Gloria sobre la lona

Al igual que con el minijuego de tenis de Wii Sports, parece que la etapa inicial de la consola de Nintendo ha marcado por completo el devenir de los proyectos que han aparecido posteriormente, incluso los de la propia compa?¨ªa japonesa. Hace relativamente poco tiempo se debat¨ªa en estas mismas l¨ªneas la necesidad de mejorar el sistema de control de los videojuegos, de la industria en general. La nueva mec¨¢nica que conocemos desde hace ya algunos a?os ha convencido al p¨²blico menos experimentado, pero los jugadores habituales, as¨ª como la prensa especializada, parece renegada a aceptar que por encima de las posibilidades del control actual, la falta de esmero de las desarrolladoras es lo que ha provocado que a estas alturas apenas exista un pu?ado de t¨ªtulos que realmente haya sabido explotar las virtudes de esta sobremesa.

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Dec¨ªamos que el tenis hab¨ªa sido un referente en lo que respecta al nacimiento de una l¨ªnea de t¨ªtulos deportivos. As¨ª lo demuestra Grand Slam Tennis o el propio Virtua Tennis 2009, sendos videojuegos que no tendr¨ªan raz¨®n de ser en esta consola de no ser por la llegada del Wii MotionPlus, que parece llamado a revolucionar la situaci¨®n que vivimos en la actualidad. A nadie se le escapa que Nintendo sigue demostrando por activa y por pasiva las posibilidades reales del wiimote sin necesidad de emplear a?adidos -de hecho, nadie sabe a ciencia cierta si este perif¨¦rico sabr¨¢ exprimir todas sus posibilidades sin pasar a la historia como mero humo-, y buena prueba de ello es el t¨ªtulo que tenemos hoy entre manos. Si el tenis de Wii Sports ha sentado la base de una nueva generaci¨®n de jugadores, lo mismo sucede con el hom¨®nimo de boxeo, que por concepto no deber¨ªa ofrecer dificultades a las desarrolladoras a la hora de innovar, de ofrecer experiencias que hagan sentir al jugador part¨ªcipes de la acci¨®n.

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Nadie lo ha conseguido hasta ahora. Son varios los intentos; desde un nefasto Facebreaker, pasando por el a¨²n peor Ready to Rumble para acabar en Don King: El Boxeo, una opci¨®n cuanto menos aceptable, pese a que tampoco se puede considerar el referente a batir por parte de cualquier competidor que salga a escena. La ¨²nica propuesta que ha encandilado al p¨²blico, la que realmente ha logrado cierto margen de popularidad es precisamente Punch Out!!, uno de esos t¨ªtulos atemporales que han sido protagonistas en su g¨¦nero de varias generaciones. Muchos aficionados han crecido pegando pu?etazos virtuales, desgastando sus dedos antes de lograr superar al inaccesible, casi imbatible, ¨²ltimo rival que concede el cintur¨®n de ganadores. No es de extra?ar por lo tanto que el escepticismo haya sido pan de cada d¨ªa por parte de los aficionados ac¨¦rrimos de la franquicia.

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Al menos eso es lo que parece a primera vista, dado que la realidad es bien distinta. A continuaci¨®n tendremos tiempo de sobra para comentar todos los aspectos del juego, desde el t¨¦cnico, poco menos que sobresaliente, hasta jugable, que con sus taras se defiende como pez en el agua esperando ser disfrutado por cualquiera que se ponga a los mandos del binomio wiimote / nunchuk. Punch Out!! es uno de esos t¨ªtulos imposibles de juzgar a primera vista, que han de ser exprimidos al m¨¢ximo, disfrutados cada segundo. Deja en el paladar una dulce sensaci¨®n retro que sabe evolucionar, que ha logrado volver a la escena en el a?o 2009 sin necesidad de grandes filigranas, sin hacer mucho ruido. Es un t¨ªtulo que va directamente a la mand¨ªbula del jugador oblig¨¢ndole a disputar todos y cada uno de los combates que ofrece, dominando necesariamente la mec¨¢nica que se ha impuesto en esta ocasi¨®n. Puro boxeo.

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El concepto arcade ha variado mucho con el paso de los a?os, aunque siempre manteniendo una constante muy clara: la diversi¨®n. Un juego que apuesta directamente por un juego ¨¢gil, sin necesidad de grandes alardes en lo que respecta a la jugabilidad. Como en todos los deportes, existen dos formas de afrontar una adaptaci¨®n de realidad a videoconsola. Unos apuestan por acercar el producto a las sensaciones que transmite a pie de pista, otros por extraer la esencia volcando luego sus propias ideas, las que generalmente ponen la base del deporte en cuesti¨®n del que estamos hablando. En el caso del boxeo hay varias disciplinas que se tienen en cuenta, ya no s¨®lo la agilidad para esquivar golpes o la resistencia a pie de pista, sino tambi¨¦n la coordinaci¨®n de cada jugador a la hora de asestar un golpe, un contraataque letal que con la inercia del pu?etazo deje pr¨¢cticamente inconsciente al rival.

