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?Qui¨¦n no ha o¨ªdo hablar de Prince of Persia? Hace ya 11 a?os que Jordan Mechner nos sorprendi¨® con el primer t¨ªtulo de la saga, una apasionante aventura en forma de arcade de plataformas con los movimientos m¨¢s suaves y reales, las trampas y puzzles m¨¢s retorcidos y la adicci¨®n en estado m¨¢s puro de entre los juegos del g¨¦nero vistos hasta la fecha. Poco tiempo despu¨¦s, en el 93, la segunda parte sal¨ªa al mercado. 'Shadow of the Flame' se guiaba por una sencilla idea: Poner Prince of Persia al d¨ªa. Con nuevos y mejorados gr¨¢ficos, mejores animaciones si cabe y escenarios m¨¢s grandes y variados, Shadow of the Flame fue apreciado por los jugadores pero recibi¨® una m¨¢s tibia acogida. Ahora, despu¨¦s de 7 a?os de espera, Red Orb nos pone de nuevo el turbante: El pr¨ªncipe de Persia ha vuelto.
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Descripci¨®n general: Este nuevo t¨ªtulo sigue fiel a sus predecesores: Se trata de un arcade de plataformas (m¨¢s plataformas que arcade) con gran componente de aventura en el que deberemos atravesar enormes escenarios de la Persia medieval en busca de nuestra amada esposa. Porque s¨ª, por fin nuestro pr¨ªncipe se ha casado con su princesa que tantos desvelos le ha provocado; pero, para variar, ha vuelto a ser raptada. Como no pod¨ªa ser menos (y demostrando que todav¨ªa quedan caballeros) en vez de mandar a paseo a tan despistada beldad y dedicarse a la cr¨ªa de caballos ¨¢rabes (que a buen seguro le daban menos problemas), nuestro pr¨ªncipe se lanza de nuevo al rescate. Pero las cosas no est¨¢n tan f¨¢ciles como agarrar nuestra espada y lanzarnos a desfacer entuertos, pues haciendo honor a su t¨ªtulo de 'pr¨ªncipe m¨¢s gafe del oriente pr¨®ximo', nuestro h¨¦roe ha sido despojado de su armamento y encerrado en el m¨¢s profundo de los calabozos. As¨ª est¨¢n las cosas; nuestra princesa encerrada en lo m¨¢s alto del palacio m¨¢s alto de la monta?a m¨¢s alta de Persia y nosotros en la m¨¢s profunda de las celdas de la m¨¢s profunda caverna. Para colmo, a nadie parece hab¨¦rsele ocurrido unir ambos puntos con unas c¨®modas escaleras mec¨¢nicas. Nuestro camino va a estar plagadito de trampas, agujeros, puentes que se deshacen, pinchos, cuchillas, saltos al filo de lo imposible y un sinf¨ªn de vicisitudes por el estilo. Para complicar las cosas, los secuaces de Rugnor (el reincidente secuestrador de novias/esposas) son lo que se dice muy poco amigables, y nos demostrar¨¢n sus habilidades de esgrima cada vez que nos pongamos a tiro. Frente a los malos, contaremos con varias habilidades y armas para llegar de una pieza a nuestro destino: Una envidiable forma f¨ªsica, digna de un atleta (fruto de reiterados rescates peliagudos) y nuestra inevitable espada. A ¨¦sta se le van a unir unos invitados especiales: El arco, el bast¨®n y los cuchillos dobles. ? A pesar de esto, las cosas no van a ser ni mucho menos f¨¢ciles. Los enemigos son m¨¢s h¨¢biles que nunca con las armas, los saltos son a¨²n m¨¢s apurados y los laberintos, ahora tridimensionales, m¨¢s enrevesados todav¨ªa. Eso s¨ª, mientras nuestro esforzado muchacho las pasa canutas nosotros disfrutaremos de los escenarios orientales m¨¢s bellos jam¨¢s vistos en un juego de ordenador. El motor de Prince of Persia 3D, orientado a la tercera persona, no es ni mucho menos la panacea; se limita a cumplir. Pero el resultado obtenido por los dise?adores es simplemente alucinante. La arquitectura es sobrecogedora, la ambientaci¨®n magn¨ªfica; el trabajo de texturas recrea con mimo el arte persa del siglo doce (no en vano los muchachos de Red Orb se jactan de un extenso trabajo de documentaci¨®n sobre el tema) y adem¨¢s, al dise?o 3D y de texturas se les unen una m¨²sica ambiental que no pod¨ªa ser m¨¢s apropiada. Bien, bien. Bueno, no nos emocionemos demasiado pronto, pues Prince of Persia 3D presenta ciertos fallos en el aspecto t¨¦cnico que deslucen el conjunto: Para empezar, el motor 3D adolece de cierta falta de optimizaci¨®n que lo vuelve demasiado lento, algo que sorprende bastante pues no presenta nada nuevo al mundo (quitando la gloriosa arquitectura que los dise?adores han puesto en ¨¦l). Adem¨¢s, a nivel sonoro el pr¨ªncipe resulta bastante austero. El sonido, que se limita a cumplir de milagro, no falla por calidad, sino por cantidad. El pr¨ªncipe, ejemplo de estoicidad a prueba de bombas, no emite ni un quejido