Pocas novedades, mucha diversion

Cuando en Febrero del 99 tuve la ocasi¨®n de realizar el an¨¢lisis de la anterior entrega de la serie Railroad Tycoon, sab¨ªa qu¨¦, sin duda, la saga tendr¨ªa continuaci¨®n. Y cinco a?os despu¨¦s llega el tercer titulo, una vez m¨¢s de la mano de Phil Steinmeyer, y una vez m¨¢s con unas cotas de adictividad y entretenimiento sorprendentemente altas.

Gr¨¢ficos y sonido

Si algo define las partidas de Railroad Tycoon III es su larga duraci¨®n. Exceptuando un par de escenarios, que tienen unos objetivos muy especiales, el resto necesitar¨¢n de no menos de 5 horas(sin detenerse a disfrutar) de ardua lucha. Esto hace que la m¨²sica del juego cobre especial importancia, y PopTop lo ha tenido muy en cuenta, introduciendo 36 temas musicales en archivos mp3, aunque hay que se?alar que no todos son nuevos, ya que alguno de ellos aparec¨ªa en la anterior entrega. En cualquier caso, a¨²n a pesar de esta abundancia no es raro o¨ªr varias veces el mismo tema durante la misma partida.

Los efectos sonoros cumplen con su cometido, sin resaltar en ning¨²n aspecto (si exceptuamos los truenos de las tormentas, realmente potentes), y de nuevo nos encontramos algunos sonidos ya conocidos del anterior t¨ªtulo.

En cuanto a la voz del narrador que nos sit¨²a en los escenarios de las diferentes misiones, la tarea de doblaje ha sido perfecta, y ha mejorado ciertos aspectos de su hermano mayor, como la exclusi¨®n de algunos comentarios fuera de tono que no terminaban de encajar. Curiosamente, y si el o¨ªdo no me enga?a, el narrador es el mismo que el de la anterior entrega (punto que no he podido confirmar por faltar los cr¨¦ditos del equipo espa?ol en el manual).

Los gr¨¢ficos del juego cumplen a la perfecci¨®n con su cometido. Sin utilizar grandes alardes visuales ni efectos sorprendentes, reproducen con un estilo muy propio los diferentes escenarios del juego. Las locomotoras son coloristas y detalladas, y el zoom ha sido muy logrado, permitiendo que desde una vista en primer plano de una m¨¢quina nos alejemos hasta ver el continente completo con gran agilidad.

Quien haya jugado a la segunda entrega se va a encontrar con que PopTop ha reflejado aquel entorno bidimensional muy fielmente en el nuevo motor 3D. Adem¨¢s, se han incluido efectos atmosf¨¦ricos y ciclos d¨ªa noche, con lo que la presentaci¨®n se hace mas variada que en su predecesor, as¨ª como rotaci¨®n del cielo nocturno y movimiento de nubes.

Gui¨®n

Para quienes a estas alturas no conozcan la saga Railroad Tycoon, ah¨ª va una peque?a introducci¨®n: como hombre de negocios (tycoon, magnate), tu misi¨®n es la de crear un imperio ferroviario mediante la construcci¨®n de l¨ªneas  para el transporte de viajeros y cargas de muy diversa ¨ªndole.

A la vez, y mientras tu compa?¨ªa o compa?¨ªas florecen, debes ocuparte de tu propia cuenta corriente enriqueci¨¦ndote mediante la especulaci¨®n en los mercados de valores, jugando con las acciones de tu compa?¨ªa y las de los contrincantes. La acci¨®n se desarrolla principalmente en Estados Unidos y Europa, aunque existen localizaciones en pa¨ªses como Jap¨®n, Espa?a o Groenlandia.

A lo largo de los 16 escenarios de campa?a o los 12 escenarios independientes se te plantear¨¢n diversos objetivos a cumplir para lograr una de las tres medallas que puedes conseguir (oro, plata y bronce). Adem¨¢s de estos objetivos (realmente variados), se establecen una serie de normas para el escenario que modifican sustancialmente en algunos casos la forma en que debemos enfrentarnos al reto.

