Rock Band 2
God is a bullet
Rock Band 2 no innova demasiado respecto a su predecesor. Y no es necesario puesto que hablamos del que probablemente sea el mejor juego musical jam¨¢s creado. En su lugar, se dedica a pulir y mejorar todos sus aspectos, desde sus instrumentos hasta su lista de canciones, pasando por una m¨¢s disfrutable faceta online. El resultado sabr¨¢ mantener al juego en un trono que ha ganado por derecho propio.
A medio camino entre el juego musical y el ?party game', Rock Band fue una de las mayores sorpresas del pasado a?o. Bueno, de hace unos meses si contamos con su at¨ªpico lanzamiento europeo. Quiz¨¢s el carisma de su f¨®rmula resida en lo f¨¢cil que es unir a la gente por la m¨²sica, sea del estilo que sea, o por lo f¨¢cil que es ponerse a los mandos de una guitarra de pl¨¢stico y emular a tus ¨ªdolos favoritos. O por la tremenda trayectoria de Harmonix, que ha ido desde Konami hasta actualmente encontrarse junto a MTV, pasando por Activision y la saga que dio fama a esta idea, Guitar Hero. Porque en realidad el concepto de ?juego musical' lleva mucho tiempo ah¨ª, esperando que alguien lo desarrolle de una manera lo suficientemente inteligente. Apelando tanto a jugadores tradicionales como a aquellos que no hab¨ªan tocado un videojuego en su vida, el ¨¦xito ha sido m¨¢s que redondo. Una idea as¨ª s¨®lo puede crecer.
El caso es que con esta secuela pretende hacerlo, pero no dando un paso cualitativo como ocurri¨® de Guitar Hero a Rock Band, sino una simple evoluci¨®n y mejora de la f¨®rmula. Cuando esto ocurre en otro tipo de juegos que implican baremos de otro cariz esto puede ser negativo. Aqu¨ª, en cambio, no es as¨ª. La f¨®rmula se refina, se pule, de tal forma que todo aquello de lo que careciese el anterior se viese solucionado aqu¨ª. Adem¨¢s, Harmonix ha a?adido un aspecto acumulativo en la saga de una manera muy inteligente, como iremos viendo. En definitiva, todo lo que Rock Band fue os lo explicamos hace algunos meses en nuestro an¨¢lisis: la evoluci¨®n l¨®gica de Guitar Hero, la experiencia de banda completa m¨¢s divertida que se puede encontrar y uno de los juegos sociales m¨¢s duraderos. Pues bien, Rock Band 2 es esto, pero mejorado.
Europe is different
La imagen que MTV y Harmonix est¨¢n dando en nuestro territorio es m¨¢s que cuestionable, por mucho que Electronic Arts est¨¦ poniendo de su parte para evitar que surjan estos problemas. En EEUU ambas entregas han gozado un ¨¦xito arrollador; los numerosos videos que se pueden ver de gente haciendo aut¨¦nticas proezas para un m¨²sico virtual dan prueba de ello. En nuestro pa¨ªs es otro cantar: Rock Band lleg¨® tarde y mal, solap¨¢ndose casi con el lanzamiento de esta segunda entrega. Si adem¨¢s recordamos toda la pol¨¦mica alrededor de su precio -actualmente se encuentra a 210 € el pack completo-, muy lejos de los 180 $ que cuesta la versi¨®n americana y sin contar la m¨ªtica conversi¨®n euro/d¨®lar, es l¨®gico que no encuentre el calado en la cultura popular como s¨ª ha ocurrido al otro lado del charco.
Apenas han pasado unos cuantos meses desde que vimos la anterior entrega en nuestro pa¨ªs. Por lo tanto, sacar el nuevo set de instrumentos junto con el juego, como ser¨ªa lo l¨®gico, parece ser que no entra en los planes de la desarrolladora por el momento. En su lugar recibiremos ¨²nicamente el juego, pudiendo comprar los perif¨¦ricos de Rock Band por separado. Tanto la nueva bater¨ªa como la nueva guitarra se encuentran sin fecha definitiva de lanzamiento. Esto podr¨¢ parecerle indiferente al comprador del primer Rock Band, pero sin duda afectar¨¢ a aquel que pretendiese hacerse con este segundo esperando al conjunto de perif¨¦ricos nuevos. Unos perif¨¦ricos que, por cierto, han mejorado en aspectos sutiles pero igualmente definitorios.
