de reportes previos para conocer tanto al planeta como a los posibles enemigos- que podemos intentar resolver o no. En los planetas conocidos, podemos intentar extender sus Ciudades o comprar Mejoras. Si la flota se encuentra all¨ª, podr¨¢ intentar comprar Influencia. Una vez influenciado se a?adir¨¢ la opci¨®n de construir una Maravilla, existiendo s¨®lo una por planeta, aunque puede estar repetida en Galaxia. El indicador de agotamiento de la tripulaci¨®n hace las veces de puntos de acci¨®n: Cuando est¨¦n cansados, tendremos que darles un permiso para descansar, lo que avanzar¨¢ el turno... Pero tambi¨¦n proporcionar¨¢ influencia en el planeta donde vamos a alojarnos.

El avance se produce, por lo tanto, comprando mejoras y nuevas naves, invirtiendo para obtener mayor producci¨®n en los planetas, desarrollando ciudades y construyendo Maravillas. Tambi¨¦n podemos llevar a cabo investigaciones, todas ellas relacionadas con alguno de los atributos de la nave: Motores, armas de largo y corto alcance, blindaje, escudos, torpedos, sensores, cazas, ... Hay que tener en cuenta que una nave no puede mejorarse todo lo que queramos, existe una limitaci¨®n seg¨²n el nivel de investigaci¨®n del atributo correspondiente. Por lo tanto, si alcanzamos la m¨¢xima puntuaci¨®n en velocidad, tendremos que investigar en la rama de Motores para poder seguir desarrollando dicha caracter¨ªstica. Debido a la duraci¨®n de las partidas, es extra?o que seamos capaces de investigar o mejorar todo al m¨¢ximo.

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En lo t¨¦cnico, Sid Meier's Starships no es ninguna maravilla. Los gr¨¢ficos, aun detallados, son bastante simples y existe muy poca variedad de objetos, naves y elementos de escenario... Aunque siguen el estilo de dise?o habitual en la saga. El mapa estelar muestra gran cantidad de informaci¨®n, aunque tampoco es ninguna joya visual. Pero el aspecto gr¨¢fico del juego cumple bien con su cometido, y no entorpece la fluidez de la partida. Se nota que se ha pensado para dispositivos muchos menos potentes que un PC de hoy en hoy. En cuanto al sonido, bastantes efectos pero muy repetidos, un hilo musical poco variado pero de la calidad habitual de la saga... Voces, tanto en las cinem¨¢ticas de introducci¨®n y final de la partida, como en los reportes de misi¨®n. Como suele ser habitual en los t¨ªtulos de la serie, el juego viene localizado en nuestro idioma, aunque no doblado. Ausencia completa de multijugador, que sin duda se hubiera comportado muy bien en un juego de este corte.

La idea, a pesar de lo simple, est¨¢ muy bien implementada. El juego es fluido, din¨¢mico y adictivo, perfecto para rellenar espacios de tiempo con partidas cortas. Es un t¨ªtulo que funcionar¨¢ a la perfecci¨®n en dispositivos m¨®viles, precisamente por estas caracter¨ªsticas. Pero llegado el momento de sentarnos frente a un PC, y quiz¨¢s con algo m¨¢s de tiempo por delante, el usuario habitual de la saga prefiere embarcarse en empresas algo m¨¢s densas y extensas. Habr¨ªa funcionado bien en combinaci¨®n con su 'alma mater', Civilization: Beyond Earth, como una parte adicional de la partida en la que nos dedicamos a buscar, influenciar o conquistar otros mundos. O quiz¨¢s, con algunas pocas mec¨¢nicas adicionales, se podr¨ªa haber conseguido una especie de Sid Meier's Pirates! cortado con los patrones de la ciencia ficci¨®n m¨¢s aventurera y emprendedora.