de esfuerzo m¨¢s que al ser golpeado o caer desde grandes alturas. Las voces, muy escasas, tampoco llaman demasiado la atenci¨®n, y los sonidos ambientales no arreglan nada el asunto. El silencio, de todos modos, puede ser un importante agente ambientador y parece que Prince of Persia 3D juega con ello, algo que se agradece en algunos momentos (realmente parece que los espacios son m¨¢s grandes y la arquitectura m¨¢s majestuosa). De cualquier manera la m¨²sica ambiental, al m¨¢s puro estilo las mil y una noches, no nos va a abandonar (aunque no resultar¨¢ machacona, sino m¨¢s bien al contrario). ? El pr¨ªncipe sigue tan atl¨¦tico como siempre, se mueve igual de elegantemente que de costumbre y es capaz de las mismas proezas que la ¨²ltima vez que le vimos, aunque ahora puede girar a los lados y esas cosas que pasan en las 3D. El control resultar¨¢ muy familiar a los viejos conocidos de la saga, pues las teclas son virtualmente las mismas con los a?adidos que acompa?an a las nuevas caracter¨ªsticas y posibilidades. El rat¨®n y el joystick poco tienen que hacer aqu¨ª, cediendo el paso a un teclado algo (demasiado) complicado y enrevesado, de los que no perdonan un desliz. Soltar una tecla demasiado pronto o apretar la equivocada (algo demasiado frecuente) puede llegar a costarnos caro, aunque Prince of Persia 3D no es uno de esos juegos frustrantes. Falla sin embargo en ciertos aspectos de jugabilidad, que se pueden resumir en dos: Poca maniobrabilidad (el giro del pr¨ªncipe es demasiado amplio, lo que nos impide girar con comodidad en las esquinas durante una persecuci¨®n) y falta de continuidad en el movimiento, pues a veces nuestro personaje efectuar¨¢ un par¨®n total en medio de un movimiento antes de pasar al siguiente. Una pena, pues dos bobadas como esta le restan velocidad a un juego ya de por si pausado (que no aburrido, ni mucho menos). El recorrido del juego nos llevar¨¢ a trav¨¦s de gran cantidad de niveles distribuidos en cuatro grandes escenarios: La C¨¢rcel, un tenebroso lugar del que deberemos escapar cuanto antes; El Palacio, un suntuoso edificio del que recorreremos desde los m¨¢s rec¨®nditos pasadizos hasta las m¨¢s seguras habitaciones (como el tesoro o el har¨¦n); Las Ruinas Flotantes, una m¨¢gica ciudad en ruinas, morada de un mago desequilibrado y los resultados de sus experimentos fallidos y finalmente el Dirigible, una especie de gigantesco palacio volador a varias millas de altura sobre el suelo. Todos ellos escenarios fant¨¢sticos de una gran belleza visual y arquitect¨®nica, plagados de peligros y habitados por ciertos elementos nada recomendables, como la viciosa (y no en el sentido que muchos desear¨ªamos) concubina/asesina de Assan. Un primor de muchacha. ? Como conjunto, Prince of Persia es un juego bello, agradable de jugar y muy recomendable, aunque no apto para los esp¨ªritus m¨¢s aficionados a la acci¨®n y a correr como locos por el escenario. Falla en varios aspectos un poco tontos que estropean el conjunto, lo cual es una pena pues el juego tiene un talento raro y precioso que se diluye un tanto por estos detalles. La mec¨¢nica de juego viene a ser la del Tomb Raider pero para adultos: Hay que pensar e ir con cuidado, las luchas requieren tanta habilidad como esquivar las trampas o resolver los puzzles y el juego es mucho m¨¢s rico y complejo que cualquiera de las entregas de la se?orita Croft, aunque para hacer una idea al p¨²blico m¨¢s ne¨®fito que no conozca al Pr¨ªncipe, la comparaci¨®n puede valer. Una obra de arte a la que le ha faltado muy poco para convertirse en un fen¨®meno a la altura de la leyenda que ya es la primera parte. El list¨®n estaba demasiado alto. ?Audio/V¨ªdeo: En el apartado de gr¨¢ficos, hay que reconocer a POP 3D un aspecto visual ¨²nico en su g¨¦nero, con entornos preciosistas de perfecto acabado, arquitecturas dignas de los maestros ¨¢rabes de la ¨¦poca y visuales de gran belleza. Como contrapunto, un motor 3D ya superado por t¨ªtulos como Unreal o Quake 3 y unos personajes algo faltos de pol¨ªgonos. Es alucinante lo que los dise?adores han logrado hacer con un motor como el de POP 3D, que a pesar de no ser ni mucho menos malo, no nos sorprende en lo m¨¢s m¨ªnimo. El sonido tiene sus luces y sus sombras: Luces en la m¨²sica oriental, que proporciona buena ambientaci¨®n y atm¨®sfera, sombras en los efectos de sonido, de calidad pero parcos. Poco habladores est¨¢n los h¨¦roes y villanos en esta entrega.