El hacha, para empezar, sigue pareciendo una Fender Stratocaster. La idea de imitar la forma de una de las guitarras m¨¢s famosas del mundo hasta el punto de hacerla cre¨ªble se ha llevado hasta el l¨ªmite por el tono caoba que domina todas sus formas, desde el m¨¢stil hasta el propio cuerpo del instrumento. Siguen manteni¨¦ndose cinco botones en la parte superior y otros cinco m¨¢s peque?os en el principio del recorrido, perfectos para hacer s¨®los ya que son m¨¢s ¨¢giles de pulsar y no requiere pulsar la p¨²a para hacer la gran mayor¨ªa de los solos. La p¨²a, muy diferente a la de Guitar Hero y un infierno para todo aquel que est¨¦ acostumbrado a oir un sonido cuando hace el movimiento correspondiente, es ahora algo mejor en este sentido, aunque seguir¨¢ desconcertando al que no est¨¦ acostumbrado. Por lo dem¨¢s, la palanca responde m¨ªnimamente mejor y se ha a?adido un lector para calibrar audio y video autom¨¢ticamente en caso de necesitarlo, lo cual para partidas r¨¢pidas se agradece. Como es de esperar, esta vez s¨ª es inal¨¢mbrica.
La bater¨ªa se mantiene pr¨¢cticamente id¨¦ntica, pero esconde tras las apariencias el cambio m¨¢s notable en este aspecto. El pedal es tremendamente m¨¢s robusto y se puede fijar a las barras para evitar que se caiga cuando lo levantemos o hagamos un movimiento brusco. Por otro lado, los soportes en s¨ª son m¨¢s fiables. Pero donde m¨¢s ah¨ªnco se ha puesto ha sido en los propios tambores, muy silenciosos esta vez y con la capacidad de detectarnos si nuestros golpes son potentes o flojos y luego reflejarlo en pantalla. Adem¨¢s, podremos agregarle pads de platos superiores si nos gusta una experiencia lo m¨¢s cercana a la realidad. Algo completamente opcional. Tambi¨¦n inal¨¢mbrica, la diferencia respecto a la anterior se nota desde el primer segundo, y es -o ser¨¢-, de hecho, una opci¨®n muy recomendable incluso para aquel que tenga la bater¨ªa antigua, ya que en t¨¦rminos de precisi¨®n, fiabilidad y rendimiento es mucho m¨¢s fiable.
1960s
1970s
1980s
1990s
2000s
Bonus Tracks
Tampoco hay que olvidar la retrocompatibilidad que Harmonix muy acertadamente ha decidido incorporar. Previo pago -un ¨²nico pago- a?adiremos al modo principal 55 temas de Rock Band, as¨ª como todos los temas que nos descarg¨¢semos en su momento, la cifra se puede doblar f¨¢cilmente. Podremos tener en nuestra videoconsola toda una colecci¨®n de m¨²sica -por cierto, con la posibilidad de ser reproducida sin necesidad de estar jugando- ya que adem¨¢s cuenta con un explorador de lo m¨¢s acertado, atractivo visualmente y ordenado ante todo. Se nos dejar¨¢ clasificarlo por estilos, por d¨¦cada, alfab¨¦ticamente. Como nos d¨¦ la gana, vaya. Todo aquel mel¨®mano que se precie valorar¨¢ un limpio interfaz que es m¨¢s ¨²til y relevante de lo que en un principio parece.
El aspecto gr¨¢fico de Rock Band 2 se mantiene en una l¨ªnea bastante continuista. Esto no es una sorpresa. Tan s¨®lo se han mejorado transiciones y acabado general; el resto, se mantiene de una manera muy similar, a pesar de que contemos con una quincena de escenarios nuevos. Se echa en falta un editor de personajes mucho m¨¢s complejo, por el contrario. Definitivamente se agradece la posibilidad de crear a uno en dos pasos y lanzarlo al escenario en cinco minutos, pero sobre todo para la faceta online hubiese ayudado sobremanera. Y tambi¨¦n para poder crearnos a los m¨¢s estrafalarios int¨¦rpretes virtuales del planeta, por qu¨¦ no decirlo. Igualmente, como hemos dicho siempre e insistiremos hasta la saciedad, para el jugador lo menos importante es todo salvo las notas cayendo incesantemente.
Como ya sabemos, cualquier tema que tengamos registrado en Rock Band 2 es parte de la Gira. Eso es bueno. Pero sobre todo al principio repetiremos unos cuantos hasta que se abra el abanico de posibilidades. Eso es malo. Por suerte, dura poco. Para compensarlo nos veremos irrumpidos por retos de lo m¨¢s variopintos que aparecer¨¢n aleatoriamente o dependiendo de algunos factores, como nuestro m¨¢nager. Son figuras y alicientes meramente anecd¨®ticos pero que le a?aden ese toque de originalidad y distinci¨®n a algunos tramos, eliminando la sensaci¨®n de monoton¨ªa. Tambi¨¦n repiten los conocidos ?set-lists' o lista de canciones, donde tocaremos un conjunto seguido como si de un concierto real se tratara, ya sea elegido por nosotros o por la propia IA.A su vez otros grupos tambi¨¦n podr¨ªan retarnos, exigi¨¦ndonos lo mejor de nosotros mismos para poder derrotarles en campeonatos de rock.