Por lo tanto, podr¨ªamos decir que Railroad Tycoon incluye dos simuladores en uno: por una parte, la simulaci¨®n del mundo ferroviario, con el tendido de v¨ªas, construcci¨®n de estaciones y edificios auxiliares y movimiento de los productos ente diferentes zonas, y por otra el simulador de la econom¨ªa, aplicado a dichos productos y ampliado para cubrir el mercado de valores y los periodos de recensi¨®n o boom econ¨®micos. La separaci¨®n entre ambas simulaciones se ve claramente en el modo "caja de arena", en la que la segunda queda totalmente desactivada.

Jugabilidad

Antes de pasar al an¨¢lisis de la jugabilidad, me gustar¨ªa hablar de las innovaciones que se han introducido en el juego, y que en gran parte responden a peticiones de los fieles de la saga que no se implementaron en la segunda entrega. Esto incluye la posibilidad de crear t¨²neles bajo las monta?as, construir edificios industriales propios para aprovechar ciertas demandas o acceder a todas las funciones del juego desde la ventana principal, con tan s¨®lo un par de clicks.

Pero la mayor novedad, a parte del aspecto est¨¦tico o de organizaci¨®n se encuentra en el sistema de econom¨ªa de carga, es decir, en la simulaci¨®n de la econom¨ªa basada en los diferentes productos dentro del mapa de cada uno de los escenarios. Nos encontramos con un medio econ¨®mico basado en la producci¨®n y el consumo (ya sea por una fase intermedia de transformaci¨®n de las materias por una industria o por el cliente final) de mercanc¨ªas de todo tipo, en el que nuestras locomotoras juegan el papel de uno de los medios de trasporte.

Y digo uno porque, a diferencia de RT2, las mercanc¨ªas se pueden mover entre productores y consumidores por otros medios diferentes al ferrocarril, esencialmente mediante barcos por r¨ªos y costas (que no veremos reflejados como tal en el juego, aunque s¨ª podemos ver las l¨ªneas de distribuci¨®n de cada producto). Por lo tanto, el sistema econ¨®mico ya est¨¢ en marcha en cierta forma cuando comenzamos cada escenario.

Esto, a?adido al hecho de que ya no es posible mover cargas entre estaciones cuando este transporte no sea rentable (es decir, el precio de oferta en la estaci¨®n de origen sea mayor que el precio de la demanda en la estaci¨®n de destino) aumenta la complejidad del sistema de simulaci¨®n hasta un punto en que no es posible realizar un control microecon¨®mico del juego basado (como en la anterior entrega) en seguir de cerca cada uno de los vagones que transportan nuestros trenes.

Por suerte, PopTop se dio cuenta pronto de este hecho, y al igual que ha modificado y ampliado la econom¨ªa, ha mejorado el sistema de gesti¨®n de cargas de los trenes. Gracias a ello, podemos dejar en manos del ordenador (a no ser que prefiramos por alguna raz¨®n hacer lo contrario) la gesti¨®n de qu¨¦ mercanc¨ªas se transportan en un tren entre dos estaciones. El sistema siempre elegir¨¢ aquellas cargas disponibles que ofrezcan la m¨¢xima rentabilidad por su transporte.

Pero como no pod¨ªa ser de otra forma, la b¨²squeda de los lugares en que el transporte sea lo m¨¢s rentable posible para una cierta carga queda en nuestras manos. Para ayudarnos en este cometido tenemos a nuestra disposici¨®n una serie de herramientas con las que podremos ver de forma gr¨¢fica y bastante intuitiva las zonas en que una determinada carga se genera y se consume, con los precios en cada punto.

El uso de esta herramienta es clave para poder planear la estrategia en cada escenario, ya que los primeros a?os de vida de nuestra compa?¨ªa suelen ser bastante dif¨ªciles. A parte de esta, disponemos de otras funciones heredadas de la anterior entrega para conocer el estado de los mercados de valores, jugadores en el escenario, evoluci¨®n de la econom¨ªa, estad¨ªsticas de nuestra compa?¨ªa anuales y acumuladas, y una largo etc¨¦tera.