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Los v¨ªdeos no son nada del otro mundo; buena calidad pero nada espectacular. Parece que los personajes son los mismos que en el juego pero prerenderizados (se les ha pretendido dar un aspecto original, pero tanto pol¨ªgono y recta suelta desmerece) y el sonido est¨¢ al mismo nivel que durante el juego. Eso s¨ª: Aqu¨ª si que se les suelta la lengua a los personajes, lo cual es de agradecer (aunque no esper¨¢bamos menos). ? Gui¨®n: El gui¨®n de Prince of Persia 3D es bueno e interesante, pero carente de complicaciones. La historia es completamente lineal, casi un adorno para dar alg¨²n fin a tanto trepar y trepar, con los elementos cl¨¢sicos del bueno buen¨ªsimo (nosotros) encarnado en un joven y apuesto pr¨ªncipe que ha de rescatar a su bella, bell¨ªsima e indefensa amada, frente a un malvado de esos de los de siempre, retorcido, cruel y, para m¨¢s narices, deforme. El resto de los personajes que aparecen no son sin embargo meros extras, sino que tendr¨¢n personalidad propia y un rol muy definido, como el rey Assan, padre del pr¨ªncipe Rugnor, y hasta nos enfrentaremos con ellos en plan 'enemigo de final de fase' como en el caso de la bailarina de la danza de vientre con afici¨®n por la cimitarra.
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Se trata, no lo olvidemos, de una historia de las mil y una noches, de bellas princesas y valientes pr¨ªncipes azules, un cuento de los de toda la vida sin m¨¢s complicaci¨®n que unos ex¨®ticos escenarios, luchas acero contra acero y magia, en resumen, la eterna lucha del bien contra el mal (qu¨¦ filos¨®fico que me he puesto, oye). ? Estrategia y trucos: Los que hayan jugado algunos de los anteriores t¨ªtulos ya saben de qu¨¦ va la historia, aunque siempre es bueno refrescar un poco: Poco a poco, paso a paso. Nunca se debe irrumpir a la carrera en un ¨¢rea que no conozcas (a no ser que tengas una morbosa afici¨®n a ser ensartado cual pincho moruno), ni dejarse caer por todo agujero abierto en el suelo sin asomarse antes. Conviene echar un buen vistazo a todas las ¨¢reas que visitemos para no dejarnos nada por descubrir: Algo como un agujero en el techo, una caja que podamos empujar, un objeto medio oculto o una palanca para pulsar.
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Explorar exhaustivamente todos los escenarios nunca hizo mal a nadie: Si acaso, vas a disfrutar en todo su esplendor del trabajo de los muchachos de Red Orb. De paso, te har¨¢s una buena idea de por donde tirar despu¨¦s.
En general, no te olvides de que POP 3D es un arcade de plataformas y habilidad, no un clon de Quake: Correr, atacar primero y preguntar despu¨¦s, lanzarse en plancha por cada precipicio que veas y vagar al azar por los escenarios son t¨¢cticas que te predisponen a una desagradable muerte en alguno de los retorcidos artilugios diseminados por los escenarios.
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Estos trucos o consejos son los que hab¨ªa disponibles el 15/03/00 Si no encuentras lo que buscas, pasa por la secci¨®n de TRUCOS . ?Jugabilidad: La jugabilidad de Prince of Persia es elevada, pero de un tipo particular. Se trata de un juego dif¨ªcil, pero no frustrante, aunque la dificultad venga m¨¢s veces provocada por ciertas deficiencias de la interfaz que por la complicaci¨®n del juego en s¨ª. Lo que quiero decir es que muchas veces la complicaci¨®n no est¨¢ en realizar una determinada acci¨®n o averiguar la soluci¨®n a un puzzle, sino en hacerlo con el escaso apoyo del teclado y el err¨¢tico comportamiento de la c¨¢mara. El teclado, por ejemplo, es demasiado complejo. Se tarda mucho en usarlo 'sin pensar', por reflejo, lo que nos impide muchas veces meternos en la historia. Adem¨¢s la respuesta es un tanto m¨¢s lenta de lo que nos gustar¨ªa, cost¨¢ndonos la broma unas cuantas ca¨ªdas tontas.
