Powerdrome, Impresiones (PlayStation 2)

Una de las empresas que m¨¢s prol¨ªfica se est¨¢ pegando ¨²ltimamente en desarrollos para la ultima hornada de consolas es sin duda Argonaut. T¨ªtulos de la talla de Malice, Bionicle, I-Ninja, Carve o Swat son sus cartas de presentaci¨®n. En esta ocasi¨®n tenemos el privilegio de disfrutar de Powerdrome, el retorno de todo un cl¨¢sico nacido en los a?os ochenta.

El desarrollo del juego sigue bas¨¢ndose en la misma mec¨¢nica. Nuestro objetivo es llegar el primero a la meta montado en una especie de nave gravitatoria, con la cabeza descubierta, al mas puro estilo de la F¨®rmula uno, pero sin ruedas y a pocos cent¨ªmetros del suelo. Sin ir m¨¢s lejos y para que os hag¨¢is a una idea, lo m¨¢s parecido son las carreras de vainas del Episodio Uno de la famosa saga Star Wars, o mismamente otro t¨ªtulo que ha cosechado un sinf¨ªn de ¨¦xitos, nos estamos refiriendo a la m¨ªtica serie Wipeout.

Tampoco se quedan atr¨¢s las m¨¢quinas que nosotros tenemos que pilotar. La mayor¨ªa han sido decomisadas de veh¨ªculos del ej¨¦rcito y han sufrido ligeras o abultadas modificaciones, para alcanzar velocidades supers¨®nicas. Las pistas por las que discurren las carreras son escenarios de futur¨ªsticas ciudades, con numerosos saltos. Las dichosas naves son capaces de desplazarse tanto por encima de la tierra como por encima del agua, y por lo tanto podemos encontrar circuitos que combinan a la perfecci¨®n las dos superf¨ªcies.

Gr¨¢ficamente hablando el juego es bastante prometedor. Aunque la calidad de las texturas parece extremadamente plana, como nos tiene acostumbrado Argonaut en sus ¨²ltimos t¨ªtulos, el juego corre a las mil maravillas. La velocidad del motor gr¨¢fico est¨¢ muy bien conseguida y a bordo de la nave resulta muy impactante la gran velocidad que podemos llegar a alcanzar. Otro de los grandes detalles del juego es la magnifica recreaci¨®n del agua por el que en ocasiones se deslizan las veloces naves. Los reflejos en tiempo real, las salpicaduras y gotas que quedan en la pantalla nos dejaran literalmente pasmados, e incluso la propia f¨ªsica con la que los l¨ªquidos han sido tratados se han representado fielmente si lo comparamos con los comportamientos que tienen en la vida real.

Podemos disputar varios tipos de purebas, como en todo juego de estas caracter¨ªsticas que se precie. Desde las t¨ªpicas Carreras R¨¢pidas, para dar una vuelta como en las t¨ªpicas maquinas arcade. A nuestra disposici¨®n est¨¢ tambi¨¦n romper el crono y hacer la mejor vuelta de cada circuito en el modo Contrarreloj. Y si lo que nos interesa es proclamarlos los grandes campeones del gran premio de Powerdrome, no nos queda otra posibilidad que apuntarnos al el inigualable modo Campeonato.

Para los m¨¢s exigentes de las competiciones, dentro de los cuales nosotros mismos nos incluimos, no hay nada igual que correr contra adversarios controlados por compa?eros. En Powerdrome tenemos la posibilidad de hacerlo de tres maneras diferentes. La primera de ella es la m¨¢s tipica, a?adiendo m¨¢s controladores a los puertos de la consola y disfrutar de las carreras a pantalla dividida. La segunda modalidad, aunque una de las m¨¢s engorrosas, es la interconexi¨®n de sistemas en red. Si disponemos de varias televisiones y consolas, no hay nada como echar unas carreritas en tu propia red de ¨¢rea local. Y la ¨²ltima y m¨¢s ansiada modalidad es la posibilidad de disputar carreras a trav¨¦s de Internet, tanto en la versi¨®n de Xbox como en la de PS2.