Ship Simulator Extremes
- PlataformaPC6.5
- G¨¦neroSimulaci¨®n
- DesarrolladorVSTEP
- Lanzamiento24/08/2010
- EditorParadox Interactive
Aguas poco profundas
VSTEP vuelve casi tres a?os despues de su ¨²ltimo simulador. Ship Simulator Extremes nos llevar¨¢ alrededor del mundo en misiones basadas en hechos reales que pondr¨¢n a prueba nuestra destreza a la hora de tomar el mando de uno de sus barcos. Aunque despues de la tormenta todo apunta a que no se llegar¨¢ a buen puerto.
A estas alturas pocos productos relacionados con nuestro mundo pueden llegar a sorprendernos. Existe una compa?¨ªa, en la siempre atractiva Holanda, que se dedica a crear software de entrenamiento virtual para todo tipo de trabajos (incluso algunos que no sab¨ªamos ni que exist¨ªan). VSTEP es el estudio encargado de proyectos como el simulador de seguridad hospitalaria y de prisiones, el simulador de incidentes en las estaciones de tren, o el simulador de gr¨²a portuaria; todo ello en un entorno 3D que facilita la tarea de los alumnos a la hora de meterse de lleno en su ocupaci¨®n. El caso es que no podemos evitar pensar que todo est¨¢ hecho bajo el mismo motor y que apenas se cambian algunos gr¨¢ficos aqu¨ª y all¨¢.
Ocurre un poco lo mismo con la serie Ship Simulator, que hizo su primera aparici¨®n en 2005 bajo el nombre de Ship Simulator 2006 y que desde entonces m¨¢s o menos bianualmente sale una nueva versi¨®n. Cada vez esperamos una cambio significativo en la serie que le de ese empuj¨®n definitivo que se merece un simulador n¨¢utico, pero hasta ahora solamente hemos visto mejoras de peque?o calibre como algunas respecto al tiempo o la transici¨®n d¨ªa/noche Ship Simulator 2008, algo que deber¨ªa haber estado desde un principio. Lo normal es que simplemente se incluyan nuevos puertos y barcos con mayor o menor acierto, as¨ª que cuando recibimos Ship Simulator Extremes, dudamos. Sin embargo ese 'Extremes' promet¨ªa misiones emocionantes en mares desconocidos. ?Est¨¢bamos en lo cierto?
No. Pero una cosa debe quedar clara: 'Extremes' pese a que trata de ser un simulador de algo tan poco extremo como un crucero de recreo por Marsella o Bora Bora est¨¢ dirigido a un p¨²blico con unas inquietudes determinadas. Aqu¨ª no hay espacio para los Top Guns, o las carreras a 325kph, y como tal deber¨ªa ser analizado. Es frecuente ver los adjetivos de aburrido, cansino y otras lindezas en juegos que pretenden simular veh¨ªculos tan dispares como un Gulfstream o un TGV, pero este tipo de juegos deber¨ªan al menos intentar verse desde el punto de vista del interesado comprador del producto. Y con 'Extremes' hemos intentado eso, pero a¨²n as¨ª el simulador se queda corto, muy corto.
A d¨ªa de hoy las recreaciones de las cabinas de aviones son pr¨¢cticamente exactas a la realidad (sobre todo con Add ons espec¨ªficos) e incluso los aviones que ven¨ªan de serie con el FSX tienen un alto nivel de detalle tanto interno como externo. Esto es algo que pronto se echa en falta en Ship Simulator Extremes. Las cabinas parecen m¨¢s salas as¨¦pticas que lugares de control de autenticas ciudades flotantes en algunos casos. Nos encontramos paneles de mando, como en el Orient Star (una de esas ciudades flotantes), donde apenas tenemos ning¨²n tipo de informaci¨®n en los paneles, que a su vez se encuentran llenos de botoncitos cuadrados sin ning¨²n tipo de funci¨®n aparente.
