El terror m¨¢s puro

El g¨¦nero de las aventuras de terror ha ido proliferando desde sus ya lejanos inicios, aparte de ir ofreciendo nuevas alternativas y distintas formas de enfocar el horror, intentando producir en el usuario nuevas experiencias y conseguir arrancarle una vez m¨¢s escalofr¨ªos. De este modo, se evita caer en la monoton¨ªa y se intentan desmarcar de sus no escasos rivales directos.

Junto a la veteran¨ªsima saga Alone in the Dark, nos podemos encontrar Resident Evil, que impuls¨® la idea convirti¨¦ndola en un subg¨¦nero, y la no menos estupenda saga Silent Hill. Son muchos los t¨ªtulos que han ido apareciendo a lo largo de estos a?os, pero pocos han llegado a convertirse en sagas de ¨¦xito como las tres anteriores, y una de ellas ha sido Project Zero.

A partir de una original premisa basada en la visita de una casa plagada de fantasmas, nos met¨ªamos en la piel de una chica indefensa que descubre una curiosa c¨¢mara capaz de acabar con los fantasmas que pueblan la mansi¨®n. Se trataba de una historia que sumerg¨ªa al jugador gracias a su estupenda ambientaci¨®n y capacidad de asustar en los momentos m¨¢s inesperados, que alcanz¨® su momento cumbre en la segunda parte y ahora regresa por tercera vez a nuestras PlayStation 2.

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Durante su trabajo, en una casa en ruinas, hace una foto en la que aparece ni m¨¢s ni menos que su difunto amante, lo cual sumerge a Rei en un peculiar sue?o que la transporta a una mansi¨®n de aspecto cl¨¢sico japon¨¦s y en la que, como no, numerosos fantasmas poblar¨¢n sus pasillos y estancias. Rei no s¨®lo no encontrar¨¢ a Yuu, sino que adem¨¢s acabar¨¢ descubriendo que la pesadilla ser¨¢ mucho m¨¢s larga y peligrosa de lo que cree.

Estamos, si cabe, al juego m¨¢s interesante argumentalmente de la saga, ya que presenta un argumento m¨¢s oscuro, misterioso y hasta cierto punto m¨¢s coherente, desde el punto de vista de que se explican m¨¢s las cosas que en anteriores entregas. Uno de los puntos m¨¢s interesantes del mismo ser¨¢ el misterioso tatuaje que ir¨¢ apareciendo y expandi¨¦ndose por el cuerpo de Rei, pero ya hablaremos sobre ¨¦l m¨¢s adelante.

Miku es, para deleite de los aficionados a la saga, la protagonista de la primera entrega, que ahora es compa?era de Rei. Gracias a sus poderes espirituales y su experiencia acumulada en la primera entrega, se trata del personaje m¨¢s ¨²til de todos en combate contra los fantasmas. Adem¨¢s, su peque?a estatura le permite llegar a lugares inaccesibles para los dem¨¢s personajes.

Por su parte, Kei Amakura, es t¨ªo de las hermanas protagonistas de Project Zero 2 (Mio y Mayu), lo cual supone un nuevo lazo de uni¨®n con respecto a las dem¨¢s entregas, y adem¨¢s de un gui?o a los usuarios, supone una interesante oferta argumental. Es el primer hombre que controlaremos en la saga, y como tal, puede empujar objetos pesados as¨ª como saltar agujeros del suelo.

De este modo, nos encontramos con un Project Zero que se encuentra dividido en 13 cap¨ªtulos y 24 misiones que puede llegar a enganchar gracias a su excelente trabajo en el apartado argumental, ya que mezcla diversas historias desde el punto de vista de los tres personajes, y no s¨®lo, como ya hemos dicho, deja atados los cabos mucho mejor que los anteriores, sino que adem¨¢s ata cabos sueltos de las dos primeras partes, a la par que se abren nuevas inc¨®gnitas.

De este modo, despu¨¦s de recorrer pasillos y estancias plagadas de fantasmas, con los inevitables sustos que nos har¨¢n saltar de nuestro asiento en m¨¢s de una ocasi¨®n (aunque esto depender¨¢ del temple de cada uno), la protagonista se despertar¨¢ en su habitaci¨®n, y un misterioso tatuaje (cuyo origen descubrimos en una memorable secuencia de v¨ªdeo) ir¨¢ expandi¨¦ndose por su piel cada vez que despierta.

