Carreras suicidas

Ahora, el banjo ha sido sustituido por melod¨ªas dance ¨Calgo que quiz¨¢s pueda restarle personalidad¨C, no tenemos el citado modo contrarreloj y los pilotos parecen aut¨¦nticos profesionales. Las carreras pierden algo de esa locura y desenfreno de la primera parte, con secciones de circuitos m¨¢s cerradas y con menos elementos ¡°callejeros¡±; en general se ha perdido esa sensaci¨®n de carreras alocadas en favor de un estilo algo m¨¢s pro, eso s¨ª, sin perder su personalidad arcade. Tambi¨¦n contamos con ayudas durante las carreras que quiz¨¢s enturbian un poco esa sensaci¨®n de descontrol de la primera parte, como las l¨ªneas din¨¢micas en carrera ¨Cque nos indican la mejor trayectoria para adelantar¨C o el nivel de dificultad din¨¢mico; aunque por suerte, podemos desconectar dichas ayudas.

A pesar de estas particularidades que deben tenerse en cuenta, Reckless Racing 2 es todo una arcade de carreras, de los mejores que podemos encontrar en la actualidad tanto en la App Store como en Android Market. Las f¨ªsicas de los coches son excelentes y realmente se siente la diferencia entre las zonas de tierra off-road y las secciones de asfalto; nuestro veh¨ªculo se comportar¨¢ de manera diferente seg¨²n la superficie del circuito. En general, se ha perdido un poco esa sensaci¨®n ¡°reckless¡± ¨Cnunca mejor dicho¨C de la primera parte; ahora todo parece estar mas bajo control, aunque a medida que vayamos accediendo a los coches m¨¢s potentes, la dificultad y complejidad de las carreras aumentar¨¢ considerablemente. Deberemos ser aut¨¦nticos maestros del drift para lograr alcanzar las primeras posiciones de la carrera.

El nuevo contenido se centra en ofrecer un completo modo Carrera, donde debemos completar hasta doce copas ganando medallas de oro, plata o bronce. Seg¨²n nuestros logros en carreras anteriores, podremos acceder a nuevas carreras y coches, a los que tambi¨¦n podremos a?adir mejoras. Como viene siendo habitual en t¨ªtulos iOS y Android, siempre podremos adquirir paquetes de ayuda mediante micro-pagos, lo que en este caso nos permitir¨¢ desbloquear contenido sin tener que obtener los mejores resultados; s¨®lo para jugadores poco pacientes y que no quieran evolucionar como pilotos y disfrutar de todo el juego r¨¢pidamente. Tambi¨¦n podemos optar por Carrera R¨¢pida, donde podremos correr en cualquier circuito con cualquier coche previamente desbloqueados.

Aunque el modo de juego m¨¢s atractivo ser¨¢ el Arcade; en este caso debemos superar una serie de desaf¨ªos ¨Chasta cuarenta¨C, en los que se nos ofrece la posibilidad de disfrutar de una gran variedad de pistas y veh¨ªculos, sin tener que esperar a los logros del modo Carrera. Si el primer t¨ªtulo ya ofrec¨ªa un buen modo multijugador, esta secuela mantiene el tipo con dignidad; el juego online contra otros jugadores es muy adictivo aunque presenta algunos problemas puntuales de lag, donde podemos observar como algunos coches aparecen y desaparecen en plena carrera. En este caso, s¨®lo podemos correr en carreras de tres a diez vueltas, sin ning¨²n tipo de a?adido como podr¨ªa ser un modo eliminatorio por vuelta. Eso s¨ª, contamos con rankings online y la posibilidad de descargar coches fantasma de los mejores r¨¦cords mundiales.

El apartado gr¨¢fico ha sido mejorado considerablemente; los escenarios son m¨¢s interactivos que nunca y mucho m¨¢s detallados que en la primera parte, especialmente en las versiones de iPhone 4S y iPad 2, que disfrutan de shaders de mayor calidad. Los modelados, tanto de los coches como de los elementos del entorno, son muy vistosos y ofrecen un gran nivel de detalle. A nivel de jugabilidad, los controles de Reckless Racing 2 responden como se espera de un juego de carreras arcade y fren¨¦tico; se matiene el esquema de la primera parte, es decir, con dos botones situados en la esquina inferior izquierda para girar y dos botones situados en la esquina inferior derecha para acelerar y frenar. A los pocos minutos ¨Cy una vez nos hayamos familiarizado con los controles¨C estaremos realizando todo tipo de maniobras, como derrapes, adelantamientos o sucias embestidas.