La verdad es que tienen m¨¢s ¨¦xito tratando de recrear la atmosfera que en el apartado simulaci¨®n. La simulaci¨®n se limita al control de velocidad, tim¨®n, una carta de navegaci¨®n y poco m¨¢s; eso s¨ª, dependiendo del modelo de barco que usemos las f¨ªsicas reaccionan acorde, por lo que la sensaci¨®n de estar moviendo un buque de carga est¨¢ bastante bien lograda y diferenciada con un barco de menor envergadura. Otro ejemplo ser¨ªa con el ancla; para subirla debemos pulsar un bot¨®n en el interface y luego clickear sobre el ancla. ?No ser¨ªa m¨¢s simulador, pulsar un bot¨®n en el panel de mando del barco de turno? Esa interacci¨®n con el interface y con el 3D del barco para una misma funci¨®n descoloca un poco, la verdad.
Tambi¨¦n dispondremos de unos botones en nuestra pantalla para facilitarnos tareas de atraque, movimientos de c¨¢maras, luces de navegaci¨®n o ca?ones de agua en varias fases 'm¨¢s intensas' del juego. Lo cierto es que si herramientas como el atraque, las luces o el remolque son bienvenidas, parecen m¨¢s elementos de ambientaci¨®n que de la propia simulaci¨®n. Son elementos necesarios en una simulaci¨®n, sin duda, pero aqu¨ª parecen elementos algo toscos y deber¨ªan estar a nuestro parecer, m¨¢s abajo en la escala de prioridades.
Adem¨¢s de las decepcionantes cabinas y paneles de mando el juego gr¨¢ficamente a estas alturas se le ve un poco justo. Los distintos buques est¨¢n fielmente recreados en sus vistas externas y algo alejadas, adem¨¢s contamos con la posibilidad de recorrer nuestros barcos dando un paseo por cubierta o los camarotes si disponen de ellos. Pero en esos paseos por el barco nos encontramos de nuevo con habitaciones medio vac¨ªas, texturas muy pobres y esa sempiterna sensaci¨®n de soledad y de que eres el ¨²nico ser viviente en todo el barco (en una motora tiene un pase, pero en un buque de carga o un transatl¨¢ntico tienes la sensaci¨®n de que sin venir a cuento te saldr¨¢ un zombie por alg¨²n pasillo). En cualquier caso, nosotros probamos el juego con un i7 a 2,80GHz, 4Gb de RAM y una ATI Radeon HD4850 e iba como una bala, pero con equipos menores tampoco deber¨ªa haber ning¨²n problema.
Menci¨®n aparte es el agua, que est¨¢ realmente bien conseguida, algo b¨¢sico en un simulador de este tipo. Incluso en condiciones de tormenta las olas son totalmente cre¨ªbles.Adem¨¢s el efecto espuma y las estelas dejadas por los barcos crean esa agradable sensaci¨®n totalmente real. Por supuesto que hay algunos bugs, como cuando el casco de nuestro barco choca contra el agua durante un fuerte oleaje se crea un efecto extra?o (es un bug reconocido y corregido en el pr¨®ximo parche) o sobre todo de clipping porque el agua se 'mete' por los rincones m¨¢s insospechados de nuestros barcos. Los puertos enormes dan esa sensaci¨®n de autenticas ciudades, pero les falta algo de vida y los pocos pol¨ªgonos y los ¨¢rboles en cruz no ayuda al realismo.
Nada m¨¢s empezar se nos ofrecen cuatro modos de juego: Campa?a, sin rumbo fijo, misi¨®n ¨²nica y Multijugador. Donde se encuentra la esencia del juego y donde pasaremos m¨¢s horas (no hay aceleraci¨®n de tiempo) es sin duda en el modo Campa?a. Aqu¨ª se nos ofrece la posibilidad de llevar un buque de GreenPeace desde Rotterdam a la Ant¨¢rtida, en Historias de Turistas llevaremos un transatl¨¢ntico desde el mediterr¨¢neo hasta Tahit¨ª y en Principal nos pondremos bajo los mandos de un remolcador. La gracia del modo campa?a reside en que si seguimos el orden establecido de las misiones tiene un cierto aire a aventura bastante conseguido.
