El lado oscuro de Resident Evil

Si bien hace unos meses nos deshac¨ªamos en elogios a la cuarta entrega de Resident Evil, la mejor aparecida hasta el momento, ahora nos toca analizar la otra cara de la saga, la que representa a toda esa cantidad de secuelas que no aportan m¨¢s que consecutivos n¨²meros en la coletilla del t¨ªtulo del juego. Resident Evil Outbreak 2 carga con todos los problemas que sentenciaron a su predecesor, y no muestra s¨ªntomas de mejor¨ªa en ninguno de ellos.

Resident Evil: Outbreak ha vuelto a PlayStation 2, observalo en movimiento en el siguiente v¨ªdeo.

Aunque ya dijimos hace unas semanas en nuestras primeras impresiones con la versi¨®n NTSC del juego que el modo para un jugador no terminaba de cuajar, lamentablemente los h¨¢ndicaps no se ven solventados en el modo on-line (que a su vez es una novedad en territorio europeo, ya que dicho modo fue 'capado' en el primer Outbreak).

L¨¢stima que de nuevo Capcom recurra al uso de c¨¢maras fijas, pues no es la primera vez que esta decisi¨®n afecta al apartado jugable de sus Survival Horror. Cierto es que en una 32 bits como PSone resultaba arriesgado (de cara a mantener un alto nivel t¨¦cnico) darle al jugador la posibilidad de jugar con la c¨¢mara a su voluntad, pero en una consola de 128 bits resulta imperdonable que a¨²n tengamos que estar disparando a un enemigo que todav¨ªa no ha aparecido en pantalla.

Intachable tambi¨¦n resulta el apartado sonoro de Outbreak 2. Desde el magistral tema que suena en la intro con la que da comienzo el juego, hasta los espeluznantes efectos sonoros que producen tanto las balas como los gemidos de los zombis, se demuestra la experiencia de Capcom en el g¨¦nero de los Survival Horror. L¨¢stima que la falta de situaciones dram¨¢ticas entre los personajes nos impida de disfrutar de un destacable doblaje para ellos, pero es el precio a pagar por un juego que ha perdido gran parte de las se?as de identidad que caracterizan a la saga.

j u g a b i l i d a d

El principal problema de Outbreak 2 viene a ser lo limitado de su modo online, m¨¢s a¨²n cuando no es sino el principal atractivo a partir del cual se dise?¨® el juego. Lo que unido al poco gancho del modo para un jugador, deriva a un juego bastante mon¨®tono y aburrido. A priori, la incorporaci¨®n de un modo para jugar a trav¨¦s de Internet deber¨ªa multiplicar las posibilidades del juego en s¨ª, y eso no sucede en Outbreak 2. Principalmente por la dificultad a la hora de comunicarse con los otros jugadores.

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Tanto la interfaz como la comunicaci¨®n a base de preestablecidas ¨®rdenes resultan muy engorrosas, toscas, ya que estas no tienden a ser suficientes para las mil y una situaciones en las que se pueden encontrar un grupo de cuatro jugadores jugando simult¨¢neamente. El teclado hubiera salvado los muebles, y con el uso del micr¨®fono ahora estar¨ªamos hablando de una experiencia de juego mucho m¨¢s satisfactoria, amena y gratificante. As¨ª que no acabamos de entender el porqu¨¦ de un modo online si no se hace ¨¦nfasis en la comunicaci¨®n, ?o acaso Capcom no ha visto lo bien que se las ha apa?ado Sony con su saga Socom?

En Outbreak 2 regresan los personajes del t¨ªtulo anterior. Carentes de personalidad, carismas y dem¨¢s cualidades que deberian tener como minimo un personaje de videjuegos. Kevin, Mark, George, Cindy, David, Alyssa, Jim y Yoko regresan con nuevas habilidades que se suman a las que ya pose¨ªan. Incluyendo cada uno de ellos un objeto personal y que podr¨¢ compartir con otros personajes del grupo.

Por lo dem¨¢s, se repiten los mismos problemas que ya coment¨¢bamos en nuestro primer contacto con el juego: Outbreak 2 est¨¢ falto de profundidad. Olvidaros de argumentos m¨ªnimamente trabajados y de misiones con una base que incite a seguir jugando hasta el final. La nula personalidad de los 8 personajes disponibles, as¨ª como la trivialidad de muchas de las situaciones en las que nos veremos involucrados junto a nuestros amigos restan emoci¨®n al juego. Y claro, estamos hablando de una cantidad limitada de escenarios, que se tornan aburridos al superarlos un par de veces. Por no hablar del factor miedo: nos da la impresi¨®n de que a Capcom se le ha olvidado ya el g¨¦nero al cual pertenece Resident Evil.

c o n c l u s i ¨® n

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Este Outbreak 2 ha vuelto a las andadas, y por eso nos mostramos especialmente cr¨ªticos con ¨¦l, pues la pol¨ªtica de explotar sagas de Capcom nos empieza a cansar. De acuerdo que no sea l¨®gico pedir una revoluci¨®n a cada secuela, pero es que Outbreak 2 se limita a ser un calco de la primera entrega, en la que no var¨ªan ni siquiera los personajes controlables. Y siendo ambos juegos un tanto limitados, ?no podr¨ªa Capcom haber pensado en el usuario, y hacer un ¨²nico Outbreak variado y m¨¢s trabajado?

S¨ª, t¨¦cnicamente es una gozada, pero a estas alturas ya nadie duda de que Capcom sea capaz de ofrecer apartados t¨¦cnicos de infarto. Por contra, lo que si empezamos a dudar es de que a¨²n queden en la compa?¨ªa genios como Shinji Mikami que sean capaces de sacarse de la manga a obras maestras de la talla de Resident Evil 4. Como ya dijimos hace unas semanas, mejor esperaros a su lanzamiento para volver a disfrutar de un Resident Evil a la altura de la licencia.

l o  m e j o r

l o  p e o r