Esta ha sido la premisa b¨¢sica de Punch Out desde su creaci¨®n. Boxeo, s¨ª, pero con diversi¨®n, sin necesidad de abarcar ese cansancio dentro de la lona, esa falta de continuidad que hace que los boxeadores pierdan el ritmo, siempre en detrimento del espect¨¢culo. Aqu¨ª s¨®lo cuenta una idea; ganar. Y lo que es a¨²n m¨¢s importante, hacerlo con estilo, esquivando los golpes que lanzan a Little Mac, h¨¦roe donde los haya, aprovechando el momento justo para asestar la contra que le conceda una peque?a ventaja. Adem¨¢s tambi¨¦n es una historia de superaci¨®n al estilo Rocky, una trama que nos lleva a ponernos en la piel de un muchacho de 17 a?os que, por motivos que nos son ajenos, decide entregar cuerpo y alma para convertirse en el boxeador m¨¢s prestigioso de todos los tiempos. Por supuesto lo hace acompa?ado del m¨ªtico entrenador carism¨¢tico, ese que siempre apuesta por el buen camino, que siempre tiene palabras de apoyo cuando la cosa se pone dif¨ªcil.

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Punch Out!! encarna la esencia original del boxeo, la que se dio a conocer con el filme de Stallone, a su vez reflejo de la situaci¨®n que se viv¨ªa en este sentido a principios de la d¨¦cada de los 80. La edici¨®n de Wii cuenta con las mismas virtudes que sus antecesores, a saber; una propuesta s¨®lida, un argumento sencillo toda vez que resultista, un ¨²nico modo principal en el que debemos dejarnos la piel a tiras para alcanzar lo m¨¢s alto de la clasificaci¨®n mundial. Sin olvidar, c¨®mo no, el peculiar sentido del humor que tambi¨¦n se le ha otorgado a esta edici¨®n, aunque l¨®gicamente no est¨¢ exenta de algunas taras que condicionan las posibilidades del t¨ªtulo a largo plazo. Little Mac tiene la obligaci¨®n de ascender por tres competiciones enfrent¨¢ndose ante boxeadores variopintos que emplean t¨¦cnicas dispares, todos generalmente superiores a ¨¦l en cuesti¨®n de f¨ªsico -tama?o, anchura, fuerza?-.

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Una vez dominamos este simple esquema es momento de comenzar a atacar. El personaje contrario generalmente se defiende de nuestros golpes con una s¨®lida defensa, un hecho que s¨®lo podemos contrarrestar precisamente con nuestra mayor virtud, que no es otra que la agilidad del h¨¦roe de turno. Podemos asestar alg¨²n que otro golpe al cuerpo del rival, pero la energ¨ªa que consume en tan ¨ªnfima que conviene recular, esperar el momento ideal. M¨¢s que una teor¨ªa es el pilar central sobre el que gira el sistema de juego. Es cuesti¨®n de combates entender que cada golpe enemigo va en una direcci¨®n concreta, por lo que ?s¨®lo' es necesario esquivarlo en la direcci¨®n opuesta. Un golpe de izquierdas puede ser letal si impacta de lleno en el rostro de Mac, pero tambi¨¦n es letal si es esquivado, ya que deja a nuestra disposici¨®n la cara al descubierto del rival. Un golpe es suficiente para que quede atontado, a lo que se debe suceder una retah¨ªla de golpes, tan extensa como su aturdimiento nos lo permita. Si los pu?etazos que asestamos son bloqueados, el h¨¦roe va perdiendo resistencia (medida por un coraz¨®n con una cifra en sus adentros) hasta quedar aturdido, momento en el que s¨®lo fintando un golpe podr¨¢ volver a ganar resistencia.

