Seduce Me

Pol¨¦micas aparte, el juego se termin¨® y ya ha sido lanzado a trav¨¦s de la propia p¨¢gina de la compa?¨ªa. Ha sido creado por veteranos artistas ex-Guerrilla -Miriam Bellard y Andrejs Skuja- que se han lanzado al sue?o indie con un enfoque algo distinto. El juego puramente er¨®tico en occidente no es algo muy com¨²n y est¨¢ a a?os luz de su equivalente japon¨¦s, donde es un nich¨¦ muy peque?o pero en el que participan varios estudios profesionales y que tiene una rica historia capaz de ofrecer desde juegos er¨®ticos historias sorprendentemente buenas a aut¨¦nticas aberraciones s¨®lo para los est¨®magos m¨¢s resistentes. No Reply quiere abrir nuevas fronteras en este campo tan poco explotado con Seduce Me, pero lo cierto es que el resultado deja bastante que desear desde todos los ¨¢ngulos posibles.

La historia arranca conociendo a Pietra, una adinerada y escultural famosa conocida por sus grandes y desenfrenadas fiestas. Sabiendo que vamos de vacaciones por el Mediterr¨¢neo nos invita a su fastuosa mansi¨®n en la playa, una oportunidad de conocer a la variopinta fauna que rodea a la diva y de ser parte de una de sus legendarias fiestas de ricos y fabulosos. Una vez all¨ª, el objetivo b¨¢sicamente es ¡°pas¨¢rselo¡± bien en el sentido m¨¢s amplio de la palabra, charlando con las impresionantes damas que asisten al evento -incluyendo personal de la casa y el equipo de asistentes de Pietra, todas desmpampantes por supuesto, incluyendo la que realiza el mantenimiento de la casa-, escuchando sus confidencias y fantas¨ªas, o siendo parte activa de ellas. Una fantas¨ªa er¨®tica para hombres al uso.

El desarrollo es libre, la casa est¨¢ dividida en zonas, cada una formada por una imagen est¨¢tica y panor¨¢mica de forma que aunque no puedas ¡°moverte¡± en tiempo real por la p¨¢gina, puedas ver los detalles de cada zona. El dise?o est¨¢ bien, el uso del cel-shaded resulta adecuado y da las zonas una ambientaci¨®n acertada, pero la falta de animaci¨®n le quita gracia a la misma, aunque es algo comprensible dado el limitado presupuesto del proyecto. Podremos visitar a placer cualquiera de las partes del recinto, incluyendo una sauna interior, la playa y la piscina, m¨¢s varias zonas de terraza y exteriores. Al llegar un punto cabe la posibilidad de encontrarnos a alguien, o incluso de aparecer en medio de alguna escena ¡°caliente¡±. Con qui¨¦n puedes hablar o qu¨¦ puedes decir o hacer depender¨¢ en principio de la popularidad que tengas.

La ¡°popularidad¡± es el elemento principal del juego, se gana o se pierde en cada interacci¨®n y no solo determina el tipo de acciones que puedes realizar, tambi¨¦n es tu ¡°barra de vida¡±, si llegas a cero tendr¨¢s una confrontaci¨®n con la asistente personal de Pietra, en la que te dir¨¢ muy a las claras que ¡°no le gustas a nadie¡± y si la pierdes se te ense?ar¨¢ la puerta a la calle, siendo el fin de la aventura -el hecho de que el juego guarde autom¨¢ticamente hace que sea dif¨ªcil volver sobre tus pasos -aunque cerrando el juego y volvi¨¦ndolo a encender para pulsar ¡°continuar¡± nos permitir¨¢ realizar de nuevo la confrontaci¨®n final y ver si tenemos mejor suerte, un peque?o truco descubierto casualmente ya que la intenci¨®n de los creadores era la de que todas las consecuencias fueran finales-. Lo malo de empezar de cero es que, aunque tu popularidad va subiendo y bajando en general, hay dos medidores espec¨ªficos para cada chica: Intimidad y Atracci¨®n, que determinan lo que puedes hacer con ellas, as¨ª que empezar de cero completamente nos obliga a volver a pasar por ese proceso -aunque estos medidores tambi¨¦n suben y bajan dependiendo de la fortuna con las cartas-.

