Persona 3 Portable, Impresiones

Han pasado varios a?os desde que Persona 3 viese la luz en el mercado japon¨¦s, americano y tiempo despu¨¦s en el occidental. Se dice pronto, sin molestia alguna, pero al echar la vista atr¨¢s se perciben los ligeros cambios que ha experimentado el g¨¦nero, la industria en general, por mucho que en su d¨ªa estuvi¨¦semos casi convencidos de que aquello era algo pasajero, o al menos no aplicable al gran p¨²blico del mercado. Hablamos, como no pod¨ªa ser de otra manera, de los v¨ªnculos sociales que se han arraigado tras la llegada de esta obra magna de la subdivisi¨®n m¨¢s elogiada de cuantas Atlus ha tenido a sus anchas en la ¨²ltima d¨¦cada, puede que en toda la historia de la compa?¨ªa. Persona siempre represent¨®, cuando en su d¨ªa fue algo diferente en PSX, una forma distinta de entender el JRPG. Para unos m¨¢s populista, menos seria; para otros todo lo contrario.

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Existen mil formas de entender el boom que supuso la llegada de Persona 3 al mundo del JRPG y del videojuego en general, pero es innegable que hay un hecho incontestable: mucho ha ayudado a cambiar la situaci¨®n del mercado japon¨¦s, la apreciaci¨®n de muchos aficionados que daban por perdidos la original del g¨¦nero. Nos vimos sorprendidos por un estilo gr¨¢fico que sin apabullar supo aprovechar las virtudes de PS2 cuando te¨®ricamente ya se hab¨ªa inventado todo, cambiar las normas del juego cuando el JRPG parec¨ªa haber dicho ya su ¨²ltima palabra. Hubo mucho en lo que pensar, ediciones que aparecieron para mejorar lo presente, por mucho que mantengamos esa m¨¢xima que dice algo as¨ª como: 'si algo funciona, para qu¨¦ cambiar'. Atlus no se ha conformado, sino m¨¢s bien todo lo contrario. Ha seguido explotando hasta la saciedad el cap¨ªtulo m¨¢s popular de Shin Megami Tensei, bien sea mediante publicidad, mangas o incluso anime, que lo ha habido. Puede que de su impacto s¨®lo haya llegado a Europa una peque?a part¨ªcula, pero esto no quita que la popularidad de la franquicia vaya en aumento.

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Despu¨¦s de ver el revamp al que se someti¨® la franquicia en general, con la recuperaci¨®n de los dos primeros cap¨ªtulos en sendas versiones para PSP (aparentemente, Persona 2 est¨¢ en camino extraoficialmente, con el primer cap¨ªtulo pululando ya por el mercado de los Estados Unidos), no result¨® especialmente sorprendente la noticia de que Atlus preparaba una nueva versi¨®n de Persona 3 espec¨ªficamente dise?ada para la port¨¢til de Sony. Despert¨® en nuestra mente varias inc¨®gnitas que finalmente han sido resultad: ?c¨®mo se adapta una obra mastod¨®ntica como esta a tama?o port¨¢til? Disgaea fue capaz de hacerlo, pero qu¨¦ duda cabe que los h¨¦roes de persona y el peculiar inframundo de Nippon Ichi poco o nada tienen que ver entre s¨ª. Antes de realizar la segunda pregunta de marras, Atlus se encarg¨® de desvelar parte de su contenido: esta nueva versi¨®n a?adir¨¢ un nuevo protagonista.  Lo hace en forma de f¨¦mina, cambiando la perspectiva y, por ende, gran parte del peso de las relaciones sociales.

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Por un lado se apuesta por las tendencias anime (m¨²sica rock mezclada con disco, adolescentes enamoradizos, preocupados por las tendencias?), por el otro se busca innovar centrando el peso de la jugabilidad en las relaciones sociales (cada contestaci¨®n cambia lo que puede suceder en el futuro). Esto quiere decir que, b¨¢sicamente, es igual de importante luchar cuando la situaci¨®n as¨ª lo requiere como cuidar la relaci¨®n que mantenemos con nuestros amigos, ya que de ella depende la resistencia del combate, la eficacia a la hora de resistir determinadas artima?as, etc¨¦tera. El T¨¢rtarus, la zona en la que se desarrollan los combates, parece ser el nexo de uni¨®n entre el ser humano y lo que han querido denominar ?The Dark Hour', la hora oscura, imperceptible a ojos de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n? A excepci¨®n de unos cuantos privilegiados. Nuestro h¨¦roe llega a un nuevo instituto, conoce a nuevos compa?eros que le introducen en un campo que ¨¦l parece dominar sin ser consciente de ello.