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Si somos capaces de efectuar una contra ideal, una peque?a estrella se suma a nuestro casillero. Estas estrellas son un indicador de potencia para medir la energ¨ªa de nuestro golpe especial, que ejecutamos f¨¢cilmente pulsando el bot¨®n A del pad al tiempo que efectuamos un golpe. Si la coordinaci¨®n nos lo permite, lo m¨¢s habitual es que el rival se sorprenda, perdiendo gran parte de su barra de vitalidad para caer desplomado en la lona. El ¨¢rbitro comienza a contar, s¨®lo es posible reanimarse sacudiendo velozmente sendos mandos para recuperar el h¨¢lito. Una vez arriba le toca el turno de demostrar que es un rival que debemos temer, haciendo uso de sus propios ataques especiales. En este momento debemos esquivarlos de la manera que sea posible. Siempre es preferible realizar una contra, evitar el ataque y encima obtener una de las tres estrellas de potencia a nuestra disposici¨®n, pero es obvio que no siempre es posible realizar un contragolpe que beneficie al jugador. Adem¨¢s, la dificultad de este movimiento conlleva un notable riesgo de recibir un poderoso golpe que elimine de golpe buena parte de nuestra energ¨ªa.

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Toca, por lo tanto, decidir qu¨¦ es lo que m¨¢s nos conviene en cada momento. Los primeros combates son bastante asequibles, apenas requieren un m¨ªnimo de control sobre Little Mac, pero la cosa cambia radicalmente cuando subimos gradualmente de nivel. Los rivales aprenden nuevas t¨¦cnicas (fintas continuas, ataques imprevistos?), por lo que toca acostumbrarnos a cada estilo de combate, analiz¨¢ndolo, tomando notas para finalmente esquivar, golpear y obtener la inevitable victoria. Las tres modalidades, torneos o como se prefiera considerar nos lleva a enfrentarnos contra un percal de 15 boxeadores (de los cuales s¨®lo uno es realmente nuevo), cada uno con su particular vi?eta introductoria, gestos espec¨ªficos, barrabasadas varias que sueltan al propinar un golpe, recibirlo, ser sorprendidos, etc¨¦tera. Una vez finalizadas, Little Mac es campe¨®n, por lo que toca descansar? O al menos as¨ª deber¨ªa ser, ya que cuando alcanzamos este punto comienza el aut¨¦ntico reto de la partida, lo que nos llevar¨¢ a pasarnos m¨¢s horas delante del televisor, midiendo con lupa cada golpe que asestamos.

Debemos defender el t¨ªtulo, sea como sea. Los mismos boxeadores que anta?o era incapaces de hacer cosquillas a nuestro h¨¦roe aqu¨ª son h¨¢biles luchadores que se han entrenado para hacernos sombra, para arrebatarnos el t¨ªtulo de campeones absolutos. Adem¨¢s no podemos olvidar la posibilidad de disputar el modo ?exhibici¨®n', donde hemos de enfrentarnos a los boxeadores que ya hemos derrotado para volver a obligarles a besar la lona, solo que esta vez siguiendo instrucciones espec¨ªficas. Ya sea derribarles aplicando ¨²nicamente golpes especiales, contraataques, permitir que nos tumben gan¨¢ndonos a puntos? Lo que vendr¨ªa consider¨¢ndose logros en Xbox 360 y trofeos en PlayStation 3, retos que s¨®lo los m¨¢s atrevidos lograr¨¢n superar con mucho, mucho esfuerzo y dedicaci¨®n. Por supuesto tambi¨¦n contamos con un modo 1vs1 a pantalla partida, aunque en este sentido hay m¨¢s bien poca informaci¨®n que comentar, ya que empleamos el sistema habitual con cualquier adversario que quiera retarnos en tiempo real.

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Las escenas de v¨ªdeo que acompa?an cada nuevo combate siguen la l¨ªnea de lo anteriormente comentado, as¨ª como las animaciones una vez encima del ring, a las que se lo podr¨ªa achacar poca variedad. Lo mismo sucede con el argumento del juego, ya que aqu¨ª disponemos de una cantidad muy interesante de personajes que apenas cobran vida. Punch Out nunca se ha caracterizado por ser un t¨ªtulo profundo -otra muestra m¨¢s de su tendencia arcade-, aunque no podemos dejar de echar de menos una trama que como m¨ªnimo nos empuja a descubrir qu¨¦ ocurrir¨¢ despu¨¦s. Next Level Games no ha considerado necesario implementar esta caracter¨ªstica, por lo que nos quedamos con la miel en los labios, con ganas de conocer m¨¢s v¨ªdeos de animaci¨®n, siempre acompa?ados por sus melod¨ªas electr¨®nicas pegadizas, otro punto que inequ¨ªvocamente se?ala este t¨ªtulo como un claro referente arcade. Con lo expuesto, no deber¨ªa sorprender a nadie el estilo que se ha utilizado en toda la aventura, m¨¢s que suficiente para revivir un cl¨¢sico adormecido hasta la fecha.

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