La c¨¢mara es algo caprichosa, aunque de las m¨¢s s¨®lidas que he visto en algunos aspectos. Tiene sin embargo propensi¨®n a hacer cosas raras en espacios reducidos o adoptar una perspectiva inc¨®moda en ciertos momentos en que necesitamos mayor precisi¨®n en el salto o al esquivar algo. El resto del tiempo, nos seguir¨¢ sumisa en una perspectiva trasera en tercera persona bastante c¨®moda, cambiando a perspectivas m¨¢s alejadas y desde distintos puntos en determinadas zonas del escenario. La cosa se arregla mediante una tecla de 'free look' que nos permitir¨¢, mientras la pulsamos, mover libremente la c¨¢mara para echar una ojeada alrededor, aunque a veces alguna pared molesta limitar¨¢ esa 'libertad'.
Los combates se han resuelto situando la c¨¢mara de lateral, un poco en perspectiva de tres cuartos, abarcando tanto al enemigo como a nosotros. As¨ª, quedan nuestros movimientos limitados al deslizamiento lateral, el avance y el retroceso. Esto, adem¨¢s, da lugar en muy contadas ocasiones a desafortunadas maniobras que dejar¨¢n a nuestros enemigos completamente fuera de nuestro campo de tiro, mientras que nosotros estamos en posici¨®n ventajosa para ellos. Nada grave, sin embargo, aunque emborrona sensiblemente el resultado. ? El pr¨ªncipe se mueve igual de elegantemente que siempre, aunque le falta fluidez en las transiciones entre movimientos, como correr despu¨¦s de saltar o agacharse r¨¢pidamente. Podr¨ªamos decir que con la edad no ha perdido agilidad, pero le fallan los reflejos. Igualmente podemos criticar sus giros demasiado amplios, que nos pondr¨¢n en apuros en alguna persecuci¨®n. Los combates son brillantes, cada arma con su estilo. Se ha conseguido, adem¨¢s, que sean una continuaci¨®n del estilo del juego, pues requieren habilidad, reflejos y buen manejo del teclado. La tecla de bloqueo ser¨¢ indispensable, y las armas son muy realistas (quiero decir, un arco nunca fue una ametralladora ni una cimitarra un sable l¨¢ser).
Menci¨®n aparte merece el mecanismo de grabar y recuperar partidas (algo MUY necesario en este juego). La velocidad del sistema es pasmosa, pues a no ser que estemos en niveles diferentes, la carga y grabaci¨®n son instant¨¢neas. Se agradece y mucho.
El pr¨ªncipe se deja jugar muy bien y se disfruta a pesar de estos fallos que tan puntillosamente me dedico a sacarle, pero lucir¨ªa mucho m¨¢s sin ellos. En conjunto es un buen juego, una peque?a maravilla en su g¨¦nero y algo mucho m¨¢s artesanal y cuidado de lo que algunos t¨ªtulos m¨¢s comerciales presentan con el tir¨®n del marketing. Quiz¨¢, su mayor r¨¦mora es ser comparado con la leyenda del juego original, que todos recordamos con demasiada nostalgia. No ser¨ªamos justos si dij¨¦semos que Prince of Persia no es jugable, porque su particular estilo junto con su larga duraci¨®n (se trata de un juego MUY extenso) lo hacen una buena incorporaci¨®n a cualquier juegoteca que se precie de serlo. ? La belleza visual, los incre¨ªbles escenarios, la arquitectura de los niveles, el equilibrio entre acci¨®n y habilidad, los puzzles y las trampas, el modo en que est¨¢n dispuestas: El poder jugar de nuevo con el pr¨ªncipe en la m¨¢s pura l¨ªnea de sus antecesores. Puede que lo de 'El rey' no est¨¦ muy claro, pero 'El pr¨ªncipe' sigue vivo.? ? Enlaces o Links: P¨¢gina oficial de Prince of Persia: http://www.pop3d.com Demo del programa (versi¨®n en ingl¨¦s): http://www.gigex1.com/M0054100016 ... .../pop3d_1/prince_demo.exe
Parche 1.1: http://www.pop3d.com/downloads ... .../patches/POP3Dpatch1_01.exe ? Equipo necesario: Necesitaremos como m¨ªnimo un Pentium 233 con 64 MB de RAM, Windows 95/98, 300 MB de espacio en disco, una aceleradora 3D compatible al 100% con DirectX y 8MB de RAM y una tarjeta de sonido compatible DirectX.