Una vez despierta, se encontrar¨¢ en su casa, y podremos visitarla. Pese a la tranquilidad que a priori inspira, lo cierto es que en m¨¢s de una ocasi¨®n nos llevaremos sustos inesperados en el mundo que podr¨ªamos considerar 'real'. Destaca el gato que Rei tiene por mascota y la posibilidad de ir a un cuarto oscuro a revelar las fotos 'extra?as' que hicimos en nuestros sue?os para desbloquear sellos y descubrir nuestro siguiente paso a dar.

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En el mundo real, habr¨¢ m¨¢s luz, pero esto contrastar¨¢ con el clima, por lo que los d¨ªas tormentosos se dejar¨¢n ver claramente a trav¨¦s de las ventanas que transmiten un color azul tirando a gris¨¢ceo, que nos har¨¢n dudar incluso de la hora del d¨ªa en la que nos encontramos. Sin olvidar los momentos en los que se ver¨¢ la acci¨®n como si fuese una pel¨ªcula antigua en blanco y negro, en los que a¨²n as¨ª el juego consigue mantenerse firme en cuanto a los efectos de luz.

En cuanto al modelado de los escenarios, poco se puede decir, sobre todo para aquellos que hayan visto ya alguna de las anteriores entregas, aunque cabe destacar que se han mejorado un poco, explotando m¨¢s las capacidades t¨¦cnicas de PlayStation 2. Sin embargo, las principales mejoras se dejan ver en los fantasmas y en los v¨ªdeos del juego.

Estos enemigos ser¨¢n, por dise?o, de los m¨¢s llamativos de toda la saga, y algunos causar¨¢n escalofr¨ªos con s¨®lo verlos. Su implementaci¨®n con respecto a los escenarios es impecable, y las trasparencias y solidez de sus expresiones durante sus ataques (que, claro est¨¢, se ven en primera persona al utilizar la c¨¢mara) demuestran la buena labor realizada, al igual que en los personajes jugables.

Estos, sin embargo, pese a ofrecer un aspecto s¨®lido, con muy buenas animaciones y unas expresiones faciales mucho m¨¢s trabajadas, siguen resultando un poco est¨¢ticos, de modo que, tal vez debido a la falta de texturas de piel, parecen poco m¨¢s que maniqu¨ªes, y habr¨¢ jugadores a los que, si ya no les convenci¨® el dise?o de personajes en las primeras entregas, seguir¨¢ sin hacerlo ahora.

Otro ¨¦xito del juego tiene lugar en el apartado sonoro, importante en un juego de estas caracter¨ªsticas, ya que las melod¨ªas que acompa?an la acci¨®n consiguen mantener la tensi¨®n y no desentonan en ning¨²n momento, sino que componen una excelente banda sonora. Los efectos sonoros son de lo m¨¢s variado (crujidos, gemidos, lluvia, etc) son sencillamente magistrales y son capaces de causar el susto sin que nada ocurra en pantalla.

A estas alturas, y tras un Resident Evil 4 que se ha esforzado en dar un giro al sistema de control, volver a enfrentarnos al mismo sistema de siempre puede llegar a ser repetitivo. Adem¨¢s, el juego no consigue sorprender en su premisa b¨¢sica de 'casa de fantasmas' como lo hiciera en su primera entrega, y pese al interesante argumento y los sustos de rigor, llega a hacerse repetitivo enfrentarse al mismo sistema mec¨¢nico de las dos entregas anteriores.

En cuanto a la respuesta, Rei no reacciona con toda la suavidad que nos gustar¨ªa que lo hiciese, y el juego se hace bastante lento por momentos, sobre todo cuando intentamos conseguir un objeto que vemos pero que no somos capaces de hacernos con ¨¦l porque no estamos situados en el punto preciso, al igual que para mantener una conversaci¨®n con otro personaje o mirar por una ventana.

La lentitud de Rei no facilita el esquivar los fantasmas, y escapar de ellos para poder enfocarlos bien con la c¨¢mara resultar¨¢ excesivamente complicado en varias ocasiones, llegando a ser desesperante hacia el final del juego, donde nuestra capacidad de reacci¨®n ser¨¢ puesta realmente a prueba, tanto con los agresivos como los pasivos, si queremos conseguir los nada despreciables puntos que ofrecen.

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