Race Pro, Impresiones

No pises el acelerador, ni d¨¦s volantazos, ni hagas acrobacias espectaculares, ni mandes a tus contrincantes fuera de la pista, porque esto no es un juego de conducci¨®n tal y como se concibe normalmente. Race PRO es un Simulador, con may¨²sculas: el acercamiento m¨¢s realista que se le puede hacer a la conducci¨®n. Los hacedores son SimBin, maestros durante mucho tiempo en el PC que al final se deciden acercarse a las consolas de mano de Microsoft y su Xbox 360. Vemos c¨®mo les sienta el cambio en el Atari Live de Londres.

Dentro de la conducci¨®n podemos encontrar propuestas de todo tipo, como peque?os escalones que formen parte de un plan mayor perfectamente delimitado: tenemos apuestas de lo m¨¢s bestias e inmediatamente divertidas -Burnout-; juegos arcade que pretenden, sin valerse demasiado de la realidad, hacernos sudar y progresar nuestras habilidades -Project Gotham Racing 4-; otros que simplemente buscan la espectacularidad, el atractivo est¨¦tico y una s¨®lida base jugable -Need for Speed-; y por ¨²ltimo, aquellos que prefieren dejarnos competir en pistas reales con modelos representados lo m¨¢s fielmente posible -Gran Turismo, Forza Motorsport-.

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Pero nunca nadie se hab¨ªa atrevido con un simulador de verdad para consola. En PC s¨ª, no han sido pocos aquellos que han decidido llevar la experiencia real, 1:1, del volante a nuestra casa. Y los reyes son SimBin con su saga GTR, todo un ¨¦xito que a¨²n a d¨ªa de hoy cuenta con nuevas entregas en desarrollo. Por lo tanto, tarde o temprano hab¨ªa que dar el paso, llegar al siguiente nivel brind¨¢ndonos una experiencia lo m¨¢s parecida posible, sin renegar a su vez de todos aquellos jugadores que, simplemente, pretenden pasar un buen rato sin m¨¢s. Race PRO, su nueva franquicia al servicio de la blanca de Microsoft, ser¨¢ ese paso. Sentimos el Force Feedback en su m¨¢xima expresi¨®n durante el Atari Live de Londres.

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Para empezar, pretenden darnos hasta 44 coches de varias ¨¦pocas y estilos, para sentir de manera muy distinta cada uno de ellos. El Aston Martin DBR9, el Apollo Gumpert, Corvettes, BMWs, Audis, Vipers? si bien no es tanto la cantidad como la posibilidad de personalizaci¨®n de cada uno de ellos. No tanto de est¨¦tica, ojo, sino de mec¨¢nica: desde peque?os detalles de la suspensi¨®n, hasta el l¨ªquido de frenos, aceite, caja de cambios? pr¨¢cticamente las m¨¢quinas est¨¢n listas para nosotros, lo cual es un trabajo en detalle y que realmente afecta a la jugabilidad palpablemente. Al principio nos perderemos entre tanto marem¨¢gnum; despu¨¦s, disfrutaremos de ser unos mec¨¢nicos virtuales.

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Pero no es s¨®lo eso, sino d¨®nde y c¨®mo se presentan esta pasarela automovil¨ªstica, gracias a los 13 circuitos que terminaremos aprendi¨¦ndonos de memoria: Macau, Laguna Seca en Monterey, Circuit de Pau en Francia, y Porta Portugal son algunos de los afortunados. Todos ellos perfectamente llevados al juego y presentados de lujo, habiendo mejorado cualitativamente respecto a lo visto en el E3. Y lo m¨¢s importante, con da?os perfectamente representados f¨ªsicamente, am¨¦n de una reacci¨®n m¨¢s que cre¨ªble en cuanto a nuestro manejo con cada modelo. Realmente notaremos diferencias entre cada uno individualmente, m¨¢s all¨¢ de las marcas o de su origen.

Ahora, SimBin no se han olvidado de todos aquellos que nunca han decidido intentar acercarse a un coche de esta manera, de forma que nos han dejado tres modos por los que ir progresando: novato, donde se nos representar¨¢n con l¨ªneas c¨®mo hacer cada curva, los cambios ser¨¢n autom¨¢ticos y la respuesta ser¨¢ id¨®nea; semi-pro, el cual nos empezar¨¢ a dejar m¨¢s sueltos y, por lo tanto, nuestros movimientos y acciones repercutir¨¢n m¨¢s en el coche a nivel de sensibilidad; y por ¨²ltimo profesional, todo un reto para los amantes de la simulaci¨®n en el cual todo estar¨¢ a nuestra disposici¨®n.

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Claro, que para ofrecer una experiencia de juego s¨®lida, m¨¢s all¨¢ de la progresi¨®n del propio jugador respecto a los controles, se debe ofrecer un modo carrera al mismo nivel. Y as¨ª ha sido, tomando el t¨ªpico rol de un conductor a sueldo el cual ir¨¢ recibiendo contratos individuales por distintas marcas hasta llegar a la cima y conseguir el garaje perfecto. Habr¨¢ hasta 34 de estos tipos, que ofrecer¨¢n retos concretos para sentir en nuestras carnes las particularidades de cada tipo de autom¨®vil. Como es l¨®gico, los coches enemigos ten¨ªan un comportamiento de lo m¨¢s profesional sin dejar de resultar agresivos. Eso s¨ª, sin comportamiento inapropiado: como si fuesen competidores reales con mucho que perder si buscan choques o adelantamientos bruscos.

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