Con todos estos elementos disponibles, jugar una partida a Railroad Tycoon III se convierte en una experiencia sumamente entretenida y absorbente. Se han ampliado las condiciones de victoria de los escenarios, a la vez que se ha mantenido la multiplicidad de objetivos en forma de medallas de oro, plata y bronce. Se han ampliado las condiciones o reglas particulares de cada misi¨®n, de forma que se imponen ciertas restricciones al tendido de v¨ªa, creaci¨®n de compa?¨ªas o acceso a los territorios y al mercado de valores que hay que tener muy en cuenta a la hora de planificar la estrategia de expansi¨®n de nuestras l¨ªneas.

La interfaz ha sido sensiblemente mejorada, y ahora se dispone de acceso a pr¨¢cticamente cualquier funci¨®n del juego desde la ventana principal, de forma clara y organizada. Por otro lado, el control de la c¨¢mara en cuanto a posici¨®n, ¨¢ngulo y zoom, y la posibilidad de anclarla a una locomotora determinada nos permite disfrutar visualmente del mundo tridimensional en el que nos movemos.

La posibilidad de crear edificios industriales propios aumenta las v¨ªas de negocio, aunque personalmente he de se?alar que la inclusi¨®n de esta caracter¨ªstica supone desde mi punto de vista una peque?a desvirtuaci¨®n del sistema econ¨®mico, y a lo largo de las partidas que he jugado no he llegado a utilizar.

Por ¨²ltimo, es destacable la inclusi¨®n de modo multijugador sobre LAN y m¨®dem, el modo "caja de arena", en el que todo el simulador econ¨®mico est¨¢ desconectado y podemos jugar sin preocuparnos del dinero y pudiendo modificar el mapa a nuestro antojo. Y, por ¨²ltimo, el editor de escenarios, potente pero bastante accesible.

Estrategia y trucos

El inicio de cada uno de los escenarios en los que se parte de cero es un momento crucial. Antes de comenzar a tender tus v¨ªas, dedica un rato a estudiar qu¨¦ cargas hay disponibles en el mapa, donde se generan, donde se demandan, y donde est¨¢n las mayores diferencias de precio para cada una.

Muchos escenarios imponen la regla de que tus nuevas v¨ªas deben conectarse a v¨ªas ya existentes de tu compa?¨ªa, as¨ª que hay que planificar muy bien por donde empezar para lograr los mayores beneficios de la forma m¨¢s r¨¢pida, y disponer de efectivo para poder mantener un crecimiento constante.

As¨ª mismo, no pierdas de vista que, antes de mover cargas de un tipo a una estaci¨®n, no est¨¢ de m¨¢s comprobar qu¨¦ industria hay en su radio de acci¨®n y hacerse, cuando sea posible, con los edificios que resultar¨¢n beneficiados por tus trenes. Una vez que las cargas empiezan a llegar de forma constante, las industrias que las utilizan empezar¨¢n a ser rentables y su precio se disparar¨¢, por lo que es importante planificar qu¨¦ se debe trasportar, cu¨¢ndo y d¨®nde.

En general, y aunque depende de cada industria, un edificio que produce su m¨¢ximo anual tarda en amortizarse unos diez a?os. Aunque parezca mucho tiempo, merece la pena hacer inversiones en industria siempre que sea posible.

No abuses de la emisi¨®n de bonos para financiar tu empresa, o los intereses que estos generan supondr¨¢n pronto un gasto tan alto que todos los meses perder¨¢s el poco efectivo del que dispongas en su pago. Es muy importante lograr desde el primer a?o una fuente constante de ingresos, aunque en principio sea reducida.

Por ¨²ltimo, en los escenarios que comienzan en ¨¦pocas m¨¢s tempranas, recuerda que los trenes tienen muy poca potencia, por lo que deber¨¢s tratar de tender tus v¨ªas de la forma m¨¢s recta y nivelada posible para evitar deceleraciones en tus convoys.

Compar¨¢ndolo con...