El concepto de Persona no cambia en la versi¨®n port¨¢til, aunque s¨ª la puesta en escena. Hay varios aspectos cuyo inter¨¦s resultara fundamental para los ac¨¦rrimos, como la inclusi¨®n de la posibilidad de instalar contenido del UMD en la Memory Stick de la consola para acortar los tiempos de carga (algo que no debe preocuparnos si descargamos el t¨ªtulo directamente desde la store norteamericana), o la presencia de nuevos modos de dificultad para desquiciar a los jugadores que deseen exprimir al m¨¢ximo las estrategias que debemos emplear durante los combates. M¨¢s madera para ampliar las posibilidades de u t¨ªtulo considerablemente amplio en lo que  se refiere a opciones externas al sistema de juego, de combate y dem¨¢s. Resulta curioso, no obstante, comprobar c¨®mo ha cambiado la puesta en escena.

B¨¢sicamente las escenas anime han desaparecido para dar paso a las cl¨¢sicas escenas en las que s¨®lo aparece el arte conceptual de los personajes que est¨¦n conversando en ese momento, sin opci¨®n a cambiar la vista o a emplear cualquier otro estilo visual. Esto hace de la historia poco menos que una novela gr¨¢fica (con m¨¢s texto que gr¨¢fico), en la que la representaci¨®n visual pierde gran parte de su fuerza. Lo mismo sucede con la exploraci¨®n en el instituto o por las ciudades, que ahora se realiza con un plano est¨¢tico en el que s¨®lo hemos de seleccionar nuestro pr¨®ximo destino. El cambio no resulta especialmente desastroso gracias al dinamismo que cobra la partida con esta novedad, pero sobra decir que se pierde el espect¨¢culo visual, parte del poder¨ªo del que hac¨ªa gala la obra original.

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Esto en lo que se refiere a la exploraci¨®n por ciudades, ya que dentro de T¨¢rtarus las cosas siguen siendo exactamente iguales. S¨®lo aqu¨ª podemos caminar a nuestras anchas haciendo uso de los puntos fuertes de los que hizo gala Persona 3 FES cuando vio la luz en su d¨ªa, a¨²n pese a la absurda cantidad de copias que llegaron a Espa?a del paquete. Los personajes caminan a sus anchas, esquivando a los enemigos que salen al paso, o bien enfrent¨¢ndose ante ellos por medio del sistema tradicional de combate por turnos. Recordamos que en FES cambia uno de los conceptos m¨¢s criticados del original: la obligatoriedad de que nuestros compa?eros act¨²en bajo la IA de la consola en vez de ser nosotros los que dictamos ¨®rdenes directas. No es f¨¢cil encontrar el comando que cambia esta forma de comprender el juego, pero una vez hallado dentro del men¨² de combate (en las dificultades m¨¢s elevadas su suprime directamente, suponemos que en forma de mensaje de Atlus para facilitar las cosas a los inexpertos), el abanico de opciones crece considerablemente.

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Da la sensaci¨®n de que Atlus ha cambiado el rumbo de la obra con la vista puesta en las cr¨ªticas recibidas en el original (lo anteriormente expuesto: presentaci¨®n demasiado pausada, un ritmo poco adecuado para llamar la atenci¨®n de los jugadores que prefieran centrarse en un apartado de la mec¨¢nica que en otro?). Si en P3 todo llevaba su tiempo, en P3P parece que lo importante es aprovechar al m¨¢ximo absolutamente todo el material con el que trabajamos. Lo gracioso de esta circunstancia es que todos los personajes secundarios, comentarios y peque?os detalles del original est¨¢n tambi¨¦n presentes en esta edici¨®n, por lo que a efectos pr¨¢cticos no perdemos contenido del gui¨®n ni profundidad en cuanto a las situaciones m¨¢s importantes se refiere. Quiz¨¢s s¨ª en cuanto a la presentaci¨®n visual, que como decimos pierde muchos enteros. La calidad de las texturas es, por otro lado, inferior a la del t¨ªtulo en sobremesa.

