Serious Sam 3: BFE
Casi oculto por la llegada de otro gran cl¨¢sico revivido, Duke Nukem Forever, resurge ahora Serious Sam con el firme esp¨ªritu de devolvernos a los or¨ªgenes de los FPS, con sangre, muchos monstruos y por supuesto tiros y m¨¢s tiros. Diversi¨®n pura y dura con gr¨¢ficos de hoy pero el estilo de siempre.
La vieja escuela est¨¢ m¨¢s viva que nunca. Un juego como Duke Nukem Forever nos ha recordado que hubo un tiempo en que los juegos de acci¨®n se olvidaban de las complejidades modernas y consist¨ªan ¨²nicamente en coger un arma y apuntar a criaturas de todo tipo. Nada de regeneraciones m¨¢gicas de saludo, sino sudor para acabar con cada oponente y alg¨²n que otro botiqu¨ªn. Si bien el t¨ªtulo de 3D Realms, finalizado por Gearbox, no nos dej¨® tan buen sabor de boca como nos habr¨ªa gustado, hay una nueva oportunidad de que los amantes de la esencia de este g¨¦nero que a?oran los primeros Quake o Doom la revivan. Tal responsabilidad recae sobre Serious Sam 3: BFE que Croteam planea lanzar a finales de este mes de septiembre.
Los atributos de este juego son bien claros: toneladas de balas, una armer¨ªa de lo m¨¢s variopinta y monstruos por doquier. Las fuerzas de Mental han invadido La Tierra y la ¨²nica opci¨®n es revertir tal suceso. Para ello, Sam, que se encuentra en El Cairo, tendr¨¢ que hacerse con el Time Lock, un dispositivo que le permitir¨¢ volver al pasado y acabar con los planes de conquista incluso antes de que estos se lleven a cabo. La aventura tendr¨¢ lugar de nuevo en Egipto, esta vez en un hipot¨¦tico futuro. Resulta parad¨®jica la uni¨®n de tan ic¨®nico lugar, una de las ra¨ªces de nuestra civilizaci¨®n, con un mundo avanzado tecnol¨®gicamente. Lucharemos entre las ruinas de dos civilizaciones, los milenarios templos del antiguo imperio de los faraones y las ciudades del siglo XXII destruidas por las bestias salvajes de Mental.
Tras usar nuestros pu?os en el inicio, la primera arma que nos encontraremos en nuestro periplo ser¨¢ el "Sledgehammer", un martillo que puede aplastar el cr¨¢neo de un enemigo de un solo golpe. Aparte de este ataque directo tiene tambi¨¦n un segundo movimiento giratorio, perfecto para cuando nos encontramos rodeados por multitud de adversarios, cosa que en un juego como ¨¦ste pasa con cierta frecuencia. Del mismo modo, ser¨¢ especialmente divertido usar una especie de l¨¢tigo para desgarrar la carne de quien se nos ponga por delante. Por otro lado, no faltar¨¢n rifles para todos los gustos, desde una simple pistola a una escopeta de doble ca?¨®n, pasando por una escopeta sencilla o una metralleta autom¨¢tica. La clave, claro est¨¢, se encuentra en equilibrar el uso de una u otra dependiendo de las circunstancias, pues todas son realmente ¨²tiles en alg¨²n momento y tenemos que racionar las balas ante la avalancha de monstruos que se nos avecina.
De hecho, es en esas criaturas donde recae casi todo el peso de la diversi¨®n de Serious Sam. Es imprescindible aprender las t¨¢cticas de ataque de cada una de ellas y c¨®mo afrontarlas dependiendo del entorno, pues su colocaci¨®n nunca es casual. La dificultad es alta como corresponde a un t¨ªtulo donde no s¨®lo no vale con esconderse para subir nuestra barra de vida, sino que aunque realmente se pudiera hacer, resultar¨ªa casi imposible mantenerse oculto por mucho tiempo. Por ello la t¨¦cnica de la prueba y error es un mecanismo indispensable para avanzar, ya que ser¨¢ verdaderamente complicado encontrar la t¨¢ctica adecuada a la primera.
As¨ª tenemos por ejemplo el "Hombre Toro", que responde claramente a su est¨¦tica y nombre para embestirnos con fuerza, con lo que hemos de esquivarlo en el momento justo y aprovechar la cercan¨ªa para desatar todo nuestro poder de ataque. Por contra, unos viejos conocidos como son los Kamikaze han de ser evitados a toda costa y mantener las distancias si no queremos que nos exploten en las narices. A este efecto, un aparentemente peque?o y simple a?adido de esta entrega, como es el bot¨®n para correr, puede marcar la diferencia. Algunos enemigos cambiar¨¢n ligeramente su comportamiento frente a lo que hac¨ªan en anteriores entregas, con lo que algunos de nuestros trucos perder¨¢n validez.
La fren¨¦tica campa?a individual se ver¨¢ potenciada con una opci¨®n cooperativa que incluir¨¢ nada menos que hasta 16 jugadores al mismo tiempo. Los personajes, eso s¨ª, son id¨¦nticos en cualquiera de las dos opciones, salvo ligeros cambios est¨¦ticos, y tienen todos las mismas armas a su disposici¨®n. Luchar contra las numerosas oleadas de enemigos estando acompa?ado es algo que encaja a la perfecci¨®n en la filosof¨ªa de Serious Sam y el dise?o de los niveles se ha realizado teniendo eso en mente. Si lo que buscamos es una experiencia m¨¢s ¨ªntima, los desarrolladores no se han olvidado de los que prefieren compartir televisi¨®n o monitor y han incluido una opci¨®n a pantalla partida. Las primeras pruebas est¨¢n demostrando que aguanta a la perfecci¨®n, sin reducir aparentemente la calidad o bajar la tasa de fotogramas.
El multijugador se ver¨¢ completado con multitud de modos de juego competitivos que responden a patrones cl¨¢sicos, como las partidas a muerte, capturar la bandera o supervivencia, donde ganar¨¢ l¨®gicamente quien consiga mantenerse con vida. Dos de las variantes que fueron introducidas con en un DLC para Serious Sam HD, "Beast Hunt" y "My Burden", tambi¨¦n estar¨¢n disponibles de inicio. El primero consiste en acabar con un determinado objetivo que se nos marcar¨¢ en la partida. En el segundo nos encontraremos con uno de los jugadores convertido en l¨ªder. Esto implicar¨¢ que, por un lado, contar¨¢ con unas pesas que lo har¨¢n m¨¢s lento, pero a su vez ir¨¢ sumando puntos seg¨²n el tiempo que logre mantenerse vivo.
Sam se volver¨¢ a poner serio en cuesti¨®n de semanas, aprovech¨¢ndose de las ¨²ltimas tecnolog¨ªas para potenciar su mec¨¢nica, pero sin perder su esencia de FPS de los de toda la vida. Id preparando vuestros mejores ratones y calentando vuestras manos para emplear una docena de armas y unos sangrientos e impactantes golpes directos para acabar con decenas de monstruos al mismo tiempo, que no os dejar¨¢n ni respirar. Si Duke Nukem no consigui¨® llenaros vuestra nostalgia de los 90, pronto tendr¨¦is una nueva oportunidad.