La continuaci¨®n de RayStorm

Una nueva amenaza se cierne sobre el planeta azul. Seres de otra galaxia han decidido colonizar nuestro planeta, previa erradicaci¨®n de todo vestigio de ser aut¨®ctono, para despu¨¦s explotar los recursos del ecosistema y destruir el planeta finalmente.

Pero la resistencia humana ha sabido jugar sus cartas. Los tres ¨²ltimas y avanzadas aeronaves de combate del Instituto Cybernetics Unk est¨¢n listas para el combate. Se trata de los modernos Wave Rider, unas naves especialmente dise?adas para el asalto, 3 modelos el WR-R01, el WR-R02 y el WR-TT3, cada uno equipado con su armamento particular y con unas caracter¨ªsticas que lo hacen totalmente diferente  a sus dos hermanos.

El WR-R01 est¨¢ equipado con un disparo doble y un l¨¢ser, el WR-R02 con dos ca?ones l¨¢ser, uno para disparo normal y el segundo para disparar desacargas el¨¦ctricas, y el WR-TT3 con misiles inteligentes y torpedos de protones.

Adem¨¢s estas naves tienen la capacidad de introducirse en la red de comunicaciones del enemigo y desplazarse por ella, actuando como modernos virus, atacando sus sistemas inform¨¢ticos y al mismo tiempo, pudiendo volver al mundo material para acabar con el maltrecho enemigo.

La batalla no ha hecho m¨¢s que empezar, los cazas terr¨ªcolas se introducen en la red alien¨ªgena.

En un g¨¦nero tan numeroso como es el de los matamarcianos en PlayStation, y teniendo en cuenta las aut¨¦nticas barbaridades que han hecho las distribuidoras con algunos de los mejores t¨ªtulos -por ejemplo, SONY con Philosoma y Einh?nder-, la llegada de un nuevo juego a engrosar el cat¨¢logo europeo supone, o hemos de suponer que supone, que el t¨ªtulo tiene un nivel alto y adem¨¢s es perfectamente comercial.

Ray Crisis cumple ambas, la segunda, porque es la continuaci¨®n del ya cl¨¢sico RayStorm, ese juego de matamarcianos de 2 CDs que vio la luz al mismo tiempo que PlayStation, y la primera, porque combina unos grandes gr¨¢ficos en pseudo 3D junto a una diversi¨®n asegurada, aunque para nuestra desgracia, no llegue a superar a las grandes vacas sagradas del g¨¦nero.

Gr¨¢ficamente es un juego muy agradable, ya que en pantalla se dar¨¢n cita muchos efectos, enemigos a¨¦reos, enemigos terrestres y como no, tropecientos proyectiles dirgi¨¦ndose a un ¨²nico objetivo: t¨².

Para la cantidad de elementos que est¨¢n en pantalla, el engine mantiene el tipo en cuanto a frame rate, pero bien es cierto que cuando se le fuerza, aparecen unas ligeras ralentizaciones. Pero solo en contadas ocasiones y cuando la saturaci¨®n en pantalla es m¨¢xima.

Respecto a los escenarios, decir que s¨®lo hay cuatro fases disponibles, y aunque son de ambientaci¨®n variada -la ciudad, la base enemiga, las nubes y saliendo de la tierra- se antojan insuficientes para un matamarcianos.

Los jefes finales son aut¨¦nticos recitales gr¨¢ficos, tanto por tama?o como por efectos, y a buen seguro que har¨¢n las delicias de los aficionados al g¨¦nero ya que re¨²nen tradici¨®n e innovaci¨®n visual.

Poco se puede decir de este apartado, compuesto en su mayor¨ªa que cumplen correctamente con su papel, pero sin hacer de la BSO una pieza destacable sobre el conjunto de Ray Crisis.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Los matamarcianos siempre han sido un g¨¦nero que se han caracterizado por varios elementos: muchos enemigos de varias clases, jefes finales grandes y duros de batir, posibilidad de incrementar y mejorar nuestro armamento, un n¨²mero abundante de escenarios, etc.

Claro est¨¢, siempre han existido juegos del g¨¦nero que se han limitado a coger dos o tres rasgos y a dejar de lado los dem¨¢s, y otros casos, honrosos clasos, que han intentado llevar la innovaci¨®n por bandera, hasta l¨ªmites insospechados.

Ray Crisis, m¨¢s bien podr¨ªa ser catalogados en el grupo de los que cumplen con lo justo y adios muy buenas. Bien es cierto que posee un apartado gr¨¢fico de infarto, pero se?ores, no se puede ir por la vida racaneando armamento y lo que es m¨¢s grave, racaneando n¨²mero de niveles.

Y digo racaneando porque me parece una actitud r¨¢cana la ¨²nica inclusi¨®n de 4 niveles en todo el juego, cuatro y un quinto que es el jefe final, pero que a efectos operativos no dejan de ser cuatro, y de longitud no muy grande.

La opci¨®n de elegir el orden en el que queremos completar los niveles camufla ligeramente esta falta, unida al hecho que podemos repetir el mismo nivel cuatro veces -increible- y pasar al quinto para batirnos con el enemigo final.

Ahora bien, el otro punto olvidado del g¨¦nero es la posibilidad de incrementar el armamento de nuestra nave, que se ha declinado por completo. Una vez elegimos nuestro caza, la posibilidad de cambiar o potenciar las armas estar¨¢ desterrada, y aunque las naves est¨¢n muy bien equipadas, con un tipo de disparo a¨¦reo, otro terrestre, y la posibilidad de lanzar la t¨ªpica bomba que limpia la pantalla de enemigos en 0.2 segundos, la posibilidad de incrementar el potencial ofensivo es pr¨¢cticamente vital en cualquier matamarcianos que se precie.

Ray Crisis incluye dos modos de juego, el Arcade mode, exactamente igual a la recreativa, donde deberemos completar los 4 escenarios para batirnos con el enemigo invasor, y el Original Mode, o modo para superdotados, ya que debemos completar el juego con cero vidas y cero continuaciones, circunstancia que se nos antoja IMPOSIBLE para humanos normales y corrientes. 

Tampoco se ha incluido un modo para dos jugadores, como viene sucediendo ¨²ltimamente con los shooters. ?Pero que pasa con ese modo que tan buenos ratos hace pasar? ?Ya nadie se acuerda de la opci¨®n a dos jugadores que inclu¨ªa el Salamander de Konami? o que m¨¢s recientemente est¨¢ incluyendo Capcom en sus shooters?

  c  o  n  c  l  u  s  i  ¨®  n

Un matamarcianos bastante bueno, gr¨¢ficamente muy bueno, con un control eficiente y que reune CASI todos los elementos que han hecho grande al g¨¦nero de los matamarcianos: grandes escenarios, enemigos de todas clases, jefes finales apote¨®sicos, adicci¨®n, control sencillo, variedad de naves para el jugador, pero que se deja, de una forma lamentable en la cuneta la opci¨®n de incrementar el armamento de nuestra nave y/o potenciar su rendimiento con power ups y similares. Adem¨¢s, si a?adimos que s¨®lo tiene 4 niveles y uno final, la calificaci¨®n total del juego baja muchos enteros.

Realmente es un digno sucesor de RayStorm, pero pod¨ªa haber sido uno de los mejores matamarcianos de PlayStation, puesto al que no llega por esos peque?os grandes defectos.