Otra vez m¨¢s...

Los Power Rangers se han convertido en una de esas licencias sin fin, que producen beneficios m¨¢s all¨¢ de cuantos productos ofrezcan. Han sido numeros¨ªsimas las incursiones, en formato serie de televisi¨®n, de los peculiares h¨¦roes a lo largo de los a?os, con incluso alguna pel¨ªcula que otra. Pero poco queda ya de la esencia de la primera entrega, y han derivado en numerosas subsagas y tramas a cual m¨¢s disparatada.

Y es que no en vano, mientras la f¨®rmula sigue siendo la misma (personajes, en principio cinco, con peculiares trajes de colores y unos robots gigantes que se pueden unir creando uno m¨¢s grande y fuerte todav¨ªa), las variaciones nos han llevado por diversos universos (dinosaurios, ninjas, animales salvajes...), y este SPD es la ¨²ltima de esas incursiones. La serie ya deja bastante que desear, por lo que el juego no se queda precisamente atr¨¢s.

As¨ª, nos encontramos con fases de beat'em up y algunos minijuegos intercalados que intentan darle variedad al t¨ªtulo. Las escenas intermedias que narran la historia son bastante extra?as visualmente hablando, y mientras algunas cumplen los m¨ªnimos, otras resultan realmente desoladoras (llega incluso a costar saber qu¨¦ es lo que estamos viendo) y muestran las carencias e incluso la rapidez y falta de cari?o con las que se ha tratado el juego.

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No obstante, en este juego tanto da que seamos Power Rangers o cualquier otro personaje, ya que la diferencia casi no se deja percibir, reduci¨¦ndose las posibilidades de juego a tan s¨®lo un bot¨®n de salto y un bot¨®n de ataque, sin mayores posibilidades para realizar combos ni ataques distintos, reduci¨¦ndose el aspecto jugable a acercarse al enemigo y aporrear el bot¨®n indiscriminadamente.

Cada Power Ranger tiene una habilidad especial que se activa con el gatillo, pero su duraci¨®n es limitada, ya que una barra de energ¨ªa baja al usarla. Sin embargo, una vez activada es imposible detenerla, por lo que hay que esperar a que se agote y que se vuelva a regenerar para poder volverla a utilizar. Adem¨¢s, el uso de las t¨¦cnicas especiales resulta bastante secundario y discreto, siendo apenas algo m¨¢s que un gui?o a los personajes originales.

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Como ya dijimos, el juego, cada cierto n¨²mero de fases, ofrece minijuegos que var¨ªan el sistema cl¨¢sico de juego del beat'em up a un nuevo modo de juego, con la intenci¨®n de ofrecer alternativas originales. No obstante, estos minijuegos son totalmente insulsos, obsoletos y faltos de inter¨¦s y de inspiraci¨®n, resultando aburridos en su mayor¨ªa e imposibles de llegar a controlar bien por lo general.

Los enemigos, as¨ª mismo, son repetitivos hasta la saciedad, siempre los mismos rivales, y los jefes finales tambi¨¦n pecan de falta de originalidad, aunque esto sea en parte culpa de la serie en la que se basa la licencia. Algunos de los minijuegos son todav¨ªa peores, con un apartado gr¨¢fico que parece m¨¢s propio de una m¨¢quina de game&watch que de una GBA.

Del mismo modo el apartado sonoro no ofrece gran cosa, resultando aburrido y llega a cansar al jugador. Los efectos sonoros son contados y, al igual que los enemigos, se repiten innecesariamente. Adem¨¢s, el juego carece de especial inter¨¦s para seguir avanzando por ¨¦l, y su duraci¨®n es bastante limitada, ya que los tres niveles de dificultad apenas muestran diferencias factibles entre ellos.

Estamos ante un juego repetitivo, insulso, demasiado flojo t¨¦cnicamente, incapaz de divertir al jugador y con escasas posibilidades de juego (por no decir ninguna). Se han incorporado unos minijuegos con la intenci¨®n de ofrecerle variedad al t¨ªtulo, pero en vez de eso se ha empeorado, resultando estos aburridos y bastante dif¨ªciles de jugar, cuando no deber¨ªa haber sido as¨ª. En definitiva, Power Rangers SPD es un juego para olvidar.

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