El referente obvio de Railroad Tycoon III es, como no, su hermano mayor. Esta nueva entrega, como reza el t¨ªtulo de este an¨¢lisis, presenta pocas novedades de car¨¢cter final sobre su predecesor, a pesar de que internamente la nueva implementaci¨®n de alguna de ellas, como la econom¨ªa de carga, quiz¨¢ no sea una innovaci¨®n tan peque?a como a primer vistazo pudiera parecer.

En cualquier caso, la adicci¨®n, inmersi¨®n y entretenimiento que el juego ofrecen merecen sin duda la nota que acompa?a a este texto, que obviamente hubiera sido m¨¢s alta de haber ofrecido un par de aspectos m¨¢s novedosos sobre su predecesor, aunque hay que reconocer que el list¨®n estaba realmente alto.

Lo que est¨¢ bien

Railroad Tycoon III consigue que te quedes pegado con la mano al rat¨®n durante horas sin darte cuenta. Una vez m¨¢s Phil Steinmeyer y su equipo ha logrado, como ya hizo con el anterior t¨ªtulo, tomar un concepto ya existente y, sin caer en el negocio f¨¢cil de dise?ar nuevos escenarios en tres dimensiones, crear un juego de gran calidad y, algo que ¨²ltimamente no he podido decir, suficientemente probado y estable.

Como aspecto muy positivo hay que se?alar la posibilidad de descargar desde la p¨¢gina de PopTop nuevos escenarios (como el de Espa?a), que van apareciendo paulatinamente. Aunque sin duda en un futuro es muy probable que produzcan una expansi¨®n del juego, como sucedi¨® en la segunda entrega.

As¨ª mismo, el editor de mapas es realmente potente, y aunque definir un escenario complejo puede hacerse algo cuesta arriba, crear mapas de menor complejidad resulta relativamente sencillo.

Lo que no est¨¢ tan bien

Pocos puntos hay que discutir que desmerezcan el resultado global de Railroad Tycoon III. Entre ellos, quiz¨¢ el m¨¢s molesto sea la implementaci¨®n que se ha hecho de los algoritmos de colocaci¨®n de v¨ªas y estaciones.

En el primer caso, no siempre es f¨¢cil hacer discurrir el trazado por los puntos que se desea, especialmente si queremos tender v¨ªas en riberas de r¨ªos encajonados entre monta?as. En el segundo, es imposible ajustar el posicionamiento de las estaciones de forma totalmente libre, ya estas 'saltan' entre diferentes localizaciones  de la zona de emplazamiento, siguiendo alg¨²n tipo de rejilla de posicionamiento, lo que se aplica tambi¨¦n a la construcci¨®n de edificios.

Por otro lado, el nuevo sistema de simulaci¨®n econ¨®mica es m¨¢s complejo que el anterior, y si bien para el usuario novato o intermedio la opci¨®n de dejar al ordenador la gesti¨®n de cargas es m¨¢s que suficiente, y presenta una importante ventaja, el jugador experto que quiera controlar manualmente los vagones de sus trenes, con fin de maximizar la eficiencia del tejido industrial de su empresa, no dispone de suficiente informaci¨®n para hacerlo, y se ve abocado a inferir c¨®mo funciona el proceso, dada la carencia de informaci¨®n relativa al tema del manual.

Manual

El juego viene acompa?ado por un desplegable en color, que muestra por una cara las relaciones de producci¨®n y consumo entre las industrias para las diferentes materias y por la otra todas las locomotoras disponibles en el juego con sus datos m¨¢s importantes. El manual, en blanco y negro, trata a lo largo de sus 100 p¨¢ginas de todos los aspectos del juego.

Aunque en general es muy correcto, flaquea en algunos puntos, como es la explicaci¨®n exhaustiva de la econom¨ªa de carga y sus implicaciones. Adem¨¢s se echan de menos los cr¨¦ditos del equipo que se ha encargado de la versi¨®n espa?ola. Cada una de sus p¨¢ginas contiene, como nota al pie, diferentes citas, datos y curiosidades ferroviarias que merece la pena leer.