Por poner un ejemplo: en Historias de turistas nuestra andadura empieza en el puerto de Rotterdam donde en una motora de lujo acabamos de dejar a unos pasajeros. Nos encontramos en la otra punta del puerto, uno de los m¨¢s grandes del mundo. Con nuestra motora hemos de regresar al crucero, tomar el mando y sacar semejante ciudad flotante del puerto y poner direcci¨®n a Marsella, de ah¨ª con misiones similares hasta llegar a Bora Bora. No son simples misiones de llegar y atracar el barco, nos encontraremos con tormentas, incendios y similares que har¨¢n que nuestro viaje no sea un camino de rosas.
Pero donde seguramente encontraremos mayor diversi¨®n por la originalidad de las misiones es en GreenPeace. Aqu¨ª tomamos el mando del Esperanza, uno de los buques insignia de Greenpeace en nuestro intento por preservar la Ant¨¢rtida de gentes sin escr¨²pulos, o tambi¨¦n del famos¨ªsimo Rainbow warrior por los mares del norte para acabar con vertidos qu¨ªmicos ilegales. Est¨¢ muy bien lograda la ambientaci¨®n en, por ejemplo, la Ant¨¢rtida navegando con el Esperanza entre icebergs con la particular iluminaci¨®n solar que existe por aquellos lares. Salimos del Esperanza y nos subimos a una lancha motora para ir a toda prisa a interceptar un ballenero Japon¨¦s e intentar meternos en medio cuando trata de recibir provisiones y pasar la mercanc¨ªa capturada a un carguero. Las misiones una vez acabadas nos otorgan recompensas al modo de postales con fotos de los puertos m¨¢s famosos y videos, entre ellos de GreenPeace y su labor.
Sin rumbo fijo nos deja escoger una treintena de barcos diferentes, desde motoras a transatl¨¢nticos, una docena de lugares como el Ant¨¢rtico, Marsella o San Francisco y una vez escogido el lugar nos permitir¨¢ configurar que hora del d¨ªa y tiempo (con bastantes variables) deseamos para navegar. Como su propio nombre indica, navegaremos sin rumbo fijo, sin misiones ni nada que nos moleste, s¨®lo por el placer de navegar. Aqu¨ª estamos un poco supeditados a los escenarios que vienen por defecto, se echa de menos m¨¢s libertad, y es que viendo t¨ªtulos como el FSX que recrea un Mesh (bajo eso s¨ª, a menos que recurras a add-ons) y costas de todo el mundo, Ship simulator queda algo falto de posibilidades.
En misi¨®n ¨²nica podremos escoger entre misiones que hemos podido descargar previamente en shipsim.com donde se ir¨¢n a?adiendo poco a poco m¨¢s en el futuro. Y por ¨²ltimo el modo multijugador donde podr¨¢s conectarte a uno de los servidores y navegar con amigos en modo libre, aunque hay algunas posibilidades interesantes de 'cooperativo' donde varios jugadores pueden trabajar en equipo para remolcar una nave dentro de alg¨²n puerto. Tampoco es que vaya a tenernos pegados al ordenador pero es de agradecer que se tenga en cuenta la posibilidad de que varios amigos con un inter¨¦s com¨²n en la navegaci¨®n puedan juntarse online y practicar, aunque hubiera estado genial pensar en alg¨²n tipo de misiones en cooperativo y no dejarlo todo en modo libre.
En cuanto a los sonidos, todos los que podemos escuchar en un barco los podemos sentir aqu¨ª. Los motores, las olas del mar, el viento, la lluvia o la tormenta confluyen perfectamente en su objetivo de recrear una atmosfera marinera. Si estamos paseando por uno de los barcos y 'casualmente' embarrancamos, podremos escuchar perfectamente el sonido de la quilla al rascar con el fondo (si nos ocurre eso en el crucero a?adido a la soledad de un buque vac¨ªo, se crea un ambiente incluso fantasmag¨®rico). En algunos puertos se ha a?adido la posibilidad de escuchar por radio mensajes, pero en ning¨²n caso son para nosotros, s¨®lo se trata de sonido ambiente, y aqu¨ª tambi¨¦n hubiera estado bien el poder interactuar con los oficiales del puerto o otros barcos de alguna manera.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.