La dificultad est¨¢ cualitativamente mejor calibrada en este juego que en el anterior, a pesar del caos que puede formarse con todas las canciones que pudi¨¦semos haber descargado o comprado en Rock Band. Y para los jugadores m¨¢s ¨¢vidos de retos imposibles, podr¨¢n encontrar m¨¢s de uno aqu¨ª. Ciertamente hay algunas canciones como 'Painkiller' de los Judas Priest que ser¨¢n un aut¨¦ntico infierno para la banda que ose buscar la dificultad m¨¢s alta; por otro lado, hay no pocos temas que se decantan por una soluci¨®n m¨¢s sencilla y parecida al anterior. Hay extremos, pero son escasos: predomina m¨¢s una dificultad media exigente si as¨ª lo deseas pero sin llegar a la frustraci¨®n. Y hablando de no frustrarse, para los jugadores m¨¢s ocasionales se puede activar la funci¨®n de 'no fallar', donde una canci¨®n no se interrumpir¨¢ a mitad por la mala actuaci¨®n de un compa?ero. Una idea incre¨ªble para fiestas y momentos donde lo que menos importe sea el rendimiento grupal.
La mec¨¢nica de los instrumentos ha variado muy poco, por no decir casi nada. Habr¨¢ un medidor invididual para cada miembro del grupo y luego uno grupal; si lo activan todos, el grupal estar¨¢ en su m¨¢ximo apogeo. Coordinarse no ser¨¢ f¨¢cil, ya que cada miembro cuenta con su propio m¨¦todo especial: el cantante metiendo un grito mientras no est¨¢ sonando su l¨ªnea vocal, el baterista haciendo fill-ins o breaks, y el guitarra como siempre levantando su m¨¢stil al cielo. El mayor cambio en este sentido es por parte de las composiciones para guitarra; requieren recorrer m¨¢s el m¨¢stil que en la anterior, y existen m¨¢s notas r¨¢pidas por lo general. El reconocimiento de la voz tambi¨¦n se ha cambiado, para que as¨ª las partes habladas y no cantadas se detecten mejor, ya que hubo quejas en su momento al respecto.
Por ¨²ltimo, no debemos olvidarnos la figura de los trainers, los cuales nos ense?ar¨¢n a tocar la bater¨ªa, el instrumento m¨¢s complicado de todos los que conforman el plantel de este Rock Band 2. En la mayor¨ªa tendremos que realizar ritmos sencillos de progresiva dificultad seg¨²n lo deseemos; m¨¢s adelante, tocar¨¢ atreverse con algunos m¨¢s complejos. M¨¢s ¨²til es el trainer de fill-ins, es decir, las improvisaciones. Se nos dar¨¢n pautas para poderlas hacer m¨¢s cre¨ªbles y m¨¢s efectivas de cara al resultado final de la canci¨®n y al del propio grupo. Los trainers y, en general, la concepci¨®n del modo principal en este t¨ªtulo son excelentes: no s¨®lo nos brindan horas ilimitadas para jugar con nuestros amigos, sino que adem¨¢s nos dan todos los medios posibles para que la experiencia sea ¨®ptima. Tanto para un tipo de jugadores como de otros.
Tampoco hay que olvidar la llamada Batalla de las Bandas, una muy original propuesta por parte de la desarrolladora y que implica realizar cada d¨ªa un reto distinto. Estos ser¨¢n propuestos y variar¨¢n incluso dependiendo de la zona horaria en la que nos encontremos: pueden implicar que toquemos el mayor n¨²mero de notas posibles en una canci¨®n, o que hagamos m¨¢s puntuaci¨®n que nadie, o simplemente aquello que se les ocurra en ese momento. Por otro lado detectar¨¢ el tipo de canciones que tienes en tu disco duro y buscar¨¢ un reto m¨¢s adecuado para ti. Es de alabar ese intento por hacer la experiencia lo m¨¢s distinta posible aunque al final todo redunde en tocar canciones una y otra vez, y sin duda funciona a la m¨¢s mil maravillas. Sum¨¢ndole a esto el sistema de descargas de canciones, tenemos una faceta online casi impecable.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.