Cualquiera que haya jugado a un juego de citas reconocer¨¢ patrones, pero Seduce Me tiene una particularidad. Los juegos de citas se basan en opciones de conversaci¨®n, as¨ª como en gestos, decisiones, regalos y detalles que tengas con tu pareja, incluso aspectos como el tipo de actividades que realices o tus gustos determinan los sentimientos de la otra persona hacia ti. La idea b¨¢sica siempre ha sido la de tratar de entender al personaje con el que estamos intentando establecer una relaci¨®n. Incluso t¨ªtulos que juegan con el romance entre compa?eros de grupo se basan en estas ideas. Todo esto, que en manos de buenos escritores puede resultar en historias muy interesantes, en Seduce Me quedan sustituidas por juegos de cartas, lo que es una decisi¨®n cuanto menos curiosa.

Hay varios tipos de juegos, con ideas prestadas de t¨ªtulos cl¨¢sicos. Dependiendo de si es peque?a charla casual, flirteo, charla ¨ªntima, conversaci¨®n a tres o confrontaci¨®n, las reglas son distintas. La charla casual (Small Talk) suele ser la que se utiliza cuando conocemos a un nuevo personaje y es de las m¨¢s sencillas, s¨®lo necesitamos cartas del mismo palo o del mismo n¨²mero para cambiar el palo para ir siguiendo la charla. En otros tipos de conversaciones cambian las reglas, oblig¨¢ndonos a formar tr¨ªos de n¨²meros o secuencias; o a sumar y restar puntos con diversas cartas... el denominador com¨²n de todas estas pruebas es que tanto ¡°perder¡± como ¡°ganar¡± queda penalizado. Esto est¨¢ bien pensado desde el punto de vista del realismo, ya que en una conversaci¨®n a nadie le gusta quedar abrumado sin nada que decir al interlocutor, pero desde el punto de vista de mec¨¢nica de juego, el efecto es discutible. ¡°Ganar¡± pruebas como la conversaci¨®n a tres bandas, que exige un n¨²mero determinado de victorias, se convierten en una cuesti¨®n de puro azar, sin ning¨²n elemento estrat¨¦gico en c¨®mo juegas tus cartas. En cualquier caso, la mec¨¢nica de las cartas es un muy pobre sustituto a una conversaci¨®n habitual con diferentes opciones, especialmente si est¨¢n bien escritas y hay buenos arcos argumentales por personaje, cosa que aqu¨ª brilla por su ausencia..

La abstracci¨®n de estas conversaciones quita todo el alma al juego. Incluso aunque sea un juego er¨®tico, la gracia de un videojuego est¨¢ en interactuar de alguna forma y aqu¨ª la interacci¨®n es nula. No hay decisiones, est¨¢s siempre muy limitado en cuanto a acciones y apenas llegar a conocer nada de las mujeres que est¨¢n tratando de conquistar. Los minijuegos de cartas se hacen aburridos r¨¢pidamente y pronto empiezas a meterte en una espiral de subir y bajar puntos sin orden ni concierto que resulta en una experiencia sin ninguna gracia. El supuesto punto fuerte del juego, el sexo, se reduce a algunas ilustraciones expl¨ªcitas -sin ninguna animaci¨®n, sonido o complemento alguno- que hacen m¨¢s bien poco por excitar. La ¨²nica vez en la que aparece un atisbo de que a los personajes les importa tu presencia en el juego es cuando descubren que has estado con otra mujer -cosa que descubren siempre, debe de ser una casa con muchas mirillas en las paredes- y lo cierto es que tampoco puedes evitar interaccionar con las mujeres porque aparecen aleatoriamente. Hay conatos de conflictos, como cuando aparece HAMED -as¨ª, con may¨²sculas-, una figura escapada de Gand¨ªa Shore que habla de s¨ª mismo en tercera persona y que intentar¨¢ pararnos los pies de vez en cuando para ponernos en "nuestro sitio" -eso s¨ª, con un juego de cartas-. Pero nada muy emocionante.