Pompom: The Great Space Rescue
Sabor a Super Famicom
Pompom: The Great Space Rescue, an¨¢lisis. Regreso a los 90
Pompom nos plantea una aventura que mezcla plataformas y puzles de forma original mientras nos transporta a una ¨¦poca en la que Super Nintendo destacaba en la industria
Pompom: The Great Space Rescue, un juego desarrollado por Willem Rosenthal bajo su estudio Tomo Camp, con una clara inspiraci¨®n en la generaci¨®n de 16 bits y, en especial, a la Super Nintendo, una consola que, en boca del creador del juego, es probablemente su favorita de todos los tiempos. Ese cari?o por uno de los sistemas m¨¢s reconocidos de la historia se deja notar en todo momento, y es que Pompom es un plataformas/puzle que acaba siendo todo un reto conforme avanzamos. Un juego que naci¨® de un t¨ªtulo realizado en una game jam llamado Walkie Tori, y que se ampl¨ªo hasta lograr ser lo que es hoy en d¨ªa.
Una interesante y original propuesta que sorprende mientras resulta familiar
Pompom comienza con una historia que nos resulta familiar, que ya hemos visto en multitud de obras de todo tipo, pero que pese a ello nos introduce de forma simp¨¢tica en la misi¨®n de nuestro protagonista. Un h¨¢mster con un claro objetivo, salvar a Hoshi, nuestro amigo y due?o, que ha sido secuestrado por los Gatos Piratas Espaciales. Mundo tras mundo, iremos superando toda clase de niveles y jefes finales que destacan por sus mec¨¢nicas.
A primera vista, Pompom parece un plataformas cl¨¢sico de la generaci¨®n de 16 bits, pero tras ese aspecto hay un enfoque ¨²nico en su f¨®rmula jugable, y es que en Pompom nuestro objetivo durante todos los niveles ser¨¢ el de proteger a nuestro protagonista, sin manejarlo, haciendo uso de todo los recursos que el juego nos ofrece, y es que nosotros seremos las plataformas, bueno, qui¨¦n las coloca. Plataformas y puzles unidos de forma magistral, y que puede atraer tanto a p¨²blico habitual de este tipo de juegos 2D, como a jugadores que busquen algo distinto.
En Pompom nos encontramos una selecci¨®n de mundos y niveles al m¨¢s puro estilo Super Mario World. Un total de ocho mundos, dividido cada uno en siete niveles, con un jefe final y todo tipo de tem¨¢ticas. Desde una ciudad, pasando por un bosque, el mar y sus islas, una antigua civilizaci¨®n, barcos en el cielo¡ En ellos tendremos que encontrar distintos objetos que nos ayudar¨¢n a desbloquear otras fases. Trampolines, plataformas de todas las formas posibles, cuerdas¡
Pompom puede suponer un reto para algunos jugadores, y es que la dificultad en algunos niveles es destacable, aunque la curva est¨¢ bien ajustada, y tenemos opciones de sobra para allanar el camino en caso de que as¨ª lo deseemos. El aprendizaje en el juego es continuo, y la variedad de mec¨¢nicas o situaciones cambia constantemente en cada mundo. Adem¨¢s, tendremos checkpoints a lo largo de todos los niveles, junto a una segunda oportunidad, como m¨ªnimo, en caso de fallar a la hora de guiar a nuestro h¨¢mster.
Un control simple para dominar multitud de mec¨¢nicas
Simple pero ambicioso, as¨ª es el control de Pompom. Con muy poco podremos hacer de todo, y es que con un bot¨®n colocaremos los distintos objetos, mientras que con otro podremos parar el tiempo que tengamos disponible, hay una barra que nos lo muestra, para facilitarnos el trabajo al colocar las distintas plataformas y darnos un respiro para seguir avanzando. Un scroll horizontal en continuo movimiento, con nuestro h¨¢mster movi¨¦ndose en una direcci¨®n, pudiendo cambiar esta en caso de necesidad.
Son varios los tipos de control que tendremos a nuestra disposici¨®n en PC, pudiendo escoger entre teclado, mando o rat¨®n. El juego trata de ser simple a la hora de manejar todo lo que nos ofrece en pantalla para ayudar a que nuestro protagonista avance, pero m¨¢s all¨¢ de eso, la complejidad en torno a la gesti¨®n de recursos y como debemos colocarlos convierte a Pompom en algo mucho m¨¢s ambicioso de lo que parece a primera vista.
La variedad y multitud de mec¨¢nicas que tiene Pompom se echa de menos conforme avanzamos en el juego, y es que muchas de ellas est¨¢n dise?adas espec¨ªficamente para ser utilizadas en un mundo o nivel en concreto.
Una banda sonora y dise?o art¨ªstico que nos transporta a los 90
Pura Super Famicom, s¨ª, eso es lo primero que nos viene a la cabeza al ver y jugar Pompom. La menci¨®n a como se conoci¨® al Cerebro de la Bestia en Jap¨®n y no a la Super Nintendo viene por la clara inspiraci¨®n del juego en su dise?o art¨ªstico a algunos t¨ªtulos que nunca salieron de fronteras niponas, recordando enormemente a juegos como DoReMi Fantasy o Wagyan Paradise. Sin olvidar, por supuesto, a cl¨¢sicos atemporales como Super Mario World o el genial Yoshi¡¯s Island. La banda sonora sin ser memorable encaja en los distintos escenarios y acierta en lo que pretende: ofrecer toda una experiencia de 16 bits.
Conclusi¨®n
Pompom es una fant¨¢stica opci¨®n para disfrutar en cualquier momento. El juego ha sido analizado tanto en PC (Steam) como en Steam Deck, funcionando perfectamente en ambas plataformas, y demostrando ser un juego ideal para saborearlo en la m¨¢quina port¨¢til de Valve. Un t¨ªtulo que nos transporta a la primera mitad de los 90, con un dise?o art¨ªstico que muestra a la perfecci¨®n lo que su creador deseaba, y una banda sonora que encaja en cada momento. Plataformas y puzles, con multitud de mec¨¢nicas, jefes finales desafiantes y niveles que tendremos que repetir una y otra vez. Pompom puede resultar frustrante para muchos jugadores, y el dise?o de algunos niveles puede acabar siendo poco atractivo, pero es una opci¨®n fresca y diferente que nos obligar¨¢ a pensar con rapidez para resolver todo lo que presenta la aventura.
Lo mejor
- Puzles y plataformas, una interesante y original propuesta
- Su apartado visual nos transporta a los 16 bits
- Una banda sonora que casa con cada escenario
- La variedad y mec¨¢nicas de los jefes finales
Lo peor
- Algunos niveles pueden resultar b¨¢sicos y repetitivos
- Puede resultar frustrante por momentos
- Control simple, pero que puede llevar a errores
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.