Esto en lo que se refiere a la parte t¨¦cnica, siendo la m¨²sica un calco de la original, lo mismo que el tono de colores que se emplea para dar lugar a las conversaciones, siempre y cuando nos ci?amos al estilo de juego original, con un protagonista masculino. La mayor novedad de esta edici¨®n, al margen de los cambios est¨¦ticos que hemos ido comentando a lo largo del texto, recae sobre los hombros de la nueva hero¨ªna que hace acto de presencia nada m¨¢s comenzar la aventura. Un peque?o aviso se encarga de poner al jugador en situaci¨®n: si el chico es b¨¢sicamente una recuperaci¨®n de la historia original, la muchacha se encarga de poner un nuevo punto de vista, nuevas conversaciones, situaciones totalmente distintas en funci¨®n de la personalidad de los amigos que nos rodeen.

Un buen ejemplo de esto que comentamos se produce entre Yukari y la hero¨ªna, cuando entra en conflicto por primera vez con Mitsuru. La m¨¢xima responsable de los SEEDs parece llevar el aura de confianza extrema en s¨ª misma, lo que irrita por momentos a la atractiva compa?era de clase. Si con el h¨¦roe existe en todo momento un clima de tensi¨®n propiciado por la mec¨¢nica de juego (probablemente uno de los mayores atractivos del mismo), ese impulso que nos lleva siempre a pensar 'qu¨¦ puede pasar si...'  en t¨¦rminos sensuales o incluso sexuales, con la hero¨ªna esto se pierde por completo, al menos en lo que respecta al p¨²blico femenino. Las chicas se comportan como tales y no como meros objetos sexuales, conversan entre ellas, tienen reflexiones que en muchos casos destacan por encima de lo habitual al estar totalmente fuera de la norma.

Yukari se molesta en explicar a la hero¨ªna que su reacci¨®n ante Mitsuru se debe s¨®lo a su mal humor pasajero, algo que ni tan siquiera se plantea en el caso del chico. Lo mismo sucede con Junpei, el gracioso de turno en versi¨®n masculina que queda como un pobre freak ante la personalidad de la hero¨ªna. No es lo mismo tolerar a una persona en t¨¦rminos de amistad que cuando intenta claramente flirtear con nosotros, es decir, la persona que se esconde tras el h¨¦roe de turno. Hay que entender la importancia de este hecho en el global de un juego que est¨¢ basado, como explic¨¢bamos anteriormente, en el peso de las amistades que hayamos sabido ganar con el paso de las horas. Los cambios en este sentido no se limitan a aportar una nueva frase o comentario, sino que cambian por completo la perspectiva de los hechos, haciendo de la historia original una odisea a¨²n m¨¢s compleja si cabe que la original.

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Por todo ello vale la pena dar una nueva oportunidad a un t¨ªtulo que destaca precisamente por ser ¨²nico en su especie pese a haber sido reconvertido en varias ocasiones (un aspecto que, para el que suscribe este texto, resulta especialmente nocivo para todo videojuego que se precie por su originalidad). El material a¨²na lo mejor de P3 y P3FES al tiempo que se a?aden nuevos conceptos, una nueva forma de entender la historia -en todos los sentidos-, que creemos se ajusta como anillo al dedo a las necesidades de los usuarios de PSP. Aquel que quiera disfrutar de la aventura original en todo su esplendor, s¨®lo debe dirigirse a su tienda especializada de turno para adquirir la versi¨®n de PS2 (preferiblemente FES). Sobre el lanzamiento europeo, muchos nos tememos que habr¨¢ que esperar un tiempo para poder ver el t¨ªtulo por estos lares. Los que lo esperen en castellano deber¨ªan ir mirando hacia otro lado: no parece que nadie est¨¦ interesado en realizar una inversi¨®n de esas caracter¨ªsticas en un t¨ªtulo que llega al viejo continente por tercera vez en menos de cinco a?os.

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